Comienza el espectáculo
Tras la convención republicana de Saint Paul (Minnesota), celebrada durante los días 1 a 4 de septiembre de 2008, se dio el pistoletazo de salida a la campaña electoral (recordemos que los demócratas habían celebrado su propia convención en Denver (Colorado), pocos días antes, del 25 al 28 de agosto). Una campaña electoral lamentable por la falta de propuestas serias que debatir por parte de ambos candidatos a presidente y en la que los demócratas se apoyaron exclusivamente en la labia (y un dominio del teleprompter realmente excepcional) de su candidato, al que presentaban prácticamente como una divinidad, mientras que los republicanos se limitaban a luchar denodadamente por quitarse de encima el sonsonete de que McCain iba a ser Bush III.
Fue la irrupción de Sarah Palin como candidata republicana a vicepresidente lo que animó de veras la campaña, devolviéndola al terreno de las ideas, las conservadoras, que tan bien representaba Sarah (al contrario que McCain, que de tanto querer presentarse como un maverick, un independiente, alguien que no seguía al rebaño, tenía a la base conservadora desazonada). Sarah, en cambio, era una mujer en quien esa base podía verse reflejada fielmente y fue la noticia de su nominación la que realmente condujo a las filas de McCain a tantos y tantos buenos republicanos que ya estaban planteándose seriamente el no votar.
Los del otro bando le vieron las orejas al lobo y rápidamente se pusieron manos a la obra para contrarrestar el “efecto Palin” y, de paso, recuperar la delantera en las encuestas de intención de voto que, por primera vez en toda la campaña, habían perdido. Y fueron los errores de la campaña de McCain los que les proporcionaron esa oportunidad. ¿Cómo? Muy sencillo: dudando de Sarah. Sin duda, los estrategas de campaña de McCain se llevaron un susto morrocotudo al saber que éste había encontrado a su compañera de ticket en Alaska, un rincón perdido del mundo en el que evidentemente todos debían de ser paletos y la tal Sarah Palin la más paleta de todos para que la hubieran elegido gobernadora. ¿Conclusión? Ya que el viejo había tenido la humorada de escogerla para que no se le desmandara el rebaño conservador (sin duda esos estrategas compartían la opinión del rival demócrata de su jefe de que se trataba de “tipos amargados aferrados a sus armas y su religión”), al menos que no se le note demasiado el pelo de la dehesa; o sea, que se calle y que no diga nada que no sea única y exclusivamente lo que se le haya enseñado a decir previamente. Resultado: Sarah “Barracuda” convertida en Sarah “Mimosín”. Y la base conservadora nuevamente desazonada al ver a su campeona reducida a ser un loro de repetición, diciendo las mismas tonterías que McCain, ésas que tan poca gracia les hacían.
La entrevista de Charlie Gibson
La primera prueba de fuego a la que se tuvo que someter Sarah vino de la mano de Charlie Gibson, el periodista titular (anchor) del telediario de la noche (ABC World News with Charles Gibson) de la cadena de televisión ABC. Durante los días 11 y 12 de septiembre, la ABC emitió la entrevista que le había realizado a Sarah pocos días antes en la propia Alaska y el resultado fue un verdadero desastre… para los medios de (des)información, que se vieron un poco más muertos de lo que ya nos temíamos muchos de nosotros. Por lo que se refiere a Sarah, su intervención fue correcta y en algunos momentos hasta meritoria, pudiendo calificarse de C+ (un aprobado alto según la tabla de calificaciones escolares estadounidense). Sin embargo, bien que se preocuparon los de la ABC para que los espectadores no sacaran esa misma impresión (¡so sinvergüenzas!).
El tal Charlie Gibson, ejemplo de periodistas… ¡ejem, ejem! Por cierto, vaya birria de corbata lleva puesta.
La entrevista a la que sometió Gibson a Sarah fue un verdadero escándalo en Estados Unidos, levantando incluso las protestas incluso de los propios compañeros de profesión de Gibson, indignados por la descarada manipulación que se evidenció. Para empezar con el pliego de cargos, a la dichosa entrevista se le reprocha como mayor maldad, el hecho de haber sido editada de tal forma (recordemos que no era una entrevista en directo, sino grabada) que se perjudica intencionadamente a Sarah, al haberse eliminado porciones muy significativas de sus respuestas donde ésta aclara o matiza lo que está diciendo. De esta manera, manipulando sus contestaciones, se da de ella la imagen de una política ignorante y de ideas extremistas.
Por ejemplo, en un momento de la entrevista, Gibson preguntó a Sarah sobre la en aquel entonces reciente crisis de Georgia, la que provocó Rusia cuando invadió parte de ese país. Sarah le respondió que, en su opinión, Georgia no era la responsable de la crisis pues no la provocó de ninguna manera. Esta es la transcripción del momento exacto:
GIBSON: You believe unprovoked.
PALIN: I do believe unprovoked and we have got to keep our eyes on Russia, under the leadership there.
(GIBSON: Usted cree que sin mediar provocación.
PALIN: Claro que creo que sin mediar provocación y tenemos que estar muy vigilantes a Rusia, a su clase dirigente).
Esto es lo que se vio y oyó durante la entrevista; una Sarah Palin amenazadora y sin el más mínimo empacho en tocarle las narices al oso ruso. Sin embargo, la verdad es otra muy distinta. Después de la frase que se transcribe arriba, Sarah continuó hablando y dijo:
PALIN: (…) I think it was unfortunate. That manifestation that we saw with that invasion of Georgia shows us some steps backwards that Russia has recently taken away from the race towards a more democratic nation with democratic ideals. That’s why we have to keep an eye on Russia. And, Charlie, you’re in Alaska. We have that very narrow maritime border between the United States, and the 49th state, Alaska, and Russia. They are our next door neighbors. We need to have a good relationship with them. They’re very, very important to us and they are our next door neighbor.
(PALIN: (…) Creo que fue desafortunado. Esa actuación que vimos con la invasión de Georgia nos muestra que Rusia ha dado recientemente algunos pasos atrás en su carrera hacia ser una nación más democrática con ideales democráticos. Es por ello que tenemos que estar muy vigilantes a Rusia. Y mira, Charlie, estás en Alaska. Tenemos una frontera marítima muy próxima entre los Estados Unidos, y el 49º estado, Alaska, y Rusia. Son nuestros vecinos de la puerta de al lado. Necesitamos tener buenas relaciones con ellos. Son muy, muy importantes para nosotros y son nuestros vecinos de la puerta de al lado).
Pues bien, resulta que todo este último párrafo fue limpiamente eliminado de la versión que se emitió en televisión. Un párrafo que matiza enormemente la frase que sí que se emitió y que revela a una Sarah muy lejos de la imagen de la alegre pistolera que se pretendió dar de ella, descubriéndonos, por el contrario, que se trata de una persona responsable y perfectamente consciente del mundo en el que vive.
¿No se pueden creer semejante desfachatez por parte de la ABC, una de las cadenas de televisión más importantes, respetadas y prestigiosas del mundo? Vamos a dar un nuevo ejemplo de ello. Apenas veinte segundos después, Gibson vuelve a la carga:
GIBSON: What insight does that give you into what they’re doing [the Russians] in Georgia?
PALIN: Well, I’m giving you that perspective of how small our world is and how important it is that we work with our allies to keep good relations with all of these countries, especially Russia. We will not repeat a Cold War. We must have good relationship with our allies, pressuring, also, helping us to remind Russia that it’s in their benefit, also, a mutually beneficial relationship for us all to be getting along.
(GIBSON: ¿Qué impresión le da lo que están haciendo [los rusos] en Georgia?
PALIN: Bien, te estoy dando la imagen de lo pequeño que es nuestro mundo y lo importante que es que trabajemos codo a codo con nuestros aliados para mantener buenas relaciones con todos esos países, especialmente Rusia. No repetiremos una Guerra Fría. Debemos tener buenas relaciones con nuestros aliados, presionando, también, ayudándonos a recordarle a Rusia que es en su provecho, también, una mutua relación muy provechosa para todos si nos llevamos bien).
En esta ocasión, la manipulación fue aún peor. Sencillamente, este fragmento desapareció por completo. ¡Qué casualidad! Justo un párrafo en el que Sarah se compromete firmemente a no repetir la Guerra Fría y a contar estrechamente con los aliados de Estados Unidos para evitar que Rusia pueda desbocarse y volver a los tiempos de la Unión Soviética, pero no con el palo, con amenazas, sino con la zanahoria, recordándoles lo provechosa que pude ser para ambas partes el mantener buenas relaciones.
Estos son sólo dos ejemplos y ni siquiera los más significativos. Quien quiera consultar la transcripción completa de todos los momentos no emitidos (¿no sería mejor decir que “censurados”) durante la entrevista, puede consultarla aquí.
Comprobarán que todos los fragmentos en los que Sarah se revela como una mujer juiciosa o bien desaparecen, o bien se hace “cortar y pegar” con ellos de tal forma que Sarah acaba contestando con frases que corresponden a otras preguntas distintas. Cualquier cosa con tal de que la imagen que diera Sarah a los espectadores fuera la de una paleta que no sabe nada de nada y a la que no se le puede confiar siquiera la responsabilidad de ser la presidente de su comunidad de vecinos.
Sarah y Charlie Gibson en Alaska, preparando la entrevista. Poco se imaginaba Sarah que había venido el Lobo Feroz a visitarla.
Un segundo reproche que se hace a la entrevista es el hecho de que Gibson abusó de la buena disposición de Sarah, obligándola a pronunciarse expresamente sobre cuestiones sociales, llevándola a hacer declaraciones que algunos de sus espectadores no dudarían en considerar como extremistas. Además, para reforzar esa impresión, Gibson no dudó en manipular declaraciones de Sarah de años anteriores, forzándolas lo que hiciera falta para que encajasen en esa imagen de extremista que se pretendía dar de ella. Este es otro ejemplo:
GIBSON: You said recently, in your old church: “Our national leaders are sending U.S. soldiers on a task that is from God.” Are we fighting a holy war?
PALIN: You know, I don’t know if that was my exact quote.
GIBSON: Exact words.
PALIN: But the reference there is a repeat of Abraham Lincoln’s words when he said – first, he suggested never presume to know what God’s will is, and I would never presume to know God’s will or to speak God’s words. But what Abraham Lincoln had said, and that’s a repeat in my comments, was let us not pray that God is on our side in a war or any other time, but let us pray that we are on God’s side. That’s what that comment was all about, Charlie. And I do believe, though, that this war against extreme Islamic terrorists is the right thing. It’s an unfortunate thing, because war is hell and I hate war, and, Charlie, today is the day that I send my first born, my son, my teenage son overseas with his Stryker brigade, 4,000 other wonderful American men and women, to fight for our country, for democracy, for our freedoms. Charlie, those are freedoms that too many of us just take for granted. I hate war and I want to see war ended. We end war when we see victory, and we do see victory in sight in Iraq.
GIBSON: I take your point about Lincoln’s words, but you went on and said: “There is a plan and it is God’s plan”.
PALIN: I believe that there is a plan for this world and that plan for this world is for good. I believe that there is great hope and great potential for every country to be able to live and be protected with inalienable rights that I believe are God-given, Charlie, and I believe that those are the rights to life and liberty and the pursuit of happiness. That, in my world view, is a grand — the grand plan.
GIBSON: But then are you sending your son on a task that is from God?
PALIN: I don’t know if the task is from God, Charlie. What I know is that my son has made a decision. I am so proud of his independent and strong decision he has made, what he decided to do and serving for the right reasons and serving something greater than himself and not choosing a real easy path where he could be more comfortable and certainly safer.
(GIBSON: Usted dijo recientemente en su vieja iglesia: “Nuestros líderes nacionales están enviando soldados estadounidenses a una tarea que es de Dios”. ¿Estamos luchando en una guerra santa?
PALIN: ¿Sabes? No estoy segura de que esas fueran exactamente mis palabras.
GIBSON: Palabras exactas.
PALIN: Pero la referencia es una repetición de las palabras de Abraham Lincoln cuando dijo – primero, él sugería que nunca presumamos de conocer cuál es la voluntad de Dios y que nunca presumamos de conocer la voluntad de Dios o de hablar con su voz. Pero lo que había dicho Abraham Lincoln, y eso es lo que repetía en mis comentarios, fue que no roguemos porque Dios esté de nuestra parte en una guerra o en cualquier otro momento, sino que roguemos porque nosotros estemos del lado de Dios. Eso es a lo que se refería mi comentario, Charlie. Y lo que yo verdaderamente creo, sin embargo, es que esta guerra contra los terroristas extremistas islámicos es correcta. Es una desgracia porque la guerra es el infierno y yo odio la guerra y, Charlie, hoy es el día en que envío a mi primogénito, mi hijo, mi hijo adolescente, más allá del océano con su brigada, otros 4.000 maravillosos estadounidenses hombres y mujeres, para luchar por nuestro país, por la democracia, por nuestras libertades. Charlie, esas son libertades que demasiados de nosotros creemos que nunca peligrarán. Odio la guerra y quiero ver el fin de la guerra. Acabaremos la guerra cuando veamos la victoria y realmente tenemos la victoria al alcance de la mano en Irak.
GIBSON: Un buen argumento sobre las palabras de Lincoln, pero luego usted continuó y dijo: “Existe un plan y es el plan de Dios”.
PALIN: Creo que existe un plan para este mucho y que ese plan para este mundo es bueno. Creo que existe una gran esperanza y un gran potencial para cualquier país de ser capaz de vivir y estar protegido con derechos inalienables que creo que nos son otorgados por Dios, Charlie, y creo que esos son los derechos a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad. Ese, en mi visión del mundo, es un gran – el gran plan.
GIBSON: ¿Pero entonces está mandando a su hijo a una misión que es de Dios?
PALIN: No sé si la misión es de Dios, Charlie. Lo que sé es que mi hijo ha tomado una decisión. Estoy muy orgullosa de esa decisión que ha tomado independientemente y con total seguridad, lo que ha decidido hacer y servir por las razones correctas y servir a algo más grande que él mismo y no escoger el camino fácil donde pudiera estar más confortable y ciertamente más seguro).
En este ejemplo, se combinan los dos tipos de manipulación que ya hemos visto: borrar lo que no conviene de las respuestas de Sarah, por un lado, y sacar fuera de contexto declaraciones anteriores suyas, por el otro. Las frases en negrita del fragmento anterior fueron borradas de la versión televisada. Traten de leer el texto con y sin las frases señaladas y se darán cuenta de cómo cambia la imagen de Sarah y de lo fácil que resulta para los medios de (des)información el influir a la opinión pública simplemente con una cierta habilidad a la hora de usar las tijeras. ¿Y aún hay alguien que discuta que esto se llama “censura”?
De nuevo Sarah y Charlie Gibson preparando la entrevista. Lo que se ve al fondo no es el metro de Alaska, sino una porción de su oleoducto más importante, el TransAlaska Pipeline.
Un tercer reproche que hacer a la entrevista es el hecho de haber escogido a propósito las peores tomas de Sarah, utilizando ángulos de cámara poco favorecedores para ella, y el que se hayan cortado también las reacciones de Gibson a las respuestas de Sarah en las que éste aparecía haciendo gestos desaprobatorios, algo completamente fuera de lugar.
La entrevista de Sarah con Charlie Gibson. Fíjense en la toma: Sarah resulta empequeñecida comparada con él. La impresión resultante para el espectador no deja de ser negativa.
Finalmente, el último reproche que se le hace es el más divertido al menos para mí: que Gibson es un ignorante que no sabe de lo que habla, ja, ja, ja. En concreto, el reproche se lo hizo al día siguiente de la entrevista el columnista conservador Charles Krauthammer en su columna de “The Washington Post”. En concreto, Krauthammer acusó a Gibson de ver la paja en el ojo ajeno y de no ver la viga en el propio cuando abochornó a Sarah por no saber qué era la “doctrina Bush”. Siendo Krauthammer el creador reconocido de esa definición, nadie mejor que él para poner los puntos sobre las íes. Así pues, el momento concreto de la entrevista fue éste:
GIBSON: Do you agree with the Bush doctrine?
PALIN: In what respect, Charlie?
GIBSON: The Bush — well, what do you — what do you interpret it to be?
PALIN: His world view.
GIBSON: No, the Bush doctrine, enunciated September 2002, before the Iraq war.
PALIN: I believe that what President Bush has attempted to do is rid this world of Islamic extremism, terrorists who are hell bent on destroying our nation. There have been blunders along the way, though. There have been mistakes made. And with new leadership, and that’s the beauty of American elections, of course, and democracy, is with new leadership comes opportunity to do things better.
GIBSON: The Bush doctrine, as I understand it, is that we have the right of anticipatory self-defense, that we have the right to a preemptive strike against any other country that we think is going to attack us. Do you agree with that?
PALIN: I agree that a president’s job, when they swear in their oath to uphold our Constitution, their top priority is to defend the United States of America. I know that John McCain will do that and I, as his vice president, families we are blessed with that vote of the American people and are elected to serve and are sworn in on January 20, that will be our top priority is to defend the American people.
GIBSON: Do we have a right to anticipatory self-defense? Do we have a right to make a preemptive strike again another country if we feel that country might strike us?
PALIN: Charlie, if there is legitimate and enough intelligence that tells us that a strike is imminent against American people, we have every right to defend our country. In fact, the president has the obligation, the duty to defend.
(GIBSON: ¿Está Ud. de acuerdo con la “doctrina Bush”?
PALIN: ¿En qué aspecto, Charlie?
GIBSON: La “doctrina Bush”… Bueno, qué… qué considera Ud. que es?
PALIN: Su visión del mundo.
GIBSON: No, la “doctrina Bush”, enunciada en septiembre de 2002, antes de la guerra de Irak.
PALIN: Creo que lo que el presidente Bush ha intentado hacer es librar al mundo del extremismo islámico, terroristas infernales empeñados en destruir nuestra nación. Se han producido errores en el camino, sin embargo. Ha habido equivocaciones. Y con un nuevo liderazgo, y eso es lo hermoso de las elecciones estadounidenses, por supuesto, y democracia, es con un nuevo liderazgo que llega la oportunidad de hacer las cosas mejor.
GIBSON: La “doctrina Bush”, tal y como la entiendo yo, dice que tenemos el derecho de autodefensa anticipada, que tenemos el derecho de llevar a cabo un ataque preventivo contra cualquier otro país que creamos que va a atacarnos. ¿Está Ud. de acuerdo con eso?
PALIN: Estoy de acuerdo con el hecho de que el trabajo de un presidente, cuando pronuncian su juramento de respetar nuestra Constitución, su máxima prioridad es defender los Estados Unidos. Sé que John McCain hará eso y yo, como su vicepresidente, familias que hemos sido bendecidas con el voto de los estadounidenses y somos elegido para servir y nos sea tomado juramento el 20 de enero, esa será nuestra máxima prioridad la de defender a los estadounidenses.
GIBSON: ¿Tenemos el derecho de autodefensa anticipada? ¿Tenemos el derecho a llevar a cabo otra vez un ataque preventivo contra otro país si sentimos que ese país puede atacarnos?
PALIN: Charlie, si hay suficiente información legítima que nos diga que un ataque es inminente contra los estadounidenses, tenemos todo el derecho a defender nuestro país. De hecho, el presidente tiene la obligación, el deber de defenderlo).
Esto fue lo que se vio y oyó durante la entrevista, con la advertencia de que las frases en negrita fueron borradas de la edición definitiva. Sorprendente, ¿verdad? Pues tal y como escribió Krauthammer en su columna del día 13 de septiembre (lea la columna completa aquí):
“At times visibly nervous… Ms. Palin most visibly stumbled when she was asked by Mr. Gibson if she agreed with the Bush doctrine. Ms. Palin did not seem to know what he was talking about. Mr. Gibson, sounding like an impatient teacher, informed her that it meant the right of “anticipatory self-defense”.” (New York Times, Sept. 12)
Informed her? Rubbish. The New York Times got it wrong. And Charlie Gibson got it wrong.
There is no single meaning of the Bush doctrine. In fact, there have been four distinct meanings, each one succeeding another over the eight years of this administration – and the one Charlie Gibson cited is not the one in common usage today. It is utterly different.
He asked Palin, “Do you agree with the Bush doctrine?” She responded, quite sensibly to a question that is ambiguous, “In what respect, Charlie?”
Sensing his “gotcha” moment, Gibson refused to tell her. After making her fish for the answer, Gibson grudgingly explained to the moose-hunting rube that the Bush doctrine “is that we have the right of anticipatory self-defense.” Wrong.
(…)
Yes, Sarah Palin didn’t know what it is [the Bush doctrine]. But neither does Charlie Gibson. And at least she didn’t pretend to know while he looked down his nose and over his glasses with weary disdain, sighing and “sounding like an impatient teacher”, as the Times noted. In doing so, he captured perfectly the establishment snobbery and intellectual condescension that has characterized the chattering classes’ reaction to the mother of five who presumes to play on their stage.
(En ocasiones visiblemente nerviosa… La Sra. Palin tropezó visiblemente cuando fue preguntada por el Sr. Gibson sobre si estaba de acuerdo con la “doctrina Bush”. La Sra. Palin no parecía saber a qué se refería. El Sr. Gibson, sonando como un profesor impaciente, le explicó que se trataba del derecho de “autodefensa anticipada” (New York Times, 12 de septiembre).
¿Le explicó? Tonterías. El New York Times se equivocó. Y Charlie Gibson se equivocó.
No existe un único contenido de la doctrina Bush. De hecho, ha habido cuatro contenidos distintos, cada uno sucediendo al otro durante los ocho años de esta administración – y el que Charlie Gibson citó no es el que está en boga hoy en día. Es completamente diferente.
Él le preguntó a Palin: “¿Está de acuerdo con la doctrina Bush?” Ella respondió, bastante juiciosamente a una pregunta que era ambigua: “¿En qué sentido, Charlie?”
Percibiendo que su momento “te pillé” había llegado, Gibson rehusó decírselo. Después de hacerle dar vueltas en busca de la respuesta, Gibson le explicó de mala gana a la cazadora de alces que la doctrina Bush “dice que tenemos el derecho de autodefensa anticipada.” Falso
(…)
Sí. Sarah Palin no sabía lo que era [la “doctrina Bush”]. Pero tampoco lo sabía Charlie Gibson. Y al menos ella no pretendió saberlo mientras bajaba la mirada y la contemplaba por encima de sus gafas con aburrido desdén, suspirando y “sonando como un profesor impaciente”, tal y como dijo el Times. Haciendo esto, captó perfectamente el esnobismo del establishment y la condescendencia intelectual que ha caracterizado la irritada reacción de las elites a esa madre de cinco hijos que pretende jugar en su terreno).
¿No es fantástico? Al final quien queda como un zote es Gibson. Justo castigo a su perversidad. Y un reconocimiento a la sinceridad de Sarah. De cualquier manera, Sarah superó dignamente la entrevista, pero fue un claro error por parte de los estrategas de campaña de McCain el que su primera entrevista televisada con difusión nacional fuera concedida precisamente a esa cadena (tan claramente pro-demócrata) cuando ya se podían imaginar todos lo que era más que probable que fuera a pasar.
Y para finalizar, una nota distendida. En primer plano, Sarah y el cateto presuntuoso de Gibson; en segundo plano, el avión de los Palin. Sí, Todd, el marido de Sarah sabe pilotar y hasta tiene un avion propio. En Alaska es algo muy habitual; no es un lujo en absoluto. Y el embarcadero es la ribera del lago Lucille de Wasilla donde Sarah tiene su residencia particular.