Estalla el escándalo
El 17 de julio de 2008, Sarah hizo unas declaraciones en las que expresaba su disgusto por el póco éxito de la política de reclutamiento de troopers seguida hasta ahora por el Department of Public Safety (Departamento de Seguridad Pública) y llamaba a sus nuevos responsables a ponerse manos a la obra. Irritado por lo que era sin duda una seria crítica a su gestión, Monegan, el anterior comisionado, respondió a Sarah en una entrevista en la CBS al día siguiente asegurando que las dos últimas promociones de troopers habían sido precisamente las más numerosas hasta la fecha. Fue durante esa entrevista cuando Monegan mencionó por primera vez al ex cuñado de Sarah, el trooper Wooten, y su negativa a despedirlo como tal vez el verdadero motivo de su destitución, revelando además algunos detalles sobre la entrevista que tuvo con Todd Palin el 4 de enero de 2007 y las varias llamadas telefónicas que recibió posteriormente interesándose por el asunto.
Fue también el 17 de julio de 2008 cuando Andrew Halcro, antiguo rival de Sarah en las elecciones a gobernador de Alaska (él se presentó como independiente, pero su adscripción era republicana; imagino que se trataba de una jugada de los ol’ boys de la política de Alaska que tanto odian a Sarah que pretendieron con esta candidatura paralela restarle los votos suficientes como para evitar que resultara elegida; gracias a Dios la jugada les salió mal), publicó en su blog una entrada en la que bajo el título: “Why Walt Monegan got fired: Palin’s abuse of power” (“Por qué Walt Monegan fue despedido: el abuso de poder de Palin”), pretendía que uno de los principales motivos para la destitución de Monegan, además de las cuestiones meramente presupuestarias, fue el no haber despedido a Wooten.
El punto de partida del Troopergate. Como no podía ser menos, en un basuriblog. Es decir, un blog utilizado por su propietario para verter mentiras.
El Troopergate estaba en marcha definitivamente. Hasta entonces, el asunto había quedado en la intimidad de la familia Palin a pesar de que una vez que Sarah fue nombrada gobernadora ya no podía ser un asunto estrictamente personal por más tiempo. Pero fue con las denuncias públicas de Monegan y Halcro, ambas producidas curiosamente el mismo día y orientadas ambas en el mismo sentido, cuando saltó a la luz pública y ya no pudo mantenerse en privado de ninguna manera. Había estallado el escándalo y pronto todo el mundo en Alaska estuvo al cabo de la calle de lo que pasaba.
El primer intento de Sarah de cortar de raíz el escándalo vino justo al día siguiente, el 18 de julio, en forma de declaración pública con la que pretendía responder a las acusaciones de Monegan y negar que nadie relacionado con ella hubiera accedido ilegalmente a la hoja de servicios de Wooten. Así, Sarah dijo:
To allege that I, or any member of my family, requested, received or released confidential personnel information on an Alaska State Trooper, or directed disciplinary action be taken against any employee of the Department of Public Safety, is, quite simply, outrageous. Any information regarding personnel records came from the trooper himself. I question the timing of these false allegations. It is unfortunate, as we seek to address a growing energy crisis in this state, that this matter has been raised now.
I do not interfere with the day-to-day operations of any department. Former Commissioner Monegan was not released due to any actions or inaction related to personnel issues in his department. We had hoped the former commissioner would have stayed in state service to help fight alcohol-related crime. We offered him the position of executive director of the Alcoholic Beverage Control board and, unfortunately, he turned it down.
(Pretender que yo o cualquier miembro de mi familia, requirió, recibió o proporcionó información personal confidencial sobre un Patrullero del Estado de Alaska, o instruyó a que se emprendiera una actuación disciplinaria contra cualquier empleado del Departamento de Seguridad Pública es, sencillamente, escandaloso. Cualquier información relacionada con historiales personales provino del propio patrullero. Cuestiono el momento de realización de estas falsas acusaciones. Es inadecuado, en el momento en que buscamos la manera de afrontar una cada vez más creciente crisis energética en este Estado, que este asunto haya surgido ahora.
Yo no me entrometo en los asuntos diarios de cualquier departamento. El antiguo comisionado Monegan no fue relevado debido a cualquier acción u omisión relacionada con asuntos personales en su departamento. Habíamos confiado en que el antiguo comisionado continuaría prestando servicios al Estado en su lucha por erradicar el crimen causado por el alcohol. Le ofrecimos el puesto de director ejecutivo del Consejo de Control de Bebidas Alcohólicas del Estado y, desafortunadamente, lo rechazó.
Para quien quiera más información, puede consultar el texto completo de la declaración de Sarah aquí.
Sin embargo, la bola de nieve ya había empezado a rodar por la pendiente y cada vez iba a ser más difícil el detenerla. El 13 de agosto, Sarah tuvo que saltar de nuevo a la palestra y declarar que la destitución de Monegan no tenía nada que ver con el asunto Wooten sino con su incapacidad para cubrir las vacantes de troopers y el hecho de que Monegan “did not turn out to be a team player on budgeting issues” (“no resultó ser un jugador de equipo en cuestiones presupuestarias”). Fue entonces cuando se reveló la conversación de Frank Bailey con el teniente Dial, tan enojosa porque daba pie a que se pensara que realmente estaba intentando forzar el despido de Wooten, y por primera vez Sarah tuvo que pedir disculpas.
Mr. Bailey was aware of my family’s personal concerns about Trooper Wooten. It appears that he, though, tried to apply some pressure on my behalf and this was without ever discussing it with me and I apologize to Alaskans for this distraction.
(El señor Bailey conocía la preocupación de mi familia con respecto al trooper Wooten. Por lo que parece ejerció una cierta presión en mi nombre, lo cual fue hecho sin haberlo discutido antes conmigo y pido perdón a los alasqueños por esta conducta tan fuera de lugar).
Bailey fue suspendido inmediatamente de sus funciones como Governor’s Director of Boards and Commissions (director de Consejos y Comisiones de la Gobernadora).
El 28 de agosto de 2008, Monegan concedió otra entrevista, esta vez al Anchorage Daily News, y declaró:
For the record, no one ever said fire Wooten. Not the governor. Not Todd. Not any of the other staff. What they said directly was more along the lines of ‘This isn’t a person that we would want to be representing our state troopers.’
(De cara al público, nadie dijo nunca que despidiera a Wooten. No la gobernadora. Ni Todd. Ni nadie de ningún otro sitio. Lo que decían directamente iba más en la línea de “Esta no es la persona que nos gusta que represente a nuestros patrulleros”).
Además, añadió que se había tenido que resistir a los deseos de la gobernadora y su marido de reabrir el caso.
A partir de aquí, todo se vuelve repetitivo y no merece la pena seguir detallándolo. Por un lado, Monegan insistiendo una y otra vez en que Sarah lo destituyó porque no había querido despedir a Monegan y que tanto ella como su marido, Todd, y miembros de su equipo de gobierno habían estado presionándolo constantemente con ello, resistiéndose él como un jabato hasta que finalmente Sarah comprendió que no había nada que hacer con él y decidió echarlo. Por el otro lado, Sarah insistiendo en que destituyó a Monegan porque era un mal comisionado de Seguridad Pública y que sus problemas con su ex cuñado no tuvieron nada que ver con su decisión. Por cierto, en una de esas declaraciones, Monegan mintió abiertamente al pretender que durante todo su tiempo como comisionado de Seguridad Pública sólo pudo celebrar una reunión con Sarah en cuatro ocasiones, calificándola como una persona “inaccesible”. Los registros oficiales prueban que, por el contrario, ella y Monegan celebraron reuniones juntos en más de 24 ocasiones con el fin de discutir la política a seguir por el departamento a su cargo. Si tenemos en cuenta que Monegan ocupó su puesto durante poco menos de veinte meses, eso nos da una media de una reunión al mes y aún sobran varias. No es precisamente lo que usted y yo consideraríamos un jefe inaccesible, ¿verdad? Pero sí lo que consideraríamos un subordinado mentiroso, ¿o no?
Para terminar esta entrada, les dejo con una nueva perla del blog de Andrew Halcro, el fracasado rival de Sarah. En este caso, se trata de la entrada publicada el 12 de octubre de 2008 titulada: “Troopergate report: Palin abused her power” (“Informe Troopergate: Palin abusó de su poder”).
La segunda parte de la calumnia que originó el Troopergate. Tan lamentable como la primera.