Escribiendo America is ready! (II) – Diario de una gran aventura

28/07/2010

 

Por fin he comenzado a escribir America is ready! Después de una semana, la anterior, en la que he tenido que dedicarme casi en exclusiva a ordenar la ingente masa de documentación que he recopilado y que amenazaba con volverse ingobernable  o sea, inútil porque me resultaba imposible el encontrar nada), el domingo pasado escribí las primeras líneas de lo que pretendía que fuera la introducción (1776. Ya hubo un tiempo en que Estados Unidos tuvo que luchar por su libertad) y, tras dos horas de esforzado trabajo… ¡me di cuenta de que aquello era una porquería y las borré ipso facto! Como quiera que ya tengo maña en esto de encontrarme con que lo que estoy escribiendo no es precisamente lo que tenía pensado, sé de sobras lo que tengo que hacer: apagar el ordenador, acordarme de la madre que parió al presidente Obama (sí, ya sé que ella no tiene la culpa de nada, pero uno es así, tengo mal genio, y además todos sabemos que ser madre no es precisamente fácil), tomarme algo fresquito e irme a dar una vuelta al parque, sentarme en un banco y mirar los árboles (actividad apasionante, créanme). Dicho y hecho; a mi regreso, mi torpe cerebro había descubierto por fin qué era lo que iba mal (siempre es la primera frase, si lo sabré yo) y estaba presto a corregirlo. Así que, tras encender de nuevo el ordenador y encomendarme a santa Sarah, tecleé el nuevo comienzo que se me había ocurrido y… voilà! ¡Funcionaba!

Por una vez, una foto en la que no sale Sarah Palin, pero sí el resto de la familia. Es antigua, pero muy interesante porque la mujer de la izquierda, que sostiene a Trig mientras le da el biberón es Kris Perry, la persona de mayor confianza de Sarah en Alaska. Ya había trabajado con ella como su jefa de Gabinete cuando Sarah era gobernadora y fue una de las únicas dos personas (la otra fue Meghan Stapleton) que estuvo permanentemente con ella en la campaña electoral de 2008. Al final, tuvo que dimitir de su puesto al ser acosada ella también por la avalancha de ridículas ethics complaints, pero ahí sigue… Y Sarah no la ha olvidado, pueden estar seguros de ello. Kris tiene un gran futuro con Sarah. Ya lo veremos en 2012. El resto son Piper zampándose una pizza, Willow detrás de ella y Todd pendiente como siempre de que todo el mundo se sienta a gusto.

Como ya les he dicho, mi trabajo escribiendo America is ready! ha empezado y ya no terminará hasta que lo tenga listo. En consecuencia, ésta va a ser mi última entrada de la temporada y hasta septiembre no volveré a publicar más. La verdad  es que me siento bastante agobiado porque la redacción del libro es algo muy intenso y tenerlo que compaginar con el seguimiento de la actualidad de Sarah Palin, la redacción de las correspondientes entradas y mi maldito trabajo (sí, sigo trabajando y no tendré vacaciones hasta septiembre, ¡grrr!) me hace pensar a veces lo bien que me iría tener una novia que me echara una mano, al menos aportando apoyo moral (aunque un amigo mío me dice que si tuviera una novia, no me dejaría escribir una línea… y mucho menos para referirme a otra mujer, je, je, je).

De todas formas, eso de escribir es lo mío y dentro de lo que cabe la cosa marcha espléndidamente. Ya tengo escrita la introducción y la primera parte del primer capítulo. Aquí debo confesarles que he hecho una modificación sobre el índice previsto, que queda, así:

Introducción: 1776. Ya hubo una vez en que Estados Unidos tuvo que luchar por su libertad.

A. El sistema político en Estados Unidos

1) El nacimiento de todo: la Declaración de Independencia (NUEVO)
2) Los fundamentos del sistema: la Constitución y el Tribunal Supremo.
3) Un sistema bipartidista: el Partido Republicano y el Partido Demócrata.
4) Eligiendo a sus representantes: las primarias y el Electoral Day.
5) Ejerciendo el poder: pueblos y ciudades, condados y estados.
6) La cumbre del sistema: el presidente de Estados Unidos y el gobierno federal.

Como pueden ver, he añadido un apartado nuevo al primer capítulo y ése, junto con la introducción, es el que ya tengo redactado. La verdad es que no está nada mal: dos apartados en tres días. Teniendo en cuenta que el libro se compone de unos 36 en total, eso me permite ser optimista a la hora de pensar si lo tendré listo para principios de diciembre. Septiembre, cuando tenga vacaciones, me permitirá adelantar mucho y aún tengo algunos ases guardados en la manga por si acaso necesito más días libres, je, je, je (mi jefe ni se los imagina y me encantará ver la cara de terror que pondrá cuando se lo diga porque será un justo castigo a su maldad).

El caso es que les prometí tenerles al día y eso estoy haciendo. Y como quiera que les estoy tan agradecidos a todos por lo mucho que me han animado en esta aventura mía, he pensado que les gustaría leer el borrador de lo que pretende ser la introducción del libro, para que así puedan ver por dónde van los tiros, hacerme las sugerencias que estimen oportunas (incluso corregirme las faltas de ortografía, si es menester) y comprobar que sí, que es cierto, que estoy escribiendo un libro sobre Sarah Palin.

Dicho y hecho, aquí les dejo con el borrador de la introducción. Sean comprensivos; es sólo un borrador y aún tendré que corregirlo bastante, pero la estructura general y el tono de America is ready! serán estos.

Introducción

1776. Ya hubo un tiempo en que Estados Unidos tuvo que luchar por su libertad

Entonces fue contra un poder extranjero, el de la metrópoli, Gran Bretaña. Y aún así, una gran parte de los colonos no pretendían realmente la independencia, sino simplemente el que se les reconociera sus derechos como súbditos británicos nacidos libres. Fue la torpeza del entonces monarca británico, Jorge III (1738-1820), y de sus sucesivos primeros ministros a la hora de encauzar esta crisis la que provocó en última instancia una independencia que ni tan siquiera alguien tan relevante para la historia de Estados Unidos (1) como lo iba a ser el propio Thomas Jefferson (1743-1826) tenía en mente en una fecha tan tardía como el 29 de noviembre de 1775, tal y como le explicaba en una carta a su buen amigo John Randolph:

Créame, estimado Señor: no hay en todo el imperio Británico un hombre que ame más cordialmente una unión con Gran Bretaña que yo. Pero, por el Dios que me creó, dejaré de existir antes que ceder a una relación en tales términos como los que propone el Parlamento Británico; y con esto, creo que hablo los sentimientos de América.

Curiosamente, fue la victoria británica en la guerra de los Siete Años (1756-1763) la causa de todo. Triunfante contra su gran rival, Francia, a quien por la paz de París firmada el 10 de febrero de 1763 le arrebataba todos sus territorios en América situados al norte del río Mississippi (el territorio de Luisiana, situado al sur, se entregaba a su aliada, España, como compensación por la pérdida por parte de ésta de Florida), la gloria de su victoria, con ser mayúscula, no podía ocultar el hecho de que después de siete años de guerra por tres continentes diferentes: Europa, Asia y América, Gran Bretaña estaba arruinada. Y para enjugar sus deudas y reflotar su economía, el rey y el parlamento británicos decidieron que los colonos americanos debían costear una parte de los gastos, sobre todo a la vista de que era a ellos a quienes había beneficiado realmente el resultado de la guerra en su continente, ya que así habían podido iniciar su expansión hasta los ríos Ohio y Mississippi, superando los montes Apalaches.

El primer intento llegó con la Stamp Act (la ley del Timbre) de 1765, que gravaba toda clase de documentos e impresos (libros, periódicos, etc.) y que provocó tales protestas por parte de los colonos que el parlamento británico tuvo que derogarla al año siguiente. El segundo, llegó con la American Import Duties Act (la ley de Aranceles a las Importaciones Americanas) de 1767, más conocida como las Townshend Acts por el nombre del ministro británico responsable de su elaboración, que pretendía hacer lo mismo pero ahora con una larga serie de artículos de consumo diario (cristal, lacas, papeles, pieles, pinturas, plomo, té, etc.). La reacción en las colonias fue aún peor que dos años antes porque en esta ocasión a las protestas se sumó un efectivo boicot a todos los productos británicos. Tres años después, el parlamento británico dio finalmente su brazo a torcer y derogó las Townshend Acts, aunque con la salvedad del impuesto sobre el té, mantenido única y exclusivamente con la intención de dejar claro a los colonos quién mandaba allí y evitar que se arrogaran la victoria en ese conflicto. Sin embargo, los colonos no se conformaron y el conflicto continuó, agravándose de tal manera incluso que pronto se produjeron las primeras muertes, las de cinco colonos, en lo que se conoce como la Matanza de Boston (5 de marzo de 1770).

Y es que no se trataba de que los colonos se negasen a contribuir al sostenimiento del imperio británico, que no se negaban en absoluto. La tradición británica les había acostumbrado a pagar contribuciones regularmente y lo hacían sin mayores problemas. Pero contribuciones, no impuestos. Los impuestos los consideraban abusivos, un mero intento de explotar a las colonias, y mucho más cuando la metrópoli se los imponía sin antes escuchar siquiera su opinión, siguiendo un principio al que el jurista James Otis (1702-1778) dio forma: No taxation without representation (ninguna imposición fiscal sin representación parlamentaria). Además, pensaban los colonos, si cedían ahora en esto, ¿quién les aseguraba que lo siguiente no fuera que la metrópoli les despojara directamente de sus propiedades?

El resultado de la unánime negativa de los colonos a pagar esos impuestos considerados injustos y de la firme voluntad del rey y del parlamento británicos en hacer cumplir su voluntad, repetida a lo largo de los siguientes años, condujo a una situación en la que los alborotos se sucedieron unos a otros y del Boston Tea-Party (16 de diciembre de 1773) a las Coercitive Acts contra la colonia de Massachusetts (marzo y abril de 1774) y a los primeros enfrentamientos armados producidos en Lexington y Concord (abril de 1775) y Bunker Hill (junio de 1775), transcurren apenas dos años, pero dos años en los que se gesta una guerra que nadie en América quería realmente, tal y como el primer Congreso Continental, compuesto por representantes de casi todas las colonias (2) (Georgia no asistió) y reunido en Filadelfia entre septiembre y octubre de 1774, reconoció al restringir la disputa al mero hecho de que no podían tolerar que el parlamento británico pretendiera imponerles impuestos arbitrarios con lo que eso suponía de amenaza a sus libertades. Así pues, mantenían su postura, pero estaban dispuestos a llegar a una solución satisfactoria por ambas partes, lo que bien podría haber sucedido si no hubiera sido por la obstinación del monarca y el parlamento británicos. La situación no dejó pues de empeorar, lo que llevó a la constitución del segundo Congreso Continental en mayo de 1775 (Georgia se incorporó finalmente en septiembre), que anunció la creación de un ejército propio y el nombramiento de George Washington (1732-1799) como su comandante en jefe, pero también la redacción de una petición de paz formal, la Olive Branch Petition (Petición de la Rama de Olivo) enviada de nuevo al rey. En ella, se reafirmaba la lealtad de las colonias, se suplicaba su protección contra las exacciones del parlamento y se rogaban algunas concesiones que pusieran fin al conflicto.

¿Cuándo se volvió finalmente irresoluble por medios pacíficos el conflicto? En agosto de 1775 cuando Jorge III declaró ante el parlamento en Londres que las colonias se habían rebelado contra su rey y manifestó su firme intención de acabar con la revuelta contando incluso con el apoyo de tropas extranjeras (los posteriormente famosos “hessianos”) para “reducir América a la justa obediencia”, tal y como le animó calurosamente a hacer un parlamentario, John Dyke Acland (1746-1778) , en su discurso de apoyo al monarca, una pretensión que provocó que otro parlamentario, el conde de Shelburne (1737-1805), uno de los pocos favorables al punto de vista de las colonias, se preguntara en el suyo de réplica:

¿Cómo se ha llegado a acusar a las colonias de planear la independencia? ¿Quién se atreve a manifestar esta aseveración –¿cómo  lo diría, señores?– contraria a los hechos, contraria a las pruebas? […] ¿Pretenden acaso repetir machaconamente la idea de la independencia hasta que los americanos acaben adoptándola como suya?

Pues ciertamente los colonos terminaron adoptando esa idea. Pero porque no tuvieron más remedio, ya que era el propio monarca británico quien les obligaba a ello, sobre todo después de que el 1 de septiembre se negara a leer siquiera la segunda petición enviada por los representantes de las colonias, arguyendo que no aceptaba comunicaciones de rebeldes. En consecuencia, a los colonos no les quedaba ya otra salida que la fuerza, puesto que estaba más que claro que Gran Bretaña no iba a aceptar ningún tipo de compromiso.

Y aún así, tuvo que suceder antes que Thomas Paine (1737-1809), un británico llegado a las colonias apenas un año antes, publicara en enero de 1776 el que ha sido llamado “el panfleto más incendiario y popular de toda la era revolucionaria”, Common Sense (Sentido Común). En él, Paine arremete duramente contra la última ligazón que mantenía a los colonos vinculados al imperio británico, su sentimiento de lealtad al rey, de quien no dejaban de esperar que finalmente les apoyaría y pondría en su sitio a un parlamento, el británico, del que ya hacía tiempo que muchos colonos relevantes tales como Samuel Adams (Massachusetts Circular Letter, 1768), James Wilson (Considerations on the Authority of Parliament, 1774) y Thomas Jefferson (A Summary View of the Rights of British America, 1774) dudaban que tuviera autoridad sobre las colonias. Primero porque las colonias británicas en América no contaban con ningún representante en él y segundo porque dado que todas y cada una de esas colonias contaban con el suyo propio, en su opinión, el parlamento británico era el de Gran Bretaña en exclusiva, o sea, uno extranjero y cualquier intento de extender su soberanía sobre las colonias era inconstitucional.

Muy posiblemente la obra de Paine tuviera poca influencia sobre lo que estaba sucediendo en la sala, la Assembly Room, donde los representantes de las colonias constituidos en segundo Congreso Continental debatían sobre los acontecimientos que se sucedían, pero sí que influyó y mucho en los corazones de los colonos, quienes hasta entonces seguían viéndose a sí mismos en su gran mayoría como británicos y no como americanos. Fue él quien acabó con el mito de que los males que les afligían eran causa únicamente del parlamento británico, lo que dejaba convenientemente a salvo la responsabilidad del rey. Para Paine, el verdadero inspirador de la política autoritaria que se estaba siguiendo contra las colonias era él y nadie más que él y,  para evitarlo, la única solución era optar decididamente por la independencia y un sistema de gobierno republicano. No cayó en saco roto su alegato porque de su panfleto, de apenas cuarenta y ocho páginas, se vendieron 120.000 ejemplares en los tres primeros meses y 500.000 en el primer año, cambiando el pensamiento popular y convirtiendo la idea de independencia en algo razonable y exigido por una cantidad suficiente de colonos como para que pudiera resultar viable políticamente (3). Incluso el propio George Washington reconoció en una carta enviada a su secretario personal, Joseph Reed (1741-1785) su influencia:

En cuanto a mis compatriotas, sé por su forma de gobierno y su hasta ahora inquebrantable compromiso con la monarquía que se mostrarán reacios a la idea de independencia, pero el tiempo y la persecución hacen que sucedan muchas cosas maravillosas y por la correspondencia personal que he recibido en estos últimos tiempos desde Virginia, creo que Sentido Común está provocando un importante cambio en la mentalidad de muchos hombres.

Fuera como fuere, el caso es que pocos meses después, el 2 de julio de 1776, el segundo Congreso Continental declaró por unanimidad que esas colonias unidas eran estados libres e independientes y dos días después, el 4 de julio, promulgaban la Declaración de Independencia. Había estallado la Revolución Americana, la primera porque ahora, doscientos treinta y cuatro años después de esa fecha, Estados Unidos parece estar a punto de vivir otra revolución que algunos consideran más bien una restauración porque lo que pretende realmente es recuperar los valores por los que sus antepasados se batieron en los campos de batalla contra los británicos; unos valores que hablan de que todos los hombres son creados iguales y que Dios les ha dotado de ciertos derechos inalienables entre los que se cuentan el derecho a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad.

En esta ocasión, el enemigo no es exterior, no es una potencia extranjera, no es Gran Bretaña, sino que lo es interior, es estadounidense también, es un gobierno federal que pretende violar todas las restricciones impuestas por la Declaración de Independencia y la Constitución de Estados Unidos a su poder con el fin de injerirse en la vida de sus conciudadanos hasta un extremo insoportable por todos aquellos que aún aman la libertad. Sin embargo, la llama que prendió un día en las Trece Colonias y que movió a sus habitantes a luchar contra la opresión ha resultado no estar apagada en absoluto y ahora no son solamente trece colonias y unos pocos cientos de miles de colonos los que están dispuestos a luchar de nuevo, sino cincuenta estados y millones de estadounidenses. Y de entre todos esos millones de estadounidenses, agrupados espontáneamente en lo que parece un guiño al destino en algo tan sorprendente como lo es el movimiento Tea Party, destaca uno de ellos, una mujer, Sarah Palin, que bien pudiera ser una reencarnación de ese George Washington que en 1776, cuando todo parecía estar perdido de antemano, supo mantener la fe y perseverar en su empeño y conducir a su ejército, y con él a todo Estados Unidos, a la victoria final. Porque tal y como dijo ella misma el 6 de febrero de 2010, en un discurso pronunciado en Nashville (Tennessee) ante todos esos estadounidenses amantes de la libertad que la aclamaban:

América está lista para otra revolución y vosotros [refiriéndose a los miembros del movimiento Tea Party] sois una parte de ella.

Y es de eso, de esta nueva revolución y de su abanderada, Sarah Palin, de lo que trata precisamente este libro. Porque tal y como escribió también Paine en otro de sus panfletos, The American Crisis (La crisis americana), que fue publicado el 23 de diciembre de 1776 y que el propio George Washington ordenó que le fuera leído a sus tropas justo antes de que éstas cruzaran el río Delaware y lograran la decisiva victoria americana del día 26 en Trenton:

Es en estos momentos cuando se ponen a prueba las almas de los hombres. El soldado de verano y el patriota de los días soleados, en esta crisis, se alejarán del servicio a su país; pero el que ahora aguante, ése merecerá el amor y el agradecimiento de hombres y mujeres.

América está lista de nuevo. Y nuestras almas dispuestas a ser probadas. No cejemos en nuestro empeño pues. También decían que la independencia de Gran Bretaña era una idea imposible. Y es que el mundo está lleno de ideas imposibles que acaban haciéndose realidad. Como la de la libertad.

(1) Por aquel entonces, las colonias británicas que se convertirían luego en los Estados Unidos de América eran las trece siguientes, relacionadas de norte a sur: New Hampshire, Massachusetts, Rhode Island y Connecticut (que constituían lo que se llamaba Nueva Inglaterra); New York, New Jersey, Pennsylvania y Delaware (que constituían el centro); y Maryland, Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Georgia (que constituían el sur). Entre todas, rondaban los dos millones de personas, siendo Virginia la más poblada, con cerca de medio millón de habitantes, seguida por Massachusetts con algo más de trescientos mil y Pennsylvania con cerca de doscientos cincuenta mil. La menos poblada era Georgia, con tan sólo 23.000 habitantes.

(2) Las Trece Colonias no eran las únicas colonias británicas en América del Norte. Canadá y Nueva Escocia también lo eran, pero no tomaron parte en el conflicto ya que al estar pobladas mayoritariamente por católicos franceses, preferían el gobierno de la distante Gran Bretaña al de los cercanos protestantes de Nueva Inglaterra, sobre todo una vez que el parlamento británico reconoció plenamente su confesión católica (Acta de Quebec, 1774), lo que escandalizó a las Trece Colonias, pero fue un paso realmente inteligente por parte de Gran Bretaña que logró así asegurarse su lealtad.

(3) Algunos cálculos hablan de que hacia 1776 tan sólo un tercio de la población de las Trece Colonias era partidaria de la independencia, mientras que otro tercio era leal a Gran Bretaña y el tercio restante sencillamente era indiferente. Del tercio “rebelde”, la mayoría se concentraban en las cuatro colonias que constituían Nueva Inglaterra, siendo minoría en las restantes.

Hasta aquí este avance. Seguiré trabajando todo lo que haga falta hasta cumplir con mi palabra. Por favor, aquellos de ustedes que sean creyentes, recuérdenme en sus oraciones. Y los que no, deséenme suerte. No saben lo mucho que me hace falta. ¡Ah, y pasen el mejor verano posible! Yo estaré de vuelta, Dios mediante, el 1 de septiembre. Hasta entonces pues.

Que Dios les bendiga.


¿Quién quiere a Sarah Palin en el GOP?

24/07/2010

 

Pues la verdad es que mucha gente. Lo que pasa es que esa gente no suelen ser dirigentes del partido, sino meros afiliados de base. Los dirigentes, salvando alguna honrosa excepción, sencillamente la detestan. Y no es de extrañar si recordamos el historial de enfrentamientos de Sarah Palin con los “intereses creados” desde tan pronto como fue elegida por primera vez concejal de su pueblo, Wasilla (Alaska). Al día siguiente de tomar posesión de su puesto, ya estaba enfrentada con quienes habían patrocinado su candidatura en la confianza de que sería una buena chica, de esas que “se sientan y se callan”. Grave error de juicio el que cometieron los aprendices de brujo esos. No podían haber dado con alguien menos dispuesto a ser un mero engranaje en la máquina. Al contrario, Sarah Palin tenía vocación de ser el grano de arena que lo descuajaringaba todo y a fe que lo hizo. Y si no, que se lo pregunten a los good ol’ boys de la política de Alaska, los del “Corrupt Bastards Club” (CBC), miembros del Partido Republicano como ella, que acabaron todos fuera de juego tan pronto como Sarah Palin ocupó su puesto como gobernadora de Alaska. Y eso todavía no se lo han perdonado. Ni lo harán nunca. Porque tienen mucho miedo de que pueda hacer lo mismo en Washington, DC. Que lo hará.

Una foto que agradezco especialmente que me la hayan enviado porque me viene como anillo al dedo para ilustrar la entrada de hoy. Quiera Dios que esté profetizando y que a partir de enero de 2013 podamos ver una imagen semejante a diario y durante los próximos ocho años (después Piper ya tendrá 19 años, pero me temo que aún será demasiado joven como para presentarse a las elecciones… Sí, no hay duda. Tendremos que esperar un poco más para ver a otra Palin en la Casa Blanca. Esperemos que no tengamos que sufrir mientras a Chelsea Clinton, ¡glups!).

Hace pocos días, el pasado 22 de julio, se hicieron públicos los resultados de una de tantas encuestas como suelen realizarse en Estados Unidos. Encargada por The Economist, entre otras cuestiones, una de las preguntas, tal vez la más interesante era la siguiente: “Si usted tuviera que escoger a uno, ¿cuál de las siguientes personas quisiera que fuera el nominado republicano para la presidencia en 2012?”. Las respuestas fueron las siguientes:

  • Sarah Palin (antigua gobernadora de Alaska): 28%
  • Mitt Romney (antiguo gobernador de Massachusetts): 18%
  • Newt Gingrich (antiguo speaker de la Cámara de Representantes): 17%
  • Mike Huckabee (antiguo gobernador de Arkansas): 13%
  • Mitch Daniels (actual gobernador de Indiana): 4%
  • Tim Pawlenty (actual gobernador de Minnesota): 1%
  • Mike Pence (actual representante por Indiana): 1%
  • Haley Barbour (actual gobernador de Mississippi): 1%
  • John Thune (actual gobernador de South Dakota): 1%
  • Sin preferencia por ninguno de ellos: 17%

Ciertamente no se trata más que de una encuesta como hay cientos a diario y no vale la pena hacer mucho caso de ninguna de ellas, ya que la única encuesta que importa es la del día de las elecciones, pero si la he traído a colación se debe a que en ella aparecen además (y por enésima vez) una serie de datos que, de tanto repetirse en cada encuesta que se realiza, ya pueden darse casi como verdades indiscutidas: primero, que los partidarios del movimiento Tea Party prefieren a Sarah Palin antes que a cualquier otro candidato (entre los que se declaran así en esta encuesta, un 26% la prefieren a ella, un 19% prefieren a Romney, un 16% a Gingrich y un 15% a Huckabee); segundo, que entre los votantes republicanos, su popularidad es abrumadora, lo que la convierte en su principal apuesta de cara a las primarias de 2012 (entre los que se declaran así en esta encuesta, un 77% tiene una visión favorable de Sarah Palin sobre un 17% que la tienen desfavorable).

En consecuencia, uno no debería estar muy lejos de la verdad si considerase a Sarah Palin como la personalidad más influyente dentro del Partido Republicano. Sin embargo, en este caso en concreto eso no es cierto. Sarah Palin no es una personalidad influyente dentro del Partido Republicano si a lo que nos referimos es a la maquinaria del partido, el establishment republicano, como lo llaman algunos para hablar solamente de los órganos directivos del Partido Republicano, o el Beltway GOP, como lo llaman otros por la autopista de circunvalación que rodea Washington, D.C. y con lo que se pretende englobar además a todos los cargos electos republicanos que prestan servicio allí, ya sea en el Senado o en la Cámara de Representantes. Dónde sí que es influyente Sarah Palin, y aquí sí que no hay ninguna duda de que es la más influyente de todos con diferencia, es fuera de la organización del Partido Republicano, entre la base social. Dentro de la organización, mi opinión es que Sarah Palin delega en Fred Malek, un peso pesado del partido (muy pesado realmente) que forma parte de su círculo íntimo y que pienso que es quien asume su defensa ante ellos e intermedia si es menester.

Sin embargo, no parece que esa mala opinión que puedan tener de ella dentro del partido le preocupe mucho a Sarah Palin, quien desde que terminó la pasada campaña electoral, buen cuidado ha puesto en mantener las distancias con esas dos instancias, el establishment y el Beltway GOP. Perfecta conocedora por experiencia de cómo se cocinan las cosas en los despachos de los altos cargos del Partido Republicano, casi siempre por haber sido el pollo que no la cocinera, ya mencioné una vez que Sarah Palin es casi una tercera vía que, sencillamente, no se ha molestado todavía en romper su carnet del partido públicamente. De hecho, estoy convencido de que le trae bastante al fresco lo que puedan pensar las altas esferas del Partido Republicano sobre ella, decidida como está a no volver a ser el muñeco de nadie y conservar su libertad, una libertad que perdió voluntariamente cuando accedió a integrarse en el ticket de John McCain y que para lo único que le sirvió es para que la abandonaran a su suerte durante toda la campaña electoral y que aún después de ésta pretendieran cargarle el muerto del fracaso electoral. Sarah Palin va por libre e incluso el propio título de su libro, Going Rogue, parece haber sido escogido ex profeso (yo creo que ésa es la idea) para mandarles un mensaje a los budas del Partido Republicano y decirles que la han perdido definitivamente, que vuelve a ser la Sarah Palin que el año 2006 en Alaska triunfó en las elecciones a gobernador aún con la oposición de ellos quienes (recordemos que el Partido Republicano de Alaska sólo contribuyó a su campaña electoral con 5.500 $) y que nunca más lo dejará de ser.

Así las cosas, el que hace poco, a raíz de la última metedura de pata de Michael Steele, el chairman del Partido Republicano, diciendo que la guerra de Afganistán es “una guerra elegida por Obama” y sugiriendo que no es posible ganarla, hayan surgido muchas voces criticando sus palabras (entre ellas, las de los senadores John McCain, de Arizona; Jim DeMint, de South Carolina; y Lindsey Graham, de South Carolina también), así como otras clamando por la destitución de Steele (entre ellas, las de Bill Kristol, editor de The Weekly Standard; Liz Cheney, cabeza visible de Keep America Safe;  Tom Cole, representante por Oklahoma y antiguo dirigente del National Republican Congressional Committee; y Katon Dawson, antiguo dirigente del Partido Republicano de South Carolina y antiguo rival también de Steele por la dirección del Partido Republicano) e incluso abogando porque sea sustituido por Sarah Palin, no es de extrañar.

El primero en proponer tal solución fue tal vez Kevin Williamson en su blog en National Review, quien dijo:

Palin sería mucho mejor chairman del Republican National Committee que candidata presidencial o “hacedora-de- reyes” por su cuenta. Atraería toneladas de dinero y ayudaría a reclutar buenos candidatos. Por ejemplo, ella sobresaldría haciendo las cosas que Steele debería haber hecho en lugar de nombrarse a sí mismo gurú republicano en jefe.

Una chairman Palin ayudaría a dotar del tono correcto al Partido Republicano sin tener que embrollarse en las minucias del desarrollo político que no son su fuerte. Por seguro, ella es divisiva, pero también lo es Barack Obama y estos son tiempos de división. Y una cosa es tener a una chairman del partido divisiva y otra tener a una candidata divisiva.

En principio, la propuesta resulta de lo más interesante, pero a mí personalmente no me convence porque quien la propone sigue con la manía de que Sarah Palin no es una política capaz de articular un programa electoral serio y consistente, presentarlo ante la opinión pública y ganar unas elecciones basándose en él. En mi opinión, lo que subyace en la idea de Williamson es ofrecer a Sarah Palin un retiro dorado, permitiendo así a Mitt Romney presentar entonces su fracaso de candidatura sin temor alguno a que Sarah Palin pueda derrotarle. Vamos, un timo. Y ese timo no le va a salir bien a Williamson porque estoy convencido de que Sarah Palin tiene medidos todos y cada uno de sus pasos de aquí a 2012 y dudo mucho de que ser chairman del Partido Republicano y meterse en ese avispero lleno de vagos sinvergüenzas y crápulas, politicastros de la peor especie, que es el Republican National Committee, le atraiga en lo más mínimo. Buen intento, Williamson, pero Sarah Palin es demasiado lista para ti. Inténtalo con tu sobrino de diez años a ver si con él cuela.

Pero no fue solamente Williamson quien lanzó la idea; por otro lado, The Daily Constitution, un blog conservador, se mostró igualmente favorable a la idea de una Sarah Palin chairman:

No existe otro republicano hoy en día a quien los progres odien o teman más que a Palin. El GOP necesita desesperadamente su liderazgo, el poder de su estrellato y su capacidad de recaudar fondos para conseguir las victorias políticas en noviembre que el partido está esperanzado en obtener para ganar de nuevo la Cámara o el Senado. Después de la última metedura de pata por parte del líder del RNC Michael Steele, la hora de Palin puede estar cerca si es que ella está dispuesta.

De nuevo, opino que no está en absoluto dispuesta. Sarah Palin no va a meterse en ningún sitio donde ella no sea la única jefa. Y punto.

De cualquier manera, recordemos que el mandato de Steele es por dos años, que éste concluye en enero del año que viene y que su puesto depende de la voluntad de los miembros del Republican National Committee. Tras las recientes protestas por parte de algunos de los pesos pesados del partido, la cuestión de su conveniencia en el cargo ha saltado a la luz pública y estos miembros deben de estar ya considerando la cuestión que se reduce a si echar a Steele antes de las elecciones de noviembre puede ser beneficioso o no de cara a las perspectivas electorales del partido. Y si finalmente deciden que sí que lo es, ¿a quién poner en su lugar? 

Ciertamente nombrar a Sarah Palin chairman del GOP (y que ésta lo aceptara) sería un movimiento de lo más inteligente para un Partido Republicano con la voluntad de volver al camino correcto, depurar el partido de los RINO que lo infestan actualmente (y que, con la eterna cantinela de que “hay que ganar el centro, o sea a los independientes” lo único que logran es enajenarse el apoyo de los conservadores) y convertirlo en un partido con verdaderas posibilidades de triunfo en 2012 ya que dondequiera que vaya Sarah Palin va con ella el apoyo de la base política más entusiasta que existe actualmente en Estados Unidos: los teapartiers republicanos (y muy seguramente muchos de los teapartiers independientes y hasta de los demócratas). Y es que, si nos ponemos a pensarlo, ¿qué otro nombre dentro del Partido Republicano puede a día de hoy concitar tanto apoyo por parte de los votantes? ¿Puede alguien imaginarse un nombre siquiera? ¿Romney? ¡No me hagan reír! ¡Él es precisamente el candidato del establishment! ¿Gingrich? Su tiempo ya ha pasado y aunque nadie niega su sabiduría política, no es un candidato creíble porque ya demostró en NY-23 que antepone antes los intereses del partido a los del movimiento conservador lo que le valió la repulsa del Tea Party. ¿Huckabee? No tiene ninguna posibilidad de ganar por lo que lo único que hará será animar las primeras primarias para dejar paso a una Sarah Palin que se le comerá todo su apoyo tradicional. ¿Daniels? ¿Pawlenty? ¿Pence? ¿Barbour? ¿Thune? ¿Quiénes son esos? ¿Jindal? ¿Jeb Bush? ¿En serio pretenden que le regalemos la reelección a Obama más de lo que le regalamos ya la primera elección en 2008? Aparte que otro Bush no sé si podríamos soportarlo. Dos y no más, Santo Tomás.

Es muy posible que este próximo mes de noviembre tengamos el placer de contemplar una avalancha republicana en el Senado y en la Cámara de Representantes que libere a Estados Unidos de los peores temores causados por unos demócratas medio socialistas, medio locos. Las cosas no marchan bien y los estadounidenses lo saben. Y Obama lo sabe también. O al menos lo debería saber porque seguro que Rahm Emanuel, su jefe de Gabinete, le informa de que a cada día que pasa sus índices de popularidad están un poco más bajos y que en los dos años que faltan todavía para que concluya su mandato hay tiempo de sobras para que lleguen al sótano de la Casa Blanca, rozando la red de alcantarillado público, una proeza que no logró Bush 43 siquiera. Si finalmente se produce esa avalancha, ¿quién se llevará el mérito de ello? ¿Una Sarah Palin que se ha partido la cara por una serie de candidatos por los que nadie daba ni un centavo hasta que ella los respaldó y los puso en boca de todos o un inane Partido Republicano que, si por él fuera, a estas alturas en lugar de avalancha estaríamos hablando de catástrofe bis, a imagen y semejanza de la que se produjo en 2006? El triunfo de una buena cantidad de candidatos “palinistas” en noviembre no repercutirá de ninguna manera en el GOP; antes al contrario, será el aviso por parte de sus votantes de que la brecha entre ellos y la dirección del partido es tan ancha y profunda ya que no hay puente que pueda salvarla. En diciembre, Sarah Palin puede encontrarse con que es la candidata indiscutida para obtener la nominación republicana en 2012 y Mitt Romney bien haría en preguntarse si vale la pena correr otra campaña electoral para ser de nuevo un elegante perdedor.

Todos sabemos que para el establishment republicano, a pesar de lo mucho que la detestan, Sarah Palin es perfecta para mantener “a los tipos del Tea Party dentro de la tienda”. Sin embargo, ni Sarah Palin piensa que ella esté para eso ni los del Tea Party tienen ninguna intención de seguir dentro de la tienda quietecitos porque la intención de ambos es realmente hacerse con la tienda y echar de allí a los que tan mal la montaron. Y ya lo dijo claramente en su discurso en Nashville cuando la convención del movimiento. Para Sarah Palin, los del Tea Party son el partido y son ellos los que están en la buena dirección y en tanto que ellos la acepten como su abanderada, su objetivo será que el Partido Republicano se vuelva como el Tea Party y no que el Tea Party se vuelva como el Partido Republicano. Y es que todas esas miles y miles de personas que lo componen no se van a contentar con pegar sobres y llamar por teléfono pidiendo el voto para el candidato republicano que sea sino que lo que pretenden es, en primer lugar, recuperar su partido, un partido descarriado desde hace muchos años, y luego, en segundo lugar, recuperar su país, el Estados Unidos del sueño americano. Y saben que sólo Sarah Palin puede garantizarles eso.

Y para terminar hoy, les dejo con otra aportación que me ha llegado recientemente. Un magnífico esquema explicativo sobre qué es la democracia entendida a la manera progre. Vale por media docena de sesudos manuales de ciencia política. Por cierto, yo no he pasado del primer “Racist!”. Qué le vamos a hacer.


La familia para Sarah Palin

21/07/2010

 

Ahora que está de moda eso de hablar de “líneas rojas” para referirse a una cuestión sobre la que no cabe negociación alguna, no está de más que les recuerde que uno de esas “líneas rojas” que me marqué yo mismo al principio de los tiempos de este blog fue la de no entrar a comentar bajo ninguna circunstancia la vida privada de Sarah Palin, salvo lo justo para mencionar que está casada, que tiene cinco hijos y que vive en una casa a orillas de un lago en Wasilla (Alaska). Fuera de eso, ni la más mínima palabra sobre lo que hacen o dejan de hacer en su casa ella y su familia. Y como quiera que me considero un hombre de palabra, aunque reconozco que he dejado de seguir la norma que me había impuesto de no referirme nunca al presidente Obama más que por metáforas al estilo de “el actual ocupante de la Casa Blanca”, “el okupa del Despacho Oval” o “el tarugo ensoberbecido ese” más que nada por cuestiones de estilo y economía de palabras, estoy cada día más convencido de que es de lo más adecuado que siga ciñéndome a mi promesa original de no comentar su vida privada y así evitar el convertirme en un vulgar basuriblog como hay tantos por ahí fuera. Todo esto viene a cuento de la que se ha armado recientemente con la vuelta al redil de Levi Johnston, el padre de Tripp, el hijo de Bristol Palin, con quien parece finalmente que ésta se va a casar y formar una familia, ser felices y comer alce porque perdices dudo que haya en Alaska. ¿Qué quieren que les diga? A mí el tipo ese me parece un canalla y no creo en su rehabilitación más que en la promesa de un político, cualquier político, español, pero igual me equivoco y yo soy un malpensado que encima se equivoca, así que dejemos a Bristol que decida ella por su cuenta que, al fin y al cabo, es quien mejor conoce al padre de su hijo… ¡y recemos para que no sea un truco del bicho ese para recopilar información y montar una nueva gira de difamación en pleno 2012! ¡Glups!

Sarah Palin durante un discurso reciente. ¡Ah, qué duro es ser madre cuando los hijos empiezan a tener ya edad de hacer tonterías! O sea, cuando se hacen adolescentes. Bristol es el ejemplo palmario de ello: cometió una y muy grande. Confiemos en que no esté cometiendo otra. Yo no tengo hijos, así que mejor haría callándome, pero si yo fuera Todd Palin (no caerá esa breva), reconozco que a estas alturas estaría limpiando mi mejor rifle, por si acaso. Sólo por si acaso.

Que su familia es algo muy importante para Sarah Palin, no hay quien lo pueda negar. Basta con leer algunas páginas, cualesquiera, de su autobiografía Going Rogue, para darse cuenta de ello. Casada muy joven, a los veinticuatro años, con el único novio que ha tenido, Todd, y madre de su primer hijo, Track, al año siguiente, cuando ella tenía veinticinco, su historia es tan distinta a la que pretenden las mujeres feministas para todas las demás que causa sensación siquiera porque no estamos acostumbrados a ejemplos como el suyo: Sarah no tiene un extenso historial sentimental del que alardear (si es que se puede alardear de haber pasado por más o menos camas, que al fin y al cabo es de lo que se trata), se casó porque no concebía el convivir con Todd sin haber dado ese paso antes (o sea, que debía ser su marido y nada más que su marido y no uno de esos eufemismos tan en boga actualmente como “pareja”, “compañero sentimental” o “churri”) y si se casó, fue porque se amaban y para formar una familia, o sea, tener hijos (y no para reunir dos sueldos meramente).

Todo esto es tan sorprendente en los tiempos, malos tiempos, que corremos que uno pensaba que sólo podía darse en un sitio tan remoto como lo puede ser la propia Alaska si no fuera porque a raíz del conocimiento de la historia de Sarah Palin provocado por su irrupción en el panorama político estadounidense aquel día en que John McCain la anunció delante de todos como su compañera de ticket, hemos ido conociendo muchas más historias de mujeres como ella para quienes su familia es lo principal en sus vidas y que, sin renunciar a nada, saben que hay un tiempo para la sazón de cada cosa. Incluso en este mismo blog, una de sus lectoras más queridas por todos nosotros tiene una historia similar a la de Sarah y ha tenido la generosidad de compartirla con todos nosotros.

Ahora, después de veintidós años de matrimonio y habiendo sido padres de cinco hijos y abuelos ya de un nieto, los Palin, Sarah y Todd, se han convertido en un referente para todas aquellas mujeres que piensan que ya está bien de luchar por ser lo que no son, hombres, masculinizándose, y que mejor sería que en lugar de eso pelearan por su femineidad y por un mundo donde las trabas que puedan encontrarse todavía por el mero motivo de su sexo sean cada vez menores. Y es que la verdad oculta en el fondo, muy en el fondo, del pensamiento feminista consiste en que para el feminismo, las mujeres son más despreciadas incluso de lo que lo son por parte del pensamiento machista. Para las feministas, la mujer es un ser débil e indefenso que debe ser constantemente protegido por el estado, guiado por él y favorecido por él incluso discriminatoriamente ya que dan por supuesto que es incapaz de luchar en pie de igualdad con un hombre, estando siempre oprimidas por ellos aunque eso no sea cierto (pero queda tan bien lo de hacerse las víctimas… y es tan rentable también). El resultado de ello es que para una mujer que aspire a tener una carrera profesional, la única posibilidad que tiene de lograr su objetivo consiste en renunciar expresamente a ser mujer, a todo aquello que la hace mujer, en concreto, y asumir en su lugar un rol masculino con todo lo que eso tiene de ridículo y que vemos constantemente en nuestras políticas, mujeres que poco tienen realmente de mujeres y que uno piensa lo mucho que deben de rabiar diariamente por no poder afeitarse.

Como quiera que esas mujeres tan viriles ellas odian en su fuero interno todo lo que las hace mujeres, su condición femenina, y esa condición femenina viene señalada sobre todo por su capacidad de concebir y engendrar hijos, pues odian eso especialmente y lo odian con tanta pasión que uno no puede dejar de pensar si el entusiasta apoyo que muestran por el aborto, tan fanático como para no dignarse a conceder siquiera a las mujeres en situación problemática otra posibilidad más que ésa, no es más que un trastorno psicológico que el majadero de Freud bien pudiera haber estudiado, pero que, para abreviar, ya lo hizo recientemente Lori Ziganto, una comentarista política estadounidense, y su diagnóstico fue claro: feminifobia. Y mucho me temo que dio en el clavo: mero odio a las mujeres por parte de unas mujeres que lo que desean en su fuero interno, realmente, es ser hombres. Y como que las mujeres son fundamentalmente madres, entonces odio también a sus hijos nonatos que procurarán destruir de la manera que sea, todo con tal de terminar convirtiéndolas en seres privados de su femineidad y empeñados en negar sus propios sentimientos.

Por esto el ejemplo de Sarah Palin es tan importante y por esto las feministas la odian tanto. Porque ella es la prueba viviente de que todo lo que llevan tantos años predicando no es más que una sarta de mentiras. Sarah Palin es Houdini desenmascarando a una médium tramposa, Galileo insistiendo en que a pesar de todo la Luna se mueve y Schliemann excavando en Turquía para descubrir una Troya que todos insistían en que no existía. Sarah Palin es mujer, parece mujer, se comporta como una mujer, a muchos hombres nos atrae especialmente como mujer y, además de ser eso y esposa, madre y abuela, es también una reputada política que ha sido concejal, alcaldesa, gobernadora de Alaska, candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos y, muy posiblemente, candidata a la presidencia y futura presidenta de Estados Unidos. ¡Y todo ello con cinco hijos, uno de ellos con síndrome de Down! Pero, ¿no nos habían repetido machaconamente las feministas que para una mujer, si quería tener una carrera profesional y más si esa carrera es política, el único camino era renunciar a la familia y que un embarazo era absolutamente incompatible con el progreso por el escalafón corporativo? ¡Caramba! Si Sarah Palin llega a hacerles caso y se queda sin hijos, teniendo en cuenta todo lo que ha logrado ya con cinco, igual a estas alturas era ya emperatriz de la Alianza Galáctica en lugar de quedarse en mera presidenta de un pequeño país terrícola como lo es Estados Unidos.

Durante todo este tiempo que llevamos siguiendo a Sarah Palin, hemos tenido la oportunidad de conocerla a ella y a Todd, su marido, a quien yo considero como el verdadero ariete que ha logrado quebrar las columnas del moderno templo filisteo del feminismo, a la manera de un Sansón moderno y con perilla, pero también hemos conocido a sus hijos: a Track, el valiente y patriota joven que, en palabras de su propia madre, jamás ha sido un contestatario ni un rebelde ni nada de eso que tanto alegra a los progres cuando les sucede a los hijos de sus amigos porque ven en ello un motivo de pena para ellos y un progre jamás se alegrará de la felicidad ajena, sino de su desgracia; a Bristol, la joven madre que ha tenido la desgracia de cometer un error quedándose embarazada a su edad, pero que parece dispuesta a aprender de sus errores y a dar testimonio para que otras jóvenes como ella no caigan en el mismo error; a la adolescente Willow, discreta y callada, pero muy decidida y capaz perfectamente de desmontar un carburador y volverlo a montar sin que le sobre ni una pieza, ya que aprendió con su padre, en una demostración perfecta de que en lugar de clamar porque todos los mecánicos son hombres y se aprovechan de las mujeres que no saben reparar una avería, lo que hay que hacer es abrir el capó y empezar a hurgar ahí dentro y si te rompes una uña pues mala pata; a la pequeña Piper, una niña a la que sus padres están procurando que nadie le arrebate su niñez y que es la más fiel escudera de Sarah Palin, el miembro de la familia que más veces le acompaña y que a su corta edad ha vivido ya más experiencias únicas y conocido a más gente importante de lo que podemos aspirar a hacer ustedes y yo; y, por fin, el pequeño Trig, ejemplo de fortaleza y valor por parte de sus padres que supieron sobreponerse a sus temores y comprender que todos los niños del mundo tienen una vida que vivir y que todas ellas merecen la pena ser vividas. Tal vez algún día el pequeño Trig comprenda la suerte que ha tenido de nacer en una familia que entra dentro de ese pequeño 10% compuesto por las familias estadounidenses que se niegan a abortar a un hijo diagnosticado de síndrome de Down y seguramente piense en ese 90% de niños a los que se les ha arrebatado la vida y aún pretenden que lo han hecho por compasión y “porque era lo mejor para él” cuando en realidad no se trataba más que de egoísmo y de orgullo herido, el egoísmo de no querer comprender que cuando uno tiene un hijo, sus valores deben cambiar radicalmente y dejar de pensar en sí mismo para pensar por completo en el niño y el orgullo de negarse a aceptar a un hijo que consideran “defectuoso” cuando no simplemente “tonto”.

Cuando Sarah Palin se presentó al mundo en Minneapolis, durante la convención republicana de 2008, se definió a sí misma como una “hockey mom” y es cierto que lo era. Con los años, la definición ha cambiado ligeramente y ahora habla de las “grizzlie moms”. La diferencia estriba en que una hockey mom no va por ahí sacudiendo a la gente con el stick de hockey de su hijo, pero una grizzlie mom… bueno, cuidado con ella como alguien pretenda hacer daño a sus oseznos, ¿eh? Suerte tendrá si sólo se lleva un zarpazo. Y es que durante estos dos años, Sarah Palin ha tenido que sacar las uñas más de una vez en defensa de sus hijos cuando algunos desalmados al estilo del viejo crápula de David Letterman han pretendido sobrepasar los límites que tanto esfuerzo ponen en no sobrepasar cuando se trata de las hijas del presidente Obama, pero que tan poco ponen cuando se trata de su familia.

Y es que la familia sigue siendo el pilar fundamental de la sociedad occidental. Una familia en la que todos sus miembros son libres e iguales y se apoyan mutuamente en su búsqueda de la felicidad y en la que nadie debería ser privado de su derecho a nacer y a encontrar su destino dentro de ella. Sarah Palin es la primera que comprende eso y que se esfuerza a través de su ejemplo personal en recordárnoslo a aquellos de nosotros que podamos haberlo olvidado. La familia ha sido, es y será; la familia permanece y cuando todo está perdido, sólo la familia está ahí para acogerte y hacerte saber que no estás solo. Pero la familia, no una comuna hippie ni un koljós comunista ni el partido sea cual sea éste. Sólo la familia. Y la base de una familia es su madre. Y sólo una mujer puede ser madre. Malos tiempos serán para la Humanidad cuando éstas ya no lo quieran ser y prefieran ser otra cosa. Quiera Dios que nunca lleguen. Pero, por si acaso, tomemos ejemplo de mujeres como la propia Sarah Palin, Michelle Bachmann o Rachel Campos-Duffy y comprendamos de una vez por todas que ser mujer, ser madre y ser una profesional competente no está en absoluto reñido una cosa con otra. Y si alguien pretende que sí, entonces es un mentiroso. O una mentirosa, más bien.


Sarah sigue descubriendo sus cartas: ¿A quién apoya el Sarah PAC? (y II)

18/07/2010

 

Resulta de lo más curioso que algún medio de comunicación español se haya interesado por la cuestión de las cuentas de Sarah PAC y hasta haya dedicado un artículo al asunto. Cierto que los redactores de la noticia en cuestión, como no podía ser menos, demuestran un completo desconocimiento de lo que es un PAC, para qué sirve, qué consecuencias tiene y cómo deben ser interpretadas sus cuentas, por lo que no puedo dejar de recomendarles que se lean este blog y, en especial, las varias entradas que ya he dedicado a esta cuestión a ver si aprenden algo de una vez. Resulta lamentable comprobar cómo siempre que se trata de Sarah Palin, las noticias que se ofrecen a los lectores españoles cuando no son simplemente falsas, son tergiversadas o incompletas. En fin, que esto es lo que hay y que es inútil pedir peras al olmo (o vergüenza profesional a un periodista español de cualquier medio de comunicación que no sean las habituales excepciones por todos conocidas ya). A ver si algún día me hacen una oferta los de Libertad Digital y me piden que colabore con ellos. Y es que el año que viene va a ser de lo más interesante y, la verdad, en todo lo referido al panorama político estadounidense y, especialmente, en la cuestión de las elecciones dejan un poco que desear. Sí, ya sé que esto no es más que una descarada solicitud de enganche, pero como quiera que no conozco a nadie ahí que me pueda recomendar, ¿de qué otra manera quieren que lo haga? A ver si pican, je, je, je. Soy puntual, muy trabajador y no necesito salir fuera a desayunar porque me llevo mi propio bocata al curro. ¿Qué más se puede pedir?

Como quiera que ayer les puse aquella foto del despacho de Sarah Palin adornado con una bandera israelí, no podía dejar de ofrecerles hoy su pareja, que ya les mencioné también: Sarah Palin durante su discurso en la I Convención del movimiento Tea Party en Nashville (Tennessee). Fíjense en el pin que lleva en la solapa. ¿A qué es un placer mirarlo? Echen cuentas de la cantidad de políticos que conocen que se atreverían a hacer lo mismo que ella y ya me dirán si no les han sobrado dedos en una mano para ello. ¡Todos con Israel!

A quién apoya Sarah PAC

Tal y como les prometí ayer, estos son los candidatos agraciados con una donación por parte de Sarah PAC durante este segundo trimestre de 2010. Dado que se trata de veinte ni más ni menos, los he dividido en dos grupos: los candidatos al Senado y los candidatos a la Cámara de Representantes. Sobre los candidatos al Senado, que nos resultan más conocidos, he preparado unas pequeñas notas; sobre los candidatos a la Cámara, al ser todos unos completos desconocidos para nosotros, y ser tantos, he preferido no hacerme pesado porque habría que detallar mucho sobre cada uno de ellos así que les remito a sus respectivas páginas donde encontrarán todos los datos que deseen sobre ellos y sus programas. Sólo en un caso me salto esa norma, en el de Star Parker, que me parece la candidata más interesante de todos ellos y sobre la cual sí que les ofrezco algunos datos. Helos aquí.

SENADO

Sharron Angle, candidata al Senado por Nevada

Recibió 2.500 $ por parte de Sarah PAC el 14 de junio de 2010. Su rival, ahora que ya ha ganado la nominación republicana en las primarias del pasado 8 de junio, es el actual senador por Nevada, Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en el Senado. Angle, nacida en 1949, ya hizo sus primeros pinitos políticos durante los años que van desde 1999 hasta 2005 cuando fue miembro de la Asamblea estatal de Nevada, donde destacó por su testarudez y a lo poco que le importaba el ser el único miembro de los 42 que constituían toda la asamblea que votaba en contra de algún proyecto de ley si era menester (de hecho, la expresión “41 contra Angle”, refiriéndose a que más de una votación arrojaba ese resultado, acabó siendo proverbial). Licenciada en Bellas Artes, su carrera profesional se ha centrado en el magisterio, habiendo sido maestra durante toda su vida. En 2006, ya intentó ganar la nominación republicana a la Cámara de Representantes por la 2ª circunscripción electoral, pero perdió por poco más de 500 votos. Ha sido ahora, en 2010, cuando ha logrado tener la oportunidad de disputar un cargo electo nacional, contando para ello con el respaldo entusiasta del movimiento Tea Party. Como curiosidad, destacar que Sarah Palin no la ha respaldado nunca expresamente, es decir, a través de su página de Facebook.

Clint Didier, candidato al Senado por Washington

Recibió 5.000 $ por parte de Sarah PAC el 24 de junio de 2010. Las primarias republicanas en Washington se celebrarán el próximo 17 de agosto. Didier, nacido en 1951, fue jugador profesional de fútbol americano, jugando en los Washington Redskins entre 1982 y 1987 y en los Green Bay Packers entre 1988 y 1989, habiendo ganado dos veces la Super Bowl con los primeros. No tiene experiencia política previa y actualmente trabaja como entrenador de fútbol americano en Connell High School en Connell (Washington). Ha sido respaldado expresamente por Sarah Palin a través de una nota suya en su página de Facebook.

Carly Fiorina, candidata al Senado por California

Recibió 2.500 $ por parte de Sarah PAC el 9 de junio de 2010. Su rival, ahora que ya ha ganado la nominación republicana en las primarias del pasado 8 de junio, es la actual senadora por California, Barbara Boxer. Fiorina, nacida en 1954, tiene un prestigioso historial como ejecutiva, habiendo sido CEO (chief executive officer, directora general) de Hewlett-Packard entre 1999 y 2005, posición que le permitió ser considerada en su momento como una de las mujeres más poderosas de la industria. Sin embargo, su decisión de absorber a su rival, Compaq, en 2002, un proceso que tuvo que superar numerosos problemas, acabó provocando que en 2005 el consejo de administración de Hewlett-Packard la forzara a dimitir. Carly ha sido respaldada expresamente por Sarah Palin a través de una nota suya en su página de Facebook, nota que provocó una enorme controversia dentro del movimiento Tea Party, que, en general, se inclinaba a apoyar a otro de los contendientes republicanos, Chuck DeVore. En febrero del año pasado, Carly supo que padecía un cáncer de mama, operándose al mes siguiente y pasando posteriormente por un tratamiento de quimioterapia que le provocó, como suele pasar, la pérdida del cabello. Sin embargo, y gracias a Dios, se ha recuperado perfectamente de ello.

Chuck Grassley, candidato al Senado por Iowa

Recibió 5.000 $ por parte de Sarah PAC el 24 de junio de 2010. Es el actual senador por Iowa y su rival, ahora que ya ha ganado la nominación republicana en las primarias del pasado 8 de junio, es el demócrata Bob Krause. Nacido en 1933, Chuck lleva en el Senado ininterrumpidamente desde 1981, habiendo estado antes en Washington como miembro de la Cámara de Representantes, siendo uno de los miembros de la bancada republicana más influyentes dentro del partido. De todos los candidatos a senador que Sarah Palin ha apoyado económicamente durante este trimestre, Grassley es el único que está en el cargo actualmente, siendo todos los demás aspirantes. Las primarias en Iowa parecía que iban a ser algo más disputadas de lo que lo han sido finalmente, dado que muchos de los conservadores del estado piensan que Grassley se ha escorado “demasiado hacia la izquierda” (o al centro, que es como lo llaman ahora). Lo cierto es que no se trata de un commonsense conservative precisamente y sí de alguien que, como McCain, resulta tibio en ese aspecto. Me cuesta comprender el motivo por el cual Sarah Palin le ha brindado su apoyo económico aunque si consideramos la gran influencia de la que disfruta dentro del partido, tal vez podamos entenderlo. De cualquier forma, el apoyo es meramente económico que no vía Facebook, que es lo que cuenta al fin y al cabo.

Joe Miller, candidato al Senado por Alaska

Recibió 5.000 $ por parte de Sarah PAC el 2 de junio de 2010. Las primarias republicanas en Alaska se celebrarán el próximo 24 de agosto. Miller, nacido en 1967, está disputándole el escaño a su actual ocupante, Lisa Murkowski, la hija del ex gobernador de Alaska, Frank Murkowski, al que Sarah Palin derrotó en las primarias republicanas de 2006. Graduado en West Point y veterano de la primera Guerra del Golfo, la de la coalición para la liberación de Kuwait, donde fue condecorado, Miller trabaja como abogado, habiendo sido magistrado antes que eso. Él sí que es uno de los respaldados por Sarah Palin en Facebook, lo cual tiene más que gracia dado que en su momento Palin hizo un donativo para la campaña de reelección de Lisa Murkowski, uno de los primeros que hizo Sarah PAC, y ahora ha hecho otro para su rival. Ya lo explicó en su momento que el dinero dado a la campaña de Murkowski fue más que nada un acto simbólico pretendiendo acallar los rumores acerca de que iba a ser ella quien le disputase el escaño, pero no por eso deja de ser menos divertido.

CÁMARA DE REPRESENTANTES

Rick Berg, candidato a la Cámara de Representantes por la circunscripción electoral única de North Dakota

Recibió 3.500 $ por parte de Sarah PAC el 24 de junio de 2010. Ya ha ganado la nominación republicana en las primarias celebradas el 8 de junio.

Larry Bucshon, candidato a la Cámara de Representantes por la 8ª circunscripción electoral de Indiana

Recibió 3.500 $ por parte de Sarah PAC el 24 de junio de 2010. Ya ha ganado la nominación republicana en las primarias celebradas el 2 de febrero.

Tim Griffin, candidato a la Cámara de Representantes por la 2ª circunscripción electoral de Arkansas

Recibió 3.500 $ por parte de Sarah PAC el 24 de junio de 2010. Ya ha ganado la nominación republicana en las primarias celebradas el 18 de mayo.

Robert Hurt, candidato a la Cámara de Representantes por la 5ª circunscripción electoral de Virginia

Recibió 3.500 $ por parte de Sarah PAC el 24 de junio de 2010. Ya ha ganado la nominación republicana en las primarias celebradas el 8 de junio.

Mike Kelly, candidato a la Cámara de Representantes por la 3ª circunscripción electoral de Pennsylvania

Recibió 3.500 $ por parte de Sarah PAC el 24 de junio de 2010. Ya ha ganado la nominación republicana en las primarias celebradas el 18 de mayo.

John Koster, candidato a la Cámara de Representantes por la 2ª circunscripción electoral de Washington

Recibió 5.000 $ por parte de Sarah PAC el 24 de junio de 2010. Las primarias republicanas se celebrarán el próximo 17 de agosto. Koster ha sido respaldado expresamente por Sarah Palin.

Tom Marino, candidato a la Cámara de Representantes por la 10ª circunscripción electoral de Pennsylvania

Recibió 3.500 $ por parte de Sarah PAC el 24 de junio de 2010. Ya ha ganado la nominación republicana en las primarias celebradas el 18 de mayo.

Elliot “Spike” Maynard, candidato a la Cámara de Representantes por la 3ª circunscripción electoral de West Virginia

Recibió 3.500 $ por parte de Sarah PAC el 24 de junio de 2010. Ya ha ganado la nominación republicana en las primarias celebradas el 11 de mayo.

David McKinley, candidato a la Cámara de Representantes por la 1ª circunscripción electoral de West Virginia

Recibió 3.500 $ por parte de Sarah PAC el 24 de junio de 2010. Ya ha ganado la nominación republicana en las primarias celebradas el 11 de mayo.

Cathy McMorris Rodgers, candidata a la Cámara de Representantes por la 5ª circunscripción electoral de Washington

Recibió 5.000 $ por parte de Sarah PAC el 24 de junio de 2010. Las primarias republicanas se celebrarán el próximo 17 de agosto. McMorris ha sido respaldada expresamente por Sarah Palin.

Mick Mulvaney, candidato a la Cámara de Representantes por la 5ª circunscripción electoral de South Carolina

Recibió 3.500 $ por parte de Sarah PAC el 24 de junio de 2010. Ya ha ganado la nominación republicana en las primarias celebradas el 8 de junio.

Star Parker, candidata a la Cámara de Representantes por la 37ª circunscripción electoral de California

Recibió 5.000 $ por parte de Sarah PAC el 24 de junio de 2010. Ya ha ganado la nominación republicana en las primarias celebradas el 8 de junio. Nacida en 1956, Parker es mujer, negra y conservadora, lo último de todo ello incomprensible para los progres. Con dos títulos universitarios, en Publicidad y en Marketing y Negocios Internacionales, en su haber, Parker admite haber pasado su adolescencia y sus primeros años como adulto como una madre desempleada que vivía de los subsidios estatales, lo que le llevó a ser detenida por hurto en una tienda además de reconocer haber sufrido cuatro abortos. Fue tras una crisis que le llevó a recuperar su fe cristiana que Parker supo enderezar su camino, convirtiéndose en abanderada de aquellos que se oponen al estado del bienestar, alegando que ese sistema es similar a una invitación a entrar en una plantación del gobierno, lo cual crea una situación en aquellos que aceptan la invitación que les lleva a cambiar su mente y, en lugar de preguntarse por cómo pueden mejorar su vida y cuidar de sí mismos, pasar a preocuparse únicamente por la manera como pueden permanecer en la plantación. Para ella, las familias estables y los sólidos valores morales son la clave para dejar atrás la pobreza, mientras que el aborto es un error en todos los casos y ha perjudicado especialmente a las familias negras. Parker ha sido respaldada expresamente por Sarah Palin.

Jim Renacci, candidato a la Cámara de Representantes por la 16ª circunscripción electoral de Ohio

Recibió 3.500 $ por parte de Sarah PAC el 24 de junio de 2010. Ya ha ganado la nominación republicana en las primarias celebradas el 4  de mayo.

Tim Scott, candidato a la Cámara de Representantes por la 1ª circunscripción electoral de South Carolina

Recibió 5.000 $ por parte de Sarah PAC el 24 de junio de 2010. Ya ha ganado la nominación republicana en las primarias celebradas el 8 de junio. Scott ha sido respaldado expresamente por Sarah Palin.

Todd Young, candidato a la Cámara de Representantes por la 9ª circunscripción electoral de Indiana

Recibió 3.500 $ por parte de Sarah PAC el 24 de junio de 2010. Ya ha ganado la nominación republicana en las primarias celebradas el 4 de mayo.

Como pueden ver, hay cantera. Veinte buenos conservadores (diecinueve más bien porque uno de ellos no pinta demasiado bien la verdad) que añadir a los anteriores. Veremos cuántos de ellos son finalmente elegidos en sus respectivas primarias, los que todavía tengan que pasar por ellas, y luego en noviembre. De todas formas, está bien saber que Sarah Palin está atenta a lo que pasa por ahí y que no pierde detalle. Para la próxima entrega de esta serie dedicada a seguir las cuentas de Sarah PAC, espero poder hablarles sobre sus últimos respaldos: Karen Handel como gobernadora de Georgia, Ann Marie Buerkle como representante por New York, CeCe Heil como representante por Tennessee y muchos otros que se irán sucediendo a lo largo de los días. En agosto también hay primarias, algunas tan excitantes como las de Tennessee (el 5), Washington (el 17), Alaska (el 24), Arizona (el 24 también) y Florida (de nuevo el 24). Y Sarah PAC estará bien atento a todo lo que pueda suceder en ellas. Y Conservador en Alaska también, dentro de mis posibilidades.

Hasta la próxima.


Sarah sigue descubriendo sus cartas: ¿A quién apoya el Sarah PAC? (I)

17/07/2010

 

Fue el 18 de febrero de este año cuando publiqué una entrada con casi este mismo título (“Sarah descubre sus cartas: ¿A quién apoya el SarahPAC?”) pasando cuentas (y nunca mejor dicho) a lo que estaba haciendo Sarah PAC, el PAC (Political Action Committee, comité de actuación política) de Sarah Palin. Recordemos que dicho PAC empezó a funcionar el 27 de enero de 2009 y que su principal objetivo es el de apoyar económicamente a los diversos candidatos que se presentan a las elecciones del mes de noviembre, aunque también cumple con las funciones de facilitar la tarea a Sarah Palin haciéndose cargo de todos los gastos causados por su incansable actividad política. Vamos, que Sarah PAC es la hucha de Sarah Palin y que tanto se ocupa de dar un donativo a una “grizzlie mom” como de pagar al que ensobra las cartas que envía. El caso es que como que Estados Unidos es así (y ojalá dure muchos años más), allí hay que rendir cuentas públicamente de hasta el último centavo que se emplea en actividades políticas y Sarah PAC escogió recientemente, a principios de este año, el hacerlo trimestralmente. Pues bien, ya tenemos los datos referentes al segundo trimestre de este año (los del primer trimestre los recogí en la entrada que menciono más arriba). Vamos a ver qué está pasando pues. Les adelanto que Sarah PAC ha dado un salto cuantitativo y cualitativo en su actuación y que la cosa se está poniendo de lo más interesante. Incluso, por lo que he leído por ahí, a los de la izquierda (y a algunos en la derecha también) les está empezando a entrar el tembleque… ¡Genial!

Buscando una foto para ilustrar la entrada de hoy, me he encontrado con ésta antigua, pero de lo más interesante: el despacho de Sarah Palin cuando era gobernadora de Alaska. Como bien pueden ver, al fondo, junto a la ventana, podrán ver una bandera de Israel, un detalle que a Sarah Palin no le parece inconveniente de mostrar, tal y como harían el 99% de nuestros indignos políticos en la actualidad. Con esto, y recordando también aquél glorioso pin de las banderas hermanadas de Estados Unidos e Israel que lució durante su aparición en la Iª Convención Nacional del movimiento Tea Party, ¿a quién se le puede ocurrir que Sarah Palin es una política de extrema derecha? Sólo a un memo, evidentemente. Y más risa me da cuando la tildan de racista. ¡So idiotas, si está casada con un nativo alasqueño! Delirante. Como si yo me casara con una mujer negra y me llamaran racista también.

Introducción

Esto que voy a contarles ahora les sonará porque es prácticamente una copia literal (sí, sí, me copio a mí mismo y sin citarme, ja, ja, ja) del primer párrafo de la entrada de abril que ya les he mencionado. Lo hago no por pereza sino porque es un buen resumen y si hay algún lector nuevo entre nosotros, así tiene la posibilidad de tener la misma información que nosotros y no se siente perdido. Bien, pues lo que iba a decirles es que como quiera que en Estados Unidos la contabilidad se tiene que llevar bien (no como aquí en España donde cada uno puede llevar la contabilidad que le dé la gana, o sencillamente no llevarla, y tan contentos), cada PAC, que no es más que una organización privada creada con fines declaradamente políticos generalmente por una persona física aunque también pueden ser creados por una entidad jurídica, está obligado a presentar estados de cuentas detallados cada cierto tiempo (a elección del interesado: mensuales, trimestrales, semestrales o anual) ante un organismo público, la Federal Election Commission (FEC) o comisión electoral federal, que fiscaliza la actividad de todos y cada uno de esos PAC existentes en el país, además de ostentar poderes sancionadores en los casos de vulneración de la legislación establecida al efecto. Además, esos estados de cuentas son públicos y cualquiera, como yo, por ejemplo, puede consultarlos sin más problemas que recordar que en Estados Unidos, el punto de los miles es una coma y la coma de los decimales, un punto.

En el caso de SarahPAC, ésta es la segunda entrada que publico dedicada al asunto, ya que la primera, que revisaba los estados de cuentas presentados para el primer semestre de 2009 (“Sarah Palin se mueve: el SarahPAC (y III)” se publicó el 17 de septiembre de 2009 y la segunda (Sarah descubre sus cartas: ¿A quién apoya el SarahPAC), dedicada a los del primer trimestre de 2010, el 18 de febrero de 2010. Hasta entonces, las prioridades de Sarah Palin y su PAC parecían ser más de índole interno: organizarse, poner las mesas, definir objetivos y empezar a trabajar. Es ahora, durante este segundo trimestre de 2009 cuando Sarah PAC parece haberse puesto las pilas y su actividad se ha acelerado muchísimo. De hecho, basta con ver la lista de donativos para darse cuenta de ello: ni más ni menos que veinte donaciones durante este pasado trimestre, donaciones que contribuyeron a calentar de lo lindo algunas primarias. Imagínense lo que será durante el tercer trimestre y, más aún, durante el cuarto trimestre, cuando las elecciones de noviembre ya estén a la vuelta de la esquina y la campaña electoral haya arrancado con toda su fuerza.

Las cuentas de Sarah PAC

Ya lo he dicho antes: Sarah PAC parece haber puesto la directa. Y eso queda claro nada más echar un vistazo a su contabilidad. En el segundo trimestre de 2010 (correspondiente a los meses de abril, mayo y junio), ha recaudado su máximo histórico: 865.815,42 $, de los cuales 199.965 $ corresponden a donaciones lo bastante grandes (superiores a 200 $, siendo la mayoría de 250 y 500 $) como para poder ser individualizadas, 659.850,40 $ lo son de pequeñas donaciones (inferiores a 200 $) y 6.000 $ proceden de otros PAC. Con estas cantidades, Sarah PAC declaraba disponer de unos fondos, a fecha 30 de junio de 2010, de 1.266.297,37 $, lo cual es una pasta realmente a pesar de la crisis.

Sin embargo, si bien el aumento de los ingresos es importante, más relevante es el aumento también de los gastos por lo que ello tiene de revelador de que Sarah PAC ha dejado atrás su período de rodaje y ya está circulando a velocidad de crucero. En concreto, ha gastado 742.334,31 $, también su máximo histórico. Y entre esos gastos, destacan algunos tan relevantes como alrededor de 330.000 $ en recaudación de fondos (fundraising), incluyendo unos 154.000 $ pagados a la compañía HSP Direct para que desarrollara y ejecutara una campaña de captación de fondos vía correo postal (vulgo “mailing”), o sea, eso que nos ha pasado a todos cuando nos encontramos un día en el buzón con un folleto de propaganda dirigido personalmente a nosotros y no tenemos ni idea de dónde han sacado la dirección los tipos esos. El caso es que ésta es la primera vez que Sarah PAC ordena una campaña de este tipo en la que se solicitaban donaciones a más de 500.000 hogares identificados de alguna manera como conservadores para poder apoyar a los candidatos conservadores que se presentan por todo el país a las elecciones de noviembre.

Ahí es nada: 500.000 direcciones de potenciales votantes conservadores por todo el país. Sin embargo, esas direcciones no son propiedad de Sarah PAC sino de la compañía esa, HSP Direct. En estas cuestiones, Sarah PAC todavía está un poco verde, pero va progresando: durante este segundo trimestre, sus listas de donantes se han incrementado con 8.000 donantes nuevos, llevando el total hasta los 25.000… ¡y cuentan ya con más de 200.000 direcciones de correo electrónico disponibles! (imagino que una de ellas será la mía, pero como que a mí la legislación estadounidense no me deja donar, pero ellos no lo saben, igual acaban decidiendo que un partidario como yo, tan tacaño, es un mal partidario y acaban por borrarme).

De todas formas, que Sarah PAC está empezando a despegar es algo tan evidente que hasta el propio Tim Crawford, su tesorero, lo declaró así recientemente:

La verdad es que cuando empezamos en enero del año pasado, empezamos desde cero. No contábamos con una gran base de gente procedente de la campaña electoral. Todo el mundo sabía que existía ese apoyo masivo, pero ella [por Palin] no lo tenía porque todo eso era propiedad de la campaña de McCain. Pero ahora, creo que tenemos algo realmente formidable en marcha y que sigue creciendo a cada día que pasa.

En el apartado de gastos, además de los propios de la organización, debemos incluir las donaciones a los distintos candidatos a los que apoya Sarah Palin. En este aspecto, el segundo trimestre de 2010 ha marcado también un hito con un total de 82.500 $ apoquinados a tocateja a un total de veinte candidatos cuya lista detallaremos más adelante. Un inciso: que Sarah PAC haga una donación a un candidato no tiene nada que ver con que ese candidato se oficialmente respaldado por Sarah Palin, por ejemplo, con una de sus notas en Facebook. De hecho, algunos de esos candidatos no entran ni por asomo dentro de lo que son las coordenadas habituales bajo las que se mueve Sarah Palin cuando decide otorgar su respaldo a alguien. Me refiero a gente como John McCain (un compromiso que Sarah no podía evitar), Lisa Murkowski (un caso en el que la propia Palin ya explicó que le dio un donativo por motivos meramente coyunturales, pero que ella a quien de verdad apoya es a su rival, Joe Miller) o Chuck Grassley (en lo que sólo puede verse como un gesto de buena voluntad dirigido hacia uno de los pesos pesados dentro de la maquinaria del Partido Republicano, pero que de commonsense conservative, no tiene mucho, no). Si alguien quiere saber a quién apoya realmente Sarah Palin, que consulte sus notas de Facebook. La función de Sarah PAC no es realmente ésa, sino la de facilitar la tarea a su jefa a largo plazo (es decir, lograr que obtenga la nominación en las primarias republicanas) y eso obliga a que en algunas ocasiones haya que soltar la pasta, pero sin excesivo entusiasmo. Sarah PAC tiene que bregar con la dura realidad de cada día y no puede permitirse fantasías, algo lógico en quien, en definitiva, se ocupa de que haya dinero en la caja. Y es que como decía George Washington, los hombre (y la política) son como son y no como nos gustaría que fueran, frase digna de un commonsense conservative.

Otra cosa que ha llamado la atención por ahí dentro del apartado de gastos es el hecho de que Palin haya pagado a alguien por ayudarle a organizar su agenda (que cada vez está más repleta de actos en las cuatro esquinas del país). Algo que yo entiendo que es normal puesto que no se trata simplemente de anotarle en la agenda: “16.00 h: discurso en Iowa. 18.00 h: festejo en Oklahoma. 20.00 h: cena en Montana. 22.00 h: llamar a casa y desear buenas noches a Piper”, sino que se trata de que todo cuadre, lo haga con la certeza de que va a ser físicamente posible el estar en el mismo día primero en Iowa y luego en Oklahoma, por ejemplo, y que todo está preparado para ello, aviones, hoteles y demás zarandajas. ¡Ah, que no se me olvide! La prensa estadounidense ha puesto el grito en el cielo porque Palin se ha gastado unos 128.000 $ en viajes, incluyendo una vez que fletó un avión particular para ir a Minneapolis a pronunciar un discurso junto a Michele Bachmann y luego viajar hasta New Orleans a participar en la Southern Republican Leadership Conference. Le costó 10.500 $ y algunos andan por ahí diciendo que vaya gustos de ricachona tiene Palin y que podría haber ido en coche o mejor aún, haciendo dedo por la autopista a ver si le paraba un camión y le dejaba subirse a la caja. ¡Ridículo! Tanto que no voy a hacer ningún comentario, pero si yo pudiera donar 1.000 $ a Sarah PAC y me contestaran desde allí que los iban a emplear en pagar la factura del charter de Sarah, me hacen feliz, ¡ea! Además, ¿qué les importa a ellos en qué se gasta Sarah su propio dinero?

Luego, hay otros gastos interesantes (está bien eso de poder chafardear en las cuentas de los demás, ¿eh?) como los correspondientes a un investigador de Sacramento, Andrew Davis, que se ocupa de ayudar a Sarah a la hora de decidir a qué candidatos respalda ésta finalmente; otro a una escritora de discursos llamada Lindsay Hayes, que debe de ser una vieja conocida suya de cuando la campaña electoral porque ya trabajó entonces para McCain; un pago de 10.000 $ mensuales a la firma propiedad de Randy Scheunemann, el principal asesor de Palin en cuestiones de política exterior y otro de 6.000 $ mensuales también a la firma de asesoría propiedad de Rebecca Mansour, la creadora de Conservatives for Palin (C4P) y que ahora trabaja para ella asesorándole sobre todo lo que se refiera a su presencia en Internet. En definitiva, que se trata de gastos que demuestran una aceleración en las operaciones de Sarah PAC, una organización de la que se habla muy poco pero que, tal y como pretendo relatar en mi libro de próxima aparición (paciencia, paciencia, estoy trabajando ya en ello), es la piedra angular de todo el esfuerzo de Palin, un esfuerzo que en mi opinión está más que decidido que terminará con el lanzamiento de una candidatura a la nominación republicana en las elecciones presidenciales de 2010. En mi libro pienso titular el capítulo correspondiente como “El sigiloso trabajo de Sarah PAC” y en verdad que no puedo imaginar otro título mejor porque ciertamente es todo un trabajo el que están desarrollando y lo están haciendo muy sigilosamente. ¡Si de hecho ni siquiera sabemos con certeza quiénes constituyen realmente la plantilla de Sarah PAC!

Y con esto me despido por hoy, pero no se preocupen porque mañana tendremos más: veremos a quiénes les ha tocado el gordo de una donación procedente de Sarah PAC. Son veinte personas y algunas de ellas son de lo más sorprendentes, siguiendo con la inveterada costumbre de Sarah de hacer lo que ella estime que es más oportuno en cada momento y de no preocuparse en lo más mínimo por lo que piensen los demás. Tendremos sus fotos y un breve perfil de cada uno de ellos. De momento, les avanzo sólo dos nombres para que los más impacientes se pasen la noche sin dormir: por el lado casi incomprensible, algo así como un McCain bis, Chuck Grassley, de Iowa; por el lado euforizante, algo así como una Michele Bachmann bis, Star Parker.

Mañana el álbum de fotos. Palabra de Palin. Sean felices mientras tanto… si les dejan.


Diez motivos por los que me entusiasma Sarah Palin

14/07/2010

 

Una de las constantes en mi vida es la de no poder hablar sobre Sarah Palin. Y no porque no quiera, sino porque la gente con la que intento hacerlo, casi siempre mujeres, sencillamente, no saben quién es ella. Como mucho, algunas recuerdan que se trata de “una que se presentó a unas elecciones hace un tiempo”, pero ni siquiera esto es lo habitual. Así que, cuando les explicó cuatro cosas sobre ella, además de una inmediata expresión de pasmo en mi interlocutora causada por mis amplios conocimientos sobre algo que a ellas les suena a chino, la reacción que le sigue acostumbra a ser la de preguntarme: “Pero, ¿y a ti por qué te gusta Sarah Palin?”. Y mi respuesta, desde hace un tiempo, se ha convertido en invariable: “Porque amo la libertad, la mía y la tuya, la que hemos perdido, y Sarah Palin es la única que la ama tanto como yo y nos la puede devolver”. Generalmente eso produce un atragantamiento en mi interlocutora, menos grave si estamos tomando el postre y ella ha escogido helado, pero casi funesto si se trata del primer plato y está dando cuenta de la guarnición de guisantes; una mirada que lo dice todo (y siempre dice lo mismo: “¡Oh, oh, los marcianos existen! ¡Estoy comiendo con uno de ellos!”) y una rápida revisión por parte de quien se trate de la consideración que me tenía, que pasa inmediatamente de “tío-majo-un-poco-feúcho-pero-muy-agradable-si-no-estuviera-ya-comprometida-me-lo-ligaba” a “tío-raro-de-ideas-más-raras-aún-a-ver-si-pretende-abducirme-cuidado-con-él-poner-en-la-lista-de-sospechosos-a-éste-ni-agua”. Suerte que pronto se dan cuenta de que soy inofensivo y que no trato de abducirlas ni nada por el estilo, pero como quiera que siempre pasa lo mismo, he decidido que estaría bien que respondiera por extenso a esa pregunta que tantas veces me han hecho y que tantos muertes por atragantamiento ha estado a punto de provocar ya, no vaya a ser que la próxima pida pollo y me haga la pregunta de marras mientras devora el muslo, se trague un hueso y tengamos una desgracia.

Sarah en Alaska, tranquila y relajada. Imagino que el lago del fondo es Lake Lucille, donde vive. Una amiga mía de México va a viajar dentro de poco a Alaska y le he pedido que se pase por Wasilla y me traiga todo lo que encuentre por ahí que lleve el nombre “Palin” grabado: camisetas, gorras, tazas, chapas, banderas, placas de matrícula, rótulos de la calle, etc. Me ha dicho que mira que soy pesado y que ya verá, pero como que no es muy palinista mucho me temo que me voy a quedar a dos velas. ¡Maldita sea, en cuanto termine el libro cojo un mes de vacaciones y me piro a Alaska! Le llevaré un ejemplar personalmente y sufriré un colapso nervioso cuando me lo recoja ella personalmente en la puerta de su casa, me sonría y me dé las gracias por mi esfuerzo. Igual me muero, pero moriría tan feliz…

Como ya les he dicho, una pregunta que me hacen constantemente las personas con quienes hablo sobre Sarah Palin es: “Pero, ¿y a ti por qué te gusta Sarah Palin?”. El caso es que no se trata de que me guste (preferiría otra palabra porque tratándose ella de una mujer joven, quien me hace la pregunta suele pensar mal y dar a entender que lo mío tiene mucho de atracción física), sino de que me entusiasma y aunque no puedo negar que es una mujer muy atractiva y a la que da gusto ver, aunque fuera vieja, fea, gorda y bigotuda, si sus ideas fueran las mismas que son actualmente, estaría igual de entusiasmado.

Fuera de eso, he estado pensando en una manera de dejar bien claro el motivo de mi entusiasmo por ella y he encontrado no una sino diez razones por las cuales soy un palinista feroz y siempre lo seré. Y son éstas:

1. PORQUE ES CONSERVADORA

En estos tiempos de estupidez políticamente correcta, cuando hasta la derecha ha asumido como propios los postulados más delirantes de la izquierda y todos temen salirse del guión previamente establecido, la claridad de palabra de Sarah Palin, abogando por una vuelta a los buenos valores conservadores de toda la vida, es un soplo de aire fresco en un ambiente cada vez más enrarecido y que a muchos de nosotros nos asfixia peligrosamente. El conservadurismo, que no es una ideología y que, por tanto, se niega a encerrar el mundo dentro de una cajita hecha a medida, es el arte de lo posible y, en consecuencia, trata de lo que existe en la realidad y no de quimeras, busca soluciones sensatas a problemas sensatos y reconoce a cada persona como alguien único e irrepetible cuyo camino en la vida es el que él mismo decida y no el que un burócrata anónimo le trace desde su despacho en un edificio gubernamental. Y como que eso es así y los problemas que realmente nos preocupan son los de ganarnos la vida, prosperar, levantar a nuestras familias y saber que legamos a nuestros hijos un mundo un poco mejor del que recibimos nosotros, los conservadores nos negamos en redondo a pretender “cambiar la naturaleza humana”, “sanar el planeta” y “abolir la pobreza” porque todo eso, que es imposible además, no es más que la excusa que ponen algunos para robarnos la vida, la libertad y el derecho de cada uno a buscar nuestra propia felicidad.

2. PORQUE ES CONSERVADORA E INTELIGENTE

La típica pulla contra Sarah Palin durante estas pasadas elecciones presidenciales fue la de que era una paleta al mejor estilo de The Beverly Hillbilies, que no sabía nada de nada y aún pretendía que desde su casa podía ver Rusia mientras desayunaba. Sin embargo, a estas alturas ya sólo los muy fanáticos pueden seguir manteniendo semejante postura. Después de varios decenas de discursos, entrevistas, notas en Facebook, op-eds en la prensa, decisiones que tomar sobre lo que hacer y lo que no, ya nadie puede tener dudas acerca de su inteligencia, una inteligencia natural que le ha llevado a mantenerse a flote en medio de una tempestad, la de las ethics complaints, que habría hecho zozobrar a otro cualquiera y no sólo eso, sino también descubrir a tiempo la única manera de librarse de la trampa que estaba a punto de cerrarse sobre ella, dimitiendo de su cargo como gobernadora de Alaska, y resurgir más adelante de un modo que ninguno de sus adversarios (ni de sus partidarios, debo reconocerlo) podía imaginarse siquiera. Sarah Palin ya hizo más en dos años como gobernadora de Alaska que muchos otros en dos mandatos enteros. Luego, vivió más en dos meses de campaña electoral que muchos otros en dos vidas, si eso fuera posible. Y en dos años desde que se convirtió en una estadounidense más, ha recuperado y ampliado su crédito como sólo ella podría haberlo hecho. Y lo que le falta todavía porque Sarah Palin tiene todavía mucho que decir. Y sabe perfectamente cuándo y cómo hacerlo. Si eso es ser tonta, que venga Dios y lo vea.

3. PORQUE ES CONSERVADORA, INTELIGENTE Y TIENE SENTIDO COMÚN

Hay que reconocerlo: es el sentido común la especie en verdadero peligro de extinción y no el oso polar como pretenden los mentirosos calentólogos. Por eso, que Sarah Palin escogiera esta etiqueta para su propuesta política allá en Hong-Kong, durante aquel discurso que marcó su vuelta al escenario político estadounidense, fue algo que nos llenó de satisfacción a muchos. Y desde entonces, sus palabras y sus actos han ido en consonancia con ello. Lejos de ser una política extremista como se empeñan en dibujarla sus adversarios, Sarah Palin ha dado muestra tras muestra de sensatez y sentido común tanto a la hora de escoger los problemas que le preocupan a ella y a los estadounidenses normales y corrientes como de proponer soluciones. Y esas soluciones son siempre razonables y comprensibles, fácilmente asumibles y basadas en la realidad y no en lo que algunos pretenden que es la realidad,  muy alejadas de los histerismos izquierdistas que se empeñan en matar moscas a cañonazos, como cuando pretenden solucionar el déficit de la Sanidad no corrigiendo lo que todos vemos con claridad que son sus deficiencias, sino convirtiéndola en un desastre irremediable. Algo absolutamente tan carente de sensatez y de sentido común que uno no puede dejar de estremecerse al pensar en la panda de dementes que ocupan actualmente la Casa Blanca y en la cantidad de trapacerías que pueden llegar a cometer todavía, a falta de dos años para que podamos echarlos a patadas.

4. PORQUE ES CONSERVADORA, INTELIGENTE, TIENE SENTIDO COMÚN Y ES VALIENTE

Lo habitual en un candidato a vicepresidente en el ticket perdedor es que nunca más se sepa de él. Generalmente se retira a su pueblo y se pasa el día en el bar contando a quien quiera oírle que una vez estuvo a punto de ser vicepresidente y que si no lo consiguió fue porque el candidato a presidente era un zote y la pifió en el último debate televisado. Sin embargo, Sarah Palin no sólo no desapareció sino que ha resurgido con más fuerza que nunca y nadie puede imaginársela ya más que como la próxima candidata a la presidencia de Estados Unidos. Y ello a pesar de todo lo que tuvo que soportar durante la campaña electoral, tras su vuelta a Alaska, después de su dimisión como gobernadora y aún hoy en día. ¿Está loca? ¿Es masoquista? ¿Le va la marcha? No, sencillamente es valiente y su valor se funda en su fe que le lleva a aceptar con mansedumbre y su sempiterna sonrisa en la boca todas las injurias que le puedan dedicar sus adversarios sabedora de que si Dios tiene destinada para ella una misión, no habrá nada en este mundo que pueda evitar que se cumplan Sus designios. Algunos pensarán que eso es fanatismo religioso, pero los verdaderos creyentes, no los tibios, sabemos que ésa es la manera como un creyente debe afrontar la vida, aceptando los buenos y los malos momentos, gozando de los primeros y procurando que los segundos nos sirvan para nuestra perfección a los ojos de Dios. Cuando uno asume eso, su vida se convierte en algo muy diferente a lo que pueda haber sido hasta entonces y el valor, el verdadero valor, no la temeridad, llena su alma y le permite afrontar cualquier desafío porque sabe que no está solo y que Dios está a su lado.

5. PORQUE ES CONSERVADORA, INTELIGENTE, TIENE SENTIDO COMÚN, ES VALIENTE Y TODA UNA MUJER

Sarah Palin es la hija amante de unos padres a los que siempre ha honrado y respetado; esposa de un marido al que conoció en el instituto y con el que se casó hace 22 años; madre de cinco hijos, uno de los cuales padece síndrome de Down y, a pesar de que lo supo antes del parto, se negó a abortar; abuela de un nieto que le ha dado su hija mayor, adolescente cuando se quedó embarazada y que sigue soltera porque el padre del niño ha demostrado ser una mala persona. Además, de todo eso, Sarah Palin ha sido alcaldesa de su pueblo, Wasilla, comisionada de Energía, gobernadora de Alaska y cuando no ha sido algo de eso, orgullosa ama de casa y hockey mom. ¿Basta con eso para revelar el motivo por el cual el feminismo militante de izquierdas la odia tanto y hasta pretende que ella no es mujer? Si sólo por el hecho de no haber querido abortar a Trig ya es motivo más que suficiente para ser anatemizada por la secta esa, echen cuentas de todo lo demás. Con Sarah Palin, las mujeres estadounidenses han descubierto de pronto que se puede ser mujer, vivir una vida de mujer y no por ello perderse ni una de las oportunidades que te ofrece la vida. Y ya no es sólo lo que ha hecho ella, sino que además su marido, Todd, quien no ha tenido nunca el más mínimo problema en ocuparse de sus hijos y ser él quien “mantuviera encendido el fuego del hogar”, sin necesidad de tantas albahacas como se gastan por ahí, ha demostrado ser el hombre ideal para el nuevo siglo. Y todo ello conservando su virilidad, que es lo que más les duele a los de la secta de mantis religiosas que son las feministas de izquierdas. Bonita, inteligente, femenina y con una vida plena y llena de satisfacciones… ¡Pues claro que la odian? La odian por ser todo lo que ellas se han empeñado en negarse a sí mismas y a las demás durante tanto tiempo y haber triunfado.

6. PORQUE ES CONSERVADORA, INTELIGENTE, TIENE SENTIDO COMÚN, ES VALIENTE, TODA UNA MUJER Y AMA LA LIBERTAD

Una de las primeras cosas que me sorprendieron sobre Sarah Palin cuando empecé a interesarme por ella fue descubrir que su primera controversia política se produjo, recién elegida concejal de Wasilla, cuando se opuso a una ordenanza municipal que pretendía recortar en dos las horas de abertura de los bares de la ciudad escudándose en que de esta manera se evitarían muchos accidentes causados por el consumo de alcohol. Sarah Palin se opuso fieramente porque eso limitaba la libertad de las personas a la hora de decidir cuándo debían volver a sus casas y uno de sus adversarios políticos, precisamente aquel que perdió las elecciones a concejal a favor suyo, se hacía cruces (es una frase hecha ya que creo que no es creyente) porque no podía entenderlo puesto que Sarah Palin pertenecía a una iglesia que abogaba por la abstinencia del alcohol y él, tan cortito de mente como es, imaginaba que estaría encantada de apoyar el toque de queda ese y hasta una “ley seca” si se terciaba. Y claro que no podía entenderlo porque la izquierda sólo sabe de imponer sus ideas a los demás y nunca ha consentido que sean los propios interesados quienes tomen sus decisiones. La izquierda odia la libertad y su única obsesión es la de forzar a la gente a ser como no quieren ser. Por eso, actitudes como la de Sarah Palin, defendiendo la libertad de sus conciudadanos frente a la mera imposición por parte del gobierno, incluso tratándose de una norma en la que ella tal vez estuviera personalmente de acuerdo, hacen que uno sienta más que admiración por una mujer como ella que no sólo sabe distinguir perfectamente entre lo que ella piensa y lo que piensan los demás, sino que además demuestra que su objetivo es el de predicar con el ejemplo y no el de imponer con la fuerza de la ley. ¿Y aún puede haber quien piense que Sarah Palin es una extremista?

7. PORQUE ES CONSERVADORA, INTELIGENTE, TIENE SENTIDO COMÚN, ES VALIENTE, TODA UNA MUJER, AMA LA LIBERTAD Y ESTÁ DISPUESTA A DEFENDERLA

Me comenta alguien que sabe de esto que en los cuarteles del ejército de Estados Unidos, la admiración por Sarah Palin crece día a día, tanto como lo hace el desprecio por el presidente Obama a quien se tilda directamente de “cobarde” y “traidor” con la precaución de que no les oiga quien no les debe oír. ¿Y es que quién sino Sarah Palin ha puesto los puntos sobre las íes resaltando una y otra vez la profunda cobardía de un presidente que se avergüenza tanto de su país, un país que le ha dado todos los privilegios a lo largo de su vida y que ha terminado eligiéndole como su presidente, que no puede dejar de pedir perdón por doquier por ser Estados Unidos lo que es: una fuerza de la libertad? Su bochornosa actuación con Israel, el más fiel aliado de Estados Unidos; su servidumbre con Irán, Cuba, Venezuela, Corea del Norte, China, los países más repulsivos de la Tierra; su infidelidad hacia sus aliados europeos abandonando el proyecto de escudo anti-misiles para apaciguar a Rusia hacen que la voz clara y firme de Sarah Palin abogando por Israel, por unas fuerzas armadas más fuertes, por un compromiso indudable con la libertad en todo el mundo, con la voluntad de ganar en Irak y Afganistán, con el orgullo de ser estadounidense y sentirse el líder del mundo libre, sea recibida como agua de mayo sobre todo por aquellos cuya vida ha sido comprometida voluntariamente por ese ideal y que empiezan a dudar acerca de si realmente su comandante en jefe está con ellos o con sus enemigos, aquellos que odian tanto a Estados Unidos como para rezar diariamente por su destrucción, si desea verles victoriosos o secretamente ansía su derrota. ¡Ah, si Sarah Palin fuera la comandante en jefe! ¡Con que orgullo sonaría entonces Hail the Chief! Y con qué orgullo las tropas estadounidenses lucharían por la libertad en Irak, en Afganistán y en todo el mundo.

8. PORQUE ES CONSERVADORA, INTELIGENTE, TIENE SENTIDO COMÚN, ES VALIENTE, TODA UNA MUJER, AMA LA LIBERTAD, ESTÁ DISPUESTA A DEFENDERLA Y NO ES NADA PEDANTE

Me entusiasma una mujer que sabe perfectamente lo que es criar a cinco hijos y hacer las tareas domésticas, que va a comprar personalmente al supermercado del pueblo y que te saluda afablemente en medio de la calle. O sea, una mujer que es como cualquier otra. Y si además resulta que no se siente de una clase superior al resto, como la mayoría de políticas que conocemos, que habla como hablamos nosotros, la gente normal y corriente, y que se siente tan tranquila mientras cambia los pañales de su hijo recién nacido instantes antes de pronunciar tal vez el discurso más importante de su vida, a quién le puede sorprender que la gente la considere una de ellos y ansíe ponerla en la Casa Blanca. Por eso, cuanto más se esfuerzan las elites de Washington, D.C. en menospreciarla por no haber ido a una universidad de la Ivy League, por tener una forma de expresarse tan común, por no salpimentar sus discursos con latinajos ni citas de estúpidos pensadores cabezahuecas, más la queremos nosotros, los del común, los que no pudimos permitirnos el ir a una de esas universidades de señoritingos (y tal vez por eso conservamos nuestro sentido común), hablamos claro y sencillo (y tal vez por eso nos entienden todos menos quienes se empeñan en no entendernos) y prescindimos de latinajos y de citas rimbombantes porque no tenemos la más mínima intención de impresionar a nadie y es más, dudamos de conseguirlo con semejantes subterfugios. Para la gente como nosotros, uno habla como piensa y si lo que dice no lo podemos comprender, entonces ese alguien muy posiblemente es que nos esté “hablando con lengua partida” que decían los indios. ¡Ah, y tampoco nos gustan los que vienen primero a pedirnos el voto y luego, en seguida que se han ido, nos insultan tratándonos de amargados aferrados a nuestras armas y a nuestra religión! Lo que tengan que decirnos, que lo hagan a la cara para que podamos partírsela ipso facto (el latinajo es cortesía de la casa) si es menester.

9. PORQUE ES CONSERVADORA, INTELIGENTE, TIENE SENTIDO COMÚN, ES VALIENTE, TODA UNA MUJER, AMA LA LIBERTAD, ESTÁ DISPUESTA A DEFENDERLA, NO ES NADA PEDANTE Y SABE DISFRUTAR DE LA VIDA

Los amargados con los amargados. Sarah Palin ama la vida y sabe que es creación de Dios y, por tanto, es bella y merece la pena ser vivida. Lo supo tan pronto como tuvo uso de razón en Alaska y según han ido pasando los años, esa creencia se ha hecho más fuerte en su corazón. Y como que la vida es hermosa, no hay ningún mal en disfrutarla. Ir a cazar alces, a pescar salmones, patinar, conducir una moto de nieve a toda velocidad, correr por entre esos maravillosos paisajes alasqueños, reírse con sus amigas mientras se toman un té todas juntas, disfrutar viendo a Piper montar en bicicleta, a Trig dar sus primeros pasos, sentir orgullo de Track formando con su regimiento a punto de embarcar hacia Irak, contemplar el Denali desde la lejanía, etc. Todas esas cosas que hacen la vida irrepetible y que una y otra vez mueven a uno a dar gracias a Dios por concederle ese momento de felicidad que es una antesala de la felicidad absoluta que se nos ha prometido a todos. Con Sarah Palin, la alegría de la vida podría entrar en la Casa Blanca y, por ende, en todo Estados Unidos. Una alegría que no significa que de pronto deje de existir la tristeza, el dolor o la desgracia, sino que serviría de ejemplo a todos y cada uno de los estadounidenses para comprender que las penas se pueden y se deben sobrellevar y que la vida está compuesta precisamente de eso, de penas y de alegrías, y que depende de nosotros el lograr que incluso la pena más amarga se troque en un acicate para que nuestra vida se vuelva más rica y más plena y nuestro corazón deje de apenarse por lo que no tiene y se complazca con lo que sí tiene. Estados Unidos está dirigido actualmente por gente que odia lo que esa nación representa y ha representado en la historia; evidentemente, quienes se odian a sí mismos de tal manera no pueden inspirar a sus conciudadanos a ser mejores a cada día que pasa. Es hora de que Estados Unidos vuelva a sentir orgullo de ser lo que es y lo que siempre ha sido, el último baluarte contra la tiranía, aquella brillante ciudad sobre la colina de la que tantas veces habló Ronald Reagan y que desde su muerte ha quedado oscurecida por una nube de rencor y amargura que ya es hora de disipar de una vez por todas. Y es Sarah Palin quien está destinada a hacerlo.

10. ¡PORQUE ES SARAH PALIN!

Uno es creyente y, en consecuencia, cree en el demonio y sabe que campa por sus respetos por ahí. Y sabe también que su negocio, la compra de almas, está floreciendo en estos tiempos. Nunca es que le haya ido mal, pero ahora parece que le va especialmente bien. La crisis está siendo una buena oportunidad para él. Por eso, como que creo en el demonio y no soy tan tonto de creer que es un cuento de viejas, ando con mucho cuidado de que no se me aparezca cualquier día y me haga una de esas ofertas “que no podrá rechazar”. Muchos la han aceptado y me resulta difícil pensar en alguno de nuestros actuales dirigentes políticos, tanto nacionales como extranjeros, que se hayan resistido. El afán de poder es tal vez el más poderoso del mundo y el demonio es muy ducho en eso de ofrecer todos los reinos de la tierra a quien se arrodille y le adore, aunque con los tiempos que corren más de uno cedería no ya por todos los reinos de la tierra sino por una mera alcaldía con tal de que haya mucho suelo urbanizable en su término municipal. Por eso, tras dos años de seguir a Sarah Palin a diario, de verla en muchos videos, de leer muchos discursos suyos, de analizar sus palabras y sus actos, he llegado a la conclusión de que si hay alguien que me pueda ofrecer una garantía de que no venderá su alma al demonio por el poder, ésa es ella. Sarah Palin es Sarah Palin y por más que pueda parecer una perogrullada, no lo es. Sigue siendo la misma Sarah Palin de hace dos años, cuando John McCain la llamó para ofrecerle ser su compañera de ticket, y esa Sarah Palin era la misma de dos años antes, cuando se presentó contra todos como candidata a gobernadora de Alaska. No ha cambiado y a estas alturas ya no lo va a hacer. Por eso, sé que si algún día Dios la lleva a la Casa Blanca, no habrá ninguna sorpresa y será la misma persona que todos conocemos por más que algunos nos tengamos que conformar con hacerlo por internet. Sarah Palin es Sarah Palin y lo seguirá siendo siempre. Y mientras esperamos a que Piper Palin crezca y tome el relevo de su madre, este bloguista se compromete a seguir entusiasmado por ella y a hacer todo lo posible porque ese entusiasmo se les contagie a ustedes. Por la libertad y por la libertad de nuestros hijos. Que Dios les bendiga.

Hasta el domingo que viene. Mientras, voy a empezar a escribir America is ready!


Escribiendo America is ready! (I) – Diario de una gran aventura

11/07/2010

 

Es la propia Sarah Palin quien gusta de recordarnos que sólo los peces muertos siguen la corriente. Con ello, además de demostrarnos lo muy enraizado en la realidad que está su pensamiento, quiere explicarnos que alguien que acepta plegarse a las opiniones comúnmente aceptadas simplemente porque” eso es lo que piensa todo el mundo”, es una persona indigna de ser considerada como tal porque quien así actúa es cierto que no tendrá nunca problemas en tanto que será un miembro aceptado de la comunidad, pero en su interior sabrá que ha dejado de ser un ser humano para convertirse en un autómata. O sea, un pez muerto. Gracias a Dios, nosotros, ustedes los lectores de este blog y yo, su autor, no somos en absoluto peces muertos porque nosotros bien que nadamos contra corriente y sólo muertos cederemos y seguiremos la corriente. Y es que realmente se necesita coraje para apoyar a Sarah Palin con la que está cayendo ahí fuera. Incluso para algo tan sencillo como el escribir sobre ella porque no niego que el único motivo de mi anonimato es el de evitarme problemas desagradables. Sin embargo, sigo estando dispuesto a escribir y cuanto más mejor. Y es que a cada día que pasa, más sorprendido me siento de lo que he logrado: atesorar una cantidad de lectores diarios más que respetable, lectores que, al igual que yo, piensan que el ser humano ha nacido para ser libre y labrarse su propio futuro, tomando sus propias decisiones. Es por ello que tras el primer año de existencia de este blog, que fue el de su lanzamiento, este segundo año lo planeé como el de su consolidación y, para lograr ese objetivo, consideré que un libro sobre Sarah Palin era la herramienta oportuna, sobre todo porque no es sólo que sea necesario dado el profundo desconocimiento sobre ella que existe sino que además éste es el mejor momento para escribirlo, procurando que se publique coincidiendo con las elecciones de noviembre en Estados Unidos, la antesala a un 2011 apasionante que nos resolverá finalmente la duda de si tendremos una candidatura de Sarah Palin en 2012 o no (que la tendremos, se lo digo yo).

¿Qué se creían? ¿Qué se me habían terminado las fotos “históricas” de Sarah Palin? ¡Qué va! Y para que lo vean, aquí tienen la foto de Sarah luciendo orgullosa su trofeo de campeona de su instituto en 1980-1981 en la modalidad deportiva del cross country. Todd destacó sobre todo en baloncesto en el instituto; es un baloncestista excepcional. ¿Se imaginan lo divertido que sería un mano a mano de baloncesto entre el presidente y su esposa y Todd y Sarah? Los primeros son más altos pero siempre les han dado las cosas hechas en la vida, mientras que los segundos son más bajos pero saben perfectamente lo que es tener que luchar por salir adelante así que no tengo ninguna duda sobre el resultado. ¡Apuesto seiscientos euros por Todd y Sarah!

Fue hace quince días más o menos que les anuncié mi intención (audaz intención, lo reconozco) de escribir un libro sobre Sarah Palin titulado America is ready! Por aquel entonces, hacía poco que acababa de recibir la negativa por parte de una importante editorial que se había interesado en mi proyecto y, nada dispuesto a darme por vencido, decidí que tanto me daba que no me respaldaran porque iba a escribir el libro igualmente, ¡ea! (uno es así de chulo me temo).

Mi decisión tuvo algo de impulsiva, ciertamente, pero es que yo sentía que ese libro debía ser escrito (y ojalá lo escribiera alguien mucho más dotado que yo; de verdad que si así fuera, me ofrecería gustoso para escribirle el índice, el onomástico, el de materias y hasta plegarle las cubiertas si se terciaba). Y lo sigo sintiendo. Fundamentalmente porque la importancia que ha adquirido Sarah Palin durante estos dos años que lleva en el ojo del huracán es algo que sólo los pocos que seguimos habitualmente su carrera comprendemos realmente. Gracias a uno medios de comunicación que más bien podrían llamarse “de incomunicación”, su figura y su mensaje ha pasado bien desapercibido, bien falseado a lo largo del mundo. Y eso es terriblemente injusto si lo comparamos con el trato de favor que ha gozado por parte de esos mismos medios “de incomunicación” alguien tan profundamente vacío e intelectualmente inepto como lo es el presidente Obama.

Desde que terminara la campaña electoral de 2008, la que perdió McCain, Sarah Palin se ha preocupado por ir labrándose su propio camino a la Casa Blanca y lo ha hecho con el tesón de las hormigas, la inteligencia de los zorros y la osadía de los lobos. Sí, ya sé que todavía no es seguro que vaya a presentar su candidatura, pero mi opinión es que sí que se presentará y bajo esa premisa actúo. Y es que si no, todo lo que está haciendo no es que carezca de sentido, pero como mínimo quedará completamente desaprovechado por falta de una figura política que pueda enarbolar la bandera del sentido común que ella tan trabajosamente ha izado durante todo este tiempo.

Las elecciones del midterm, las del próximo mes de noviembre, son cruciales. Y lo son porque no se trata sólo de saber si el electorado estadounidense continúa bajo los efectos estupefacientes del humo que les lleva vendiendo desde mucho antes de 2008 el actual presidente y su cuadrilla de narcotraficantes de falsas ilusiones, sino porque de sus resultados dependerá mucho el camino que tome Estados Unidos en los próximos cien años. Si todo va como esperamos algunos de nosotros y los estadounidenses se levantan y alzan la voz y rechazan a los políticos tramposos, tanto los de la izquierda como los de la derecha, que les han conducido a la situación actual y les recuerdan que ellos son el pueblo soberano y no unos meros súbditos de una casta dominante, Estados Unidos recuperará los ideales de libertad que están en el fondo mismo de su existencia como nación. Si, por desgracia, no lo hacen dejarán de ser la nación más libre de la Tierra para pasar a convertirse en una tiranía en la que una pequeña aristocracia regirá los destinos de sus ciudadanos hasta en los más mínimos actos de su vida, teniendo incluso poder de vida y muerte sobre ellos (¿o qué otra cosa se creen que es Obamacare?).

Nos guste o no, como dice el presidente Obama a quien parece no gustarle en absoluto, Estados Unidos es el líder del mundo libre y lo que allí pase repercute inevitablemente en el resto del mundo. Si Estados Unidos cae en la tiranía, si el estado arrebata la libertad individual a sus ciudadanos, si el gobierno federal se arroga el derecho a tomar las decisiones por ellos a partir de ahora, el resto del mundo acabará igual. De hecho, aquí en España, por ejemplo, eso ya hace mucho tiempo que sucede. Ya saben ustedes que para mí España no es una democracia realmente sino una mera democracia “de papeleta” en la que las elecciones periódicas a las que fingen someterse nuestros políticos son lo único que queda del viejo ritual democrático y aún así están más trucadas que una película de chinos pues buen cuidado han tenido ellos de que nunca pueda presentarse un candidato que esté dispuesto a poner del revés el sistema. Y es que nuestra partitocracia seguro que es la envidia de un repugnante dictador asesino como lo es el venezolano Chávez, quien al final resulta que no es más que un chapucero porque si quiere tomar ejemplo de un trabajo fino a la hora de esclavizar a un pueblo, que venga a España y vea a los españoles, tan felices de ser unas ovejas que balan de satisfacción por ello.

En Estados Unidos, Sarah Palin es ésa que puede poner del revés el sistema. Por eso y no por otra cosa la odian. Y su triunfo en Estados Unidos sería el triunfo de la libertad en todo el mundo. Y por eso y no por otra cosa tratarán de impedirlo por todos los medios. Afortunadamente, la fe de Sarah la pone a resguardo de los dos peores pecados que puede cometer un político: el desánimo y la ira. Y además le evita de caer en la tentación de buscar el camino fácil, vulgo llegar a un acuerdo con los del establishment (tanto da si es el republicano como el demócrata, que los dos son iguales). Sólo por eso, ya merecería llegar a la presidencia, pero es que además de su fe, está también su alegría de vivir, que le permite apreciar la belleza de la creación de Dios donde quiera que mire, no cayendo tampoco en la tentación de querer crear un mundo a su gusto como es costumbre entre los izquierdistas quienes en su afán de traer el paraíso a la Tierra sólo consiguen abrir las puertas del infierno, y su aguda inteligencia que le hace afanarse en buscar soluciones sensatas a problemas sensatos y no pretender curar los males del planeta, retirar las aguas y hacer florecer los desiertos.

Sí, un libro sobre Sarah Palin es necesario. Y lo es ahora. 2011 es un año clave en la vida de Sarah Palin. Y lo será también en la nuestra. Será entonces cuando tendrá ella que decidirse finalmente si da ese paso al frente que tantos y tantos esperamos ansiosamente. ¿Que su decisión dependerá mucho de los resultados de las elecciones de noviembre? Sin duda. ¿Que aún así aún tendrá que considerar otras muchas cuestiones como si cuenta con suficiente financiación para lo que va a ser la campaña electoral más dura de la historia de Estados Unidos, si dispone de un equipo lo bastante sólido y aguerrido para afrontar cualquier cosa y seguro que todas muy desagradables que se les puedan ocurrir a los del otro bando y si el pueblo estadounidense realmente desea que dé ese paso? Sin duda también.

No hay muchos bloguistas palinistas fuera de Estados Unidos, la verdad sea dicha. De hecho, que escriban en español sólo conozco a uno: yo. Mi modesta contribución a la causa de Sarah Palin, que coincide con la causa de la libertad, es pues este blog que están ustedes leyendo. Un blog completamente casero y en algunos aspectos un poco chapucero incluso. En eso la culpa es mía por falta de más tiempo y más conocimientos para volcarlos en él. Pero aún así, me siento orgulloso de gozar de su atención, habiéndose mostrado siempre de lo más entusiastas con mi pequeña aventura, contagiándome ese entusiasmo a mí también, sobre todo en aquellos (afortunadamente pocos) momentos en que mi voluntad de seguir zozobraba. Así pues, vamos ahora a embarcarnos todos juntos en una gran aventura: no ya un blog, sino todo un libro. Con el objetivo de llegar a todo el mundo de habla hispana, dondequiera que haya un lector que comprenda nuestra hermosa lengua española, sin olvidarme de mis propios compatriotas, los españoles porque este libro es también y muy especialmente para ellos. Ciertamente no lo voy a escribir con la intención de hacer dinero. Y es que no lo haría aunque lo pretendiera. Ya sé que no va a ser ningún best-seller. Imagino que llegará a venderse, pero no en grandes cantidades, sobre todo si no logro que una editorial se interese por él y acabo decidiendo venderlo directamente a través del blog. Sin embargo, nada de eso le va a quitar ni un ápice de placer a la aventura en la que me he embarcado y de la que les iré dando cumplida cuenta regularmente para que puedan disfrutar de ella tanto como yo e incluso aconsejarme o animarme cuando me sienta atascado en algún punto especialmente difícil. De momento, creo que ya he concluido la etapa de documentación. Tengo la suficiente información (fiable por supuesto) como para empezar a escribir. Y a ello voy a ponerme lo antes posible. ¡Siento un miedo de empezar! Hasta que no tenga las primeras diez líneas escritas y las lea y las relea y vea que son buenas no creo que se me pase ese miedo. Pero también siento muchos deseos de empezar de una vez, qué quieren que les diga. Todo sea por Sarah Palin. Ella se merece toda nuestra ayuda. Y nosotros nos merecemos ser libres de una vez. Pues pongámonos manos a la obra: hay mucho que hacer todavía si queremos que nuestros hijos puedan vivir en una sociedad donde nadie les diga que se sienten y se callen.

A la carga pues.

P.D. Por cierto, he hecho algunos retoques en el índice que les ofrecí el otro día, el 23 de junio. Fundamentalmente, he reducido el número de capítulos porque algunos de ellos no tenían enjundia suficiente como para merecer uno. Finalmente, el plan de la obra queda como sigue:

AMERICA IS READY!
Sarah Palin y la revolución del sentido común en Estados Unidos

Introducción: 1776. Ya hubo una vez en que Estados Unidos tuvo que luchar por su libertad.

El sistema político en Estados Unidos

Los fundamentos del sistema: la Constitución y el Tribunal Supremo.
Un sistema bipartidista: el Partido Republicano y el Partido Demócrata.
Eligiendo a sus representantes: las primarias y el Electoral Day.
Ejerciendo el poder: pueblos y ciudades, condados y estados.
La cumbre del sistema: el presidente de Estados Unidos y el gobierno federal.

Sarah Palin, hija de pioneros

Creciendo en Alaska: la joven Sarah Heath.
Sarah Palin, alcaldesa de Wasilla.
Sarah Palin, los tiempos difíciles.
Sarah Palin, gobernadora de Alaska.

El salto a la política nacional

Las elecciones de 2008: el ticket McCain-Palin.
La desastrosa campaña electoral republicana.
Los resultados: ¿hubo “efecto Palin”?
La vuelta a Alaska de Sarah Palin.

El surgimiento de una nueva fuerza

Barack Obama: promesas y espectáculo.
Los primeros meses de la administración Obama.
La gran controversia de la reforma sanitaria.
La eclosión de los descontentos: el movimiento Tea Party.

El surgimiento de una nueva líder

La dimisión como gobernadora de Sarah Palin.
Del silencio a Facebook.
La primera prueba de fuerza: NY23.
La vuelta de Sarah Palin: Going Rogue y el Going Rogue Tour.

El surgimiento de una nueva alternativa

La primera señal: el triunfo de Scott Brown en Massachusetts.
Sarah Palin en la convención del movimiento Tea Party.
El silencioso trabajo del Sarah PAC.
La lucha por el alma del Partido Republicano: conservadores contra RINO.

El largo proceso de primarias

La importancia de las elecciones de 2010.
Nuevos líderes para una nueva revolución: los respaldos de Sarah Palin
Tres momentos cumbre: Bachmann, Fiorina y Haley.
El momento de la verdad: todo a punto para noviembre.
 
Las elecciones del midterm (borrador)

La campaña electoral.
Los resultados.
¿Hubo “efecto Palin” de nuevo?

Conclusión: ¿Palin 2012?

Tan sólo decirles que con respecto a los dos últimos apartados: «El largo proceso de primarias» y «Las elecciones del midterm», no hay nada cerrado todavía. Esos dos apartados dependen aún de acontecimientos por suceder y mi intención es escribirlos entre finales de octubre y principios de noviembre por lo que es posible que sufran alguna que otra modificación. Por ejemplo, hasta ahora las figuras más relevantes a las que ha apoyado Sarah Palin y que han provocado mayor interés por parte de los medios de comunicación (dejando aparte a John McCain que, por razones obvias, no entra dentro de la intención de este capítulo aunque se hablará debidamente de él) han sido Michelle Bachmann en Minnesota, Carly Fiorina en California y Nikki Haley en South Carolina. Las tres merecen una atención especial. Pero bien podría darse alguna otra más en estos meses que quedan y si así fuera, muy posiblemente el título del capítulo cambiaría de “Tres momentos cumbre” a “Cuatro momentos cumbre” o “Cinco momentos cumbre” o los que fueran. Y lo mismo digo del último capítulo sobre las elecciones del midterm que ni siquiera tengo decidido el esquema todavía a la espera de lo que pueda suceder entonces.


Más palabras de Palin

08/07/2010

 

Hace calor, ¿eh? La verdad es que yo estoy sudando la gota gorda. Y encima con la subida del IVA, la horchata está por las nubes y yo sin horchata a mano no soy capaz de escribir media docena de líneas que valgan la pena. Je, je, je, estaba pensando que diciéndoles esto igual alguno de ustedes deduce que soy valenciano. Tal vez lo sea, ciertamente. Es una posibilidad. El caso es que tengo lectores muy listos y me siento muy orgulloso de ello porque ¿cómo me iba a imaginar yo que sería capaz de merecer su atención?  Sobre el libro que les tengo prometido, America is ready!, puedo avanzarles que la entrada del próximo domingo irá dedicada en exclusiva a contarles todos los pormenores de los preparativos que ya tengo hechos. Creo haber terminado con la parte de la documentación previa y estoy a punto de empezar con la de redacción. Es la única ventaja que tienen estas noches sofocantes, que se está muy a gusto con el fresquito de la noche  buscando información sobre Sarah Palin en internet. Por cierto, que no puedo esconderles que conforme he ido adentrándome en la materia, he empezado a darme cuenta de la que se me viene encima. Escribir un libro no es nuevo para mí; ya he escrito uno (un tremebundo novelón) que, por descontado, no logró interesar ni a una de la docena de editoriales a las que le envié una copia de mi manuscrito. Lo que sí es nuevo para mí es escribir una obra de no ficción. ¿Pues qué quieren que les diga? Lo confieso. Tengo miedo de no responder, de que se trate de un empeño superior a mis fuerzas y de acabar escribiendo una sarta de obviedades o incluso de meras tonterías. En mis momentos más audaces, pienso que eso no son más que nervios y que se me pasaran tan pronto como empiece a escribir y vea que me van saliendo las palabras como siempre, pero en otros momentos, sobre todo cuando me pongo a desarrollar en mi mente los diferentes capítulos, me entra una especie de vértigo y me siento abrumado. Como ya les digo, imagino que es sólo exceso de responsabilidad y que lograré superarlo a poco que me ponga manos a la obra (o al teclado), pero ahora mismo… ¡brrr! ¡Qué susto tengo encima!

Sarah Palin, la bandera de las barras y las estrellas y un gesto suyo en el que se lee la firme voluntad de ésta de que todo lo que esa hermosa bandera significa y ha significado en la historia de la Humanidad no se pierda para las generaciones venideras: eso es lo que sentimos en nuestros corazones cada vez que vemos a esta mujer. Y es por eso también por lo que nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia, la abandonaremos y permaneceremos siempre a su lado. Porque ella es la única esperanza de un futuro de paz y libertad para nuestros hijos y es nuestra obligación asegurarles ese futuro, cueste lo que cueste.

El fin de semana pasado les ofrecí el discurso de Sarah Palin en la California State University, la Stanislaus. Fue un excelente discurso, pero hubo poco de política en él, es cierto. Hubo mucho de educación, del futuro de los jóvenes y del legítimo orgullo que deberían sentir por ser estadounidenses y que algunos insensatos se han empeñado en extirpar de sus corazones. Sin embargo, hay comentaristas que insisten en que Sarah Palin no tiene un programa político adecuadamente detallado y ofrecido para el conocimiento de todos. Y yo me pregunto, ¿por qué debería tenerlo? O al menos, ¿por qué debería ofrecerlo ahora mismo? Ella no es candidata a nada, las elecciones de noviembre no le afectan de ninguna manera, no está siendo valorada por el electorado en competencia con otro candidato… En consecuencia, ¿por qué tiene que mostrar sus cartas? No es el momento para ello. Ya lo hará cuando le corresponda hacerlo, cuando sea candidata a algo (¡sí, sí, sí, Palin 2012!) y entonces sí que tenga que descubrir su programa político. Pero es que aún así, yo creo que con sus palabras y sus actos, Palin ya nos ha ofrecido suficientes datos como para que podamos escribir nosotros mismos cuál va a ser ese programa político. ¿O es que acaso alguien tiene alguna duda a estas alturas acerca de cuáles son sus posturas con respecto a la economía, la sanidad, la política de seguridad en Estados Unidos, la política exterior y la política de inmigración, por ejemplo? Pues yo no. Por sus actos los conoceréis, dice el Evangelio. Pues repasen Going Rogue (mis resúmenes les pueden servir también) y comprueben cuál fue su actuación en Alaska durante sus dos años como gobernadora del estado. En sólo esos dos años, Palin hizo más cosas que muchos otros gobernadores en dos mandatos. Y las hizo bien, muy bien. Y ahí les duele a los demócratas que, recordemos, cuando McCain anunció que iba a ser ella su compañera de ticket, la apoyaban fervorosamente en Alaska, gobernando con ella y la pequeña fracción del Partido Republicano que no estaba todavía en la cárcel por corrupta, algo que esos tipos se empeñan en ocultar.

De todas formas, cuando ya estamos a punto todos de tomarnos nuestras merecidas vacaciones, es la propia Palin quien ha querido hacer una especie de recopilatorio de cuáles son sus ideas sobre la política de defensa y de seguridad y, aprovechando su reciente intervención en la Freedom Fest celebrada en Norfolk (Virginia), poner los puntos sobre las íes sobre estas cuestiones (y de paso ponerle las orejas de burro al presidente). Lo que les ofrezco no es el discurso completo (¡lástima!), pero sí una especie de mezcolanza que la propia Palin publicó en su página de Facebook, para ilustración de todos sus seguidores y susto de sus adversarios que, y bien que lo saben desde siempre, se dan cuenta cada vez más de que la supuestamente tonta del bote de Alaska es más lista que los ratones colorados y que como la dejen tener un solo debate televisado con el presidente, el adicto al teleprompter ese está perdido. ¡Oh, qué ganas de verlo! ¿Falta mucho todavía para 2012?

Me temo que sí que falta, así que de nuevo me callo, que ya toca, y les dejo con mi (como siempre) lamentable traducción de la nota de Sarah Palin. Disfrútenla y piensen lo que sería tenerla a ella como comandante en jefe y líder del mundo libre en lugar de tener al organizador comunitario en jefe que tenemos ahora. Mejor no sigo porque me sulfuro. Disfruten pues de la mejor Sarah Palin.

LA PAZ MEDIANTE LA FUERZA Y EL ORGULLO DE AMÉRICA CONTRA LA POLÍTICA “ENEMIGO-CÉNTRICA”.

A principios de esta semana, hablé en el Festival de la Libertad en Norfolk, Virginia; y, evidentemente, se pidió a los medios de comunicación que se fueran -no por mí, eso es seguro. Yo quiero dar a conocer mi mensaje así que, a pesar de los periodistas que se inventan una historia acerca de «la gente de Palin nos sacaron a patadas» (¡eh!, mi comitiva de “gente de Palin” estaba integrada por una persona -mi hija de 15 años de edad, Willow- y no tengo duda de que podría enfrentarse a cualquier periodista, pero sé con certeza que ella no «sacó a patadas” a nadie del evento). De todos modos, aquí están algunas de las cuestiones clave sobre las que hablé.

Nota del traductor: Sarah Palin hace referencia burlona a la denuncia de un bloguista izquierdista que alegaba haber sido agredido, pateado concretamente, por “gente del entorno de Sarah Palin”. Evidentemente, eso no es más que una mentira porque, como bien dice la propia Palin, allí no había nadie más con ella que su hija Willow y aunque ésta tiene ya 15 años y es una digna alasqueña que sabe cazar, pescar, descuartizar un caribú y, sin duda, dar una patada en el culo a cualquier chico que pretenda tomarse demasiadas libertades con ella, es también una chica demasiado bien educada como para hacer eso. Vamos, que el bloguista ese es un vulgar mentiroso y se le van a caer los dientes, como me decía mi madre cuando era pequeño.

Gastos de defensa

Se necesita una gran cantidad de recursos para mantener la mejor fuerza de combate en el mundo -especialmente en un momento en que nos enfrentamos a la incertidumbre financiera y a una montaña de deuda que amenaza el futuro de todos.

Tenemos un gobierno federal que está gastando billones y que ha nacionalizado sectores enteros de nuestra economía: la industria automovilística, la industria de seguros, la atención de salud, los préstamos estudiantiles, la lista es interminable -todo ello a un coste enorme para el contribuyente. El coste de Obamacare por sí solo es probable que exceda los 2,5 billones de dólares.

Como resultado de todas estas leyes billonarias de gasto, Estados Unidos va a toda prisa hacia la quiebra. En 2020 podemos llegar a niveles de deuda de 20 billones de dólares -¡el doble de la deuda que tenemos hoy! Me recuerda a esa broma que leí el otro día: «¡Por favor, no le digas a Obama lo que viene después de un billón!

Algo tiene que hacerse con urgencia para detener la descontrolada máquina de gasto de Obama-Reid-Pelosi y ninguna agencia del gobierno debería ser inmune al control presupuestario. Debemos asegurarnos, sin embargo, que no hacemos nada para socavar la eficacia de nuestras fuerzas armadas. Si perdemos guerras, si perdemos la capacidad de disuadir a los adversarios, si perdemos la capacidad de proporcionar seguridad a nosotros y a nuestros aliados, ¡nos arriesgamos a perder todo lo que hace grande al país! Ese es un precio que no podemos permitirnos el lujo de pagar.

Esto puede ser obvio para usted y para mí, pero no estoy seguro de que lo sea para la administración Obama. No hay una sola tonta causa progresista por la que no hayan estado dispuestos a tirar miles de millones. Pero cuando se trata de gastos de defensa, de repente empiezan a predicar un mensaje de «austeridad fiscal». Nuestro secretario de Defensa declaró recientemente que el “chorro» de los gastos de defensa había terminado y que era hora de que el Departamento de Defensa se apretara el cinturón. Hay un chorro de gasto, de acuerdo, pero no es en defensa. ¿Sabía usted que EE.UU. en realidad sólo ocupa el puesto 25 en todo el mundo en gastos de defensa como porcentaje del PIB? Gastamos tres veces más en prestaciones y el servicio de la deuda que en defensa.

Ahora no me malinterpreten: no hay nada malo con la predicación del conservadurismo fiscal. ¡Quiero que el gobierno federal equilibre su presupuesto ahora mismo! Y no a la manera de Washington – que es aumentando sus impuestos para pagar sus irresponsables hábitos de gasto. Quiero que se haga a la manera americana: recortando el gasto, reduciendo el tamaño del gobierno y dejando que la gente retenga más de su dinero duramente ganado.

Pero la administración Obama no practica lo que predica. Es un gobierno que no produce un presupuesto por miedo a que nos percatemos lo imprudentes que han sido como gestores fiscales. Al mismo tiempo, amenaza con vetar un proyecto de ley de defensa ¡a causa de un motor a reacción extra!

Esta administración puede estar dispuesta a recortar el gasto de defensa, pero lo está incrementando en todas las otras partes. Creo que deberíamos hacerlo al revés: reducir el gasto en otros departamentos – aparte de la defensa. No debemos reducir la calidad de nuestra seguridad nacional.

La armada de Estados Unidos

El secretario Gates habló recientemente sobre el futuro de la Armada de EE.UU. Dijo que hay que «preguntarse si el país realmente puede permitirse una marina de guerra que se basa en destructores por valor de 3 a 6 mil millones de dólares, submarinos de 7 mil millones de dólares y portaaviones de 11 mil millones de dólares». Llegó a preguntar: «¿Necesitamos realmente… más grupos de combate por otros 30 años cuando ningún otro país tiene más de uno?».

Bueno, mi respuesta es bastante simple: sí, podemos y sí, lo hacemos porque debemos hacerlo. Nuestra Armada tiene responsabilidades mundiales. Patrulla las vías marítimas y salvaguarda las libertades de nuestros aliados – y de nosotros mismos. La Armada ahora mismo sólo tiene 286 buques y ese número podría reducir. Eso limitará nuestras opciones, amplia los turnos de servicio para el personal de la Armada, reduce nuestra capacidad de asegurar a nuestros aliados y disuadir a nuestros adversarios. La administración Obama parece extrañamente despreocupada ante esta perspectiva.

La herencia en política exterior de Obama

Cuando George W. Bush llegó al poder, heredó un ejército que había sido recortado profundamente, una Al Qaeda que no había sido desafiada y una aproximación al terrorismo que se centraba en casos judiciales en lugar de destruir a los que trataban de destruirnos. Hemos visto el resultado de todo ello en el 11-S.

Cuando el Presidente Obama asumió el poder, heredó un ejército que estaba ganando en Irak. Heredó fieles aliados y alianzas fuertes. Y gracias a los cojos medios de comunicación que le adulaban, tenía la ventaja de una popularidad mundial sin precedentes. ¡Qué ventaja! Así que los esquemas de su política exterior deberían haber estado claros. Comprometerse en la Guerra contra el Terror. Comprometerse a ganar -no a terminar, sino a ganar la guerra en Afganistán. Comprometerse a luchar contra el extremismo islámico violento dondequiera que éste encuentre refugio. Trabajar con nuestros aliados. Ser firme con nuestros adversarios. Promover la libertad, algo no menos importante porque mejora nuestra seguridad. Lamentablemente, estos principios básicos parecen haber sido descartados por Washington.

La guerra contra el terror

Su gobierno ha prohibido la frase «guerra contra el terror», prefiriendo en su lugar tonterías políticamente correctas como «operaciones de contingencia en ultramar.» Su secretario de Seguridad Interior llama a los actos de terrorismo «desastres causados por el hombre». Su temerario plan para cerrar Guantánamo (ya que no hay lugar al que ir después de que éste sea cerrado) se enfrenta ahora a una oposición bipartidista.

La Fiscalía General acaba de anunciar que la decisión sobre dónde juzgar a los terroristas como el cerebro del 11-S Khalid Sheikh Mohammed no sería anunciada hasta después de las elecciones del midterm. ¿Hay algo que tenga miedo de decirnos?

La nueva Estrategia de Seguridad Nacional del presidente ni siquiera utiliza la palabra «islámico» para referirse a la violencia extremista. ¿Cree que la ideología de aquellos que tratan de matar a los estadounidenses es irrelevante? ¿Cómo podemos tratar de derrotar a un enemigo si no reconocemos lo que los motiva y cuáles son sus objetivos finales? El presidente Obama puede pensar que está siendo políticamente correcto eliminando el término, pero va en contra de la realidad. Como señaló el senador Joe Lieberman, negarse a utilizar la palabra “islámico” para describir la naturaleza de la amenaza que enfrentamos es «orwelliano y contraproducente».

Afganistán

En Afganistán, es cierto que el presidente Obama aprobó el despliegue de fuerzas adicionales para el conflicto  -la mayoría, pero no todas las tropas solicitadas por los comandantes sobre el terreno. Pero tuvieron que pasar meses de indecisión para llegar a ese punto y vino a un precio muy alto -un julio de 2011 como fecha para comenzar la retirada.

¡Esta fecha fue arbitraria! No tiene ninguna relación con las condiciones sobre el terreno. Se envían todos los mensajes erróneos a nuestros amigos y a nuestros enemigos. Sabemos que nuestros comandantes en el terreno no se sienten cómodos con ella.

Como el gran héroe de guerra de la Armada, el senador John McCain, ha dicho recientemente: «La decisión de comenzar a retirar nuestras fuerzas de Afganistán arbitrariamente en julio de 2011 parece tener exactamente el efecto que muchos de nosotros predijimos que tendría: el de convencer a los actores clave dentro y fuera de Afganistán de que Estados Unidos está más interesado en irse que en triunfar en este conflicto».

¿Cree el presidente realmente que los talibanes y Al Qaeda no se sienten reforzados por su señalamiento de una fecha de inicio de la retirada? Ellos ahora creen que pueden ganarle simplemente sobreviviéndonos. ¿Qué tipo de efecto se cree que esto tendrá en la moral de nuestras tropas -y de nuestros aliados?

Enajenándose a nuestros aliados

No es la única área donde el gobierno de Obama ha fallado a nuestros aliados. Agravó una cuestión de límites de menor importancia en Jerusalén hasta convertirla en una importante controversia con nuestro aliado más importante en Oriente Medio, Israel. Trató pobremente al primer ministro israelí en Washington. Cuando una flotilla patrocinada por los turcos amenazó con violar un bloqueo legal israelí de la Gaza dirigida por Hamas, la administración Obama se quedó callada. Cuando comandos israelíes fueron asaltados mientras trataban de evitar que transportes sin control fueran entregadas a los terroristas de Hamas, la administración Obama envió señales de que podría permitir una investigación de la ONU sobre la materia -una investigación que estaría seguro de condenar a nuestro aliado Israel y quejarse por la difícil situación de Hamas. Los leales aliados de la OTAN en Europa central fueron socavados por la cancelación de un programa de defensa antimisiles, prácticamente sin previo aviso. Al mismo tiempo, da un trato preferencial a Rusia y China mientras permanece en silencio sobre sus violaciones de los derechos humanos.

Mimando a los adversarios

Mientras tanto, la administración Obama se acerca a algunos de los peores regímenes del mundo. Se dan la mano con los dictadores como Hugo Chávez, envian cartas a los mulás iraníes y enviados a Corea del Norte, reducen las sanciones a Cuba y hablan de hacer lo mismo con Birmania. Y eso cuando no están en una de sus giras de petición de disculpas por todo el mundo.

¿Obtenemos algo a cambio de todas estas reverencias y peticiones de perdón? No, no lo obtenemos. Sí, Rusia votó a favor de una floja resolución de sanciones contra Irán, pero de inmediato dijo que podría vender misiles antiaéreos avanzados a Irán de todos modos y que no pondrían fin a su cooperación nuclear. En respuesta al no provocado hundimiento de un buque de la Armada de Corea del Sur por Corea del Norte, China nos advirtió de que no participáramos en maniobras militares con nuestro aliado.

Y mientras el presidente Obama deja que Estados Unidos sea zarandeado a gusto de Rusia y China, nuestros aliados se preguntan sobre el valor de una alianza con EE.UU. Tienen que estar preguntándose si vale la pena.

Una política exterior «enemigo-céntrica»

Un prominente funcionario checo ha llegado a llamar a la política exterior de Obama «enemigo-céntrica». Y esta aproximación «enemigo-céntrica» tiene consecuencias reales. No sólo desconcierta a nuestros aliados, les preocupa. Cuando se combina con menos gastos de defensa, indica al mundo que tal vez ya no puedan contar con nosotros y que tenemos otras prioridades que ser el líder del mundo que mantiene la paz y proporciona seguridad en Europa, en Asia y en todo el mundo.

Junto con esta política exterior enemigo-céntrica, se observa una disminución de la larga tradición bipartidista de hablar de derechos humanos y de democracia. La secretaria de Estado dijo que no sacaría el tema de los derechos humanos con China porque «ya sabe lo que van a decir». Los programas de promoción de la democracia han sido cortados. Apoyar a los valientes iraníes que protestan contra su gobierno no prosperará porque el presidente Obama prefiere intentar llegar a un acuerdo con sus opresores.

Cuando los dictadores del mundo ven a Estados Unidos despreocupado por los derechos humanos y la libertad política, exhalan un suspiro de alivio porque saben que tienen las manos libres para reprimir a su propio pueblo.

Esto va en contra de los mismos ideales en que se fundó nuestra república. Hay una larga tradición bipartidista de hablar en favor de la libertad –desde Franklin Delano Roosevelt hasta Ronald Reagan. Estados Unidos pierde algo muy importante cuando su presidente relega los derechos humanos y la libertad a un segundo plano de sus prioridades internacionales.

Una visión diferente de Estados Unidos

Tenemos un presidente, quizás por primera vez desde la fundación de nuestra república, que no parece creer que Estados Unidos sea la mayor fuerza para el bien sobre la tierra que el mundo ha conocido jamás.

Cuando se le preguntó si creía en el excepcionalismo estadounidense, el presidente Obama respondió: «Creo en el excepcionalismo estadounidense como sospecho que los británicos creen en la excepcionalidad británica y los griegos creen en la excepcionalidad griega». Asombroso, asombroso.

Creo que esta declaración dice mucho de su visión del mundo. ¿No ve nada único en la experiencia estadounidense? ¿En serio? ¿Nuestra fundación y nuestros padres y madres fundadores? ¿En serio? ¿Y nuestra historia en los últimos dos siglos y medio?

¿En serio? ¿Él no ve nada único en unos Estados Unidos que lucharon y ganaron dos guerras mundiales y en cuya victoria no buscaban ni una pulgada de territorio ni un dólar de saqueo? ¿Él no ve nada único en unos Estados Unidos que, aunque agotado por los conflictos, aún sentó las bases para la seguridad en Europa y Asia después de la Segunda Guerra Mundial? ¿Él no ve nada único en unos Estados Unidos que prevaleció contra la ideología del mal durante la Guerra Fría? ¿Él sólo ve un país que tiene que disculparse por todo el mundo, especialmente ante los dictadores?

El presidente Obama en realidad parece renuente a aceptar incluso el poder norteamericano. A principios de este año cuando se le preguntó sobre su vacilante proceso de paz en Oriente Medio, dijo que «nos guste o no, seguimos siendo una superpotencia militar dominante». ¿Nos guste o no?! ¿En serio? Señor presidente, esto puede una novedad para usted, pero a la mayoría de estadounidenses realmente les gusta. Y también les gusta a nuestros aliados. Ellos saben que fue nuestro poderío militar lo que liberó a incontables millones de la tiranía, la esclavitud y la opresión en los últimos 234 años. Sí, nos gusta. Como una superpotencia dominante, Estados Unidos ha ganado las guerras calientes y frías, nuestras fuerzas armadas han promovido la causa de la libertad y mantuvo en jaque a los poderes autoritarios.

Es en el mejor interés de Estados Unidos y del mundo que nuestro país siga siendo la superpotencia militar dominante, pero bajo el liderazgo del presidente Obama ese dominio puede estar escapándose. Es el resultado de una agenda que huele a complacencia y derrotismo.

(Continué hablando a partir de entonces acerca de nuestra necesidad de poner fin a las actitudes negativas y derrotistas de aquellos que están en la cima. Hablé más sobre el excepcionalismo estadounidense y Willow y yo terminamos una gran noche con algunos grandes patriotas. Sentimos que los medios optaran por reportar de otras cosas que no fueron de hecho lo que realmente sucedió en el evento).

Sarah Palin

Pues hasta aquí este magnífico avance de lo que será una presidencia Palin. Y recuerden que sigo en mis trece de que el vicepresidente debería ser el actual gobernador de Texas, Rick Perry. Sí, ya sé que hay opiniones y que algunas de las más populares prefieren a Liz Cheney, Marco Rubio, Michelle Bachmann, etc. Cualquiera de ellas me gustan, pero si hay alguna que no soporto y que nunca lograré tragar es ésa que pretende que sea Mitt Romney su compañero de ticket en aras de una supuesta unidad del partido de cara a las elecciones de 2012. En primer lugar, a Romney no quiero ni verlo porque no lo soporto; en segundo lugar, Romney y sus padrinos, los RINO del Partido Republicano, lo que deberían hacer es pedir la baja del partido y largarse a donde realmente pertenecen, al Partido Demócrata; en tercer lugar, meter a Romney en el ticket es lo mismo que irse a la cama con un escorpión enfurecido entre las sábanas; en cuarto lugar, Sarah de tonta no tiene un pelo y estoy seguro de que se ríe a mandíbula batiente cada vez que lee algo en ese sentido. Y punto final que ya he hablado demasiado acerca del chulo ese. Vamos, hombre, faltaría más.

Y el domingo, les hablaré de mi libro (que en realidad es nuestro libro), como decía aquél.


El discurso de Sarah Palin en Stanislaus University – La izquierda, loca de atar (y II)

05/07/2010

 

¡Lo prometido es deuda! (si yo tuviera escudo de armas y lema familiar, sería éste, ciertamente). Me callo por fin y paso a ofrecerles mi lamentable traducción del discurso de Sarah Palin en la California State University, Stanislaus. Aquí tienen el video también. Disfrútenlo. El discurso dura cuarenta minutos y Sarah Palin lo dio sólo con unas pocas notas delante de ella. “¿Y el teleprompter? ¿Dónde estaba el teleprompter?”, clama desesperado el enano izquierdista que tengo infiltrado en el blog. “¡Nadie puede hablar durante cuarenta minutos sin teleprompter! ¡El presidente no lo hace y estudió en Harvard!”, insiste frenéticamente. Sí, es cierto, el presidente no lo hace pese a que estudió en Harvard, pero Sarah Palin, sí y tal vez precisamente porque no estudió en Harvard. Ventajas de las universidades pequeñas: sus estudiantes tienen que ganarse el título y demostrar su excelencia realmente y no simplemente pretender que todos den por supuesto lo excelentes que son. Sí, sí, ya me callo… Perdón.

Haga clic aquí para ver la intervención de Sarah Palin en Stanislaus University

DISCURSO DE SARAH PALIN EN STANISLAUS UNIVERSITY

Muchísimas gracias. Gracias. Bueno, muchas gracias. Oh, valoro mucho esta cálida presentación y así se lo digo. Usted es un hombre audaz. Usted es un hombre audaz [refiriéndose a Hamid Shirvani, el presidente de la Stanislaus].

Me siento muy honrada de estar aquí y antes de empezar déjenme que revisemos rápidamente una cuestión de logística en primer lugar. Tengo mi agua. ¿Tengo mis pajitas? Quiero mis pajitas. Y las quiero dobladas, por favor. Gracias. Al menos eso es lo que he leído en algunos de los cojos medios de comunicación, que yo estaba exigiendo pajitas o alguna otra cosa ridícula.

Así que estoy muy contenta de quitarnos de en medio algunas de esas demandas contractuales y haber llegado a un acuerdo. Aunque creo que para mi oficina de oradores, el Washington Speakers Bureau, creo que éste fue uno de los contratos más difíciles que nunca hayan llegado a cerrar. Encontraron que era un caso difícil de resolver porque les parecía estar negociando con todo el estado de California.

Y,  ya saben, el resto de nosotros buscando y buscando a santo de qué venían algunas de esas travesuras, que es lo que parecían. ¡Ah,  Jerry Brown [fiscal general del Estado de California que se mostró muy crítico con la presencia de Sarah Palin] y sus amigos! Vamos, esto es California, ¿no tienen nada mejor que hacer? Santo Cielo. Prioridades.

Y aunque, ya saben, esperaba unas pocas protestas, manifestantes, pensé en, ya saben, ponerme un poco en plan de Ann Coulter. Y pensé; “Hey, sería genial”. Me encanta Ann Coulter. Y, ya saben,  bien por ella que va a campus universitarios y habla sobre Estados Unidos y los valores estadounidenses y principios y lo que significa ser un estadounidense. Y yo esperaba un poco de eso, pero no ha habido nada más que belleza absoluta aquí en esta parte de California y yo a disfrutar de tanta hospitalidad. Y, de nuevo, aprecio mucho su audacia. Gracias por la invitación.

A pesar de alguno alborotos previos a la cena, estoy, tal y como les digo, muy contenta de estar aquí y haber vuelto a la hermosa California, especialmente a Turlock. Es precioso. Y refiriéndome a muchos de ustedes que son dueños de negocios agrícolas familiares en esta parte del país, siento un gran respeto por ustedes.

De hecho, si en algo nos parecemos ustedes y yo, Todd y yo, es en que nosotros tenemos un negocio familiar de pesca y eso también es un negocio que se desea transmitir de generación en generación. Y hoy Todd no podía estar conmigo porque ha ido a nuestra zona de pesca esta mañana en la bahía de Bristol y es ahí donde está. Pero después de hablar con muchos de ustedes hoy y oírles hablar sobre su espíritu emprendedor y su ética laboral al tiempo que educan a sus hijos para ayudarles a hacerse cargo de algunas de las empresas agrícolas familiares. Es muy impresionante y he aprendido mucho acerca de su negocio incluso en este día y nunca voy a llamar a una almendra una almendra de nuevo. Voy a llamarla una amendra, como dicen ustedes. ¿Sí? Pero es esa relación entre esa empresa familiar agrícola y nuestro propio negocio de pesca comercial la que realmente ha trabado una conexión maravillosa.

Y es bueno estar aquí en la casa de los Warriors. Yo me crié como una Warrior también. Wasilla Warriors es nuestra mascota, así que siento la conexión. Y yo le hablaba a Willow sobre eso y estoy feliz de que mi hija, Willow, pueda estar hoy aquí conmigo. Y sí, mi entorno está conmigo hoy, el único, Willow, eso es lo que tengo. Por lo tanto, va a ser divertido que este contrato acabe siendo llevado ante los tribunales y se acabe viendo cuáles eran las demandas que se impusieron antes de acordar este evento. Yo creo que van a quedar realmente sorprendidos de que en realidad no haya ninguna. No hay ninguna controversia creo en esto. Y me siento tan feliz de que ustedes se ciñeran al programa, se ciñeran a lo pactado y no cancelaran mi presencia. Se lo agradezco mucho, chicos. De verdad.

Es evidente que hay algo especial aquí, algo diferente, y realmente creo que se pone de manifiesto en un evento como éste. Y yo lo aprecio tanto.

El Estado Dorado. Siempre ha sido agradable estar aquí, siempre me sentiré especial aquí, un lugar especial en mi corazón es California porque éste es territorio Reagan. Y tal vez fuera cosa del destino que el hombre que fue al Eureka College de California se convirtiera en parte intrínseca del Estado Dorado. Y fue aquí donde, por supuesto, Reagan se hizo famoso como actor y luego se distinguió como un buen gobernador y luego lanzó su candidatura a la presidencia. Y entonces, por supuesto, encontró su lugar final de descanso bajo el cálido y azul cielo de California.

Pensé en Reagan cuando me preparaba para esta noche porque, por supuesto, hablando en una universidad de California, como digo, me di cuenta de que probablemente tendría un comité de bienvenida de un puñado de, quizás, enojados manifestantes. No pude dejar de recordar que, como gobernador de California, Reagan también tuvo su parte de enfrentamientos en su estado con los manifestantes universitarios de aquí. Y, recordándolo, ellos le llamaron fascista. Le llamaron idiota. Pero el Gipper [se refiere al pseudónimo de Reagan] les devolvería el cumplido y él no era uno de los que rehuían la confrontación. Leí una cita de él, al hablar de esos manifestantes, donde dijo que «se parecen a Tarzán, caminan como Jane y huelen como Chita». Así, tal vez no han cambiado mucho en los últimos cuarenta años.

A Reagan le gustaba gastar una broma o dos sobre las protestas universitarias esencialmente porque reconocía que estaban protestando sobre diferentes puntos de vista y no porque pretendiera dejar de aplicar la libertad de expresión a aquellos con los que quizá estaría en desacuerdo. Pero nunca dejó de insistir en la importancia de la educación que sus estudiantes en el estado, que los estudiantes estaban recibiendo. Y de eso quiero hablar esta noche.

Y una vez más es un gran honor el estar aquí. Con esta organización, asociada a uno de los sistemas universitarios más prestigiosos de la nación y uno de los más grandes del mundo. Felicitaciones por su éxito y por ayudar a preparar a nuestros próximos líderes, los guerreros que conducirán esta nación. Felicidades por su éxito.

Y con un magnífico campus, magnífico.

Ciertamente he estado pensando mucho acerca de este tema, la enseñanza de la próxima generación.

Quiero hablar acerca de nuestra educación cívica y la forma en que tiene que ver con los ideales de nuestra juventud y los ideales de nuestro país. Y el tema me llegó hace unas semanas cuando estaba pronunciando un discurso en Denver y tuve el privilegio después de la intervención de participar en una sesión de preguntas y respuestas junto a dos locutores de radio muy respetados: Hugh Hewitt y Dennis Prager, los dos individuos muy audaces y por los que tengo un gran respeto. Así que estuve encantada de participar.

Una de las cuestiones planteadas por el moderador fue: «Si usted pudiera nombrar una sola amenaza a nuestra sociedad, una por encima de las demás, ¿cuál sería?». Y Dennis Prager fue el primero en responder a esta pregunta. Ahora, él podría haber escogido cualquier número de importantes amenazas para la vida de nuestro país y nuestra cultura. Podría haber dicho que la mayor amenaza es nuestra explosiva deuda nacional y los déficits rompedores de records porque es ahí donde vamos, poniendo a nuestro país en el camino hacia la insolvencia. Y eso es inmoral, no es ético, está mal, es un robo generacional porque estamos robando la oportunidad a nuestros hijos ya que incurrimos en esta gran deuda y seremos un país insolvente si seguimos por este camino.

Así, él podría haber dicho eso y recordar a la gente que con esta deuda que estamos menos seguros y somos menos libres. O podría haber dicho que la creciente amenaza a nuestra seguridad energética es la amenaza número uno porque Washington, y parece que nuestro presidente, no entiende el vínculo inherente entre la producción de energía doméstica y nuestra propia prosperidad, o la energía y nuestra libertad, la energía y nuestra seguridad. Parece ser que hay un eslabón perdido ahí que en Washington no entienden. O podría haber dicho que es el intento del terrorismo internacional de destruirnos, tanto en casa como en el extranjero, o de destruir a nuestros aliados, a un aliado consistente y fuerte como lo es Israel, una amenaza para ese país. Podría haber mencionado eso.

Pero, en cambio, Prager miró más allá de estas amenazas inmediatas y se centró en algo que nos afectaría a todos para siempre a más largo plazo. Su temor más grande era que no estuviéramos transmitiendo lo que significa ser un estadounidense a esta nueva generación. Y yo estuve de acuerdo con sus preocupaciones, pero le ofrecí un alivio cuando fue mi turno de respuesta. Tuve que preguntarle a continuación, reconociendo que si no lo estamos haciendo lo mejor que podemos, transmitiendo lo que significa ser un estadounidense a la próxima generación, entonces cómo podía ser si no estamos enseñando a la próxima generación lo que significa ser libre y lo importante que es ser libre, cómo podía ser entonces que tengamos a los mejores de Estados Unidos, a nuestros miles y miles de hombres y mujeres jóvenes que han escogido ser patriotas, y mi propio hijo adolescente es uno de ellos , haber elegido, pese a que nunca han probado nada distinto a la libertad, alistarse en nuestro ejército de los Estados Unidos. Pues porque saben inherentemente lo importante que es luchar por la libertad y proteger nuestra Constitución y que Estados Unidos es digno de ser defendido.

Ellos se alistan pues, voluntariamente, en nuestro ejército para defender la libertad. Y eso es alentador. Así que, cómo podía ser, no puede ser posible que estemos perdiendo a esta nueva generación, no cuando ves la prueba de ese reconocimiento de la importancia de América y la vida de ese ideal americano es cuando ves a quiénes están reclutando nuestras fuerzas armadas. Tal vez estos niños, y muchos de ellos son sólo niños, tal vez no sean capaces de articular lo que es, lo que inculca en ellos esa creencia inherente de que necesitan proteger a los beneficios de la libertad, pero lo entienden. Y gracias a Dios que lo entienden. Y están dispuestos a sacrificar sus vidas por nosotros. Y arriesgarlo todo para el sacrificio, para defender y servir a algo más grande que uno mismo, para defender la idea estadounidense de la libertad. Gracias a Dios por estos niños.

Pero incluso teniendo en cuenta el ejemplo de los jóvenes, como nuestros soldados masculinos y nuestros soldados femeninos, Prager tiene razón. Tal vez es que no estamos educando a nuestros jóvenes adecuadamente en el carácter excepcional de Estados Unidos y nuestra libertad. Es preocupante porque esta creencia en el excepcionalismo estadounidense es algo que cada nueva generación tiene que hacer suya si esperamos que nuestra república y nuestras libertades sean seguras y podamos vivirlas. Para que Estados Unidos sobreviva tenemos que pasar esto a la próxima generación. Y para entender eso tenemos que volver al comienzo de nuestra república y al corazón de lo que significa ser un estadounidense.

Y yo deseo realmente que tuviéramos mucho tiempo esta noche para hablar de un montón de ejemplos de las cosas que estamos haciendo bien, pero cosas que podríamos hacer mejor. No tenemos mucho tiempo pero quiero centrarme en ello. Ya saben, la mayoría de países son el resultado de accidentes de la historia, ya sea guerras de conquista o tratados de paz, cosas así. Pero Estados Unidos es diferente. No somos el producto de un accidente histórico, sino de un plan. Somos el único país en la historia que fue fundado sobre un ideal. Y ese ideal es la libertad. «Sostenemos que estas verdades son evidentes por sí mismas: que todos los hombres son creados iguales, que son dotados por su Creador con ciertos derechos inalienables, entre los que se cuentan la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad». Y el genio de nuestros Padres Fundadores es que cogieron eso, cogieron lo que la Declaración de Independencia llama las leyes de la naturaleza y del Dios de la naturaleza y las leyes que, como el apóstol Pablo dijo, están escritas en nuestros corazones, y estos antepasados providenciales nuestros diseñaron una constitución que los consagraba y permitía a la gente a vivir según ellos. Y es un regalo maravilloso el que se nos da en la presente Declaración de Independencia, que en realidad era una declaración de responsabilidad también, y en nuestra Constitución, incluyendo la Declaración de Derechos.

Hay una anécdota sobre Margaret Thatcher, que es un gran admiradora de Estados Unidos, fue una buena amiga de Ronald Reagan, que recuerdo. Ella estaba de acuerdo con esta consagración de la libertad dada por Dios. Se dice que durante una reunión del partido conservador británico sobre el mejor curso de acción a tomar durante una crisis económica en los años 70, estaba discutiendo con uno de esos llamados pragmáticos que argumentaba a favor de una tercera vía entre el capitalismo de libre mercado y el socialismo, y antes incluso de que terminara, Margaret Thatcher buscó en su bolso y sacó una copia de “La constitución de la libertad”, de Hayek, y la tiró sobre la mesa diciendo: «¡Esto es en lo que creemos!». Esta “constitución de la libertad».

Y de esa misma forma, todos los estadounidenses deberían y podrían cada vez que se enfrentan al reto de definir lo que Estados Unidos realmente significa, cada estadounidense debería ser capaz de sacar una copia de nuestra propia constitución de la libertad y decir: «Esto es lo que defendemos. Esto es lo que nos hace diferentes». Es la misma cosa que todos nuestros políticos y nuestros hombres y mujeres en uniforme, es lo que juran conservar y defender. Y es el pegamento que nos mantiene juntos como estadounidenses en nuestra lucha por una unión más perfecta.

Pero algo parece faltar, sobre todo en este último año o dos. Algo falta en este día más ilustrado, que supongo que es como algunas personas desean considerar el día de hoy. Pero aquí está el quid de la cuestión. Es a lo que Dennis Prager estaba tratando de llegar. La Constitución nos ha dado una sorprendente serie de valiosos principios de gobierno e instituciones. Esta constitución nos proporciona controles y balances y un gobierno limitado con los poderes enumerados y un poder judicial independiente y derechos de los estados, que están amparados por la Décima Enmienda.

Pero aunque los principios que están consagrados siguen siendo la mejor protección posible contra la tiranía, no son suficientes por sí mismos para asegurar la supervivencia y el éxito de la libertad o la supervivencia de nuestro país. Ha habido otros países que han intentado a veces vivir por las mismas leyes de la naturaleza que Estados Unidos tiene, que nosotros consagramos en nuestros documentos fundacionales. Países que han intentado copiar nuestra constitución y nuestras instituciones, pero que si lo piensas bien, no todos ellos son libres todavía. Pero están en la naturaleza humana el querer ser libre. Las personas que viven en estos países sí quieren ser libres. Hay países que han intentado copiar lo que es Estados Unidos, sí, pero no han tenido éxito.

En todos los países, incluso en las peores tiranías, hay gente lo suficientemente valiente para defender la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Y es este esfuerzo el que contribuyó a la caída del Muro de Berlín, recuerden, e hizo a un hombre valiente que miraba venir una columna de tanques cerca de la Plaza de Tiananmen y reunió a miles de personas en las calles de Teherán para desafiar al dictador no electo de su país. Qué contraste, por cierto, entre el último sacrificio hecho hace un año por la bella y joven iraní Neda Soltan. Ella recibió un tiro en el corazón y se desangró hasta la muerte en las calles de Teherán mientras se manifestaba por su libertad y por los derechos de las mujeres, por la igualdad de derechos. Qué contraste entre ella y los estudiantes o los agitadores, tal vez ni siquiera estudiantes aquí, que malgastan su precioso tiempo volcando contenedores de basura antes de este evento con el fin de acallar a alguien con quien piensan por adelantado que tal vez estarán en desacuerdo. ¡Qué desperdicio de recursos!

Y ahora una sugerencia para los que gustan de volcar contenedores de basura: en lugar de tratar de decirle a la gente que se sienten y se callen no vayan a decir algo, pasad algún tiempo diciéndole a la gente, como nuestro presidente, que se levanten de una vez y hablen por aquellos que, como Neda mientras buscaba la libertad, por la que estaba dispuesta a morir, y hablen de la represión brutal, brutal del Movimiento Verde  en Irán y así tal vez se convierta en una Revolución Verde. Los estudiantes y los agitadores que han sido parte de la controversia de este evento esta noche, así lo quiera Dios, tenéis la posibilidad de sostener el liderazgo de Estados Unidos en los altos ideales sobre los que se fundó este país. Por favor, aprovechad esa oportunidad. Realmente es mucho más digno e importante que hurgar en los cubos de basura para revelar al mundo tal vez la demanda de alguien por pajitas dobladas.

Hablando con un par de nuevos amigos que he hecho en este día, que han venido de Irán, me han recordado la oportunidad de Estados Unidos de exportar nuestra democracia. Eso es muy alentador e inspirador para mí para seguir dando la buena batalla.

Pero, bien, volviendo de nuevo al tema, sin embargo, tan inspiradoras como son estas revoluciones, estas revoluciones mencionadas, y tan afortunados como puedan ser los esfuerzos de emular nuestra exitosa Constitución, al final podemos aprender mucho tanto de los intentos fallidos de copiar nuestras instituciones como de los exitosos. Y de nuevo, me gustaría que tuviéramos más tiempo.

Una forma de obtener más ejemplos de algunas de estas revoluciones fallidas y de lo que podemos aprender de ellos para no repetir los errores de otros países en el pasado, voy a hacer un pequeño anuncio aquí. Si usted ve los viernes Los Viernes de los Fundadores, Glenn Beck lo destaca mucho… Los Viernes de los Fundadores, este es mi recordatorio. Sí, la versión pobre de un teleprompter. Eso es una cosa que olvidaron, no proporcionarme un teleprompter. Pero, sí, cuando los medios de comunicación te dan limones, haz limonada. En cada discurso que pronuncio, hago un anuncio gratuito porque sé que ustedes, muchachos, van a recogerlo. Así, Los Viernes de los Fundadores de Glenn Beck. Él les dirá mucho más acerca de esos intentos fallidos, tal vez de los intentos exitosos de otros países, incluso en el pasado.

Y aunque los historiadores coinciden en que, por ejemplo, un ejemplo del que se habla mucho, la república alemana de Weimar tenía la constitución más democrática del mundo. ¿Lo sabían ustedes? En toda la historia humana. Los historiadores miren hacia atrás y dicen que su constitución era aún más democrática que la nuestra. Pero esa misma constitución permitió a un hombre llamado Adolf Hitler tomar el poder debido a algunas vaguedades en la ley y algunas malas interpretaciones de lo que realmente decía la constitución. Permitió, permitió entonces a Adolf Hitler tomar el poder y sumir al mundo en un período de pesadilla de caos y guerra y genocidio. Estos fallos muestran que la libertad no sólo depende de las garantías institucionales o palabras escritas en un documento. Es también y sobre todo una cuestión de cultura.

Y aquí es donde el sistema universitario entra en juego. Para la mayoría de los estadounidenses, la libertad no es sólo un ideal o palabras escritas en una carta de libertad. Es una forma de vida para la mayoría de nosotros. Está en nuestros animados debates públicos que nos dan la oportunidad de ejercer nuestro derecho constitucional a la libre expresión. Y está en nuestro mercado libre que da a cada uno la idea y la voluntad de trabajar duro, trabajar realmente duro, hacer algo de sí mismos en este país. Y es en nuestras asociaciones de voluntarios y en nuestra cultura de las mayores y más generosas donaciones caritativas voluntarias. Cuando vemos a alguien que tiene problemas, por ejemplo, nuestra respuesta instintiva para la mayoría de nosotros no es: «¿Qué va a hacer el gobierno al respecto?». No, nuestra respuesta es: «¿Qué puedo hacer para ayudar? ¿Cómo puedo ir allí y ayudar?».

Es este amor por la libertad y el capital moral que se genera a través de este mercado libre y estas asociaciones libres lo que ha ayudado a mantener nuestro gran experimento republicano vivo durante más de doscientos años. Así que cuando vemos a Washington apartarse de esos ideales, del sistema de libre mercado que ha convertido a Estados Unidos en el país más fuerte, más fuerte y más generoso de la tierra es porque sabemos que estamos en el camino equivocado ahora mismo y que tenemos que cambiar algunas cosas.

Estados Unidos puede fundarse en las leyes, pero se sostiene por una moral que es reconocida por muchos otros países incluso. Como dijo el escritor francés Alexis de Tocqueville, Estados Unidos es un gran país porque Estados Unidos es un buen país. Y el dato de Dennis Prager esa noche en Denver fue que esta cultura tan estadounidense de la libertad necesita protección y cuidado y debe ser cuidadosamente entregada de una generación a la siguiente y Reagan solía hablar de esto también. Por lo tanto, desearía que  las escuelas, las universidades, tomaran nota de este mensaje. Es donde la educación entra realmente en juego.

El presidente Kennedy habló una vez de la «supervivencia y éxito de la libertad». Bueno, no puede haber supervivencia y éxito de la libertad sin una educación en la libertad y los valores que hicieron grande a este país. Valores como el ahorro y la perseverancia y la responsabilidad y el trabajo ético, la recompensa por el trabajo duro y honrado.

Y algunos podrían decir que hay una contraindicación aquí tal vez. Dirían que la libertad académica es incompatible con nuestra necesidad de una educación cívica que inculque en los jóvenes la sabiduría y la gracia patriótica necesaria para la supervivencia y el éxito de la libertad. Pero creo que están equivocados. Creo que están peligrosamente equivocados. El hecho de que permitamos o debamos permitir un debate académico saludable y libre de todas las ideas no significa que tengamos que creer que todas las ideas son igualmente válidas. Por desgracia eso se encuentra demasiado a menudo a  tan sólo un pequeño paso de afirmar que no hay sólo una respuesta correcta a la pregunta: «¿Qué es lo correcto, qué es bueno o justo o verdadero?». De decir que no hay respuestas correctas a esas preguntas. Ahí es donde entra en juego el relativismo que se convierte en nihilismo. Y luego nos encontramos con gente que dice: «Bueno, entonces nada es verdad. Por lo tanto, todo vale. Sólo tienes que hacer. Todo está permitido. No existe la verdad”. Que ese relativismo cultural se limite sólo a unos pocos individuos, las excepciones a la norma, eso es una cosa, pero ya hemos visto lo que ocurre cuando sectores enteros de la sociedad caen en esa trampa.

Tomen nota de ello. Consideren si la brutalidad del comunismo hubiera durado tanto tiempo como lo hizo si no hubiera sido por un gran grupo de personas aquí en el Oeste que estaban dispuestos a acogerlo esencialmente por miedo a atreverse a siquiera condenarlo. Durante mucho tiempo, amigos, fue una especie de sofistificación el  tomar una postura intermedia entre la libertad y el comunismo. Y tuvo que ser un supuestamente poco sofistificado postgraduado del humilde Eureka College el que hiciera agachar la cerviz al comunismo y lo hizo con sólo llamar “imperio del mal” a lo que era el mal.

Hay una lección importante para nosotros hoy. Una república libre sólo puede sobrevivir si sus ciudadanos están dispuestos y son capaces de defenderlo ideológicamente y defender sus principios fundacionales. Y hay una vieja broma conservadora. Dice que un elitista liberal es alguien que es tan amplio de mente que ni siquiera puede defender sus propias creencias en una discusión. Creo que puedo aplicárselo a algunos de los profesores universitarios que he conocido.

Pero ya saben, eso no es realmente una broma cuando tal y como hemos visto recientemente, diplomáticos estadounidenses van pidiendo disculpas a una dictadura comunista porque uno de nuestros estados hermanos aquí en nuestros buenos y viejos Estados Unidos de América, Arizona, está simplemente tratando de hacer cumplir una ley federal americana, pedir disculpas por ello.

O si tenemos una administración, si tenemos un gobierno que trata de poner fin unilateralmente a una guerra contra el terrorismo, no ganándola, sino por no referirse más a ella como una guerra contra el terrorismo. Como si los terroristas fueran a dejar de atacarnos una vez que proclamamos que simplemente no les llamaremos terroristas o terrorismo nunca más. No es así como vamos a ganar esta cosa.

Eso es tan peligrosamente ingenuo como los intelectuales supuestamente de mente abierta que defienden prácticas repulsivas como la mutilación femenina en algunos países, simplemente porque dicen, bueno, eso es parte de su cultura por lo que no debemos hablar de ello. Lo toleraremos. Eso es parte de su cultura. Eso me recuerda al general británico del siglo XIX sir Charles Napier. Fue comandante en jefe en la India. Hace años, tomó una controvertida decisión de prohibir la práctica bárbara de la suttee. Y eso es cuando los indios quemaban viva a una viuda poniéndola en una plataforma funeraria, una pira, junto a su esposo muerto. Cuando los hombres indios protestaron de que, eh, ese ritual es sólo una parte de nuestra cultura, bueno, Napier respondió que si insistían en el ejercicio de ese derecho cultural entonces él les daría a conocer una costumbre británica. Y lo que les dijo fue, bueno, en Gran Bretaña, cuando los hombres queman viva a una mujer, los colgamos. Así que construyan sus plataformas funerarias y nosotros construiremos nuestros patíbulos. Ustedes siguen con su costumbre. Nosotros seguiremos con las nuestras. Y ni que decir tiene que ese crimen terrible contra las mujeres se volvió cada vez en más y más infrecuente ante la insistencia de Napier.

Como él, también nosotros, tenemos que tener el coraje de nuestras convicciones y adoptar una postura contra el mal cuando nos enfrentamos a él y a veces eso significa llamar al mal por su nombre. Por ejemplo, independientemente de lo que algunos intelectuales políticamente correctos digan, un terrorista como Osama Bin Laden no es un luchador por la libertad. Él no lucha por la libertad; lucha contra ella. Y luchando contra la democracia y todas nuestras antiguas libertades, ¿cómo se atreven a querer que lo etiquetemos con algo que tiene una connotación positiva como lo es un luchador por la libertad?

Y no se trata sólo de llamar al mal, mal. No se trata sólo de estar en contra de algo, sino de estar por algo correcto. Se trata de no sentir vergüenza por defender lo que es bueno sobre nuestra cultura y en nuestro país. No pensar que tenemos que pedir disculpas por lo que Estados Unidos representa. Pero debemos honrar nuestra creencia en los derechos fundamentales y la dignidad de todo ser humano inocente. Y tenemos que celebrar nuestro implacable brillante optimismo. Recuerden que eso es por lo que Reagan era conocido. Eso tenía que venir de California, ese brillante optimismo. Y ese espíritu pionero que construyó este país. Nos inspiró a cruzar océanos y labrarnos una vida en el desierto y, con el sudor de nuestra frente, contribuir a crear y construir una vida mejor en Estados Unidos.

Debemos asumir nuestra capacidad de iniciativa empresarial para crear y producir e innovar y permitir que Estados Unidos sea el abanderado de la excelencia por todo el mundo. Y debemos afirmar nuestra voluntad de defender a las personas de todo el mundo que anhelan ser libres. Ellos esperan de nosotros. Nosotros somos esa luz de esperanza para lo que significa ser libre. Y en verdad que no es nada de qué disculparse.

Ahora estoy segura de que podríamos pasar un tiempo valioso tratando de construir algunos complicados y burocráticamente bendecidos nuevos planes de estudios de educación cívica nacional en todas nuestras escuelas. Pero para ser honesta, al final todo se reduce al buen sentido común tradicional. Y sé que en muchos de los campus universitarios eso no está realmente de moda. No está de moda el tener algo de sentido común. Lo sé. Lo sé. Pero pregunten a los padres lo que quieren que sea la educación de sus hijos. Y probablemente van a decir que no se preocupan mucho por todas estas cosas políticas. Lo que un padre desea en la educación de sus hijos es lo fundamental. Quieren que las tres R [Reading, wRiting and aRithmetics, leer, escribir y contar] y quieren que les enseñen la verdadera historia de nuestro país, nuestras leyes, nuestras tradiciones, nuestras artes y nuestra literatura, nuestros héroes y nuestros hombres de Estado. Quieren la verdadera enseñanza de nuestra geografía y biología y conocer el mundo en que vivimos y las hermosas criaturas con las que compartimos este planeta. Dentro de la ciencia, descubrir cómo funcionan las cosas y desentrañar los misterios del universo y no rehuir de la posibilidad de debatir los diferentes puntos de vista de las teorías e ideas. Y un conocimiento básico del bien y del mal. Eso es lo que deseamos en la educación de nuestros hijos.

Y, obviamente, estas cosas no son exclusivamente del ámbito de las universidades, sino que las escuelas y las universidades juegan un papel tan crucial en la educación de los jóvenes acerca de lo que significa ser un estadounidense. Y toca a las universidades el ayudar a asegurarse de que nuestras libertades están garantizadas para la próxima generación.

Y lo hacen mediante la promoción de los valores en los que se ha construido nuestra sociedad libre. Y a veces también por oponerse a aquellos que la socavan teniendo la audacia, el coraje, como lo tiene Ham en esta universidad, navegando contra corriente, no siguiendo la corriente. Como pescadora comercial miro allí abajo al mar y me doy cuenta de que sólo los peces muertos siguen la corriente. Pero alguien como Ham no sólo hace lo que cree oportuno, sino que no le asusta el hacerlo. Y lo hace para permitir ese debate de los diferentes puntos de vista. Eso es lo que es valioso aquí en este campus.

Los políticos tienen que hacer su parte también por garantizar la supervivencia de las instituciones en las que se asienta nuestra sociedad libre. Uno no puede hacer nada sin el otro. El presidente Kennedy dijo: «La libertad sin aprendizaje está siempre en peligro y el aprendizaje sin libertad es siempre en vano». Desde Valley Forge a Gettysburg y a Omaha Beach, el destino de Estados Unidos siempre ha bordeado una especie de precipicio. Pero a la mayoría de nosotros no nos cabe duda de que ha habido una mano providencial que nos ha guiado y nos guía hacia un futuro mejor. El objetivo prioritario de la educación debería ser el inculcar en los estudiantes un sentido de esta situación exclusivamente estadounidense, de la fragilidad de la misma, así como la grandeza de este experimento republicano nuestro y la conciencia de que la supervivencia y el éxito de la libertad dependen de ellos.

Y yo realmente creo que América es grande porque es buena. Y que somos una fuerza del bien en este mundo, no para disculparnos sino para sentirnos orgullosos. Estados Unidos es verdaderamente el país excepcional y somos en las palabras de Lincoln la última y mejor esperanza en la tierra. Y si lo hacemos bien, seguiremos siendo en las palabras del Ronald Reagan del Estado Dorado, la ciudad brillante sobre una colina. Somos “la alternativa apasionada a la tiranía», así que vamos a ayudar a nuestra gente joven a entender esto. Vamos a enseñar a la próxima generación lo que significa ser estadounidense. Y están tan en el camino correcto aquí en CSU. Que Dios les bendiga.

Gracias por ser parte de la solución. Dios les bendiga y Dios bendiga a Estados Unidos.

FIN

Un magnífico discurso, como es habitual en ella por otra parte. Con sustancia, con contenido y con mensaje. Un discurso que no sólo se escucha sino que también se puede leer y reflexionar largamente sobre él. Por cierto, una tontería que ha levantado un cierto eco en los tontos medios de comunicación estadounidenses. Es cierto que durante su discurso, Sarah Palin hizo mención al Eureka College “de California”. Esto es un error porque el susodicho lugar está en Illinois y ella lo sabe perfectamente al haberlo mencionado hace unos pocos meses en un discurso que pronunció precisamente en Illinois. Sencillamente, un lapsus. Y nada más. Y si alguien se empeña en sacarle punta a esta bobada, recuérdenle que el presidente Obama cree que Estados Unidos está formado por 57 estados, que Europa es una nación y no un continente y que los austríacos hablan austríaco y no alemán. ¡Toma del frasco, carrasco! Si es que no tienen remedio.

Y en la próxima entrada, más palabras de Sarah. Hasta entonces pues.


El discurso de Sarah Palin en Stanislaus University – La izquierda, loca de atar (I)

04/07/2010

 

Nuestro amigo Educantabro ha escrito recientemente un comentario en el que, entre otras cosas de lo más interesantes, se preguntaba si es Alaska realmente el estado más machista (sea lo que sea que signifique eso) de la Unión, ya que él piensa que semejante” honor” le corresponde a Texas. El caso es que esa calificación de Alaska como un estado machista no es mía, sino de una de las autoras cuyos artículos traduje recientemente, mujer y estadounidense ella y, por tanto, en mejor posición que yo para determinar la veracidad de ese aserto. Es cierto que Texas tiene una cierta fama al respecto, pero eso es simplemente porque Texas aparece como escenario de muchas películas y series de televisión y la imagen típica del tejano es la de un tipo con sombrero vaquero, bruto pero de buen corazón y no muy dado a reconocer el mérito que les corresponde a las mujeres, al menos hasta que la chica le demuestra que ella pega tan fuerte como él, sabe desencasquillar una semiautomática y le deja bien claro que ella no es una de ésas y que si la quiere besar, tendrá que merecérselo primero. Por lo que he podido averiguar, Alaska no le anda a la zaga a Texas. Pero es que Alaska es un estado especial, siquiera por sus características geográficas, y el que no tiene arrestos suficientes para, por ejemplo, cazar su propia comida, poco tiene que hacer allí y mejor haría mudándose a algún otro estado más complaciente con los se desmayan ante la sola idea de tener que descuartizar un caribú recién cazado; por ejemplo, California. Cómo será Alaska que en 2007, poco después de que Sarah Palin fuese elegida gobernadora del estado, se hizo muy popular una pegatina que rezaba así: “Alaska, el estado donde los hombres son hombres y las mujeres, gobernadoras”. Vamos, que mucho me temo que Chuck Norris en su papel de Walker, Texas Ranger estaría encantado de tener a un compañero que fuera un trooper alasqueño.

¡Guau, miren lo que he encontrado! Sarah Palin con chupa y tejanos, durante el pasado Election Day en Alaska. ¿A qué está estupenda? Cierto, la chupa no es de cuero, pero también sirve, ¿eh? Está un poco triste porque ya sabía que McCain iba a perder. Y eso que todavía no se imaginaba siquiera la que se le iba a venir encima. Pero si lo hubiera sabido, ¿creen ustedes que hubiera cambiado de opinión? No, indudablemente no. Sarah tiene más valor que un pelotón de marines y bien que nos lo ha demostrado una y mil veces a lo largo de todos estos años. O sea, que sí, que en Alaska los hombres son hombres (échenle un vistazo a Todd Palin los que quieran saber qué significa eso) y las mujeres, tan mujeres que no sienten el más mínimo interés en volverse como hombres (échenle un vistazo a Sarah Palin los que quieran saber qué significa eso; por cierto, feminifobas abstenerse so pena de sufrir un ataque de rabia).

Hace mucho tiempo que tenía ganas de esto: traducirles un discurso de Sarah Palin. Y es que, para mí y creo que también para ustedes, la mejor manera de conocer a una persona es a través de sus propias palabras, algo que en su caso se nos hizo plenamente evidente cuando pudimos leer Going Rogue. Uno habla como piensa y esto, que los antiguos conocían perfectamente y por eso fomentaban el estudio de la gramática, de la lógica y de la retórica, es algo que ha desaparecido por completo de los actuales planes de estudio de las escuelas y bien que se nota; sólo hay que oír hablar a sus víctimas… digo a sus alumnos. De verdad que en muchas ocasiones soy incapaz de entender lo que pretende decirme uno de estos niños o jóvenes por más que sepa que me están hablando en mi propio idioma; sencillamente, no comprendo lo que me dicen ni cómo me lo dicen. Incapaces de pronunciar correctamente la mayoría de las palabras, cuyo significado en muchos casos confunden o desconocen directamente, lo peor es que el contenido, lo que pretenden decir, es tan lamentable como el continente. ¡Oh, qué tiempos estos! Tan buenos para los dictadores, que ven como las masas están maduras para quien les ofrezca fútbol, sexo y peonadas gratis, y tan malos para los hombres libres, que sólo piden ganarse su propio lugar al sol.

Al menos hoy me daré el gustazo de ofrecerles la traducción (mala traducción, me temo) del discurso que el pasado día 25 de junio dio Sarah Palin en la fiesta de celebración del 50º aniversario de la California State University Stanislaus en Trulock (California). La intención de los organizadores era la de recaudar fondos para la institución (recordemos que en Estados Unidos todavía no ha arraigado la fea costumbre de vivir a costa del erario público a través de subvenciones y demás OPA sobre el alma de quien las recibe) y sus directivos, más listos que el hambre, consideraron muy acertadamente que las mejores perspectivas de éxito las tenían invitando a Sarah Palin a que acudiera a la fiesta y pronunciara un discurso.

Evidentemente, Sarah Palin cobró por su presencia porque ése es su trabajo y no voy a ser yo quien pretenda que alguien que trabaja e invierte su tiempo y su esfuerzo en una actividad, cualquiera que sea ésta, no cobre por ello porque todos tenemos que ganarnos la vida. Yo puedo ser muchas cosas, pero un hipócrita no. Sin embargo, la izquierda, a través de sus cachorros estudiantes en la universidad, estuvo dando la lata desde el primer día, insistiendo en que Sarah Palin no debería cobrar ni un dólar de la universidad, lo cual equivale a decir que no debería aparecer por allí. El caso es que los honorarios de Sarah Palin fueron de 75.000 $ y la recaudación total del acto ascendió a 200.000 $. Si esos 125.000 $ de beneficio no son suficiente argumento para que los niñatos izquierdistas esos se callen de una vez es que son definitivamente irrecuperables para cualquier actividad racional lo cual es algo que mucho nos tememos que es así y es una verdadera lástima dado lo jóvenes que son. Como muestra, les cito parte de un artículo de la prensa local referida al evento en cuestión:

Directivos de la California State University, Stanislaus, dijeron que no podían estar más felices con su aparición [la de Sarah Palin]  en la gala del 50º aniversario, aportando la mayor cantidad de dinero recaudada en cualquier evento de la historia de la universidad.

Y para abundar más en el tema, aquí están las palabras de su presidente:

“Estoy realmente satisfecho”, dijo el sábado el presidente de la universidad, Hamid Shirvani. “Fue un acontecimiento extraordinario, sin precedentes durante los pasados cinco años que llevo en la universidad y, de acuerdo con muchos, sin precedentes en todo el tiempo que llevan en la universidad”.

Y otra más todavía, hurgando en la herida:

El supervisor del condado estaba feliz. “Creo que han metido un gol por toda la escuadra en lo que se refiere a recaudar dinero. No sabía a qué venía tanto rencor; ella vino por la universidad y lo que dio fue un discurso sobre educación”.

Y para terminar, de nuevo unas palabras del presidente de la universidad poniendo el punto final a la cuestión del dinero que se le ha pagado a Sarah Palin por su presencia:

Este evento está financiado al 100% con dinero privado, aportado recientemente a la fundación de la universidad.

De cualquier forma, tanto da que el dinero sea privado o no porque el meollo de la cuestión es que se trata de Sarah Palin, la mayor amenaza existente actualmente contra el presidente Obama y, por extensión, la secta estatista que le rodea, ansiosa de convertir Estados Unidos en la nueva Unión de Estados Socialistas Soviéticos, ocupando ellos los puestos de la antigua nomenklatura, por supuesto. Si el invitado hubiera sido Mitt Romney, por decir un nombre, seguro que nadie se hubiera preocupado por él, claro que entonces tampoco hubieran recaudado ni la décima parte de lo que han recaudado con Sarah Palin porque ¿a quién se le va a ocurrir pagar por oír a Romney decir una sarta de tonterías? A nadie, por supuesto.

Así pues, ya pueden los niñatos izquierdistas esos alegar que Sarah Palin es una “celebridad polarizante y divisiva sin la más mínima conexión con nuestra universidad o comunidad” y llamar a protestar contra su visita y “contra el racismo, el fanatismo y el odio” que, según ellos, representa Sarah Palin (¿?). Sobre lo primero, es un argumento bastante estúpido que, si se siguiera al pie de la letra, provocaría que, muy posiblemente, la Stanislaus no pudiera invitar a nadie de relevancia a dar un discurso, convirtiéndose esa universidad en algo tan endogámico como una familia en la que todos los matrimonios fueran entre primos, lo que a la larga conllevará su ruina. En cuanto a lo segundo, creo que se trata de un lapsus freudiano (por más que considero a Freud un magnífico majadero) y que en realidad se refieren a sí mismos y no a Sarah cuando hablan de racismo, fanatismo y odio. ¿O quién si no enloquece a la mera mención de su nombre? Por eso digo que la izquierda está loca de atar. Y cada vez más. Ya lo demostró Bill O’Reilly en su programa en Fox News Channel, The O’Reilly Factor, cuando entrevistó a dos estudiantes de esa universidad y tras dejarles exponer sus puntos de vista, los desenmascaró como los agentes provocadores que son ni más ni menos. Meros altavoces gritones de otros que no se molestan en dar la cara o no se atreven porque saben perfectamente que si lo hicieran se la partirían (intelectualmente hablando, ¿eh?, que luego igual me acusan de fomentar el odio).

Y ya que estamos con recortes de prensa, aquí tenemos otro referido a una valoración de lo que supuso la asistencia de Sarah Palin a la dichosa fiesta.  La firma un tal Bill Mattos y fue publicada en el Gustine Press-Standard, un periódico de la zona:

Palin fue un bombazo, les guste o no les guste.

La antigua gobernadora de Alaska, Sarah Palin, arrancó al menos cinco ovaciones de pie, la mayoría por ser simplemente quien es, y su sentido del humor el pasado viernes por la noche en la California State University Stanislaus fue una parte bien recibida de su discurso. Fue breve pero bueno, dejando a los casi 400 propietarios de una entrada para el evento con ganas de más. Pero claro, ésa es la esencia de un buen orador. Realmente ella no habló de política, pero propinó un guantazo al fiscal general de California, Jerry Brown, cuando se preguntó por qué se quejaba sobre su presencia en California cuando tiene tanto trabajo “de verdad” que hacer en California. Ella no sólo utilizó la mención a Ronald Reagan para evocar amor sino que también alabó al antiguo presidente John F. Kennedy. En su mayor parte, habló sobre educación y sobre cómo quieren realmente los padres que las universidades enseñen sentido común en lugar de meter la política en las aulas. No puedo estar más de acuerdo con ella y su ingenio y su carisma llenaron la pasada semana el comedor de la universidad como pocos lo hubieran hecho.

Usted puede preguntar a los residentes en Newman y Crows Landing Doug y Carol Stephens, a Tom Dompe y Beth Lawwill, a Vince y Toni Butero y a Gary Mall. Y realmente no tenía que “amar” a Palin para disfrutar de la recepción, la cena y el baile. Éste fue un evento del que podremos hablar durante largo tiempo. Gente feliz por todas partes con otros que aman la universidad y querían asegurarse de que recaudaba más dinero que nunca para becas escolares y otras actividades. Todos los registros se rompieron cuando el evento de Palin recogió más de 200.000 dólares para la fundación escolar. ¡Más que cualquier otro jamás celebrado! Por supuesto hubo unos pocos protestones gritando obscenidades, pero eso hizo el evento memorable. La seguridad fue magnífica y el servicio de aparcacoches soberbio. Los asistentes dejaban los coches en sus manos y los automóviles estaban listos para irse tan pronto como uno decidía que ya era hora de volver a casa. Y mientras la universidad encuentra maneras de utilizar ese dinero (hay montones de necesidades), la controversia sobre Palin ya es historia en la seguridad de que los políticos encontrarán otro motivo para despotricar antes de las próximas elecciones. No es ninguna sorpresa que estemos tan hartos de algunos cargos electos que usan sus despachos para causar aflicción a nuestra universidad local. Les guste o no, Cal State Stanislaus estuvo en el mapa y será siempre conocida como la institución con valor y un corazón tan grande como el de Palin.

Evidentemente, no les gustó a muchos. Fueron muchos más los que disfrutaron de la presencia de Sarah Palin en la universidad, pero un puñado de amargados permanecieron por los alrededores gritando estupideces tan ilustrativas de su bajo coeficiente intelectual como: “¡Racista, sexista y anti-gay, Sarah Palin fuera de aquí!”. Por lo que he leído, un corresponsal de Conservative News Media (más audaz que el reporter Tribulete, ése que en todas partes se mete, por lo que se ve) se acercó a ellos para pedirles pruebas de que Sarah Palin es sexista y, según ha contado, nadie supo darle una respuesta aparte de algunos gruñidos, muchos aspavientos y alguna que otra amenaza más o menos velada.

Por supuesto, Sarah Palin tuvo también sus partidarios concentrados a las puertas de la universidad, ¡faltaría más! Gente corriente, honrada y sensata que llevaban banderas estadounidenses, cantaban “God Bless America” y recitaban el juramento de lealtad a la bandera estadounidense. Gente que ama Estados Unidos y que no tiene el más mínimo reparo en confesar que, precisamente por eso, aman también a Sarah Palin porque ella apoya a las tropas estadounidenses en el extranjero y ruega por su victoria, cree en la Constitución y en la libertad de las personas y, sobre todo, porque es una persona normal y corriente a quien todos podemos imaginarnos cambiándole los pañales a Trig, leyendo un cuento a Piper antes de acostarse o ayudando a Willow a hacer los deberes.

Ciertamente hacía tiempo que no teníamos a Sarah Palin en sus propias palabras en este blog y ya tocaba, ¿verdad? Pero como quiera que (mi correctora de estilo acaba de mandarme un mensaje al móvil advirtiéndome que no me haga ilusiones porque me sigue vigilando y que no me consiente ni un “como quiera que” más) este repaso a lo que ha supuesto la presencia de Sarah Palin en California me ha quedado ya muy larga, les emplazo a mañana para que puedan leer el discurso completo que son más de 5.000 palabras ni una de las cuales sobra. Entonces prometo callarme yo y dejar que hable sólo Sarah. ¡Ah, y tendrá video incluido! Palabra de Palin.

Hasta mañana pues.