Diez motivos por los que me entusiasma Sarah Palin

14/07/2010

 

Una de las constantes en mi vida es la de no poder hablar sobre Sarah Palin. Y no porque no quiera, sino porque la gente con la que intento hacerlo, casi siempre mujeres, sencillamente, no saben quién es ella. Como mucho, algunas recuerdan que se trata de “una que se presentó a unas elecciones hace un tiempo”, pero ni siquiera esto es lo habitual. Así que, cuando les explicó cuatro cosas sobre ella, además de una inmediata expresión de pasmo en mi interlocutora causada por mis amplios conocimientos sobre algo que a ellas les suena a chino, la reacción que le sigue acostumbra a ser la de preguntarme: “Pero, ¿y a ti por qué te gusta Sarah Palin?”. Y mi respuesta, desde hace un tiempo, se ha convertido en invariable: “Porque amo la libertad, la mía y la tuya, la que hemos perdido, y Sarah Palin es la única que la ama tanto como yo y nos la puede devolver”. Generalmente eso produce un atragantamiento en mi interlocutora, menos grave si estamos tomando el postre y ella ha escogido helado, pero casi funesto si se trata del primer plato y está dando cuenta de la guarnición de guisantes; una mirada que lo dice todo (y siempre dice lo mismo: “¡Oh, oh, los marcianos existen! ¡Estoy comiendo con uno de ellos!”) y una rápida revisión por parte de quien se trate de la consideración que me tenía, que pasa inmediatamente de “tío-majo-un-poco-feúcho-pero-muy-agradable-si-no-estuviera-ya-comprometida-me-lo-ligaba” a “tío-raro-de-ideas-más-raras-aún-a-ver-si-pretende-abducirme-cuidado-con-él-poner-en-la-lista-de-sospechosos-a-éste-ni-agua”. Suerte que pronto se dan cuenta de que soy inofensivo y que no trato de abducirlas ni nada por el estilo, pero como quiera que siempre pasa lo mismo, he decidido que estaría bien que respondiera por extenso a esa pregunta que tantas veces me han hecho y que tantos muertes por atragantamiento ha estado a punto de provocar ya, no vaya a ser que la próxima pida pollo y me haga la pregunta de marras mientras devora el muslo, se trague un hueso y tengamos una desgracia.

Sarah en Alaska, tranquila y relajada. Imagino que el lago del fondo es Lake Lucille, donde vive. Una amiga mía de México va a viajar dentro de poco a Alaska y le he pedido que se pase por Wasilla y me traiga todo lo que encuentre por ahí que lleve el nombre “Palin” grabado: camisetas, gorras, tazas, chapas, banderas, placas de matrícula, rótulos de la calle, etc. Me ha dicho que mira que soy pesado y que ya verá, pero como que no es muy palinista mucho me temo que me voy a quedar a dos velas. ¡Maldita sea, en cuanto termine el libro cojo un mes de vacaciones y me piro a Alaska! Le llevaré un ejemplar personalmente y sufriré un colapso nervioso cuando me lo recoja ella personalmente en la puerta de su casa, me sonría y me dé las gracias por mi esfuerzo. Igual me muero, pero moriría tan feliz…

Como ya les he dicho, una pregunta que me hacen constantemente las personas con quienes hablo sobre Sarah Palin es: “Pero, ¿y a ti por qué te gusta Sarah Palin?”. El caso es que no se trata de que me guste (preferiría otra palabra porque tratándose ella de una mujer joven, quien me hace la pregunta suele pensar mal y dar a entender que lo mío tiene mucho de atracción física), sino de que me entusiasma y aunque no puedo negar que es una mujer muy atractiva y a la que da gusto ver, aunque fuera vieja, fea, gorda y bigotuda, si sus ideas fueran las mismas que son actualmente, estaría igual de entusiasmado.

Fuera de eso, he estado pensando en una manera de dejar bien claro el motivo de mi entusiasmo por ella y he encontrado no una sino diez razones por las cuales soy un palinista feroz y siempre lo seré. Y son éstas:

1. PORQUE ES CONSERVADORA

En estos tiempos de estupidez políticamente correcta, cuando hasta la derecha ha asumido como propios los postulados más delirantes de la izquierda y todos temen salirse del guión previamente establecido, la claridad de palabra de Sarah Palin, abogando por una vuelta a los buenos valores conservadores de toda la vida, es un soplo de aire fresco en un ambiente cada vez más enrarecido y que a muchos de nosotros nos asfixia peligrosamente. El conservadurismo, que no es una ideología y que, por tanto, se niega a encerrar el mundo dentro de una cajita hecha a medida, es el arte de lo posible y, en consecuencia, trata de lo que existe en la realidad y no de quimeras, busca soluciones sensatas a problemas sensatos y reconoce a cada persona como alguien único e irrepetible cuyo camino en la vida es el que él mismo decida y no el que un burócrata anónimo le trace desde su despacho en un edificio gubernamental. Y como que eso es así y los problemas que realmente nos preocupan son los de ganarnos la vida, prosperar, levantar a nuestras familias y saber que legamos a nuestros hijos un mundo un poco mejor del que recibimos nosotros, los conservadores nos negamos en redondo a pretender “cambiar la naturaleza humana”, “sanar el planeta” y “abolir la pobreza” porque todo eso, que es imposible además, no es más que la excusa que ponen algunos para robarnos la vida, la libertad y el derecho de cada uno a buscar nuestra propia felicidad.

2. PORQUE ES CONSERVADORA E INTELIGENTE

La típica pulla contra Sarah Palin durante estas pasadas elecciones presidenciales fue la de que era una paleta al mejor estilo de The Beverly Hillbilies, que no sabía nada de nada y aún pretendía que desde su casa podía ver Rusia mientras desayunaba. Sin embargo, a estas alturas ya sólo los muy fanáticos pueden seguir manteniendo semejante postura. Después de varios decenas de discursos, entrevistas, notas en Facebook, op-eds en la prensa, decisiones que tomar sobre lo que hacer y lo que no, ya nadie puede tener dudas acerca de su inteligencia, una inteligencia natural que le ha llevado a mantenerse a flote en medio de una tempestad, la de las ethics complaints, que habría hecho zozobrar a otro cualquiera y no sólo eso, sino también descubrir a tiempo la única manera de librarse de la trampa que estaba a punto de cerrarse sobre ella, dimitiendo de su cargo como gobernadora de Alaska, y resurgir más adelante de un modo que ninguno de sus adversarios (ni de sus partidarios, debo reconocerlo) podía imaginarse siquiera. Sarah Palin ya hizo más en dos años como gobernadora de Alaska que muchos otros en dos mandatos enteros. Luego, vivió más en dos meses de campaña electoral que muchos otros en dos vidas, si eso fuera posible. Y en dos años desde que se convirtió en una estadounidense más, ha recuperado y ampliado su crédito como sólo ella podría haberlo hecho. Y lo que le falta todavía porque Sarah Palin tiene todavía mucho que decir. Y sabe perfectamente cuándo y cómo hacerlo. Si eso es ser tonta, que venga Dios y lo vea.

3. PORQUE ES CONSERVADORA, INTELIGENTE Y TIENE SENTIDO COMÚN

Hay que reconocerlo: es el sentido común la especie en verdadero peligro de extinción y no el oso polar como pretenden los mentirosos calentólogos. Por eso, que Sarah Palin escogiera esta etiqueta para su propuesta política allá en Hong-Kong, durante aquel discurso que marcó su vuelta al escenario político estadounidense, fue algo que nos llenó de satisfacción a muchos. Y desde entonces, sus palabras y sus actos han ido en consonancia con ello. Lejos de ser una política extremista como se empeñan en dibujarla sus adversarios, Sarah Palin ha dado muestra tras muestra de sensatez y sentido común tanto a la hora de escoger los problemas que le preocupan a ella y a los estadounidenses normales y corrientes como de proponer soluciones. Y esas soluciones son siempre razonables y comprensibles, fácilmente asumibles y basadas en la realidad y no en lo que algunos pretenden que es la realidad,  muy alejadas de los histerismos izquierdistas que se empeñan en matar moscas a cañonazos, como cuando pretenden solucionar el déficit de la Sanidad no corrigiendo lo que todos vemos con claridad que son sus deficiencias, sino convirtiéndola en un desastre irremediable. Algo absolutamente tan carente de sensatez y de sentido común que uno no puede dejar de estremecerse al pensar en la panda de dementes que ocupan actualmente la Casa Blanca y en la cantidad de trapacerías que pueden llegar a cometer todavía, a falta de dos años para que podamos echarlos a patadas.

4. PORQUE ES CONSERVADORA, INTELIGENTE, TIENE SENTIDO COMÚN Y ES VALIENTE

Lo habitual en un candidato a vicepresidente en el ticket perdedor es que nunca más se sepa de él. Generalmente se retira a su pueblo y se pasa el día en el bar contando a quien quiera oírle que una vez estuvo a punto de ser vicepresidente y que si no lo consiguió fue porque el candidato a presidente era un zote y la pifió en el último debate televisado. Sin embargo, Sarah Palin no sólo no desapareció sino que ha resurgido con más fuerza que nunca y nadie puede imaginársela ya más que como la próxima candidata a la presidencia de Estados Unidos. Y ello a pesar de todo lo que tuvo que soportar durante la campaña electoral, tras su vuelta a Alaska, después de su dimisión como gobernadora y aún hoy en día. ¿Está loca? ¿Es masoquista? ¿Le va la marcha? No, sencillamente es valiente y su valor se funda en su fe que le lleva a aceptar con mansedumbre y su sempiterna sonrisa en la boca todas las injurias que le puedan dedicar sus adversarios sabedora de que si Dios tiene destinada para ella una misión, no habrá nada en este mundo que pueda evitar que se cumplan Sus designios. Algunos pensarán que eso es fanatismo religioso, pero los verdaderos creyentes, no los tibios, sabemos que ésa es la manera como un creyente debe afrontar la vida, aceptando los buenos y los malos momentos, gozando de los primeros y procurando que los segundos nos sirvan para nuestra perfección a los ojos de Dios. Cuando uno asume eso, su vida se convierte en algo muy diferente a lo que pueda haber sido hasta entonces y el valor, el verdadero valor, no la temeridad, llena su alma y le permite afrontar cualquier desafío porque sabe que no está solo y que Dios está a su lado.

5. PORQUE ES CONSERVADORA, INTELIGENTE, TIENE SENTIDO COMÚN, ES VALIENTE Y TODA UNA MUJER

Sarah Palin es la hija amante de unos padres a los que siempre ha honrado y respetado; esposa de un marido al que conoció en el instituto y con el que se casó hace 22 años; madre de cinco hijos, uno de los cuales padece síndrome de Down y, a pesar de que lo supo antes del parto, se negó a abortar; abuela de un nieto que le ha dado su hija mayor, adolescente cuando se quedó embarazada y que sigue soltera porque el padre del niño ha demostrado ser una mala persona. Además, de todo eso, Sarah Palin ha sido alcaldesa de su pueblo, Wasilla, comisionada de Energía, gobernadora de Alaska y cuando no ha sido algo de eso, orgullosa ama de casa y hockey mom. ¿Basta con eso para revelar el motivo por el cual el feminismo militante de izquierdas la odia tanto y hasta pretende que ella no es mujer? Si sólo por el hecho de no haber querido abortar a Trig ya es motivo más que suficiente para ser anatemizada por la secta esa, echen cuentas de todo lo demás. Con Sarah Palin, las mujeres estadounidenses han descubierto de pronto que se puede ser mujer, vivir una vida de mujer y no por ello perderse ni una de las oportunidades que te ofrece la vida. Y ya no es sólo lo que ha hecho ella, sino que además su marido, Todd, quien no ha tenido nunca el más mínimo problema en ocuparse de sus hijos y ser él quien “mantuviera encendido el fuego del hogar”, sin necesidad de tantas albahacas como se gastan por ahí, ha demostrado ser el hombre ideal para el nuevo siglo. Y todo ello conservando su virilidad, que es lo que más les duele a los de la secta de mantis religiosas que son las feministas de izquierdas. Bonita, inteligente, femenina y con una vida plena y llena de satisfacciones… ¡Pues claro que la odian? La odian por ser todo lo que ellas se han empeñado en negarse a sí mismas y a las demás durante tanto tiempo y haber triunfado.

6. PORQUE ES CONSERVADORA, INTELIGENTE, TIENE SENTIDO COMÚN, ES VALIENTE, TODA UNA MUJER Y AMA LA LIBERTAD

Una de las primeras cosas que me sorprendieron sobre Sarah Palin cuando empecé a interesarme por ella fue descubrir que su primera controversia política se produjo, recién elegida concejal de Wasilla, cuando se opuso a una ordenanza municipal que pretendía recortar en dos las horas de abertura de los bares de la ciudad escudándose en que de esta manera se evitarían muchos accidentes causados por el consumo de alcohol. Sarah Palin se opuso fieramente porque eso limitaba la libertad de las personas a la hora de decidir cuándo debían volver a sus casas y uno de sus adversarios políticos, precisamente aquel que perdió las elecciones a concejal a favor suyo, se hacía cruces (es una frase hecha ya que creo que no es creyente) porque no podía entenderlo puesto que Sarah Palin pertenecía a una iglesia que abogaba por la abstinencia del alcohol y él, tan cortito de mente como es, imaginaba que estaría encantada de apoyar el toque de queda ese y hasta una “ley seca” si se terciaba. Y claro que no podía entenderlo porque la izquierda sólo sabe de imponer sus ideas a los demás y nunca ha consentido que sean los propios interesados quienes tomen sus decisiones. La izquierda odia la libertad y su única obsesión es la de forzar a la gente a ser como no quieren ser. Por eso, actitudes como la de Sarah Palin, defendiendo la libertad de sus conciudadanos frente a la mera imposición por parte del gobierno, incluso tratándose de una norma en la que ella tal vez estuviera personalmente de acuerdo, hacen que uno sienta más que admiración por una mujer como ella que no sólo sabe distinguir perfectamente entre lo que ella piensa y lo que piensan los demás, sino que además demuestra que su objetivo es el de predicar con el ejemplo y no el de imponer con la fuerza de la ley. ¿Y aún puede haber quien piense que Sarah Palin es una extremista?

7. PORQUE ES CONSERVADORA, INTELIGENTE, TIENE SENTIDO COMÚN, ES VALIENTE, TODA UNA MUJER, AMA LA LIBERTAD Y ESTÁ DISPUESTA A DEFENDERLA

Me comenta alguien que sabe de esto que en los cuarteles del ejército de Estados Unidos, la admiración por Sarah Palin crece día a día, tanto como lo hace el desprecio por el presidente Obama a quien se tilda directamente de “cobarde” y “traidor” con la precaución de que no les oiga quien no les debe oír. ¿Y es que quién sino Sarah Palin ha puesto los puntos sobre las íes resaltando una y otra vez la profunda cobardía de un presidente que se avergüenza tanto de su país, un país que le ha dado todos los privilegios a lo largo de su vida y que ha terminado eligiéndole como su presidente, que no puede dejar de pedir perdón por doquier por ser Estados Unidos lo que es: una fuerza de la libertad? Su bochornosa actuación con Israel, el más fiel aliado de Estados Unidos; su servidumbre con Irán, Cuba, Venezuela, Corea del Norte, China, los países más repulsivos de la Tierra; su infidelidad hacia sus aliados europeos abandonando el proyecto de escudo anti-misiles para apaciguar a Rusia hacen que la voz clara y firme de Sarah Palin abogando por Israel, por unas fuerzas armadas más fuertes, por un compromiso indudable con la libertad en todo el mundo, con la voluntad de ganar en Irak y Afganistán, con el orgullo de ser estadounidense y sentirse el líder del mundo libre, sea recibida como agua de mayo sobre todo por aquellos cuya vida ha sido comprometida voluntariamente por ese ideal y que empiezan a dudar acerca de si realmente su comandante en jefe está con ellos o con sus enemigos, aquellos que odian tanto a Estados Unidos como para rezar diariamente por su destrucción, si desea verles victoriosos o secretamente ansía su derrota. ¡Ah, si Sarah Palin fuera la comandante en jefe! ¡Con que orgullo sonaría entonces Hail the Chief! Y con qué orgullo las tropas estadounidenses lucharían por la libertad en Irak, en Afganistán y en todo el mundo.

8. PORQUE ES CONSERVADORA, INTELIGENTE, TIENE SENTIDO COMÚN, ES VALIENTE, TODA UNA MUJER, AMA LA LIBERTAD, ESTÁ DISPUESTA A DEFENDERLA Y NO ES NADA PEDANTE

Me entusiasma una mujer que sabe perfectamente lo que es criar a cinco hijos y hacer las tareas domésticas, que va a comprar personalmente al supermercado del pueblo y que te saluda afablemente en medio de la calle. O sea, una mujer que es como cualquier otra. Y si además resulta que no se siente de una clase superior al resto, como la mayoría de políticas que conocemos, que habla como hablamos nosotros, la gente normal y corriente, y que se siente tan tranquila mientras cambia los pañales de su hijo recién nacido instantes antes de pronunciar tal vez el discurso más importante de su vida, a quién le puede sorprender que la gente la considere una de ellos y ansíe ponerla en la Casa Blanca. Por eso, cuanto más se esfuerzan las elites de Washington, D.C. en menospreciarla por no haber ido a una universidad de la Ivy League, por tener una forma de expresarse tan común, por no salpimentar sus discursos con latinajos ni citas de estúpidos pensadores cabezahuecas, más la queremos nosotros, los del común, los que no pudimos permitirnos el ir a una de esas universidades de señoritingos (y tal vez por eso conservamos nuestro sentido común), hablamos claro y sencillo (y tal vez por eso nos entienden todos menos quienes se empeñan en no entendernos) y prescindimos de latinajos y de citas rimbombantes porque no tenemos la más mínima intención de impresionar a nadie y es más, dudamos de conseguirlo con semejantes subterfugios. Para la gente como nosotros, uno habla como piensa y si lo que dice no lo podemos comprender, entonces ese alguien muy posiblemente es que nos esté “hablando con lengua partida” que decían los indios. ¡Ah, y tampoco nos gustan los que vienen primero a pedirnos el voto y luego, en seguida que se han ido, nos insultan tratándonos de amargados aferrados a nuestras armas y a nuestra religión! Lo que tengan que decirnos, que lo hagan a la cara para que podamos partírsela ipso facto (el latinajo es cortesía de la casa) si es menester.

9. PORQUE ES CONSERVADORA, INTELIGENTE, TIENE SENTIDO COMÚN, ES VALIENTE, TODA UNA MUJER, AMA LA LIBERTAD, ESTÁ DISPUESTA A DEFENDERLA, NO ES NADA PEDANTE Y SABE DISFRUTAR DE LA VIDA

Los amargados con los amargados. Sarah Palin ama la vida y sabe que es creación de Dios y, por tanto, es bella y merece la pena ser vivida. Lo supo tan pronto como tuvo uso de razón en Alaska y según han ido pasando los años, esa creencia se ha hecho más fuerte en su corazón. Y como que la vida es hermosa, no hay ningún mal en disfrutarla. Ir a cazar alces, a pescar salmones, patinar, conducir una moto de nieve a toda velocidad, correr por entre esos maravillosos paisajes alasqueños, reírse con sus amigas mientras se toman un té todas juntas, disfrutar viendo a Piper montar en bicicleta, a Trig dar sus primeros pasos, sentir orgullo de Track formando con su regimiento a punto de embarcar hacia Irak, contemplar el Denali desde la lejanía, etc. Todas esas cosas que hacen la vida irrepetible y que una y otra vez mueven a uno a dar gracias a Dios por concederle ese momento de felicidad que es una antesala de la felicidad absoluta que se nos ha prometido a todos. Con Sarah Palin, la alegría de la vida podría entrar en la Casa Blanca y, por ende, en todo Estados Unidos. Una alegría que no significa que de pronto deje de existir la tristeza, el dolor o la desgracia, sino que serviría de ejemplo a todos y cada uno de los estadounidenses para comprender que las penas se pueden y se deben sobrellevar y que la vida está compuesta precisamente de eso, de penas y de alegrías, y que depende de nosotros el lograr que incluso la pena más amarga se troque en un acicate para que nuestra vida se vuelva más rica y más plena y nuestro corazón deje de apenarse por lo que no tiene y se complazca con lo que sí tiene. Estados Unidos está dirigido actualmente por gente que odia lo que esa nación representa y ha representado en la historia; evidentemente, quienes se odian a sí mismos de tal manera no pueden inspirar a sus conciudadanos a ser mejores a cada día que pasa. Es hora de que Estados Unidos vuelva a sentir orgullo de ser lo que es y lo que siempre ha sido, el último baluarte contra la tiranía, aquella brillante ciudad sobre la colina de la que tantas veces habló Ronald Reagan y que desde su muerte ha quedado oscurecida por una nube de rencor y amargura que ya es hora de disipar de una vez por todas. Y es Sarah Palin quien está destinada a hacerlo.

10. ¡PORQUE ES SARAH PALIN!

Uno es creyente y, en consecuencia, cree en el demonio y sabe que campa por sus respetos por ahí. Y sabe también que su negocio, la compra de almas, está floreciendo en estos tiempos. Nunca es que le haya ido mal, pero ahora parece que le va especialmente bien. La crisis está siendo una buena oportunidad para él. Por eso, como que creo en el demonio y no soy tan tonto de creer que es un cuento de viejas, ando con mucho cuidado de que no se me aparezca cualquier día y me haga una de esas ofertas “que no podrá rechazar”. Muchos la han aceptado y me resulta difícil pensar en alguno de nuestros actuales dirigentes políticos, tanto nacionales como extranjeros, que se hayan resistido. El afán de poder es tal vez el más poderoso del mundo y el demonio es muy ducho en eso de ofrecer todos los reinos de la tierra a quien se arrodille y le adore, aunque con los tiempos que corren más de uno cedería no ya por todos los reinos de la tierra sino por una mera alcaldía con tal de que haya mucho suelo urbanizable en su término municipal. Por eso, tras dos años de seguir a Sarah Palin a diario, de verla en muchos videos, de leer muchos discursos suyos, de analizar sus palabras y sus actos, he llegado a la conclusión de que si hay alguien que me pueda ofrecer una garantía de que no venderá su alma al demonio por el poder, ésa es ella. Sarah Palin es Sarah Palin y por más que pueda parecer una perogrullada, no lo es. Sigue siendo la misma Sarah Palin de hace dos años, cuando John McCain la llamó para ofrecerle ser su compañera de ticket, y esa Sarah Palin era la misma de dos años antes, cuando se presentó contra todos como candidata a gobernadora de Alaska. No ha cambiado y a estas alturas ya no lo va a hacer. Por eso, sé que si algún día Dios la lleva a la Casa Blanca, no habrá ninguna sorpresa y será la misma persona que todos conocemos por más que algunos nos tengamos que conformar con hacerlo por internet. Sarah Palin es Sarah Palin y lo seguirá siendo siempre. Y mientras esperamos a que Piper Palin crezca y tome el relevo de su madre, este bloguista se compromete a seguir entusiasmado por ella y a hacer todo lo posible porque ese entusiasmo se les contagie a ustedes. Por la libertad y por la libertad de nuestros hijos. Que Dios les bendiga.

Hasta el domingo que viene. Mientras, voy a empezar a escribir America is ready!


OTRO CUENTO

13/05/2009

 

Dedicado a todos los bloguistas pro-Sarah Palin. Never surrender!

Érase una vez una candidata republicana a la presidencia de los Estados Unidos que se llamaba Sarah. Sarah era una mujer joven y muy inteligente que ya se había visto metida en un berenjenal similar una vez. Había sido cuatro años antes, cuando John, el entonces candidato republicano (aunque de republicano tenía poco), le pidió que le acompañase en su ticket como candidata a la vicepresidencia. Sarah, con toda su buena fe, aceptó y seguro que en las semanas siguientes se arrepintió más de una vez de haberlo hecho.

Tan pronto como se anunció su presencia en el ticket republicano, los medios de comunicación estadounidenses, que estaban casi todos entregados en cuerpo y alma al candidato rival, fascinados por su labia y su mensaje de paz y amor universales, se lanzaron sobre ella como fieras, mintiendo sin rubor. Sarah lo pasó mal, sobre todo cuando vio que no se detenían siquiera ante su familia, que era lo que ella más quería, pero como quiera que es una luchadora nata y sabe que nunca hay que darse por vencida, lo soportó todo sin perder la sonrisa por más que la procesión fuera por dentro.

Tanto mintieron sobre ella que todas las buenas personas de Estados Unidos no pudieron sino darse cuenta de que realmente existía un complot en su contra. Y como quiera que los ataques no cesaban, muchas de esas mismas buenas personas empezaron a preguntarse asombrados el porqué de ese odio. Así pues, se pusieron a investigar y dado que no podían fiarse ya de los medios de comunicación, tuvieron que buscar la información en otros sitios, en Internet, por ejemplo. Y fue allí donde la encontraron. La encontraron precisamente en cientos de blogs creados con mucho esfuerzo por personas anónimas que, animados por el mensaje de esperanza que Sarah encarnaba, surgieron desde el primer día en que se conoció la noticia de su candidatura para contrarrestar a esos medios de comunicación tan empeñados en hundirla. Gracias a ellos, la verdad sobre Sarah fue poco a poco abriéndose paso y alcanzando a todos aquellos que no se conformaban y que aún conservaban en sus corazones un atisbo de coraje para rebelarse.

Llegó el día de las elecciones y la candidatura republicana, acosada por los medios  de comunicación, fue derrotada por la de su rival. El pobre candidato John fue rápidamente olvidado, como siempre pasa con los perdedores que además de perder juegan un mal partido. Pero ¿y Sarah? ¿Sarah también fue olvidada? Todo lo contrario. Sarah surgió de la derrota más fortalecida que nunca pues su imagen y su mensaje habían calado en los votantes republicanos como nunca lo había hecho nadie desde el gran presidente Ronald. Sarah había llegado al corazón de la gente humilde desde el primer día, cuando se dio a conocer con un memorable discurso. Y sólo con ese discurso, se había convertido en la esperanza de millones de personas para quienes su fe en Estados Unidos como una tierra de libertad es mucho más que una frase hecha. Ese día, Sarah hizo la promesa de ser la abanderada de todos ellos para devolver al pueblo el gobierno que una élite avariciosa hacía tiempo que les había arrebatado y el pueblo la había creído y confiaba en ella para convertir esa promesa en realidad. Todos sabían que no era todavía el momento y que las cosas aún tenían que empeorar mucho más antes de empezar a mejorar; lo sabían y sabían que debían esperar. Y esperaron. Y Sarah esperó con ellos también.

Sin embargo, el momento acabó por llegar. Pasó lo más oscuro de la noche y empezó a vislumbrarse el amanecer. Un día, el pueblo se dio cuenta de que el gobierno casi había triunfado en su empeño por arrebatarles su libertad. Con una u otra excusa, el gobierno pretendía arrogarse el derecho a decidir por ellos, pretendía que su camino en la vida ya estaba escrito y que lo habían escrito precisamente en alguna oficina del gobierno, y pretendía también que no tenían derecho a perseguir sus sueños y ni siquiera a soñar. Cuando la gente comprendió lo muy cerca que estaba el gobierno de unos pocos de destruir la nación de todos, recordaron a sus antepasados, miraron a sus hijos, se miraron a sí mismos y el genio americano que forjó una nación y la dotó de la mayor prosperidad que jamás conoció el mundo en toda su historia despertó de su letargo y demostró que los hijos de hoy no desmerecían en absoluto de sus padres de ayer. Como en 1776, la nación se alzó contra el gobierno tiránico y como en 1776, cuando necesitaron un líder que los condujera a la victoria, ésta vez también lo encontraron. Cientos de bloguistas anónimos habían mantenido su recuerdo vivo durante todos este tiempo para que cuando llegase este momento, supieran adónde dirigirse. Sarah estaba lejos, pero no lo estaba realmente porque llevaba todos estos años en el corazón de todos ellos. Estaba esperando, como ellos habían esperado también, y mientras esperaba, se había esforzado en mejorar y hacerse más fuerte, más sabia y más humilde. Ahora, por fin, había llegado su momento. Otras elecciones, el momento de la verdad. El destino del mundo libre estaba en las manos de todos ellos, en las del pueblo y en las de Sarah. Era una gran responsabilidad, pero ninguno tenía miedo. Ellos porque confiaban en Sarah y sabían que no les defraudaría; lo sabían desde aquel día. Y Sarah tampoco tenía miedo porque amaba a su patria y a sus compatriotas y sabía que todos marchaban ahora juntos en pos del mismo objetivo, un objetivo tan simple como lo era la defensa de la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. El mismo objetivo que en 1776 sirvió para romper un imperio y crear una nación. Ni más ni menos.

God bless America.

President

Falta poco para 2012. Entonces llegará la hora de los gigantes. Y será el momento de Sarah. No doubt about it.


NOTICIA CONFIRMADA: SARAH PALIN DA LA TALLA

11/05/2009

 

¿Pero qué dice este hombre?

Tranquilos, no me he vuelto turuta (todavía). Sencillamente, estaba tan harto de escribir entradas sobre calumnias que he pensado que bien me merezco un descanso y es por ello que he preparado un par de entradas que creo yo que podrían calificarse como “jocosas”. Me he divertido mucho escribiéndolas y confío en que a mis lectores (si tuviera alguno, ¡buaaa!) les diviertan también.

¿Cuánto mide Sarah Palin?

A todos los que no somos de Alaska y nunca hemos tenido el placer de que Sarah nos pida el voto en persona siempre nos ha picado la curiosidad: ¿cuánto mide Sarah? ¿Es una gigantona o es más bien chiquita? Intentar apreciar la altura de alguien a través de una foto o de un vídeo no es fácil a menos que se cuente con un punto de referencia y aún así, la realidad suele hacer añicos las estimaciones más seguras. O al menos eso es lo que me sucede a mí que estoy increíblemente incapacitado para echar edades, medir cinturas y descubrir a ojo mujeres que me convengan. Calcular una altura no es fácil pues y es ahora, después de muchas y sesudas investigaciones, cuando finalmente puedo proclamar al mundo que yo, Moosecon, he vuelto a pifiarla una vez más y que pensaba que Sarah era más alta de lo que es en realidad. ¡Ah, qué ojo tengo! Si es que me tendría que haber dedicado a leer la buenaventura, ya me lo decía mi abuela.

No es ningún misterio: Sarah Palin mide alrededor de 5’ 5’’ (cinco pies y cinco pulgadas), lo que en centímetros equivale a 165 cm, más o menos. No es una mujer alta, pero tampoco un tapón. Y además resulta que es mi altura favorita en las mujeres. Qué bien, ¿no?

Sarah petita

La mejor foto que he podido encontrar para valorar la estatura de Sarah. Sin moño y sin tacones y con un aire de fashion woman que me hace estremecer. Reconozco que es una mis fotos favoritas suyas.

La foto anterior también tiene otra ventaja y es que permite tomar un punto de referencia para hacer un cálculo con ciertas posibilidades de éxito. En este caso, se trata del coche que tiene Sarah detrás, un Chevrolet Suburban 2009, el coche que, como gobernadora de Alaska, tenía asignado para sus desplazamientos por el territorio del estado antes de que renunciara a él a causa de las quejas de la estúpida oposición y decidiera pasar a utilizar el suyo propio, un Volkswagen Passat, con el consiguiente enfado de los miembros de su servicio de seguridad que piensan (con toda la razón, creo yo) que el Chevy es un vehículo más robusto que ofrece mayores garantías de seguridad para la gobernadora en caso de accidente (que ya ha tenido alguno).

En cualquier caso, lo que nos interesa ahora son las medidas del Chevy; en concreto, su altura. Ésta es de 76,8 pulgadas, o sea, 195 centímetros. En la foto se aprecia que el coche está detrás de Sarah y en mi opinión dicha distancia es de medio metro más o menos. Haciendo algunos cálculos sencillos, he calculado que si el Chevy y Sarah estuvieran uno al lado del otro, la altura de ésta  se correspondería perfectamente con los 165 cm que damos como buenos.

De todas formas, para los que no aprecien mi manera de calcular (algo que mis profesores de Matemáticas tampoco hicieron nunca), les daré otra prueba. Y esta vez el punto de referencia sí que estará situado a su lado: John McCain. Tengo estas dos fotografías de ambos, Sarah y John, en un acto público durante la pasada campaña electoral.

Sarah y McCa 1

Sarah y McCa 2

John McCain, el punto de referencia, mide 5’9’’ (o sea, 175 centímetros) según su expediente médico y en ambas fotos Sarah aparenta ser de su misma altura. Evidentemente, Sarah lleva tacones y se ha hecho el pedazo de moño ese que tanto le gusta y que según algunos se lo hace ex profeso para aparentar ser más alta. Si le concedemos a los tacones una altura de dos pulgadas (unos 5 centímetros) y otras tantas al moño, yo creo que bien se puede concluir que Sarah mide 165 centímetros. De todas formas, cuento con pasar mis próximas vacaciones en Alaska, darme una vuelta por Wasilla y pillar a Sarah volviendo de correr para presentarme (seguro que ha oído hablar de mí), darle dos besos y sacarme una foto junto a ella que disipe todas las dudas que mis lectores (¿de verdad tengo alguno?) puedan tener y que guardaré como mi más preciado tesoro. Palabra de Moosecon.


¿OTRO BLOG MÁS? ¿PARA QUÉ?

16/03/2009

 

Este blog nace con una única intención: ayudar a que Sarah Palin, la gobernadora del estado de Alaska, sea mejor conocida en España y con ella, el ideario conservador que representa. ¿Y por qué Sarah Palin precisamente y no cualquier otra persona? Pues porque ella es la única política estadounidense actual cuyos hechos están a la altura de sus principios, que son también los nuestros. Y porque se lo merece además.

Cuando Sarah Palin fue escogida por John McCain como su candidata a la vicepresidencia el pasado día 29 de agosto de 2008, todos aquellos españoles que seguíamos la carrera presidencial (por supuesto, no a través de los medios de (des)información tradicionales, ya que en España carecen de toda credibilidad desde el 11-M) nos encontramos de pronto ante la figura de una mujer de la cual no habíamos oído hablar nunca. Tal vez alguien, algún fanático de “Doctor en Alaska”, pudiera saber que ella era la gobernadora de Alaska y la última responsable del bienestar de Cicely y de sus habitantes (alces incluidos), pero en lo que se refiere al público en general y aún a los que nos preciamos de conocer razonablemente bien la actualidad de los Estados Unidos, Sarah Palin era una desconocida. Se trataba de una jugada sorprendente por parte de McCain y que parecía un verdadero gambito: sacrificar la pieza de la falta de experiencia de su rival en aras de una posición más cómoda para él dentro del espectro de votantes habitualmente identificados con el Partido Republicano. Sí, ciertamente era todo un riesgo, pero ¿valía la pena semejante movimiento? Para decidir la respuesta muchos de nosotros nos lanzamos sobre la Wikipedia a buscar y leer el artículo “Sarah Palin” y luego nos fuimos a la página web oficial del estado de Alaska, que devoramos igualmente. Y lo que vimos y leímos en ambos sitios nos gustó. Y mucho. Sarah era una mujer joven, decidida y con las ideas claras que no había tenido el más mínimo reparo en enfrentarse con la casta política dominante en su propio estado (que, para más inri, estaba compuesta por miembros de su propio partido, el Republicano). Había comenzado como alcaldesa, había sido reelegida y ahora era gobernadora, estando dentro de su primer mandato como tal, y no había ninguna duda de que lo estaba haciendo bien, ya que su índice de aceptación entre los alasqueños, un 68% a principios de septiembre de 2008, era muy elevado. Además, era una mujer que no había sentido en absoluto la necesidad de sacrificar su vida familiar por una carrera política y, en consecuencia, no sólo estaba casada (y su marido, a decir de una amiga mía, es guapísimo y macizo a más no poder, ¡ejem!), sino que tiene cinco hijos, el último de los cuales padece el síndrome de Down, algo que supieron ambos durante la gestación, pero que no les indujo a optar por el aborto.

Según íbamos investigando y conociendo más detalles sobre ella, cada vez nos sentíamos más entusiasmados. Ciertamente, McCain había jugado fuerte y lo había hecho magistralmente. Sólo había que ver la cara que les había quedado a los del otro bando: estaban lívidos. Y cuando Sarah pronunció su discurso de aceptación en la convención republicana de Saint Paul (Minnesota) el 3 de septiembre de 2008 y soltó aquello de las hockey moms y el pintalabios que es la única diferencia entre una hockey mom y un pit bull, todos nos enamoramos de ella. Oh, my God! I wanna vote for her! No se había visto un entusiasmo semejante desde los tiempos de Reagan. Se ve que el frío de Alaska mantiene la mente despejada porque alguien como Sarah es impensable en Washington, Nueva York… o Chicago. Sin embargo, el otro bando no tardó en reaccionar y trataron de recuperar el terreno perdido.

Durante la campaña electoral, prácticamente todos los medios de (des)información se lanzaron sobre Sarah como fieras salvajes. Era un espectáculo repulsivo. Cada día aparecía una calumnia (smear) nueva y cada día esa nueva calumnia era aún más indigna que la anterior. La verdad es que nos sorprendió. No era eso lo que esperábamos. Es cierto que ya suponíamos que habría una cierta cantidad de juego sucio por parte de los habituales medios sensacionalistas, como en todas las campañas electorales, pero lo que nunca se nos hubiera ocurrido es que el juego sucio fuera a ser la norma incluso en los hasta entonces considerados medios “respetables”. Aquello no fue un ejercicio de espíritu crítico, sino mero afán de destrucción, una humillación pública cuya víctima era alguien cuyo único “pecado” era el haberse atrevido a desafiar de nuevo el establishment, tal y como dejó bien claro en su discurso de aceptación:

“I’m not going to Washington to seek their good opinion. I’m going to Washington to serve the people of this country”.

(No voy a Washington en busca de su buena opinión [en referencia al establishment]. Voy a Washington a servir a la gente de este país).

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Sarah Palin durante su discurso de aceptación en la Convención Republicana del pasado año.

Toda esta animadversión era comprensible si se tiene en cuenta que era la primera vez que McCain iba por delante en las encuestas, claramente a consecuencia del empuje proporcionado por Sarah Palin a su candidatura. Pero por otra parte, semejante campaña supuso para muchos de nosotros la publicación del acta de defunción por podredumbre del periodismo tradicional estadounidense, ya fuera en prensa, radio o televisión (el español ya está muerto desde hace cinco años, tal y como mencionamos más arriba). Así pues, dado que ya no podíamos contar con ellos para que nos proporcionaran información objetiva y veraz, no tuvimos más remedio que buscar esa información por otro lado; en Internet, por ejemplo. Y gracias a Dios que la encontramos, principalmente en esos dos sensacionales blogs que son Democracia en América y Sarah Palin en español, a cuyos autores nunca podremos agradecer lo suficiente todo su esfuerzo y dedicación.

La campaña terminó y McCain perdió las elecciones. No es este el momento de repasar los errores cometidos, pero es evidente que uno de los peores fue el de no dejar a Sarah el mostrarse tal y como es, el ser ella misma, la mujer que se ganó por méritos propios el título de the most popular Governor in America. La prueba es que ahora que todo ha terminado es ella quien está en el candelero y quien concita la mayor adhesión por parte de los votantes republicanos mientras que McCain bastante ocupado está él en intentar conseguir que se olvide el hecho de que una vez formó ticket con ella y recuperar así su imagen “centrista”(o sea, medio demócrata). De desagradecidos el mundo está lleno, ¡bah!

En cambio, para Sarah, su verdadera campaña comienza justo ahora. La señal de partida ha sido la creación de SarahPAC, su propio PAC (Political Action Commitee). Es un paso muy importante y que nos dice que es la propia Sarah quien se está moviendo.

sarahpac

La página de presentación de SarahPAC, el nuevo desafío de Sarah Palin.

Evidentemente, todavía no sabemos con certeza en qué dirección lo hace, pero lo más atinado es pensar que va a centrarse en su campaña de reelección como gobernadora en 2010, al tiempo que no renuncia a mantener una cierta presencia en la vida pública nacional, procurando eso sí que no resulte en ningún caso agobiante porque ahora es el momento del actual presidente y estamos seguros de que Sarah es perfectamente consciente de que el suyo todavía está lejos y no llegará por lo menos hasta 2011. Pero mientras esperamos a que sea su turno, todos nuestros esfuerzos se dirigirán a hacer llegar la verdad sobre ella a cuantas más personas mejor para que no vuelva a pasar otra vez lo que ha sucedido durante esta pasada campaña electoral, cuando la mentira se ha enseñoreado de los medios de (des)información y ha calado en tantas personas que no han sabido defenderse de ella. Esa es nuestra meta, la de este blog, y a ello nos comprometemos.


DE ENTRADA, UN CUENTO

15/03/2009

 

Érase una vez, un candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos llamado McBlandito (otros dicen que se llamaba realmente McFlojo, McCastaña o incluso McPatata, pero eso no es lo más importante ahora). Éste, que era un hombre serio, honrado y valiente, tenía tan sólo un problema para ganar las elecciones y es que, a pesar de ser el candidato republicano, él no era republicano, sino medio demócrata, y eso despertaba muchos recelos entre quienes debían ser sus votantes naturales que, hartos ya del presidente republicano menos republicano de la historia (o sea, George W. Bush o Bush 43), no sentían mucho entusiasmo ante la idea de que quien le sucediera fuera el presidente republicano más demócrata de la historia.

McBlandito lo sabía, por supuesto, y listo como era tuvo una idea: buscaría a un candidato a vicepresidente que fuera todo lo republicano que él no era y utilizaría su figura para atraer a esos votantes que no se fiaban ni un pelo de él con la tranquilidad de que una vez elegido presidente, su vicepresidente desaparecería en algún pasillo de la Casa Blanca y nunca más se sabría de él. Así pues, McBlandito se puso a buscar por todas partes y al final dio con una tal Sarah Palin, gobernadora del estado de Alaska, allí donde Santa Claus tiene su cabaña de troncos. Sarah era republicana de verdad (no como él, que lo era de pega), estaba teniendo mucho éxito como gobernadora y encima era mujer y estaba estupenda, lo que añadiría a su candidatura un matiz muy interesante que seguro que fastidiaría mucho a los del otro bando. Sarah aceptó el envite y McBlandito se frotó las manos pensando que había hecho una jugada maestra, lo que era cierto dado que, de repente, pasó a encabezar las encuestas de intención de voto, algo que no le había sucedido nunca hasta entonces.

Sin embargo, todo se vino abajo cuando una terrible crisis económica se desató sobre los Estados Unidos y McBlandito se convirtió en McVeleta, sembrando la duda entre muchos votantes que se temieron que ya estaba un poco chocho. Y mientras McBlandito intentaba capear el temporal, Sarah se veía sometida día sí y día también a una lluvia de calumnias por parte de los medios de (des)información, todos ellos pasados con armas y bagajes a las filas del otro bando, quienes, conscientes de lo mucho que valía y de que era la única carta ganadora por parte de McBlandito, se lanzaron sobre ella a degüello. McBlandito estaba más perdido que un pato en un garaje y bastante tenía él con intentar averiguar por dónde soplaba el viento, a diferencia del otro bando que permanecía tan ricamente a resguardo, pero es que además toda esa carretada de asesores empingorotados que rodeaban a McBlandito parecían tener menos luces que un farol apagado y en lugar de responder y morder ellos también, se desentendieron de Sarah y la dejaron expuesta a la humillación pública, permitiendo que el otro bando consiguiera su objetivo de desacreditarla sin apenas esfuerzo. Naturalmente, McBlandito perdió las elecciones y esto último es probablemente cierto: las perdió él, no es que las ganara el otro. Luego, cuando recapitularon sobre lo que había pasado (todos menos Sarah, a quien ya no querían ver ni en pintura y devolvieron ipso facto a Alaska), comprendieron que habían jugado mal sus cartas y que era precisamente la única baza que no habían querido jugar a fondo la que les hubiera podido salvar: Sarah Palin. Y todos se sintieron tontos y McBlandito más que nadie, ya que se había convertido de pronto en McPifia. Y como que estaban tan avergonzados y muchos de ellos temían que ya no les contrataran como asesores ni para unas elecciones al bebé más mofletudo del condado, algunos de ellos quisieron disimular su estupidez culpando a Sarah e inventando más embustes todavía sobre ella que la hicieran responsable de la derrota.

Así pues, Sarah regresó a Alaska mucho más sabia que cuando salió de allí a ver qué pasaba por ahí abajo y McBlandito volvió a Arizona a contar en el bar del pueblo que una vez estuvo a punto de ser presidente a ver si alguien se lo creía y le invitaba a una cerveza. Pero Sarah, que es una luchadora nata y que tiene más valor ella sola que un pelotón de marines entero, decidió que no iba a quedarse en la tonta del bote de la historia y que la próxima vez que lo intente será ella quien lleve las riendas. Para ello, cuenta con el apoyo de la mayoría de los votantes republicanos, que, a despecho de todo lo que los medios de (des)información han dicho y escrito sobre ella, saben que Sarah es una de ellos y por eso la admiran y esperan el momento en que se decida a regresar with a vengeance, devolviéndoles la fe en una nación como la que soñaron los Padres Fundadores y sus propios antepasados, generación tras generación, antes de que los de la secta esa que se han adueñado de la Casa Blanca puedan arruinar su futuro y el de sus hijos.

Y colorín, colorado, este cuento no se ha acabado…

mcblandito

Sarah Palin y McBlandito cuando éste último todavía no se había convertido en McPifia y hasta parecía McAnudo.