VOCES QUE MERECE LA PENA ESCUCHAR (y III): SEAN HANNITY

01/06/2010

 

Tras Rush Limbaugh y Glenn Beck, le llega el turno a Sean Hannity, tal vez mi preferido y el periodista a quien seguramente me parecería más yo si algún día tuviera la oportunidad de convertirme en locutor radiofónico (cosa que no creo porque tengo mala voz para la radio, falta de fuerza). Sin embargo, Hannity es de los tres quien más esfuerzos ha dedicado al medio televisivo y con más éxito. De hecho, yo lo conocí a raíz de la entrevista televisiva que realizó para Fox News Channel a Sarah Palin durante la pasada campaña electoral, la única entrevista decente que le hicieron, y ya entonces me impresionó por su profesionalidad y su saber hacer. Así pues, a pesar de que admiro la contundencia tanto de Limbaugh como de Beck, auténticas máquinas de machacar las tonterías de la izquierda, me quedo con el puño de hierro envuelto en un guante de seda de Hannity. Y es que coincidirán conmigo en que no hay mayor placer que llamar idiota a un izquierdista y que éste no sólo no se dé cuenta de lo que le han llamado sino que además se quede pensativo intuyendo que algo ha pasado… y que no sabe muy bien qué ha sido.

El tercero de la fama: Sean Hannity. La foto es de 2004, pero por lo que he visto últimamente, Hannity no ha envejecido apenas. Y es que se mantiene en forma con el mejor deporte del mundo: atizar a la izquierda sin desmayo. Deberían probarlo nuestros políticos pretendidamente de derechas, digo yo; pero como quiera que todos pertenecen a la misma casta, bien se guardarán de ello. Y es que ya saben el refrán: “Perro no come perro”.

Nota del autor: Mi amiga L., que ha accedido gentilmente a ser mi correctora de estilo a partir de ahora, me reprocha que uso demasiado la expresión “como quiera que”, así que le he prometido contenerme y no usarla más de dos veces por entrada. Y ya llevo una, ¡glups! Como sobrepase el límite, me reñirá y cuando mi amiga L. riñe, riñe mucho. Así que mucho ojo o me obligará a copiarla a mano doscientas veces seguidas para hacérmela odiosa.

Sobre Sean Hannity

Sean Hannity nació el 30 de diciembre de 1961 en New York City (New York), hijo de Hugh y Lillian Hannity, cuyos respectivos padres, los abuelos de Sean, eran emigrantes irlandeses. Tiene dos hermanas, Joanne y Therese. Está casado desde 1993 con Jill Rhodes, una periodista también, y tienen dos hijos.

Al igual que sus dos colegas, Limbaugh y Beck, Hannity sintió la llamada de la radio desde muy joven, pero en su caso, no fue hasta 1989, con 28 años, cuando logró cumplir su sueño. Por aquel entonces, ya hacía tiempo que había abandonado sus estudios universitarios en aras de lograr abrirse camino en el mundo de la comunicación y estaba trabajando en Santa Barbara (California) como contratista de obras, cuando le surgió la oportunidad de hacer un talk show semanal en la radio de la universidad de California, la KCSB-FM, una experiencia que, cuando él la recuerda, no duda en confesar que fue “terrible” y que “no lo hizo nada bien”, exactamente lo mismo que sentimos todos los hombres cuando le damos nuestro primer beso a una chica y comprendemos por fin que las películas mienten porque allí todo parece más fácil.

El caso es que el programa no tardó en ser cancelado antes de un año por la dirección de la emisora debido a que algunos comentarios controvertidos de Hannity referidos a los gays y las lesbianas, lamentando su condición, habían levantado ampollas entre estos colectivos. La emisora finalmente se desdijo de su decisión y ofreció a Hannity el reincorporarse a su programa, pero éste rechazó la oferta y, ni corto ni perezoso, puso un anuncio en las revistas especializadas ofreciéndose como locutor de radio, aprovechando que el incidente con la emisora le había hecho conocido en todo el país.

Finalmente, la WVNN de Athens (Alabama) respondió a su anuncio y le contrató para su propio talk show y, tras una temporada allí, pasó a la WGST de Atlanta (Georgia). Su buen hacer acabó llamando la atención de Fox News Channel y, en septiembre de 1996, la cadena de televisión le ofreció el presentar un programa que iba a ser el famoso Hannity & Colmes, a lo que él accedió, pero sin abandonar su programa de radio, que pasó de la WGST a la WABC de New York City (New York), donde lleva desde 1998.

El programa de radio de Hannity, The Sean Hannity Show, es un programa típico en el sentido de ser un talk show dirigido y presentado por un periodista de opiniones conservadoras en el cual se comentan las noticias del día bajo ese prisma. No tengo datos acerca de lo que está ganando actualmente Hannity con su programa, pero sí sé que en 2004 firmó un contrato con la entonces ABC Radio (que en 2007 fue vendida a lo que ahora es Citadel Media, una división de Citadel Communications) por cinco años y un total de 25 millones de dólares, lo cual es justo si tenemos en cuenta que su programa es uno de los primeros en cualquier lista de programas más escuchados.

Por lo que se refiere a sus aventuras televisivas, Hannity ha sido uno de los pocos locutores de radio que ha logrado dar el salto a la televisión sin perder en el cambio (aunque él sigue combinando ambos medios). Su primer programa, Hannity & Colmes, era casi un programa de debate en Fox News Channel presentado por dos personas representando cada una de ellas una postura política diferente: Hannity representaba la postura conservadora y su compañero, Alan Colmes, la liberal. El programa duró en antena desde octubre de 1996 hasta enero de 2009, lo cual ya es. Su estructura era muy simple: se presentaba una noticia de actualidad que era interpretada de una u otra manera según fuera Hannity o Colmes quien la comentara, y a veces se incorporaba al programa un invitado especial que hacía su propio comentario. También se trataban otro tipo de noticias, ya no políticas, o se entrevistaba a algún político, tarea que quedaba en manos de aquel de los presentadores que más próximo estuviera a la ideología política del entrevistado.

Por supuesto, los de la izquierda no estaban en absoluto satisfechos con el programa y clamaban contra su “representante”, Colmes, a quien acusaban de ser demasiado moderado, algo que él mismo reconocía que lo era, habiendo llegado a apoyar a Rudy Giuliani como candidato a la alcaldía de New York City o el uso de técnicas de interrogatorio cercanas a la tortura por parte del gobierno de Estados Unidos en casos de terrorismo. Imagino que hubieran preferido que Fox News Channel contratara a un tipejo como Keith Olbermann en lugar de Colmes, pero es que hay un límite a todo, ¿verdad? De cualquier forma, Colmes, a pesar de no formar parte ya del programa de Hannity, continúa siendo comentarista político en Fox News Channel, teniendo su propio programa, Liberaland, y participando habitualmente en otros tales como el de Bill O’Reilly, The O’Reilly Factor, siendo si es que se puede decir así el «liberal de plantilla» de la cadena.

Además de Hannity & Colmes, Hannity tuvo desde enero de 2007 y hasta enero de 2009 un programa exclusivo para él titulado Hannity’s America. En él, Hannity daba su opinión sobre lo que estaba sucediendo en ese mismo momento en Estados Unidos, además de otros apartados en los que Hannity y otro invitado conservador debatían con otros dos invitados liberales sobre alguna cuestión política, se trataba alguna controversia en la que hubiera estado involucrado Hannity con otra persona a la que se invitaba para solventarla (o enconarla, según fuera el ánimo del invitado), se trataba sobre algún suceso (generalmente, un crimen) reciente o incluso se hablaba sobre asuntos espirituales, tales como los ángeles o los fantasmas, terminando con alguna historia ligera de las que no suelen ser tratadas por los medios de comunicación tradicionales.

Finalmente, tras el último programa de Hannity & Colmes, Hannity dio paso en enero de 2009 a su nuevo programa que, adivínenlo, se titula Hannity (si es que no se matan mucho buscando títulos para los programas, no). En esta ocasión, desembarazado ya de su colega Colmes, Hannity se dedica a entrevistar en exclusiva a sus invitados y a dar su propia opinión, habiendo sido su primer invitado Newt Gingrich, el antiguo speaker de la Cámara de Representantes, y habiendo sido el segundo su colega Rush Limbaugh, tan exuberante él que necesitó de dos programas para completar la entrevista.

Pero no sólo de radio y televisión vive el periodista conservador; a Hannity aún le queda tiempo para escribir libros, habiendo publicado tres hasta el momento:

  • Let Freedom Ring: Winning The War Of Liberty Over Liberalism (2002)
  • Deliver Us From Evil: Defeating Terrorism, Despotism And Liberalism (2004)
  • Conservative Victory: Defeating Obama’s Radical Agenda (2010)

Por fin, Hannity destaca también por su participación en la organización de festivales de música country que, bajo el nombre de Freedom Concerts, recaudan fondos para ayudar a Freedom Alliance Scholarship Fund, una organización benéfica que otorga becas a hijos de militares cuyos padres hayan resultado mutilados o muertos en combate. Estos conciertos llevan celebrándose desde 2003 y, hasta ahora, llevan recaudados más de 9 millones de dólares. Entre los artistas que han contribuido a ellos destacan Charlie Daniels, Billy Ray Cyrus (sí, sí, el papá de Hanna Montana), Hank Williams, Jr., Ted Nugent, Montgomery Gentry, la grandísima Martina McBride, Lee Greenwood, etc. Como quiera que (¡oh, oh, lo he dicho otra vez y ya van dos!) este bloguista es un apasionado de la música country, no podía dejar de resaltar este aspecto de la personalidad de Sean Hannity que le hace más meritorio a mis ojos. Por supuesto, los de la izquierda, irritados por todo lo que tenga que ver con el orgullo de ser estadounidense, han pretendido que es todo una tapadera y que el dinero no va a becas sino vete tú a saber dónde. Por supuesto, esos cretinos no han aportado la más mínima prueba de que sus infundios sean ciertos y como que bien sabemos todos que no lo son, no vale la pena siquiera señalar cuáles son esas organizaciones que se aplican tanto y con tanto entusiasmo a eso de “piensa mal y acertarás”, aunque en su caso no acierten ni una.

Y para terminar, un epílogo algo tristón

Con esto doy por concluida esta serie dedicada a aquellos periodistas orgullosamente conservadores que se están batiendo el cobre en Estados Unidos por mantener a su amado país libre de la estupefaciente decadencia a la que los políticos europeos nos han entregado sumisamente desde hace ya tantos años. Resulta un consuelo saber qué existe todavía un lugar donde uno puede defender sus ideales públicamente y no verse acosado, perseguido y silenciado, algo que cada vez es más difícil, sobre todo en España, donde el pensamiento único es más fuerte a cada día que pasa y un blog como éste que les ofrezco resulta, me temo, una gota de agua en el desierto.

Es cierto que tenemos a una gran pequeña empresa de comunicación como lo es Libertad Digital que, a través de sus medios en internet, televisión y radio ha logrado que no esté todo perdido todavía para aquellos que amamos la libertad y que sabemos muy bien que, tal y como dijo Jefferson, “el precio de la libertad es la constante vigilancia”. Es triste que muchos hayan decidido que ése es un precio demasiado alto y que se está mejor durmiendo que velando por el futuro de los nuestros, pero así es la gente y así es este país, España, que tanto se cree y tan poco es y donde vamos de caudillo en caudillo, ya sea de una u otra manera, con elecciones de por medio o sin ellas, pero siempre sin libertad y, lo que es peor, sin el valor para reclamarla.

Por mi parte, desespero ya de que España sea algún día un país libre de hombres y mujeres libres y creo que no hay nada que hacer. España es un inmenso corral de ovejas donde los pocos que no queremos ser esquilados lo tenemos cada día más difícil y simplemente se nos deja estar a la espera de que nos vayamos muriendo o desistamos finalmente, como una escala de funcionarios a extinguir. De verdad que si estuviera en mi mano, emigraba a Estados Unidos donde al menos la gente está dispuesta a luchar por lo que cree y a no dejarse arrebatar su libertad sin oponer resistencia y echar mano a la escopeta.

¿Pesimista? Tal vez. ¿Realista? Seguramente. Pero es que como decía aquél, a mí también me duele España. Seguiré en la brecha, por eso no se preocupen, pero no puedo dejar de sentirme como uno de los últimos de Filipinas, tal y como me calificó uno de nuestros amigos recientemente. ¿Ustedes tienen esperanza de que las cosas puedan cambiar algún día? Yo ya no, pero como leí hace un tiempo en una pintada en la calle (auténtica perla de sabiduría popular): “Cuando todo está perdido, sólo queda molestar”. Seguiré molestando pues. Todo lo que pueda, Y cuento con ustedes para ello también, para que todos juntos molestemos más que una docena de niñatos maleducados celebrando una fiesta en el piso de arriba. Y mientras tanto, pongamos toda nuestra fe en Sarah Palin, que es la única persona que puede cambiar el rumbo que está tomando el mundo, algo de lo que no tengo la más mínima duda, pero que me asusta porque queda mucho todavía hasta 2012 y quién sabe lo que puede haber sucedido para entonces.

Esperemos que nada irremediable. En fin, que como decía Edmundo Dantés, sólo podemos confiar y esperar. Confiemos y esperemos pues… y mientras tanto, molestemos todo lo que podamos. El jueves, vamos a hablar sobre los libertarios, ¿les parece?


TOMANDO EJEMPLO: MIS COMENTARISTAS POLÍTICOS FAVORITOS (Y III)… Y ALGO MÁS

12/05/2010

 

Me siento como un político. Hoy voy a faltar a mi palabra. Es cierto que les había prometido que en la próxima entrada de esta pequeña serie dedicada a mis comentaristas políticos favoritos, toda vez que sólo me quedaba uno, Mark Steyn, iba a incluir también a algunos de los mejores periodistas de Estados Unidos: Rush Limbaugh, Glenn Beck y Sean Hannity. Sin embargo, como quiera que estos últimos son tres personajes sobre los que existe multitud de información, he llegado a la conclusión de que se merecen algo más que una pequeña reseña como tenía pensado y es por ello que voy a dedicarles una serie en exclusiva, al estilo de la que he estado desarrollando ahora. Y es que salvando las diferencias, sería como si pretendiera sintetizar en un puñado de líneas la trayectoria profesional de unos grandísimos periodistas españoles como lo son Federico Jiménez Losantos, César Vidal y Luis Herrero. Evidentemente, no sólo sería imposible sino que también sería injusto con ellos y con mis lectores. Así pues, les ruego que me perdonen por dejarles con la miel en los labios y les emplazo para que dentro de poco lean la primera de estas entradas, la que dedicaré a Rush Limbaugh.

En mi última entrada ya les dije que USA Weekend acababa de publicar un estupendo reportaje sobre los Palin celebrando el Día de la Madre. Las fotos son estupendas y en ellas aparecen casi siempre los dos más pequeños de la familia: Trig, el hijo de Sarah, y Tripp, el hijo de Bristol. Aquí tenemos esas fotos y para que no se queden a dos velas, les ofrezco más abajo la traducción del reportaje (que no es largo) para que todos podamos enterarnos de más cosas sobre nuestra familia favorita.

Y aquí hay otra foto más.

Y otra más. En ésta no estoy seguro de que el mocoso de la izquierda sea Trig. ¿Ustedes qué piensan? Igual es un primo, ¿no?

Nota del autor: De nuevo, les anuncio que ha salido publicado un artículo mío en Semanario Atlántico. Se titula: «26 a 0. Sarah Palin sigue ganando por goleada» y de nuevo confío en que les guste.

El canadiense que opina alto y claro sobre Estados Unidos: Mark Steyn

El canadiense Mark Steyn quien, antes de ser comentarista político, fue crítico de teatro y de cine. Alguien podría pensar que no son esos precisamente los antecedentes que uno se espera de su comentarista político favorito, pero como quiera que la política no es más que un gran teatro (Shakespeare dijo algo parecido también), tal vez sí que sea la mejor preparación posible ya que así a uno no le sorprenden muchas de las cosas que encierra ese mundo. ¿Y es que dónde va uno a encontrar mejores actores que en su respectivo gobierno nacional?

Una imagen del blog de Mark Steyn (para verlo, pulse aquí). Por el estilo de sus escritos y su espíritu rebelde, Steyn me recuerda mucho a Michelle Malkin. Recuerdo cuando empecé a leer sus artículos por primera vez hace ya algunos años: nunca me dejaban indiferente. Y eso es, a fin de cuentas, lo que todos buscamos en nuestros comentaristas. Que pongan el dedo en la llaga y que aprieten. ¿O no?

Mark Steyn nación en Toronto (Canadá) el 8 de diciembre de 1959. Es el único de todos mis comentaristas políticos favoritos que, a pesar de residir en New Hampshire, no es estadounidense. Educado en Reino Unido, dejó los estudios tan pronto como a los 18 años y empezó  a trabajar primero como disc-jockey y luego como crítico teatral en 1986 en el recientemente inaugurado periódico The Independent, pasando en 1992 a ser crítico cinematográfico de The Spectator. Y he aquí que un buen día decidió dejar el mundo de las candilejas y pasar a ocuparse del mundo de la política (más teatrero éste último que el primero si cabe) en el conservador The Daily Telegraph, donde estuvo hasta 2006. A partir de entonces, Steyn publicó su columna en multitud de periódicos tanto europeos como estadounidenses e incluso australianos, así como en su página web, donde incluye todo lo que escribe que es mucho y muy bueno.

Ya hemos dicho que Steyn estudió en Europa y, en consecuencia, es bien consciente de la realidad de ese pobre continente en plena decadencia, Steyn es uno de los que teme que la pesadilla de ver a la próspera Europa convertida en una miserable Eurabia, un continente dominado por el Islam, sea algo inevitable y que muchos de los que ahora tenemos 40 años o así lo veremos perfectamente y acabaremos nuestros días con ese pesar en nuestros corazones. Por supuesto, los voceras de lo “políticamente correcto” (y mentalmente deficiente, añado yo) le han replicado que eso nunca pasará, pero en mi opinión si alguien tiene razón está desgraciadamente más cerca de ser Steyn que esos otros tipejos tan felices de acabar con el cristianismo aunque sea a costa de convertirse al islamismo.

Otro punto controvertido en Steyn es su rechazo de lo que se ha llamado el “multiculturalismo”, que considera un fraude y que permite que se tolere lo que él llama la “intolerancia cultural islámica”, lo que es un contrasentido. En sus propias palabras, “el multiculturalismo significa que los peores atributos de la cultura musulmana – la subyugación de las mujeres – se combinan con los peores atributos de la cultura occidental – la licenciosidad y la autocomplacencia –“. Y para terminar, añade que él no es un racista, sino un culturalista y que cree que la cultura occidental – imperio de la ley, sufragio universal – es preferible a la cultura árabe, opinión que comparto plenamente con él.

Autor de varios libros muy exitosos, Steyn es un autor que no deja títere con cabeza y que pone a cada uno frente a sus contradicciones, obligándole a tomar partido a menos que uno sea de esos que tienen el gen del avestruz y prefiera esconder la cabeza bajo la tierra. Entre sus títulos, destacan los siguientes (no, ninguno de ellos está traducido al español; si las editoriales españolas no se han atrevido a traducir Going Rogue, van a atreverse a traducir un libro de Steyn, Sowell, Elder, Malkin o Coulter):

  • The Face Of The Tiger (2002).
  • Mark Steyn From Head To Toe: An Anatomical Anthology (2004).
  • America Alone: The End Of The World As We Know (2006).
  • Mark Steyn’’s Passing Parade (2006).
  • Tyranny Of Nice (2008).
  • Lights Out: Islam, Free Speech And The Twilight Of The West (2009).

¿Que por qué me gusta Mark Steyn? Me gusta porque, al igual que cualquiera de sus compañeros en esta serie, es un espíritu libre que no sólo tiene principios y los defiende sino que además está dispuesto a pagar el precio por ello. Ojalá yo también pudiera dejar de ocultar mi identidad y publicar abiertamente mis comentarios y hasta aparecer en los medios de comunicación, pero no lo puedo hacer porque en esta España de nuestros pesares, la libertad de expresión no existe y si yo pretendiera darme a conocer, lo único que conseguiría sería quedarme sin trabajo y hasta ser acosado socialmente. Por eso no puedo dejar de admirar a quienes sí que han tenido el coraje de arriesgarse a ello y han logrado salir adelante. Además, Steyn es un gran conocedor de la realidad europea y sus comentarios sobre lo que está sucediendo en nuestro continente, al igual que las que hizo en su momento Oriana Fallaci, no dejan de resonar en los oídos de aquellos capaces de escucharlas por más que cada vez seamos menos.

Los Palin celebran el Día de la Madre

Ya les he hablado suficientemente sobre este reportaje de USA Weekend, así que no son necesarias más presentaciones. Aquí lo tienen.

Sarah Palin les da la bienvenida a su casa para un primero familiar.

“¡Ésta es la primera vez que hemos tenido a todos mis niños juntos en la misma foto!”, exclama una asombrada Sarah Palin, flanqueado por sus cinco hijos y su pequeño nieto en su hogar de Alaska.

La ocasión para este primero de Palin: ayudar a USA Weekend a resaltar el Día de la Madre de 2010.

Incluso para una de las más famosas madres del mundo, domar a seis niños – incluyendo a dos revoltosos niños pequeños, un preferiría-estar-en-otra-parte joven veterano y una niña que cumple años y está impaciente por encender las velas en sus mini pasteles que mamá ha cocinado- hace que la reforma de la atención de la salud parezca sencilla.

Bienvenidos a Casa Palin, un remoto puesto al lado de un lago donde, por una tarde, la mujer de los titulares abrió sus casa para que echáramos un mirada más estrecha a su vida.

Lo que encontramos durante tres apresuradas horas, sin censuras, fue una mamá trabajadora que da un nuevo sentido al término “multitarea”. En un momento, Palin, de 46 años, está preparando un biberón, comprobando la última catarata de mensajes de correo electrónico en su BlackBerry y preguntando a Piper, de 9 años, si quiere salir a jugar; en el momento siguiente, sale por la puerta trasera, quitándose sus pendientes para hacer una toma en directo para la televisión sobre, sí, la reforma de la atención de la salud para Fox News. Y todo esto sucedión durante nuestra entrevista.

Salvo por el hecho de que toda la tribu está aquí, éste es un típico viernes por la tarde: niños pequeños a medio vestir que corretean por todas partes; Willow, de 15 años, dando vueltas con su iPhone rosa; un equipo de televisión en el patio trasero; la cena enfriándose; y Palin siempre lista para salir en directo con su característico peinado, maquillaje de televisión, pantalones de cintura baja y zapatos de tacones.

La casa es una con una sorprendente forma de A que su marido Todd, de 45 años, construyó en 2002. Por todas partes, la única decoración de las paredes –aparte de una magnífica vista del lago a través de las ventanas abiertas desde el suelo hasta el techo- son cabezas de ciervo y de caribúes y una serie de cuernos de alce puestos sobre la televisión de pantalla plana en el salón-comedor-sala de estar. Hasta aquí, el único signo visible de la creciente riqueza de los Palin (estimada en unos 12 millones de dólares desde que dimitió como gobernadora de Alaska hace diez meses) es una oficina de dos plantas aún en construcción con un hangar adicional para la pequeña avioneta de Todd. Un camino de entrada salpicado con ocho vehículos entre monovolúmenes y otros coches hace que la pequeña entrada al complejo parezca más un taller de reparaciones que el hogar de una superestrella política.

En su interior, el escasamente controlado caos flota sobre un frenético hogar en el que se espera de cada miembro que haga y deje hacer. “Hacemos la comida. Hacemos la limpieza. Hacemos toda la colada”, dice Palin.

Añade Todd, mientras da el biberón a Trig en su regazo: “Es algo difícil de explicar nuestro estilo de vida. No es tradicional”.

Para Palin, el hacer malabarismos es prueba de capacidad presidencial. “Creo que este país estaría muy bien servido por una mujer presidente, alguien que haya levantado una familia”, dice, quedándose a punto de decir que quiere presentarse en 2012. “Nosotras simplemente queremos ir del punto A al punto B y tener hecho el trabajo. No estoy para perder el tiempo; estoy demasiado ocupada”.

De hecho, Palin está más ocupada que nunca. Además de contribuir con sus comentarios en Fox News, una serie documental televisiva de TLC en ocho partes que ella presenta empezará a rodarse este verano. Ella pasa mucho tiempo en los 48 de abajo, tal y como los alasqueños llaman al resto de Estados Unidos, haciendo campaña por causas conservadoras y cobrando cheques de seis cifras por sus apariciones. También ha firmado un contrato para escribir un segundo libro; el primero, Going Rogue, vendió 2,6 millones de ejemplares el año pasado.

Mientras ella promociona un creciente imperio Palin, su familia es mantenida unida por un delgado hombre de ojos azules, un hombre de pelo en pecho que puede manejar un biberón tan bien como un rifle de caza (sí, el mató tanto al ciervo como al alce que cuelgan de la pared).

Tenerlo a él para manejar el frente doméstico es “el mayor cambio” de la nueva vida de Palin como celebridad política, tal y como ha sido bautizada. Durante años, dice, ella fue una simple madre como cualquier otra mientras Todd trabajaba a 1.500 km de distancia en los campos petrolíferos de Alaska. “Hablando prácticamente, es más fácil ahora que está en casa”.

Aún así, “él trabaja más que cualquier persona que vayamos a conocer nunca”, dice Palin, sonriéndole a él que está a unos poco metros de distancia. “Se levanta a las 04.30 h, cambia a Trig, le da de comer en la trona”, luego conduce a Willow al instituto que está a 20 kilómetros de distancia, sólo para volver a casa  y conducir a Piper al colegio. “¡Todd no duerme mucho!”, dice Palin, interrumpiéndose y ofreciéndose a preparar un biberón para ayudar a Bristol, una visiblemente exhausta y exasperada joven madre. Palin abre un paquete de leche en polvo y continúa hablando, mientras Bristol está en la fregadera de la cocina con Tripp, comiéndose un taco que le ha preparado su madre.

Hace sólo dos semanas, Bristol se mudó a su primer apartamento en Anchorage, a 60 kilómetros de allí, donde trabaja como ayudante en la consulta de un dermatólogo. Allí, está aprendiendo a arreglárselas como una madre trabajadora soltera adolescente.

Inevitablemente, como reconoce Palin, no todo sale en las familias como está previsto.

“Es duro”, dice. “Algunos días sientes que es todo inútil. Crías a tus hijos lo mejor que puedes, les enseñas tan bien como sabes, piensas que todos vamos al unísono y, bueno – mire nuestra situación”, continúa moviendo la mano en dirección a Bristol y Tripp y bajando ligeramente su voz. “Un día ella viene a casa y dice que está embarazada. Y es así. ¡Eso se suponía que no tenía que suceder!”.

Palin continúa explicando cómo Todd y ella supieron que Bristol, entonces de 17 años y en el instituto, estaba esperando un niño. Bristol llegó a casa con Levi Johnston, su por entonces novio y ahora muy esquivo padre del bebé. “Sabíamos que algo no iba bien porque Levi estaba en casa y él no es un chico muy sociable”, dice Palin. “Levi no dijo nada… Bristol dijo: “Mamá, ¿qué crees que es lo peor que le puede pasar a nuestra familia?” Bristol no pudo continuar. Finalmente, una amiga de Bristol soltó la noticia. Tal vez por primera vez en su vida, Palin dice: “Me quedé sin palabras. Necesitamos un tiempo para asimilarlo”.

“De cualquier manera, incluso eso ha acabado convirtiéndose en una bendición”, añade con una sonrisa burlona, como si dijera “tal y como me recuerdo a mí misma constantemente”.

Palin no se lamenta del impacto que su frenético estilo de vida y su fama está teniendo sobre sus hijos. “Son bastante independientes y tienen la piel gruesa”, dice orgullosamente. “Esos son atributos que cualquier padre querría en sus hijos”.

“Nosotros podemos ver las bendiciones en cada paso que hemos dado y en todo lo que nos ha sucedido. Ha sido duro pero Todd y yo creemos firmemente que al final del día las cosas acabarán funcionando”.

Hablando del final del día, todavía es el cumpleaños de Piper. Para su verdadera fiesta del día siguiente, la novia de Track les enseñará a ella y a sus amigas un baile. Además, Palin dice esperanzadamente: “Su primo mayor, que es un pequeño cazador, podría enseñar a las niñas a tirar al blanco con el rifle de balines”.

Pero por ahora se está hacienda tarde y esas velas de cumpleaños todavía no han sido encendidas.

Como pueden ver, una familia de lo más normal, teniendo en cuenta que tienen cinco hijos. Y no se llamen a engaño: esa familia funciona gracias a Todd, el padre. Si no fuera por él, Sarah no podría hacer ni una pequeña parte de todo lo que está haciendo. Siempre se ha dicho que detrás de un hombre de éxito hay una mujer; pues en este caso es al revés porque detrás de Sarah está Todd, siempre dispuesto a cubrirle las espaldas, y eso es indudable. ¡Y encima es tan guapo que sé de alguna de mis amigas, guapísima ella misma, que no deja de suspirar por él todo el día! Qué suerte que tiene Sarah, ¿verdad?

Y hasta aquí esta entrada. Para la próxima, tenemos un tema peliagudo: el respaldo de Sarah Palin a Carly Fiorina en California. Un tema que ha levantado ampollas. Vamos a darle un buen repaso para que todos entiendan qué es lo que ha sucedido realmente.


TOMANDO EJEMPLO: MIS COMENTARISTAS POLÍTICOS FAVORITOS (II)

05/05/2010

 

Por los comentarios que he recibido últimamente, parece que mi entrada anterior sobre los comentaristas a los que suelo seguir habitualmente ha gustado a mis lectores. Y no me extraña porque tanto Ann Coulter como Michelle Malkin o Andrea Tantaros son tres extraordinarias comentaristas de las que no dejo de aprender a cada día que pasa. Ojalá algún día pudiera merecer que me compararan con ellas, pero eso mucho me temo que será imposible. Y es que en mi opinión, un columnista de opinión nace y no se hace. Me explico: muchas personas pueden escribir columnas de opinión en un medio de comunicación, pero sólo unas pocas de ellas logran que esas columnas interesen a los lectores. A un columnista de éxito, se le distingue porque la gente le lee tanto para alabarlas como para vituperarlas, pero le lee. O como decía no recuerdo quién, pero era alguien que sabía de lo que hablaba: “Uno necesita a su columnista diario aunque sólo sea para cagarse en él”.  En España, Paco Umbral ha sido el epítome del columnista y reconozco que, por mucho que no compartiera prácticamente ni una de sus opiniones, no podía dejar de leer sus columnas siempre que tenía ocasión de ello (cuando yo leía todavía los periódicos, hace ya tanto tiempo). Todos los comentaristas que les presento en esta serie cumplen con esa condición: apetece leerles siempre. Y si la semana pasada tratamos a las chicas, esta semana le toca el turno a los chicos. Vamos con ellos pues.

¿Recuerdan que no hace mucho propuse diseñar una “palinseta”, o sea, una camiseta con la imagen de Palin? Algunos de ustedes ya ha mandado su propuesta y creo que es la ocasión para proponer la mía. Tengo varias, pero ésta es la que más me gusta: Sarah Palin con la bandera estadounidense detrás, saludando a sus partidarios. Y como lema: “Palin for President. You betcha!”. Y detrás podríamos poner algo así como “Conservador en Alaska. Contando la verdad sobre Sarah Palin a quien quiera escucharla. http://www.moosecon.wordpress.com”. Sí, ya sé que eso es hacerme publicidad, pero uno tiene que promocionarse de alguna manera, ¿no?

Nota del autor (1): Por cierto, Santi me pregunta si creo que podría haber algún líder en España similar a Sarah Palin y a pesar de que uno no habla de la política nacional (más que nada para no echarme a llorar) voy a contestarle en atención al enorme aprecio que siento por él: sí, Santi, si tuviera que decir un nombre sería el de Esperanza Aguirre que es la única política actual que parece tener alguna idea sensata en la cabeza. Sin embargo, teniendo en cuenta que España no es una democracia sino una partitocracia, lo tiene realmente difícil porque no serán los sencillos ciudadanos como nosotros quienes la elevemos al poder, sino que será ella primero quien tendrá que imponerse dentro de su propio partido y eso sólo ya será harto difícil. Si Aguirre fuera estadounidense creo que sería algo así como Michelle Bachmann, más bien. Como Palin, no; como Bachmann.

Nota del autor (2): Por cierto, el grandísimo Josh Painter, de “Texas for Sarah Palin”, no sé cómo ha conocido de este misérrimo blog y lo ha incluido en su lista de blogs recomendados. ¡Me siento honrado! Josh Painter es uno de mis héroes y nunca hubiera podido imaginar que iba a perder ni un solo minuto en hacerse eco de mi existencia.

El negro que no quiere ser “un negro”: Larry Elder

Es realmente difícil conseguir una foto de Larry Elder en la que éste salga favorecido. La verdad es que posa muy mal. Y no se lo reprocho porque yo poso peor. Por eso nunca verán una foto mía por ahí. Ni siquiera en la solapa de un libro por más que lo estoy intentando. El caso es que Elder es algo que curiosamente muchos consideran casi como un monstruo: un negro de derechas. Cosas de la izquierda que no pueden dejar de etiquetar a las personas y agruparlas en compartimentos, incapaces como son de entender que cada uno es como es y que cada persona es única e irrepetible. Pues no hay manera de que lo entiendan, ¡caramba! Si uno es negro, tiene que ser demócrata por narices porque los republicanos son todos racistas. ¡Pues no! Y Elder es el primero que lo dice alto y claro.

Una imagen del blog de Larry Elder (para verlo, pulse aquí). No es exactamente un blog, sino un anuncio y es que Elder está pensando en lanzar un show por internet que se va a titular Elderado News, pero sólo si obtiene suficientes subscriptores para ello lo hará. Sería una lástima que no lo lograra, la verdad. Elder es una de las voces más interesantes de oír en el panorama estadounidense actual.

Lawrence Allen Elder nación en Los Angeles (California) el 27 de abril de 1952, viviendo todavía su padre, Randolph, de 91 años, mientras que su madre, Viola, falleció en 2006 a los 81 años. Licenciado en 1974 en Ciencias Políticas por la Brown University, más tarde, en 1977, se licenció en Derecho en la University of Michigan Law School, tras lo cual empezó su carrera profesional trabajando en una gran firma de abogados de Cleveland (Ohio). No debió de apasionarle el trabajo porque tan pronto como en 1980, Elder fundó su propia empresa, Laurence A. Elder and Associates, dedicada a seleccionar y contratar abogados experimentados para otras empresas.

Fue también estando en Cleveland, a finales de los años 80, cuando Elder empezó a interesarse por los medios de comunicación, ofreciéndose voluntariamente para presentar un programa en la cadena WVIZ (afiliada a la PBS). El programa, que debatía cada semana sobre un tema diferente, acabó siendo llamado The Larry Elder Show y trasladándose a la cadena WOIO (afiliada a la Fox Network) y a la televisión por cable. Finalmente, Elder se mudó a Los Angeles en 1994 y el programa llegó a su fin.

A partir de 2000, Elder hizo más apariciones en televisión, presentado una amplia variedad de programas en diferentes cadenas, pero siempre en programas informativos, no de noticias, sino de debate. Desde 2009, Elder se dedica principalmente a su propia página web además de a diversas colaboraciones periodísticas y a la publicación de libros y hasta de DVD. Así, por ejemplo, entre sus libros encontramos los siguientes títulos:

  • The Ten Things You Can’t Say In America.
  • Showdown: Confronting Bias, Lies And The Special Interests That Divide America.
  • What’s Race Got To Do With It? Why It’s Time To Stop The Stupidest Argument In America (originalmente titulado Stupid Black Men: How To Play The Race Card – And Lose).

Y entre sus DVD, los siguientes:

  • Redefining Racism: Fresh Voices From Black America.
  • Title IX And Women In Sports: What’s Wrong With This Picture.
  • Michael & Me (en el cual replica al farsante Michael Moore y sus opiniones en el documental Bowling for Columbine).

Elder se define a sí mismo como un libertario, es decir, un partidario extremo de la libertad personal, estando a favor no sólo de la libre empresa sino también de otras posturas como el derecho al aborto y la legalización de las drogas, opiniones suyas que no comparto, pero que respeto. Actualmente, sin embargo, y a pesar de que existe realmente un Partido Libertario en Estados Unidos, Elder está registrado como republicano desde mayo de 2003, principalmente como medio de demostrar su apoyo a la Guerra contra el Terror emprendida por la administración Bush, además de así poder resultar más influyente dentro del Partido Republicano. El propio Elder explicó en su momento su decisión de esta manera:

Soy un republicano con “R” mayúscula y un libertario con “l” minúscula. Me he afiliado al Partido Republicano no porque ellos tengan ningún principio, sino porque es la manera de ser más útil y de tener mayor influencia. Mi filosofía es claramente libertaria”.

(…)

No se equivoquen. Mis principios libertarios siguen siendo los mismos. Pero como el escritor Midge Decter dijo una vez: “Llega el momento de unirse al lado con el que estás”.

Y para dejarlo más claro, Elder ha acuñado el término “republitarian”, o sea, un miembro del Partido Republicano que sostiene ideales políticos libertarios. Para Elder, el libertarianismo es una filosofía (una “l” minúscula), no un partido (una “L” mayúscula).

¿Que por qué me gusta Larry Elder? Algunos de ustedes puede que no lo entiendan porque yo mismo confieso que no tengo mucho de libertario (la verdad es que poco). Sin embargo, eso no quiera decir que no deba apreciar la excelencia donde la encuentre y Elder es una persona excelente cuya capacidad de polemizar y ganar las polémicas con quien haga falta nunca deja de sorprenderme. Además, su voluntad de luchar contra la excusa de la raza es algo para lo que se necesitan muchas agallas. Algo similar está haciendo Michelle Malkin, pero ella no entra dentro de esa estupidez de clasificación llamada “afroamericanos” (a ella la clasifican dentro de los  “asiaticoamericanos”) mientras que Elder sí. Pero en lo que ambos coinciden sin duda alguna es en que ellos de eso, nada; ellos son americanos y punto.

Por cierto, no me puedo resistir a traducirles uno de los artículos que más me han gustado de Larry Elder. Llevo mucho tiempo guardándolo y creo que no tendré nunca mejor ocasión que ésta para ofrecérselo. Helo aquí.

¿Demócrata o republicano?

Le escribo en nombre de mi hijo. Hablando en plata, ¿cuáles son las principales diferencias entre los demócratas y los republicanos hoy en día? Me complico demasiado con mis explicaciones. No creo que estos chicos sepan realmente la diferencia y votarán simplemente a un candidato porque es joven o mujer, etc. ¿Puede ayudarme?

Por supuesto. Examinemos en qué creen los republicanos y en qué creen los demócratas.

Los republicanos creen que el éxito es fruto del trabajo duro y que el gobierno debería permitirle conservar lo que gana en el máximo grado posible. Los demócratas creen que el éxito resulta de la suerte, la casualidad y el azar y, por tanto, un gobierno justo coge de aquellos que tienen y lo entrega a aquellos que no.

Los republicanos creen en una sociedad que no mire el color de la piel y que evalúe a las personas por su iniciativa, ética de trabajo y talento. Los demócratas quieren una sociedad coordinada según la raza. Esto explica el apoyo a la discriminación positiva racial o sexual para “corregir” pecados anteriores y generar “diversidad”.

Los republicanos creen que discriminar para solucionar los efectos de anteriores discriminaciones sigue siendo discriminación y que un gobierno debe limitarse a ser justo en el momento en que actúa. Los demócratas quieren utilizarlo para “rectificar” errores pasados a los que culpan de las “injusticias” de hoy.

Los republicanos creen que el gobierno debe poner el acento en el individuo, que un gobierno que reduce los impuestos es mejor. Los demócratas quieren que los individuos le otorguen más poderes al Estados y apoyan políticas que redistribuyan los ingresos de la persona A a la persona B porque “lo merece”.

Los republicanos creen que el campo de juego, aunque desnivelado, exige del individuo que se desenvuelva lo mejor que pueda con las cartas repartidas. Los demócratas consideran que la vida está amañada y que el destino de uno descansa sobre temas más allá del control del individuo.

Los republicanos creen que aquellos que no pueden ayudarse a sí mismos pueden ser ayudados y serán ayudados por otras personas –no por el gobierno-, debido a la más elemental compasión humana. Los demócratas creen que a causa de la mala suerte de uno, él o ella tiene derecho a algo –a través del gobierno- procedente de alguien más.

Los republicanos creen en la paz a través de la fuerza y, por tanto, apoyan una defensa nacional firme y –en esta era de islamofascismo- en una política exterior proactiva. Los demócratas creen en la fuerza a través de la paz y creen poder influir mejor en el comportamiento de nuestros enemigos manifestando nuestras buenas intenciones.

Los republicanos creen en los beneficios mutuos del libre comercio y el libre intercambio de bienes y servicios. Los demócratas creen en el “comercio justo” y son partidarios de barreras que protegen de la competencia a las industrias nacionales, reduciendo los incentivos para innovar y cambiar para seguir siendo competitivas.

Los republicanos consideran a la Constitución un contrato que limita los deberes, los poderes y las obligaciones del gobierno federal. Los demócratas consideran a la Constitución “un documento vivo” que ha de ser interpretado con flexibilidad. Los republicanos, por ejemplo, rechazan el veredicto de Roe vs. Wade porque el tribunal basó su argumentación en el derecho a la privacidad, que no se menciona en la Constitución de los Estados Unidos. Los demócratas consideran que ese derecho está implícito en nuestra ley fundamental pese a la ausencia de cualquier referencia al mismo.

Los republicanos creen en la Segunda Enmienda, que confiere al individuo el derecho a tener y llevar armas. Los Padres Fundadores quisieron este derecho para proteger a los estadounidenses frente a la tiranía del Estado. Los demócratas consideran la Segunda Enmienda un obstáculo a la seguridad pública.

Michigan, hace seis años, se convirtió en uno de los cerca de 40 estados que permite a los ciudadanos solicitar un permiso para llevar armas ocultas. Entonces los funcionarios de las fuerzas del orden predijeron un incremento de los crímenes violentos. En realidad sucedió lo contrario. El jefe de policía de Woodhaven, Michael Martin, dijo: “Creo que el consenso general entre las fuerzas del orden es que las cosas no se pusieron tan mal como se esperaba. Hay problemas con las armas de fuego, pero creo que podemos respirar aliviados porque aquello que anticipamos no sucediera”.

¿Cómo cree que reaccionó la presidenta de la delegación de Michigan del colectivo contrario al derecho a portar armas Million Moms March? Pues declarando que las estadísticas estaban falsificadas y afirmando que, aun en el supuesto de que fueran reales, la sociedad aún poseía demasiadas armas.

Lo que nos lleva a nuestra observación final: los republicanos creen en lo que ven y los demócratas ven aquellos en lo que creen.

Si alguien me preguntara alguna vez en qué creo yo exactamente, me bastaría con darle una copia de este artículo porque estoy seguro de que por más que lo intentara, nunca lograría expresarme con mayor exactitud. ¿Comprenden ahora por qué Larry Elder es uno de mis comentaristas políticos favoritos?

El profesor que cada vez que habla da una lección: Thomas Sowell

Difícil es hacer una presentación de Thomas Sowell, dado que no es sólo un economista brillante, sino también un filósofo, un comentarista político, un crítico social y un prolífico escritor.  Su currículo académico es largo como un brazo e impresionante se mire por donde se mire. Otro ejemplo viviente de que ser negro no significa ser tonto, como parece que piensa la izquierda en Estados Unidos que, de tanto pretender “compensar” a los negros por los siglos de esclavitud lo único que han conseguido es volverlos a esclavizar, pero ahora en lugar de personas como amos tienen al Estado como tal. ¡Demonios, los negros son tan capaces como usted y como yo de salir adelante con voluntad, esfuerzo y una pizca de suerte! ¡No necesitan que les den la sopa boba toda su vida! Y aún pretende la izquierda que ellos son sus defensores…

Una imagen del blog de Thomas Sowell (para verlo, pulse aquí). Sí, ciertamente es un poco soso, pero olvídense de eso y entren en él y pónganse a leer sus escritos. Les aseguro que valen la pena. Lo que sabe este hombre sobre economía y lo bien que sabe explicarla a gente como nosotros, es un soplo de aire fresco en un campo que tanto pedante se empeña en volver árido como un desierto.

Thomas Sowell nació en North Carolina el 30 de junio de 1930, huérfano de padre. Ha publicado su autobiografía, titulada A personal Odyssey (2002), y en ella relata, por ejemplo, que durante su infancia, tuvo tan poco contacto con personas de raza blanca que no podía creerse que hubiera gente cuyo color de pelo fuera “amarillo”. Por aquel entonces, Sowell pensaba que su tía materna era su madre y con ella se mudó a Harlem, en New York. No tuvieron mucha suerte y él tuvo que dejar los estudios a los 17 años a causa de problemas económicos y a causa también de problemas familiares. Para independizarse, Sowell aceptó cualquier trabajo que se le ofreciera y así trabajó desde dependiente en un comercio hasta repartidor de Western Union. Con el tiempo, se ofreció para trabajar como funcionario y logró obtener una plaza que le llevó a mudarse a Washington, DC. En 1951, Sowell fue reclutado para incorporarse al Ejército durante la Guerra de Corea, siendo asignado a los marines, sirviendo en una unidad fotográfica gracias a que tenía experiencia como tal.

Tras su tiempo de servicio, Sowell aprovechó la oportunidad que se le brinda en Estados Unidos a todos los veteranos de guerra de optar a entrar en la Universidad  y estudió Economía en la universidad de Harvard, licenciándose en 1958, obteniendo un máster en la misma materia en la universidad de Columbia en 1959 y doctorándose finalmente en la universidad de Chicago poco después. Desde entonces, la principal ocupación de Sowell ha sido la enseñanza en multitud de universidades por todo el país, lo cual es curioso en alguien que reconoce que cuando tenía veinte años era marxista, grave enfermedad de la que se curó afortunadamente poco después, cuando empezó a trabajar para el gobierno. Además de docente, Sowell es un reputadísimo columnista y escritor cuyos artículos y libros, casi siempre sobre economía, merecen siempre una lectura atenta. Sin embargo, Sowell también ha escrito sobre otros temas como los raciales, por ejemplo, siendo un firme crítico de la discriminación positiva. Alguien lo ha descrito como un “conservador negro”, pero él prefiere no ser catalogado e incluso se considera a sí mismo más libertario que conservador, como Larry Elder.

Una relación de sus libros es tan larga que asusta sólo verla, pero a pesar de todo voy a relacionarlos todos aquí:

  • Intellectuals and Society (2010)
  • The Housing Boom and Bust (2009)
  • Economic Facts and Fallacies (2007)
  • Basic Economics: A Common Sense Guide to the Economy (2007)
  • A Man of Letters (2007)
  • Ever Wonder Why? And Other Controversial Essays (2006)
  • On Classical Economics (2006)
  • Black Rednecks and White Liberals And Other Cultural And Ethnic Issues (2005)
  • Affirmative Action Around the World: An Empirical Study (2004)
  • Basic Economics: A Citizen’s Guide to the Economy (2004)
  • Applied Economics: Thinking Beyond Stage One (2003)
  • Inside American Education (2003)
  • The Einstein Syndrome: Bright Children Who Talk Late (2002)
  • Controversial Essays (2002)
  • A Personal Odyssey (2002)
  • The Quest For Cosmic Justice (2002)
  • Conquests and Cultures: An International History (1998)
  • Migrations and Cultures: A World View (1996)
  • The Vision of the Anointed: Self-Congratulation As a Basis for Social Policy (1996)
  • Race and Culture: A World View (1995)
  • A Conflict of Visions: Ideological Origins of Political Struggles (1987)
  • Compassion Versus Guilt and Other Essays (1987)
  • Marxism: Philosophy and Economics (1986)
  • Civil Rights: Rhetoric or Reality? (1984)
  • The Economics and Politics of Race (1983)
  • Ethnic America: A History (1981)
  • Markets and Minorities (1981)
  • Knowledge and Decisions (1980)
  • Race and Economics (1975)
  • Say’s Law. An Historical Analysis (1972)

Como pueden ver, Sowell es un autor consagrado que sigue la estela de los venerados Milton Friedman, George Stiegler y F. A. Hayek y su opinión bien merecedora de ser escuchada. Desgraciadamente, el presidente de Estados Unidos no está nada interesado en hacer eso, lo cual es una lástima porque mejor le irían las cosas seguramente. ¿Que por qué me gusta tanto Sowell? Pues por las mismas razones que me gusta Larry Elder, pero es que además en su caso este hombre explica las cuestiones económicas con tanta facilidad que logra hacerlas comprensibles incluso a los negados como yo. Sólo por eso ya merecería ser uno de mis favoritos.

Por mi parte, aquí termino esta segunda entrada dedicada a mis comentaristas políticos preferidos. En la tercera y última tendremos al último de todos ellos: Mark Steyn. Sin embargo, como quiera que sólo es uno, voy a completar la entrada con un pequeño repaso a tres de los comunicadores más importantes de Estados Unidos, de quienes oímos hablar día sí y día también: Rush Limbaugh, Glenn Beck  y Sean Hannity. Será interesante saber un poco más sobre ellos, ¿verdad?

Hasta la próxima.