¡Por favor, que alguien cierre las facultades de periodismo de una vez por todas! Total, para lo que sirven…

15/09/2010

 

Recuerdo cuando empecé a escribir sobre Sarah Palin. Mis primeras entradas versaban sobre su biografía y cada día dedicaba una parte de mi tiempo libre a buscar información en Internet sobre cualquier aspecto de su vida:” Palin childhood”, “Palin high school”, ”Palin college”, “Palin Wasilla mayor”,” Palin family”, “Sarah&Piper” (sí, ya entonces adoraba a Piper ), “Todd Palin”, “Palin family”, etc. La verdad es que siempre encontraba mucha, lo malo es que pronto me di cuenta de que una gran parte de esa información era sencillamente falsa. En su mayor parte se trataba de meras calumnias, rumores sin fundamento, parrafadas soltadas por bocazas ansiosos de notoriedad que fingían conocerla y nunca habían hablado con ella siquiera, etc. Basura en definitiva. Y había tanta que acabé hartándome de tener que perder la mitad de mi tiempo leyéndola solo para poder descartarla (fue entonces cuando inventé el neologismo basuriblog para referirme a esa vergüenza de sitios web que la albergan y hasta la fomentan). Afortunadamente, no tardé en descubrir también algunos buenos blogs llenos de sensatez y sentido común como Conservatives4Palin, por ejemplo, donde bucear en pos de información seria y así seguir con mi tarea.

Entre los mayores majaderos que han arrojado basura sobre Sarah está el miserable ése que, para desgracia del pequeño, es el padre de su nieto (me niego a decir siquiera su nombre). Sí, ése que pretendió en una entrevista que Sarah no sabe siquiera por qué lado de la escopeta sale la bala… Bien, pues si no sabe, ya me dirán ustedes qué hace ella en esta foto, practicando junto a Dick Cheney. He intentado conseguir otra más grande en la que saliera también la diana, pero no la he conseguido. Si de mí se tratara, habría puesto una foto del miserable ese en ella. Palabra de Palin.

¿Conocen una revistucha llamada Vanity Fair (con perdón de de William Thackeray, que no sabía lo que iba a pasar luego con el título de su novela)? ¿Sí? ¿No? Tampoco es demasiado importante. El caso es que la revistucha de marras es una de esas que se pretenden modernas y rompedoras y, como suele pasar, está más arruinada que El País. Mucha chica y poca limoná, que diría un castizo. Vamos, que de tan modenna (sic) como es ha logrado que nadie la lea porque todos se consideran demasiado paletos para ella. En consecuencia, sus editores han decidido que todo sea por la pasta (lo que suele suceder) y que si hay que publicar basura con tal de atraer a algún despistado que pase por el quiosco en busca de una chocolatina, se publica.

Ahora bien, los hay que lo hacen todo a lo grande y los editores de Vanity Fair son unos de ellos indudablemente. Decidieron publicar basura y la han publicado, pero la mayor basura que alguien se pueda imaginar. No se han andado con chiquitas, no. Fíjense si será de apestosa la basura que han publicado que hasta los más radicales izquierdistas entre los radicales izquierdistas han abjurado de ella… ¡y la han criticado! Y acerbamente además. ¿No es increíble acaso? ¿Qué? ¿Que no lo saben? ¡Ah, es cierto! Es que se me ha olvidado un detalle: la basura que han publicado es un ataque a Sarah Palin. “¡Qué! ¡Cómo! ¡Un ataque a Sarah Palin!”, dirán ustedes. “¿Y la izquierda feroz no está de acuerdo con que la ataquen?”, preguntarán ustedes. No, no lo está. “¿Y la izquierda feroz lo ha criticado?”, volverán a preguntarse ustedes. Sí, lo ha hecho. “¡Sí, ya! Y yo ayer vi un cerdo volando”, se reirán ustedes. Pero es cierto. Y si no, véanlo ustedes mismos.

La basura a la que me refiero es un artículo firmado por un tal Michael Joseph Gross en uno de los últimos números de la revistucha esa del que no voy a dar siquiera su título ni poner un enlace;  primero por no hacerle publicidad (el que lo quiera leer, que teclee en Google: “Sarah Palin Vanity Fair” y allá él con su conciencia) y segundo porque sencillamente me repugna la idea siquiera de teclearlo, así de claro. Y si pongo el nombre del autorzuelo infame ese es más que nada para que todos podamos memorizarlo y tenerlo en cuenta si alguna vez el tipejo ese se acerca a menos de quinientos metros de nuestras casas o si pretende algún día que le demos trabajo, que todo puede pasar en esta vida.

En esencia, el artículo ese pretende que Sarah Palin es más mala que la peste y que nos tiene a todos engañados con su falsa bondad cuando en realidad está más cerca de ser la bruja de Blancanieves que la Sarah que todos apreciamos. Así, durante su mandato como gobernadora de Alaska, Sarah se reveló como una persona cruel y vengativa, una fanática religiosa, una madre nada amante y una esposa horrible que aterrorizó a medio estado. Y para documentar todo eso, que ya es, el autorzuelo infame ese se basa en los testimonios de, tal y como lo expresó magistralmente Rich Crowther en una entrada publicada en Conservatives4Palin:

“(…) gente anónima que admira a la gobernadora Palin; líderes republicanos anónimos que en privado la desprecian; un botones anónimo; criadas anónimas; un anónimo colaborador por una sola vez de la gobernadora Palin; varios colaboradores/estrechos colaboradores/ayudantes de campaña anónimos; un íntimo amigo anónimo de la gobernadora Palin; una persona anónima con un conocimiento directo de la situación; otras personas anónimas que han trabajado con Palin; un dirigente anónimo de una de las iglesias de Wasilla; bloguistas independientes demócratas que han producido algunos de los más concienzudos reportajes sobre la gobernadora Palin (como las historias que pergeñaron sobre una investigación federal en marcha y su inminente divorcio, conspiraciones relacionadas con la paternidad de dos de los hijos de los Palin y sus investigaciones sobre el tamaño de las orejas de Trig Palin); fervientes partidarios anónimos; gente anónima directamente involucrada en los hechos; sembradores anónimos de rumores por toda la ciudad; una persona anónima que ha sido frecuentemente una invitada en casa de los Palin; algunas personas anónimas que dicen que Todd Palin es un calzonazos; la opinión general anónima en la ciudad; cotillas anónimos; una anónima compañera de clase en el instituto; una fuente anónima; y una mujer anónima de Wasilla”.

Como ejemplo de lo que debe ser un artículo bien documentado y con unas fuentes sólidas y fiables no está mal, ¿eh? El caso es que con semejantes respaldos, uno tiene la sensación de que cualquier juntaletras (como yo, por ejemplo) sería capaz de escribir lo que quisiera ya que es bastante probable que no se encuentre nunca con un mentís por parte de uno de esas anónimas fuentes de información. Y así ha sido. El tal Gross ha publicado no una sino ocho páginas de basura de primera, de la más apestosa. Tan infecta que en España dudo que ni siquiera El País o Público se atrevieran a publicarla (El Mundo tal vez; a la marcha que llevan en todo lo que se refiere a Palin, no me extrañaría verlo en su suplemento dominical cualquier día; ya les he dicho alguna vez que a mí Pedro J. no me gusta nada, pero nada nada).

Pues bien, Gross perpetró la infamia y los editores de Vanity Fair la publicaron. Seguramente pretendían ganarse el aplauso de la peña izquierdista radical, de la más vociferante contra Palin, pero se han encontrado con un buen chasco porque no ha sido así. ¡Los primeros que se han desmarcado de semejante engendro han sido precisamente ellos! Y es que para todo hay un límite; incluso para mentir. Así, pocos días después de su publicación, reconocidos periodistas progres como Ben Smith, Dave Weigel y Kirsten Powers salieron en defensa de Sarah en sus respectivos medios de comunicación y revelaron la falsedad de algunas de las afirmaciones contenidas en el artículo. En concreto, Ben Smith se refería a la afirmación del autor sobre que:

“Poco después de su nominación, ella [Sarah Palin] sacó el tema del embarazo de Bristol fuera del matrimonio por Levi Johnston estando con los asesores de McCain: “¿Sería bueno para la campaña si se casaran antes de las elecciones?, preguntó y siguió preguntándose si una semana en concreto u otra sería la más adecuada para que los medios cubrieran la noticia”.

Ben Smith revela que se trata de un rumor bastante poco creíble que ya apareció en su momento en un periódico londinense, el Sunday Times, que deja mucho que desear por lo que se refiere a la fiabilidad de sus fuentes y que ni siquiera él se lo cree. Más adelante, Scott Conroy, coautor de un libro sobre Sarah Palin, reconoció que él y su compañera recogieron el rumor mientras preparaban el libro, pero que se negaron a darle veracidad porque quien se lo contó era un antiguo asesor de campaña de McCain que le guardaba demasiado rencor a Sarah como para resultar creíble y porque insistía en su anonimato, aparte de que otros asesores de campaña (y no uno sino varios) presentes en la sala en el momento en que Sarah hizo la pregunta niegan haber oído nunca semejante ofrecimiento por parte de ella.

Por su parte, Dave Weigel apoya a Ben Smith y tampoco se la cree, recordando además que dicha calumnia ya la había oído él también hace tiempo, cuando el deporte del día en la profesión periodística era que un supuesto “asesor de campaña” de McCain largara todo lo que pudiera contra Sarah, acusándole de ser la culpable de su derrota electoral. En cuanto a Kirsten Powers, ésta se queja de que el autorzuelo infame ese utiliza contra Sarah las mismas calumnias que ya se utilizaron en su momento contra Hillary Clinton: que es una jefa horrible y que tiene mal genio. También la acusa de tirar cosas cuando le da un ataque de rabia y de ser una diva por pedir volar en primera clase y tener habitaciones de hotel bonitas, lo que a Powers, que es demócrata perdida, le parece de un machismo insufrible porque bien sabe ella que eso es más habitual de lo que uno se imagina (¡ojo, que no está diciendo que sea verdad en el caso de Sarah, sino que es habitual en muchos políticos!). Así, en su cuenta de Twitter escribió:

VF: Palin es supuestamente vengativa con la gente que habla mal de ella, tiene genio y es controladora. En otras palabras: un político varón.

Pero no fueron ellos los únicos indignados. Dentro del mundo palinista, los colaboradores de Conservatives4Palin descubrieron que una de las pocas fuentes no anónimas contenidas en el artículo, una tal Sandra, es ni más ni menos que una vieja conocida suya. Una chiflada al estilo de Andree McLeod conocida por todos por su obsesión en colarse en todos los blogs palinistas y verter allí sus denuestos contra ella. También descubrieron que entre esas fuentes, esta vez anónima, había un miembro del Partido Republicano de Alaska que fue entrevistado durante 90 minutos y que sólo pudo que alabar a su antigua gobernadora. Pues bien, de esa entrevista no hay ni una sola cita en todo el artículo. ¿Casualidad? Ja, ja, ja. Aún habrá quien se lo crea.

El siguiente periodista progre en romper una lanza a favor de Sarah fue Peter Hamby, de la CNN, que negó que Sarah fuera una persona que supuestamente perdiera los nervios a la mínima provocación, ofreciendo como prueba su propia experiencia de ella.

La siguiente pedrada lanzada a la cabeza del autorzuelo infame ese la lanzó Adrienne Ross, de Conservatives4Palin, quien habló con una de las supuestas víctimas de la vengativa Sarah, Ivy Frye, una antigua colaboradora suya con la que supuestamente estaba a matar y ésta le dijo:

No me fui “de mala manera”. Conozco a los Palin desde hace muchos años y los respeto personal y profesionalmente. Nuestra relación no se ha deteriorado. De hecho, acabo de agitar letreros electorales con Todd y Sarah la semana pasada y fuimos en 4×4 con Willow y Piper. Las ocho páginas del artículo de Gross son una completa obra de ficción desde el principio al fin. Y los de la prensa se preguntan por qué les llamamos “cojos medios de comunicación”.

Una nueva patraña del autorzuelo infame ese está nada más comenzar el artículo cuando presenta a Piper cuidando de su hermanito Trig en las bambalinas de un acto en el que apareció Sarah en Kansas City y el bicharraco ése pretende que Sarah se lo pasó “a su niñera” rápidamente cuando tenía que salir a escena.

De nuevo, Ben Smith es quien pone los puntos sobre las íes: Trig no estaba allí, la “supuesta niñera” no era tal, sino la madre del verdadero niño que sí que estaba, Gina Loudon, una locutora de radio de Saint Louis. O tal y como dijo la propia Loudon poco después:

Mientras estaba tras las bambalinas con los Palin, recuerdo a un periodista preguntándome si yo era “la niñera de Trig” con un destello de algo que no me ofreció ninguna confianza en sus ojos. Fríamente le corregí: “No, soy la madre de Samuel”. Pareció confuso pero tenía más preguntas que hacer. En su historia de Vanity Fair, dice que nadie está dispuesto a hablar sobre Sarah “on the record” a menos que ella les pague o estén asustados. Yo era una de las personas a las que usted entrevistó, Sr. Gross. No estoy pagada ni asustada. Pero ya que usted optó por no escribir lo que le dije, aquí está el resto de la historia: desde la primera vez que la gobernadora vio a mi hijo Samuel (que tiene también síndrome de Down),  ella corre a saludarle cada vez que lo ve. Le hace carantoña como una madre que ama a los niños con síndrome de Down sabe hacer. Recuerdo haber comentado con mi marido que ella “siempre huele a mamá” con Samuel, eso que sólo las mamás entendemos.

Por fin, después de haber recibido tortas por todos los lados, el autorzuelo infame ese reconoció que se había equivocado (¿en serio?) en lo que se refiere a su pretensión de que el niño en el acto de Kansas City era Trig. Bueno, por algo se empieza, ¿no? ¿Qué quieren? ¿Cuándo han visto ustedes a un periodista progre disculpándose?

De todas formas, la profesión seguía atizándole y en un programa de Fox News en el que una serie de periodistas, algunos demócratas, discutían sobre la cuestión, se oyeron perlas como las siguientes:

Jim Pinkerton: “La organización de Palin no ofreció la más mínima colaboración en este historia y aún así el tipo encontró milagrosamente a toda esa gente, ansiosa de colaborar, que conocían suficientes cosas sobre lo que sucede en el interior de la casa de Palin. Dado lo que sabemos ahora sobre el periodismo no estaría sorprendido si el tipo nunca hubiera dejado New York y simplemente se lo hubiera inventado todo.

Kirsten Powers: “La idea, el argumento de que ya sabes, ella no nos deja hablar con suficiente gente así que simplemente nos lo inventamos (…) Es básicamente lo que estamos diciendo: tiene que haber algún tipo de estándares periodísticos.

Aún así, seguían habiendo algunos dementes que pretendían que el artículo de marras sólo contenía algunos “errores”, pero de nuevo eran los propios miembros de la peña periodística progre los que reprochaban al autorzuelo de semejante engendro, tal y como lo hacía Shushanna  Walshe, del Daily Beast, en su cuenta de Twitter:

Hay muchos más errores que esos dos: gritar, la boda, tirar latas, el equipo en la cocina, etc. Sé que una fuente mintió. Hay un montón de gente en Alaska con las hachas listas. No soy la única periodista criticándolo.

Y ciertamente hay más que dos errores: se pretende también que Sarah mantiene malas relaciones con Kirstan Cole y Meghan Stapleton, dos de sus más estrechas colaboradoras en el pasado. Fue la National Review Online la que llamó la atención sobre ello al entrevistar a ambas quienes dijeron que de eso nada de nada y que era de lo más fácil comprobarlo si alguien se tomaba la molestia de hacerlo, je, je, je. A eso se le llama tirar con bala, ¿verdad?

Por fin, Colleen Cottle es una de las personas mencionadas con su nombre y apellido en el artículo. Una antigua concejal de Wasilla que supuestamente declaró que Palin como alcaldesa era un desastre, que no prestaba atención a nada, que no entendía nada de un presupuesto y que tal y que cual. Fue Newsweek quien la entrevistó y ésta desmintió al autorzuelo infame que le endilgaba esas declaraciones diciendo:

Incluso Colleen Cottle, que votó constantemente en contra de la alcaldesa Palin como miembro del concejo municipal, dice que fue una alcaldesa eficaz. “Conseguía que se hicieran las cosas”, dice Cottle.

Después del enésimo desmentido, me gustaría creer que el autorzuelo infame ese se comió su carnet de prensa con grapa y todo, abandonó la profesión, habló con su párroco, se confesó y se dispuso a trabajar como estibador en el puerto con la intención de purgar sus culpas mediante el trabajo físico y la oración, pero mucho me temo que el tipo, por el contrario, estará tan orgulloso y que si acaso lo que le preocupará es por qué han sido precisamente “los suyos” los que le han atizado más y mejor. Tal vez sea porque después de dos años de tener a Sarah expuesta a la vista de todos, bodrios como el suyo sencillamente ya no cuelan y hasta son contraproducentes porque revelan bien a las claras que la persecución a la que se ha visto sometida Sarah desde aquel día de agosto de 2008 en que McCain nos la presentó a todos no tiene más motivo que el puro odio y eso ya es demasiado. Hay un límite para todo y hasta para los progres llega un momento en que uno se pasa de la raya. Es cierto que me cuesta creerlo, pero ha pasado y quizás sea una buena señal. Una señal de que Sarah se ha convertido en alguien tan fuerte a estas alturas que ya no es con memeces como la de Gross con las que se le puede atacar, sin con artículos serios y bien fundamentados. Tal vez sea eso; tal vez no. Ya veremos.

¡Señor, perdónalos porque no saben lo que hacen! (o tal vez sí).


VUELVEN LAS PALIN SMEARS: CUANDO EL CALUMNIADOR NO ES SÓLO UN MENTIROSO SINO QUE TAMBIÉN HACE EL RIDÍCULO

01/05/2010

 

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que trate una Palin smear en este blog. Tanto como el que va desde la dimisión de Sarah como gobernadora de Alaska hasta ahora. Recuerdo que justamente cuando se produjo tal hecho, yo acababa de terminar una serie donde detallaba todas y cada una de las Palin smears que se habían lanzado contra ella durante la anterior campaña electoral y daba los motivos que había para descartar rotundamente su veracidad, y acababa de empezar otra sobre las ethics complaints que habían empezado a acumularse sobre su mesa y que eran la nueva arma de los izquierdistas para derrotarla. Me da mucho coraje tener que reconocer que esos condenados embusteros lograron finalmente su objetivo: hacerle la vida imposible a Sarah. Sin embargo, en una demostración de lo inteligente que es ella y de lo fundamentalmente estúpidos que son sus adversarios, Sarah logró darle la vuelta a la tortilla y en lugar de dejarse amedrentar y rendirse (“sentarse y callarse” que dice ella), decidió romper la baraja y darle la vuelta a la situación. Su dimisión era lo último que se esperaban quienes la acosaban y aunque es cierto que disfrutaron viendo como la “echaban” de su despacho de gobernadora, también es cierto que con ello le dieron inesperadamente la libertad que tanto necesitaba para convertirse en quien se ha convertido ahora: la única esperanza de las personas de bien tanto en Estados Unidos como en todo el mundo de que algún día se podrá repetir ese triunvirato extraordinario que formaron en su momento Ronald Reagan, Margaret Thatcher y Juan Pablo II. Fue gracias a ellos tres que el mundo libre derrotó finalmente al comunismo, tal y como ahora esperamos que de nuevo pueda derrotar al islamismo, una amenaza aún peor si cabe. De momento, empezaremos por Estados Unidos: Sarah Palin, presidente en 2012. Luego, ya veremos qué sucede en Reino Unido porque no tengo yo mucha confianza en David Cameron que me parece que si fuera estadounidense sería un RINO de primera clase. Pero si el “número dos” del triunvirato no surge en Reino Unido, tendrá que hacerlo en  algún otro sitio: ¿en España, tal vez? ¡Ah, eso sí que es un ejercicio de fe!

¿Se han enterado? La revista Time ha nombrado a Sarah Palin una de las personas más influyentes del mundo en 2010. Agrupada en la categoría de “líderes”, Sarah es la novena de una lista de veinticinco. La verdad es que la noticia me deja frío porque cada uno de nosotros tiene su propia lista y la de Time tiene tanta validez como la de mi vecina que votaría sin duda por George Clooney. Además, que la octava de la lista sea la indigna Nancy Pelosi y que el primero sea el presidente de Brasil, Lula da Silva, ya dice mucho acerca de quienes la han redactado, ¿verdad? Por cierto, como mera curiosidad, el presidente de Estados Unidos es el cuarto; el comentarista de Fox News Channel, Glenn Beck es el duodécimo; y el senador por Massachusetts, Scott Brown, el vigésimo quinto. Pues qué bien, ¿no? ¡Ah! Y Hillary Clinton ni siquiera aparece, ja, ja, ja.

Nota del autor: Ha salido publicado un nuevo artículo mío en Semanario Atlántico titulado: «Crist-Rubio: Los republicanos de Florida andan a la greña«. Confío en que les guste tanto como a mí me gustó el escribirlo.

Una revista que sólo sirve para envolver el pescado: New York

Unas palabras sobre la revista que publica la calumnia: New York es un semanario dedicado por entero a reportar lo que sucede dentro de la ciudad de New York. Fundado en 1968 por los periodistas Clay Felker y Milton Glaser como competencia de otra revista, The New Yorker, para distinguirse de éste New York ofrece menos noticias nacionales y más cotilleos, que trata de una manera muy similar a las de las revistas del corazón. En su momento, New York fue una de las primeras revistas dedicadas al “lifestyle” (modo de vida), lo que provocó que su formato fuera copiado por otras revistas como Philadelphia y New Jersey Monthly, por ejemplo. Sin embargo, New York es la única de entre todas ellas con una periodicidad semanal, lo que le permite prestar más atención a la actualidad que sus rivales.

La revista no nació directamente como tal, sino que apareció en 1963 como el suplemento dominical del New York Herald Tribune, siendo su primer editor Clay Felker. Cuando el Tribune desapareció en 1967, Felker y su socio, Milton Glaser, compraron los derechos de la cabecera y lanzaron New York como una revista independiente, apareciendo su primer número el 8 de abril de 1968.

En 1976, Rupert Murdoch compró la revista lanzando para ello una OPA hostil que tuvo éxito y que supuso el despido fulminante de Felker y Glaser. En 1991, Murdoch decidió abandonar el negocio de las revistas de este tipo y la vendió a una empresa de comunicaciones llamada K-III Communications, propiedad de Henry Kravis, quien, a su vez, la vendió en 2003 a Bruce Wasserstein, que fue quien contrató a su actual editor, Adam Moss, y le encargó un relanzamiento completo de la revista. Ese relanzamiento se produjo en 2004, convirtiéndola en una de las más exitosas del mercado, superando desde entonces a su viejo rival, The New Yorker. Políticamente, la revista es de las más izquierdistas que se pueden encontrar en el quiosco; o sea, que el que la compra ya sabe a lo que se arriesga.

En 2005, su tirada era de algo más de 400.000 ejemplares, la gran mayoría de ellos por subscripción, mientras que su website recibía cerca de 1,1 millones de visitas mensuales (este blog recibe menos, ciertamente, pero tampoco muchas menos, ¿eh? Para chulo, yo).

La portada del número de marras de New York. Como ya les he dicho, útil sólo para envolver el pescado aunque no se lo recomiendo porque entre lo mal que huele el pescado y lo mal que huele la propia revista, mejor usar algo como el papel de aluminio, que al menos no les obligará a lavarse las manos con lejía. Y es que su sólo contacto, infecta.

La calumnia

Todo empezó con un anuncio en la página en Twitter de Gabriel Sherman, el autor del artículo, anunciando ufano su próxima fechoría:

Próximo lunes: Mi historia de portada en New York Magazine sobre el imperio empresarial de Sarah Palin. Ya es presidente – y directora general – de la América de derechas.

Cerrada finalmente mi historia de portada en New York Magazine. En ella, el imperio de 15 millones de dólares de Sarah Palin el próximo lunes.

¿Qué posibilidades tienen? @DraftJoe2012 vs. @SarahPalinUSA en 2012. Algunas respuestas en la próxima historia de portada de NY Mag.

Una vez anunciado, algunos bloguistas empezamos a rastrear la red en busca de datos sobre el autor, Gabriel Sherman, y lo que encontramos no presagiaba nada bueno. Lo último que se sabía de éste era que había estado cubriendo las apariciones de Sarah Palin en Arizona en apoyo de John McCain y el rally del movimiento Tea Party en Searchlight (Nevada), persiguiéndola tanto a ella como a los miembros de su equipo. Sin embargo, lo peor era que Sherman había viajado hasta Alaska para entrevistar a Levi Johnston, el repulsivo ex novio de Bristol Palin, a quien consideraba una valiosa fuente sobre el “imperio empresarial de Sarah Palin”, lo cual debe de ser el único que lo piensa pues semejante tipejo no puede ser considerado fuente de nada por ningún periodista decente (pero como quiera que Sherman no es un periodista sino un libelista, eso es diferente).

Con estos ánimos esperamos hasta que apareció el artículo en la revista el pasado lunes 26 de abril. Titulado “La revolución será comercializada” (no publico el enlace porque ya saben ustedes que yo soy así) y subtitulado “Sarah Palin ya es la presidente de la América de derechas y es un cargo con un muy gran salario”, estaba claro sobre qué iba a versar y la verdad es que muchos descubrimos de pronto que teníamos muchas cosas mejores que hacer (por ejemplo, ver secarse la pintura de la pared) que leer ese bodrio. Sin embargo, como que el dichoso artículo ha tenido cierta repercusión en la prensa española, era mi deber como bloguista salir al paso de semejante calumnia y publicar lo antes posible un desmentido formal para que nadie pueda llamarse a engaño: Sherman es un embustero y New York apesta.

En resumen, el artículo de marras pretende simplemente (además de demostrar de nuevo la absoluta incapacidad de los periodistas de izquierdas para decir una verdad aunque sea pequeña) que Sarah Palin es una mujer tan avariciosa, tan ansiosa de hacer dinero, que ése es su único objetivo en la vida y que todos sus actos deben ser interpretados a la luz de ese hecho. En ella no hay principios, sino meramente afán de lucro. Y para afirmar eso se basa en todo el dinero, varios millones de dólares, que Sarah Palin ha logrado ganar durante el año pasado. Como quiera que hay otros que han desmentido mucho mejor de lo que pueda hacer yo semejante engendro, simplemente voy a cederles la palabra. Es el caso de Ian Lazaran de Conservatives4Palin quien ha escrito la que para mí es el mejor artículo sobre la cuestión (ver el original aquí)

La comercialización de narraciones falsas sobre Palin

El artículo de portada de ocho páginas de Gabrielle [sic] Sherman en New York Magazine ya está disponible. Se titula «La revolución será comercializada». El artículo no ofrece una nueva visión de la gobernadora Palin y aporta narraciones familiares, pero falsas. Vamos a abordar algunas de ellas en este post.

El enfoque dominante en el artículo de Sherman es la cantidad de dinero que Palin ha ganado en el último año. Sherman sugiere que el dinero fue la razón principal por la que decidió dimitir como gobernadora de Alaska. ¿Cómo puede Sherman llegar realmente a esta conclusión al señalar en su propio artículo que su contrato editorial, que parece ser la causa de la mayor parte del dinero que ha ganado en el último año, se firmó meses antes de su dimisión? No hay evidencia de que ella no habría recibido el dinero de su contrato editorial si no hubiera dimitido. Además, debemos tener en cuenta que reveló los detalles de su contrato editorial a la junta de personal del Estado antes de firmar el contrato; y no había ningún indicio de que alguna vez fuera a dimitir cuando firmó el contrato o que tuviera que dimitir si quería llevar a cabo una gira de promoción. Si el dinero era lo único que le importaba a Palin, ¿tiene Sherman alguna evidencia de que Palin no habría sido capaz de hacer aún más dinero si se hubiera quedado como gobernadora de Alaska por otro año y medio y luego simplemente no se postulaba para la reelección? Si hubiera seguido ese camino, no hubiera recibido el castigo político que recibió después de su renuncia y mejores perspectivas la hubieran esperado después de que su mandato terminara si es que el dinero era su única motivación. Después de todo, ella habría estado en una posición más fuerte políticamente y la posición política más fuerte podría haberla llevado a una empresa más rentable a partir de que terminara su mandato. Que Palin estaba dispuesta a afrontar el castigo político que sabía que iba a caerle a raíz de su renuncia debería haber sugerido a un gacetillero liberal como Sherman que el dinero era lo último que tenía en mente cuando renunció (aunque supongo que deberíamos dar algo de crédito a Sherman por reconocer efectivamente que ella no renunció por un escándalo secreto como claman muchos de sus colegas liberales).

Sherman pregunta «[P]or qué Palin cambiaría la presidencia – y el sueldo – por una candidatura.» La mejor pregunta para Sherman es por qué siente que el dinero es un factor de motivación para Palin cuando la prueba en la que se basa en llegar a esa conclusión es tan frágil. Nadie duda de que ella estuviera preocupada por pagar sus deudas legales, pero es por eso que sus seguidores establecieron un fondo de defensa legal para ayudarla a hacerlo. Ella no tuvo que dimitir por el dinero. Renunció porque el día a día de su Estado fue paralizado por la izquierda obstruccionista que hacía mofa del procedimiento sobre quejas éticas de Alaska. Sherman también deja de mencionar que no ha sido encontrada culpable de haber cometido acto ilícito alguno en ninguna de la veintitantas quejas éticas frívolas que fueron interpuestas contra ella.

Sherman publica la siguiente denuncia de un anónimo colaborador de McCain: «En el fondo, quería hacer dinero». En el fondo y de forma anónima los colaboradores de McCain no saben absolutamente nada acerca de las intenciones de Palin. En La batalla por América, un libro sobre las elecciones de 2008, Dan Balz efectivamente escribió que no podía determinar si las denuncias anónimas que los colaboradores de McCain hicieron sobre la gobernadora Palin eran ciertas. Después de la noche electoral de 2008, nada sugiere que ella tuviera la intención de hacer otra cosa que volver a casa a Alaska y terminar su mandato como gobernadora, pero las circunstancias impidieron que así fuera. Desear más dinero no era la circunstancia. ¿Y cuándo se ha demostrado alguna vez en el pasado que estaba motivada simplemente por el dinero? Si ella sólo estaba interesada en el dinero, seguramente nunca habría renunciado a su bien remunerado trabajo como presidente de la Alaska Oil and Gas Conservation Commission. Ella lo dejó y denunció la corrupción en su propio partido sabiendo que eso podía acabar con sus futuras perspectivas laborales. ¿Eso le parece a usted las acciones de alguien motivado sólo por el dinero?

Una narración relacionada con la narración principal sobre el dinero es que el dinero la ha convertido en una «diva». Sherman cita como prueba de que Palin ha comprado supuestamente dos coches y aumentado el tamaño de la casa de su familia. ¿Alguna persona razonable considera exorbitante alguno de esos gastos teniendo en cuenta que ha ganado supuestamente doce millones de dólares en el último año? De hecho, las compras parecen bastante frugales teniendo en cuenta el aumento de su riqueza. Además, Sherman no tiene en consideración lo que ha sido reportado en otra parte: que la razón por la cual ha aumentado el tamaño de su casa es porque necesitaba un estudio que poder utilizar para sus apariciones por satélite en Fox News.

Sherman sugiere entonces algo desfavorable sobre lo que solicita por sus conferencias. Sin embargo, Sherman no consigue probar que sus peticiones sean distintas de las peticiones formuladas por otros oradores de alto nivel. Sólo toma nota de que sus contratos son más detallados que otros. ¿De qué manera es un contrato detallado algo malo? Cuanto más detallado sea el contrato, menos queda a la ambigüedad. La ambigüedad es algo que todas las partes en un contrato se esfuerzan por evitar. Y, teniendo en cuenta que los contratos son confidenciales, nos preguntamos si los datos que da son precisos. Ésta no sería la primera vez que los miembros de la profesión de Sherman se inventan las cosas.

Sherman también afirma que Palin tiene «pura alegría… en lo que ella no sabe». Esta narración consiste en que a ella no le importa lo que no sabe. Por supuesto, ni sus oponentes ni Sherman citan nunca nada que apoye esta afirmación de la alegría que ella supuestamente tiene en lo que no sabe. Si ése fuera el caso, ¿por qué mantiene a expertos en política en su equipo, tal y como Sherman informa que hace? Si le gusta el hecho de que ella no lo sabe todo, ¿por qué está escribiendo artículos de opinión para el Wall Street Journal y The Washington Post sobre la reforma sanitaria y la política energética? ¿Por qué está dando discursos de una hora sobre las relaciones entre China y Estados Unidos sin un teleprompter?

Que Sherman incluso utilice a Johnston como fuente en su artículo debería causar en toda persona razonable el que se cuestione la credibilidad del artículo. ¿De qué manera es Johnston una fuente fiable para un artículo acerca de cualquiera de las decisiones que Palin ha hecho con respecto a su carrera política teniendo en cuenta que el chico admite que la última vez que tuvo contacto con ella fue mucho antes de que ella renunciara a su cargo y que ha mentido sobre Palin antes? Por supuesto, Sherman no dice a sus lectores que Bristol ya ha pedido la custodia en exclusiva de Tripp. Sherman tampoco les dice a sus lectores que entrevistó a esta otra buena pieza por su artículo. A pesar de que no la cita en el artículo, parece que se han basado en lo que ella le dijo para hacer algunas afirmaciones discutibles en el artículo.

Sherman también falsamente afirma que ella «canceló una aparición prevista en la conferencia de la CPAC» en febrero de 2009. Ella nunca aceptó la invitación para asistir a la CPAC. Sherman sugiere también que Palin canceló una aparición en un acto de recaudación de fondos en Nueva Orleans para el que su asistencia había sido promocionada. El RNC [Republican National Committee, comité nacional republicano] puede haber promocionado su asistencia, pero en ningún momento aceptó la invitación de la RNC para aparecer en el acto de recaudación de fondos.

El artículo de Sherman es sólo el último de la izquierda radical que se centra en la cantidad de dinero que la gobernadora Palin ha ganado en el último año. El motivo de la izquierda para centrar la atención sobre la riqueza de Palin es bastante claro. Ellos están tratando de crear la narración de que Palin es una hipócrita por hacer un montón de dinero. A los ojos de la izquierda radical, su riqueza contradice la imagen de hockey mom que ha transmitido al público.

El que la izquierda crea esta narrativa demuestra lo mal que comprenden la manera cómo los conservadores o republicanos ven el dinero o riqueza como algo opuesto al elitismo. La izquierda confunde el dinero o la riqueza con el elitismo. Ningún populista de tendencia conservadora o republicana tiene algún problema con el dinero o la riqueza que se gana a través del libre mercado. La gobernadora Palin nunca ha criticado a nadie por hacer demasiado dinero a través del mercado libre. De hecho, una de las razones por las que los conservadores y los republicanos apoyan de manera tan agresiva los recortes de impuestos incluso para los estadounidenses más ricos es que los que han sobresalido a través del mercado libre no deberían ser castigados por su éxito.

Lo que los conservadores y los republicanos, como la gobernadora Palin, no soportan es el elitismo, que es la idea de que alguien con un fondo especial de educación o una persona que viene de una clase social alta está intrínsecamente agraciada con ideas superiores o cualificaciones. Liberales como Sherman no entienden la distinción entre el dinero y la riqueza y el elitismo. Lo primero es algo que los conservadores y los republicanos como Palin aplauden. Lo último es lo que denunciamos.

De ninguna manera es una hipocresía de la gobernadora Palin el trabajar duro y ganar tanta riqueza como pueda. El hecho de que se ha convertido en rica no va en contra de su narrativa de hockey mom. ¿Por qué no lo hace? Porque la historia de Sarah Palin nunca ha sido que ella es sólo una hockey mom… la historia de Sarah Palin ha sido siempre que ella es una hockey mom que ha triunfado en el ámbito político y económico. Ella es una americana corriente que ha logrado cosas extraordinarias. Y ella tiene mucho más que ofrecer a nuestro país y nadie – ni Gabe Sherman o Joe Biden o cualquier otro miembro de los cojos medios de comunicación – pueden pretender conocer sus intenciones futuras o su destino final.

Con posterioridad a la publicación de esta basura, otro gacetillero, Joshua Green de Atlantic Magazine, publicó lo que podría ser considerado una separata a la primera basura. En ella, abundaba en el hecho de que Sarah Palin se ha hecho rica durante este último año y que adora el dinero, pero, a diferencia de lo que dice Sherman, él sostiene que Palin es una vaga y que no se va a presentar como candidata a la presidencia porque no está dispuesta en absoluto a trabajar lo que habría que trabajar para ello.

De nuevo, recurro a Ian Lazaran de Conservatives4Palin para que le dé la réplica al embustero (ver el original aquí):

¿Qué es peor: ser un “clamoroso estúpido” o un gacetillero del Atlantic Magazine como Joshua Green?

(…)

Si el dinero fuera todo lo que interesa a Palin, no sé entonces por qué rechazó un sustancioso aumento de sueldo a principios de 2009. Por supuesto, ni Green ni Gabriel Sherman pueden reconciliar sus afirmaciones de que el dinero fue el principal detonante de su dimisión cuando ella hubiera recibido igualmente el dinero de su contrato editorial, que parece justificar la mayor parte del dinero que ha hecho este pasado año, tanto si dimitía o no. Si ella fuera una mujer guiada principalmente por la avaricia, ¿por qué accedió a hablar sin cobrar (p.e., en la Southern Republican Leadership Conference, los discursos en los Tea Party de Searchlight y Boston) o devolvió sus honorarios (p.e., en la convención Tea Party, Ohio Right to Life) en tantas ocasiones?

Por lo que se refiere a la narrativa de Green acerca del trabajo duro, uno no necesita mirar mucho más lejos de cuando se aparta de la narrativa de Sherman en el artículo del New York Magazine. Ambos gacetilleros izquierdistas parecen conceder que Palin ha creado una empresa extremadamente exitosa. Donde Green difiere de Sherman es en cuánto es responsabilidad de Palin en ese éxito. En la mente de Green, Palin es una figura completamente pasiva que asiente dócilmente a todo lo que su troupe de bufones dicen y hacen. Green ni siquiera afirma que se basa en fuentes cualesquiera para llegar a semejante conclusión. ¿Ha escrito alguien alguna pieza creíble sobre Palin, para bien o para mal, que la retrate de otra manera que una figura completamente segura de sí misma que toma el mando de su carrera política y de su propio destino? ¿Habría dimitido alguna vez una persona pasiva y dócil sabiendo el castigo político que iba a soportar?

La única manera en que Green puede afirmar plausiblemente que Palin se escabulle del trabajo duro a pesar de que parece estar de acuerdo con la caracterización de Sherman del “imperio” de Palin es minimizando su papel en su creación. Green compara a Palin con Glenn Beck, incluso los gacetilleros de extrema izquierda como Green saben que le ha costado años de duro trabajo y dedicación a Beck el llegar a donde está hoy. Green no puede sostener su narrativa sobre el trabajo duro a menos que pueda disminuir el papel que Palin ha jugado en su propio triunfo ya que el triunfo en sí mismo es la prueba de su diligencia.

(…)

Actualización: Si Palin es realmente tan perezosa, entonces porque escribe ella misma todo su material tal y como Sherman reconoce en su artículo. Si ella fuera una completa tarugo, ¿no usaría simplemente un teleprompter en todos sus discursos y se fiaría de esa “red de seguridad” para hacer sus comentarios?

Y para remachar el clavo, Ian Lazaran publica un nuevo post al día siguiente dando la verdadera razón de la salida al ruedo de Green en lo que parece ser una abierta contradicción con su colega Sherman (ver el original aquí):

El gacetillero de Atlantic Magazine Joshua Green trata de salvar otra narrativa sobre Palin que de hecho ha sido puesta en peligro  por el artículo de Sherman

(…)

El motivo por el que gacetilleros del Partido Demócrata como Green están cuestionando algunos aspectos del artículo de Sherman es porque aceptar el artículo en su totalidad significaría aceptar el hecho de que Palin es una figura absolutamente competente y alguien capaz de gestionar una exitosa y sofisticada empresa con un pequeño equipo y ser alguien que no depende en absoluto de ningún asesor político nacional.

Y para terminar con esta entrada y, de paso, ir al meollo de la cuestión, les ofrezco de nuevo otra traducción de un artículo de Conservatives4Palin. En esta ocasión, se trata de uno de C. Brooks Kurtz y en él aclara a todos los acomplejados que pueda haber por ahí que hacer dinero, cuando se hace honradamente, no tiene nada de malo, ¡caramba! (ver el original aquí)

Recuérdamelo otra vez: ¿cuál es el problema con hacer dinero en el libre mercado?

Se ha dicho mucho en los últimos días acerca de la gobernadora Palin y el dinero, específicamente sobre todo lo que ha ganado desde su dimisión como gobernadora de Alaska. Ésta es la cuestión: ¿qué tiene de malo ganar dinero? ¿Acaso se supone que debe pagar sus deudas legales con cupones, pieles de animales y billetes de lotería?

Ella no está ganando dinero con un cargo público, ella no está cogiendo dinero impuesto a los contribuyentes y recaudado por agentes bajo la amenaza de la fuerza o de encarcelamiento, ella no está robándolo y no está tomándolo prestado. Ella no está gimoteando el ser una víctima de una clase o de una causa, ella no está extorsionando a ninguna empresa bajo la amenaza de un boicot y no está cabildeando por el dinero de los contribuyentes.

Ha escrito un libro, una idea que antes de su lanzamiento fue objeto de burlas y ridiculizada y después explicada como inevitable tras el hecho de que su éxito fuera obvio. Su libro ha vendido más de dos millones de ejemplares y ni siquiera ha sido editado en edición de bolsillo. Cuando publique su segundo libro, dudo que venda tan bien como Going Rogue pero será un best-seller inmediatamente en The New York Times, Amazon y Barnes and Noble antes incluso de que llegue a sus estanterías, tal y como hizo Going Rogue antes que él.

Su gira de presentación, una brillante idea a posteriori, fue un riesgo mayor. Si hubiera ido por todo el país en su autocar y pocas personas hubieran acudido, ella hubiera parecido estar loca y hubiera terminado, a todos los efectos, con su pujanza nacional. Siguiendo sus observaciones del día de su dimisión, ella comprendió que sólo los peces muertos siguen la corriente. Cientos de miles de personas lucimos esas pancartas y esperamos en cola durante horas para conseguir unos pocos segundos y decirle “gracias”. La gobernadora Palin hizo un montón de dinero de todo eso. ¿Y qué? Nosotros solemos decir “bien por ellos” cuando una persona tiene una idea, se arriesga y triunfa. Se llama “el modo americano” y no “el modo de Chicago” por una razón.

Llevar la política al libre mercado es arriesgado – si eres un político, casi no se oye hablar de las arrogantes giras de discursos que tantos políticos e intelectuales hacen cada año por ahí. Los acuerdos de la gobernadora Palin han sido tan endemoniadamente diferentes que vuelven locos tanto a amigos como a enemigos, en parte porque son tan fuera de lo corriente. Como muchos partidarios de la gobernadora Palin, yo no me siento explotado o que se han aprovechado de mí cuando oigo hablar de sus honorarios como conferenciante – me sentiría incómodo si no tuviera la oportunidad de oírla hablar en una intervención en directo, con franqueza, y ciertamente no espero oírla hablar gratis. Sé que no estoy solo cuando digo que me siento feliz de añadir mi pequeña contribución a su creciente fortuna.

Al contrario que cierto candidato presidencial fracasado y activista medioambiental, la gobernadora Palin no va por todo el mundo urgiendo a los gobiernos a endosar a un público reticente una serie de terribles regulaciones medioambientales que la enriquezcan. Nanay, ella simplemente cobra a la gente que quiere oírle hablar – me sentí feliz de apoquinar 114 dólares por verla en Tulsa, y si resulta que viene por aquí cerca otra vez para hablar, me sentiré feliz de apoquinar otros tantos. No lo lamento, lo disfruté. De entre las muchas razones por las que trabajo por un sueldo (en el malvado libre mercado, recuerden), una de ellas es que así puedo hacer cosas como ver a la gobernadora Palin hablar con miles de sus seguidores. Gano mi dinero honradamente y lo gasto de la misma manera. No le niego a personas con diferentes opiniones políticas la misma libertad, me hace feliz.

¿Cuándo fue que hicimos que mejorar honradamente la cuantía de nuestra cuenta en el banco a través del libre mercado fuera una mala cosa o algo sospechoso? La única cosa que la gobernadora Palin está explotando es la vitriólica obsesión de la izquierda con ella y afortunadamente está haciendo un trabajo fino con ello.

El artículo del New York Magazine “Palin, Inc.” usaba alteraciones de marcas registradas americanas en un intento de burlarse y empequeñecer a la gobernadora Palin. Imagino que encontrar la idea de que una mujer como la gobernadora Palin sea capaz de enriquecerse es a partes iguales siniestra, hipócrita e impensable en cenáculos liberales. Tal vez esta ignorancia sobre el capitalismo y el libre mercado explique por qué tantas publicaciones están perdiendo dinero a espuertas.

La única revelación que encontré en “Palin, Inc.” fue la de las pocas personas que ella emplea a su alrededor. Fui sorprendido de que su séquito fuera tan reducido. Cuando me reveló que ella vuela en avión privado cuando viene de Alaska o vuela en business o primera clase cuando lo hace en “los 48 de abajo”, mi única sorpresa fue que no insistiera en volar siempre en avión privado. Yo lo haría, y ustedes también lo harían de estar en la misma situación. Pequeñeces como ésa se presentan como si fueran demandas extravagantes en sus contratos como conferenciante, aunque no he visto nada acerca de demandas de “copas de brandy llenas de chocolatinas M&M”. He visto peticiones razonables de alguien que es asediada cuando está en público y que valora en mucho su intimidad en las raras ocasiones en que la consigue.

En “Palin, Inc.” me asombró la sorprendente revelación de que los Palin habían añadido dos coches a su garaje y estaban  ampliando su casa para acomodar a su hija y a su pequeño hijo, y a su hijo, un veterano de guerra. No veo cómo puede ser esto reprochable o sospechoso. ¿No es lo que hacen todas las familias? ¿Ampliar sus casas para poder acomodar a su familia?

Hacer dinero en el libre mercado no es malo sino que es un bien supremo. Si fuera fácil, todo el mundo lo haría. La gobernadora Palin tuvo la oportunidad de ser nominada para el ticket del GOP a través de una serie de riesgos que podrían haber terminado con su carrera política antes aún de que hubiera despegado. Políticamente y en todo lo demás, ella es una tomadora de riesgos y una muy buena en eso.

Cuando el tener derecho se convierte en la nueva prosperidad, tenemos razón de preocuparnos. Que la gobernadora Palin pueda hacer una fortuna basada en la idea de que la gente quiere oír más de ella es una idea de la que necesitamos más como ésa, no menos. Necesitamos más gente como Sarah Palin. Las jóvenes generaciones necesitan entender que hay maneras de enriquecerse y prosperar que no implican el meter mano en los ahorros del gobierno, o controlar la hucha. El trabajo no lucrativo está muy bien si es eso lo que quieres, pero no es más honroso o más moral que ofrecer al público algo que el público quiere – un producto, una idea, una expresión – a cambio de un pago. Lo no lucrativo y el trabajo en el gobierno no hacen funcionar la economía; el provecho, sí.

La gobernadora Palin ha hecho provecho y muy bien por ella. Se lo ha ganado.

Y hasta aquí mi entrada de hoy en la que la verdad más de uno dirá que Sarah Palin no será una vaga, pero yo sí porque todo lo que he hecho ha sido ceder la palabra a otros autores. El caso es que cuando leí estos artículos me parecieron tan excelentes que no pude dejar de pensar en que debería ofrecérselos a ustedes y que nada que yo pudiera decir iba a mejorarlos ni un ápice.  Como quiera que los artículos están en inglés, debía traducirlos y ésa (la mala traducción) ha sido toda mi intervención hoy. ¿Y es que qué más podría decir yo? Tan sólo una cosa: que ojalá yo también pudiera cobrar por mis escritos (créanme si les digo que no cobro ni un euro por ninguno de ellos), sobre todo si eso me permitía luego dejar mi desagradable trabajo actual y establecerme por mi cuenta. Sin embargo, no ha llegado todavía mi momento y, si algún día llega, no veo porqué no iba a aprovechar la ocasión. Y si encima logro hacerme millonario, ¿me iba a avergonzar por ello? ¡Nunca! Y es que en mi opinión, si la izquierda odia a los emprendedores que se arriesgan y logran el triunfo no es más que por envidia porque ellos son unos inútiles redomados, incapaces de tener una idea siquiera, y por eso sólo aspiran a que el gobierno o algún sindicato los amamante durante el resto de su vida sin tener ellos que dar un palo al agua. Y ahí está el meollo de la cuestión. La pura y simple envidia. Y es que si la envidia fuera tiña…

¡Gobernadora, haga todo el dinero que pueda, por favor! Y cuando saque un nuevo libro, cuente conmigo para incrementar sus ganancias; juro que pagaré el precio del libro con gran placer.

Hasta la próxima entrada.


SARAH PALIN SE MUEVE: EL SARAHPAC (II)

16/09/2009

 

Vuelven las calumnias

El pasado día 27 de agosto salió publicada en el Anchorage Daily News (ADN) una noticia firmada por Lisa Demer, la misma perversa juntaletras obsesionada con la idea de que Trig no es hijo de Sarah y Todd, sino de su hija Bristol. El titular de la noticia rezaba así: “SarahPac taken to task by feds for illegal contributions” (“SarahPac investigado por los federales [la FEC] por hacer contribuciones ilegales”). Genial, ¿no? Si con razón digo yo que el ADN debería llamarse ADS (Anchorage Daily Smears).

Afortunadamente, esta vez la calumnia ha cogido poco vuelo (era una calumnia de las del tipo gallináceo, es decir, ave de alas cortas que no le sirven para mucho más que alborotar el corral cuando tiene un berrinche, pero que de volar, nada de nada). En resumen, la noticia del ADN pretendía que la FEC había descubierto que SarahPac había hecho contribuciones ilegales (ilegales porque superaban la cuantía máxima autorizada) a las campañas de reelección de los senadores Lisa Murkowski (la senadora republicana senior por Alaska; el otro senador, el junior, Mark Begich, es demócrata) y John McCain (el senador republicano senior por Arizona; el otro senador, el junior, John Kyl, también es republicano) y que, en consecuencia, se había abierto una investigación por algo así como “financiación irregular”, estando a la espera de conocerse la sanción que se le iba a aplicar a SarahPac, dando a entender que iba a ser un pedazo de sanción y que se les iba a caer el pelo. ¡Bah, cuánta estupidez! Y yo que pensaba que por fin me había librado de tener que tratar esta basura. En fin, que no hay remedio. Mientras quede un tonto en el mundo, éste será progre y partidario de los demócratas…

Demerpac

Esta es la portada de la discordia. Un buen ejemplo de la decadencia irremediable del periodismo tradicional obsesionado con tomar partido en lugar de mantener la objetividad y dejar que sean sus propios lectores quienes decidan. It stinks! Tápense la nariz, por favor.

¿Y cuál es la realidad? Pues la realidad es tan simple como que SarahPac hizo sus dos primeras contribuciones durante el pasado mes de junio. En concreto, dichas contribuciones realizadas los días 7 y 23 de junio fueron destinadas a las respectivas campañas de reelección de los senadores Murkowski y McCain. En ambos casos, las contribuciones fueron por idéntica cantidad: 5.000$ cada una, tal y como quedó debidamente registrado en el primer estado de cuentas remitido por Tim Crawford, el tesorero de SarahPac, a la FEC durante el mes de julio pasado, tal y como obliga la legislación vigente a todos los PAC. Ciertamente, cada PAC puede optar por presentar esos estados de cuentas mensual o semestralmente, según prefieran, y SarahPac optó en su momento, cuando se constituyó, por hacerlo semestralmente.

Una vez recibido el informe (el llamado mid-year report) por parte de la FEC, ésta lo estudió atentamente y comprobó la existencia de algunas deficiencias en él de las cuales dio cumplida cuenta al tesorero de SarahPac mediante una carta llamada Request For Additional Information (RFAI) fechada el 19 de agosto de 2009, un mero requerimiento de información adicional o de subsanación de errores, si se prefiere (pueden consultarlo aquí).

 En dicho requerimiento, el inspector de la FEC encargado de la supervisión de las cuentas de SarahPac, un tal Allen Norfleet, detalla los errores que ha encontrado y le pide al tesorero de SarahPac que los corrija, haciendo las advertencias rutinarias de que sólo en caso de no atender dicho requerimiento antes del plazo concedido (que corre hasta el 24 de septiembre próximo) se procedería a abrir una investigación formal que podría incluir hasta una auditoría. Esto cualquier persona que tenga un mínimo de conocimientos administrativos (o una mínima experiencia de la vida) sabe que no es más que una fórmula rutinaria que debe ser incluida en todo clase de comunicaciones oficiales de las cuales se pueda derivar algún perjuicio para los interesados en caso de no ser atendidas. Ni más ni menos. Igual que la típica cláusula que aparece en todas las resoluciones administrativas en las que se advierte que en el caso de no estar de acuerdo con el contenido de dicha resolución, el interesado puede presentar el oportuno recurso administrativo en tiempo y forma. Una cláusula que aparece por defecto en todo tipo de resoluciones, incluso en las favorables a los interesados lo cual no deja de ser divertido, en cumplimiento de lo que se llama “seguridad jurídica”, es decir, que el interesado no puede verse desprotegido en ningún momento en sus relaciones con los poderes públicos, teniendo la obligación dichos poderes públicos de informarle adecuadamente en todo momento de cuáles son sus derechos y cómo puede ejercerlos.

En definitiva, que de ninguna manera se puede pretender que ese mero requerimiento administrativo suponga una investigación en toda regla y mucho menos que esté decidiéndose una sanción a SarahPac por vulnerar la legislación vigente. Se trata simplemente de lo que administrativamente se denomina “subsanación de errores del expediente” y nada más. ¡Qué investigación ni que niño muerto! Nada de nada. Humo de pajas, como mucho. Y una periodista que tiene poco de periodista tal y como lo entendemos algunos, pero mucho de infame gacetillera.

Entrando en materia, ¿cuáles son esas deficiencias descubiertas en el estado de cuentas remitido por SarahPac? La FEC detalla siete, de las cuales las seis últimas son meras peticiones de información complementaria sobre:

  • Aclaraciones de la terminología usada a la hora de detallar los servicios prestados por los diversos colaboradores de SarahPac que han cobrado por su trabajo (fundamentalmente, cambiar la terminología utilizada por otra más precisa; por ejemplo, en lugar de “administrative” (administrativo), usar «clerk» (oficinista) o “fundraising” (recaudador de fondos).
  • Nombre y apellido y dirección de todos los colaboradores de SarahPac que han percibido pagos en metálico superiores a 200$ por su trabajo en SarahPac, si los hay.
  • Aclaraciones sobre gastos de viaje con un coste superior a 500$, si los hay, indicando el nombre y apellido de quien lo realizó, la fecha del viaje, el coste y el motivo.
  • Aclaraciones sobre si los gastos detallados como “fundraising expenses” (gastos de recaudación de fondos) fueron realizados en eventos destinados a la recaudación de fondos para SarahPac o para algún otro político.
  • Otras aclaraciones sobre algún gasto en concreto del que se requiere información adicional.

En cuanto a la primera, la única un poco seria, hace referencia al hecho ya mencionado de que SarahPac donó 5.000$ respectivamente a las campañas de reelección de los senadores Murkowski y McCain cuando, según las normas de la FEC, no estaba autorizado a realizar una donación superior a los 2.400$ en cada caso ya que en la fecha en que SarahPac hizo las contribuciones (recordemos que fueron los días 7 y 23 de junio) éste no había sido todavía reconocido como un multicandidate political committee (comité político de varios candidatos), es decir, un PAC autorizado a donar hasta 10.000$ por candidato y por proceso electoral. SarahPac recibió esa condición el 26 de julio de 2009, exactamente a los seis meses de su constitución, cuando pudo acreditar el cumplir diversas condiciones entre las cuales se hallan:

  • Haber realizado al menos cinco contribuciones económicas a otros tantos candidatos inmersos en un proceso electoral a escala federal, hecho cumplido el 14 de julio de 2009, cuando SarahPac realizó su quinta contribución.
  • Haber tenido al menos 51 donantes, hecho acreditado desde el 28 de enero de 2009 (justo dos días después de su constitución).
  • Haber estado registrado como PAC al menos durante seis meses, hecho cumplido el 26 de julio de 2009.

Para resaltar aún más el hecho de que no hay ninguna investigación en marcha, sino un mero requerimiento administrativo, la propia RFAI remitida a SarahPac indica a su tesorero cómo puede corregir dicho error; fundamentalmente, redistribuyendo las dos contribuciones irregulares de forma que no se trate en cada caso de una única donación para un único proceso electoral, sino de dos contribuciones diferentes por un valor de 2.400$ cada una para sus respectivas campañas de reelección y otras dos de 2.400$ igualmente para la futura campaña presidencial. Aún así, sobran 200$ en cada caso y ese dinero fue reclamado por SarahPac a los respectivos receptores (las organizaciones “Lisa Murkowski for US Senate” y “Friends of John McCain”), quienes lo devolvieron inmediatamente, tal y como sugería también el requerimiento de la FEC. Con esto, queda zanjado todo el asunto. Y por si alguien aún duda de que no ha habido la más mínima mala intención en ello, señalaremos que en el estado de cuentas remitido por SarahPac se cometió una pifia tremenda al fechar las campañas de reelección de Murkowski y McCain en 2009 cuando en realidad serán en 2010. Si uno pretende pasar de matute algo ilegal, no comete un error tan infantil que llame la atención de todos y mueva a revisar más detenidamente la documentación de que se trate, digo yo. A mí todo esto me suena a un simple error de novato a la hora de presentar documentación oficial que ya sabemos todos lo “fácil” que es de rellenar aquí y en todas partes. Quien haya intentado alguna vez rellenar la declaración trimestral del IVA sabrá de lo que estoy hablando.

Tal y como explicó el propio Tim Crawford días después, el error se debe básicamente a que son nuevos en el asunto y a que el software utilizado para redactar el estado de cuentas y que es proporcionado gratuitamente por la propia FEC no les advirtió en ningún momento de que hubiera errores, algo que supuestamente está previsto que haga.

“We filed what we thought was perfectly right. If there is a violation, the FEC won’t accept the report, but ours was accepted with no warnings or violations”.

(Nosotros informamos lo que pensamos que estaba perfectamente bien. Si había alguna incorrección, la FEC no hubiera aceptado el informe, pero el nuestro fue admitido sin avisos de error o incorrecciones).

Lo más bochornoso de toda esta noticia-que-no-es-noticia consiste en que si nos hemos enterado de las normas de funcionamiento de la FEC ha sido porque la dichosa carta ha ido dirigida a SarahPac. Pero ¿y los otros PAC? ¿Acaso los demás no cometen errores nunca? Pues resulta que sí que los cometen y a mansalva. Como señala Tim Crawford de nuevo:

“A million of these [RFAI] go out every month. They send out a lot of them”.

(Un millón de cartas de éstas salen cada mes. Envían montones de ellas).

Así, por ejemplo, el PAC del actual presidente de Estados Unidos, Hopefund, ha recibido hasta ahora 16 de estas cartas, pero ni una sola de ellas ha merecido un titular escandaloso como el del ADN en ningún momento. SarahPac ha recibido de momento dos (la primera, de fecha 11 de febrero de 2009, se refería a un pequeño error a la hora de rellenar la declaración de constitución del PAC) y ya se ha armado la de Dios es Cristo. Ciertamente no es justo, no, pero ya sabemos cómo funcionan las cosas por ahí, ¿verdad? De cualquier manera, cerramos el cubo de la basura y mañana nos dedicaremos a repasar otros datos más interesantes. Por ejemplo, ¿a quién está ayudando económicamente SarahPac? ¿Quiénes son sus políticos patrocinados? Será interesante saberlo.


NUEVOS TIEMPOS, NUEVAS CALUMNIAS: EL QUE TONTO VA A LA GUERRA, TONTO VUELVE DE ELLA (II)

24/07/2009

 

Como que lo prometido es deuda, ésta es la lista de ethics complaints (quejas por falta de ética) presentadas hasta este momento en el State Personnel Board (Junta de Personal del Estado) contra Sarah Palin:

QUEJAS PRESENTADAS ANTES DE LA CAMPAÑA ELECTORAL A LA PRESIDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS

  • 6 de agosto de 2008: Queja presentada por Andree McLeod (Anchorage)
    Se queja de que Sarah Palin y Frank Bailey, su antiguo Governor’s Director of Boards and Commissions (director de Consejos y Comisiones de la Gobernadora) habían usado su influencia para conseguir un puesto de trabajo como surveyor (perito) en la administración del Estado de Alaska a Tom Lamal, un antiguo recaudador de fondos para Sarah. Fue rechazada, aunque se advirtió a Bailey que algunos comentarios suyos hechos por e-mail eran impropios de su cargo.
  • 20 de agosto de 2008: Denuncia presentada por Brian Kraft (Bristol Bay) ante el Alaska Public Offices Commission (Comisión de Cargos Públicos de Alaska), organismo encargado de supervisar los procesos electorales de alcance estatal (o sea, circunscritos a Alaska)
    Denuncia que Sarah Palin violó la ley electoral al pronunciarse públicamente (a favor del no) seis días antes de la celebración de un referéndum sobre una polémica propuesta minera en Bristol Bay. Además, Kraft se quejó también de que un grupo opositor al suyo había utilizado el retrato oficial de Sarah en un anuncio a favor del no publicado en el Anchorage Daily News. La investigación descubrió que dicho grupo había hecho uso del retrato sin autorización y que, en consecuencia, Sarah no podía ser culpada por ello. Fue rechazada. Y encima ganó el no en el referéndum.

QUEJAS PRESENTADAS DURANTE LA CAMPAÑA ELECTORAL A LA PRESIDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS

  • 1 de septiembre de 2008: Queja presentada por la propia Sarah Palin
    Revelada por ella misma (self-disclosure), su intención era que fuera el State Personnel Board (Junta de Personal del Estado) quien investigara el Troopergate, tal y como es su potestad según la legislación del Estado de Alaska. La investigación concluyó que Sarah no violó ninguna ley ni se comportó con falta de ética cuando destituyó de su cargo al antiguo Public Safety Commissioner (comisionado de Seguridad Pública) Walt Monegan.
  • 3 y 16 de septiembre de 2008: Queja presentada por el Public Safety Employees Association (PSEA) (Asociación de Empleados de Seguridad Pública)
    Se queja de que Sarah Palin o algún miembro de su equipo de gobierno habían tenido acceso no autorizado, y además revelado la información obtenida, a la hoja de servicios del trooper Mike Wooten. La queja se amplió con posterioridad para incluir la acusación de acoso laboral contra ese mismo trooper. La misma investigación que resolvió la queja anterior rechazó ambas acusaciones.
  • 13 de octubre de 2008: Queja presentada por Walt Monegan (Anchorage)
    Reclamaba una vista pública en la que pudiera limpiar su nombre de todo lo que había supuesto para él la controversia del Troopergate. La misma investigación que resolvió la queja original se opuso a ello por no estar contemplado este supuesto en la legislación estatal.
  • 23 de octubre de 2008: Denuncia presentada ante la Federal Election Commission (FEC) (Comisión Electoral Federal), organismo encargado de supervisar los procesos electorales de alcance nacional (o sea, todo Estados Unidos)
    Presentada por Citizens for Responsibility and Ethics in Washington (CREW) (Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética en Washington), una organización pro-demócrata, quejándose de que  los 150.000$ en vestuario para Sarah Palin gastados por el Partido Republicano durante la pasada campaña electoral violaban la Federal Election Campaign Act (Ley de Campañas Electorales Federales) al no permitir ésta que el dinero donado a las campañas se utilice para gatos personales de los candidatos. Rechazada por la FEC al comprobarse que el dinero empleado para esas compras no procedía de donaciones sino que era propio del Partido Republicano y, en consecuencia, no está incluido dentro de las estipulaciones de la Federal Election Campaign Act (Ley de Campañas Electorales Federales).
  • 24 de octubre de 2008: Queja presentada por Frank Gwartney  (Anchorage)
    Se queja por el hecho de que Sarah Palin cargue a costa del Estado de Alaska el coste de llevar a sus hijos con ella cuando viaja. Fue rechazada al no apreciarse impropiedad en ello, pero el investigador encargado de ella recomendó a la administración que se modificaran algunos aspectos de la ley para contemplar más detalladamente estos supuestos, así como que la gobernadora accediera a cumplir las nuevas disposiciones (a pesar de que no se le podía obligar legalmente a ello de ninguna manera) para dejar clara su buena voluntad. Sarah estuvo de acuerdo en revisar todos sus viajes hechos hasta entonces (72 en total), accediendo finalmente a devolver los gastos cargados por su familia (10.000$) en diez de ellos en que, de acuerdo con la nueva redacción de la ley, no entraban dentro del concepto de viajes realizados “en interés del Estado”.

QUEJAS PRESENTADAS CONCLUIDA LA CAMPAÑA ELECTORAL A LA PRESIDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS

  • 13 de noviembre de 2008: Queja presentada por Zane Henning (Wasilla)
    Se queja de que Sarah Palin hubiera hecho por dos veces declaraciones a la prensa sobre la recién concluida campaña electoral en su despacho oficial de gobernadora de Alaska en el edificio Atwood de Anchorage. Fue rechazada.
  • 2 de diciembre de 2008: Queja presentada por Anthony Martin (Talkeetna)
    Se queja de que Sarah Palin, acompañada por su ayudante Kris Perry, hubiera hecho campaña a favor de la reelección del senador Saxby Chambliss de Georgia. Fue rechazada.
  • 14 de enero de 2009: Queja presentada por (desconocido)
    Se queja por el hecho de que Sarah Palin haya utilizado fondos del Alaska Seafood Marketing Institute (Instituto del Mercado del Marisco de Alaska), una empresa pública, para promocionar su carrera política nacional mediante anuncios que la retrataban a ella publicados en la prensa (el National Fisherman) durante el último año y que llegaron hasta noviembre de 2008. Fue rechazada al comprobarse que la autorización dada para emplear su imagen fue concedida bastante antes de ser nominada siquiera por el Partido Republicano como candidata a la vicepresidencia de los Estados Unidos.
  • 23 de enero de 2009: Presentada por Andree McLeod (Anchorage)
    Se queja de que Kris Perry, el director (director) de la Governor’s Anchorage Office (director de la Oficina de la Gobernadora en Anchorage), haya trabajado en beneficio de Sarah Palin durante su pasada campaña electoral. Fue rechazada.
  • 30 de enero de 2009: Presentada bajo pseudónimo (se firmó con el nombre de Edna Birch, un personaje de una serie de televisión británica) por un desconocido
    No se pudo identificar nunca a la persona que la presentó y la queja, referida a la concesión irregular de una beca a Levi Johnston, el antiguo novio de la hija de la gobernadora, Bristol Palin, por parte de la administración del Estado de Alaska, fue rechazada sin más.
  • 18 de marzo de 2009: Presentada por Andree McLeod (Anchorage)
    Se queja de que Bill McAllister, press secretary (portavoz de Sarah Palin), haya trabajado en beneficio de Sarah Palin durante su pasada campaña electoral al haber emitido un comunicado oficial explicando que la gobernadora Palin había sido elegida candidata a la vicepresidencia de los Estados Unidos, además de haber respondido a la prensa durante la pasada Convención Nacional Republicana cuando le preguntaron sobre la experiencia ejecutiva de Sarah y de haber explicado los planes de Sarah de acudir en junio de este año a un acto de recaudación de fondos a favor del Partido Republicano. Fue rechazada.
  • 1 de abril de 2009: Presentada por Linda Kellen Biegel (Anchorage)
    Se queja de que Sarah Palin vistiera ropa de la marca Arctic Cat durante la última edición de la Tesoro Iron Dog Snowmobile Race cuando su marido, Todd, corría bajo el  patrocinio de esa misma marca. Fue rechazada.
  • 17 de abril de 2009: Presentada por Andree McLeod (Anchorage)
    Se queja de que Sarah Palin haya utilizado indebidamente personal, equipamiento, tiempo y material pertenecientes al gobierno de Alaska para impulsar su carrera política al haber publicado en SarahPAC tres comunicados oficiales de la Oficina de la Gobernadora. Fue rechazada.
  • 22 de abril de 2009: Presentada por Sondra Tompkins (Anchorage)
    Se queja de que el SarahPAC viola dos preceptos de la Alaska Executive Branch Ethics Act (Ley Ética del Poder Ejecutivo de Alaska) al abusar Sarah de su posición como gobernadora para apoyarlo, en primer lugar, y además aceptar “trabajo” fuera de su cargo oficial, en segundo lugar, refiriéndose concretamente a dos viajes realizados por Sarah el pasado 16 de abril cuando fue hasta Evansville (Indiana) para dar un discurso durante la cena de la asociación anti-abortista Vanderburgh County Right to Life y reunirse al día siguiente durante el desayuno con miembros de SMILE, una organización no lucrativa de apoyo a las familias con personas aquejadas de síndrome de Down. Fue rechazada.
  • 22 de abril de 2009: Presentada por Andree McLeod (Anchorage)
    Se queja de que la aceptación por parte de Sarah de la invitación que recibió a dar un discurso durante la cena de la asociación anti-abortista Vanderburgh County Right to Life supone una grave violación de la Alaska Executive Branch Ethics Act (Ley Ética del Poder Ejecutivo de Alaska) al confesar ésta que los organizadores la convencieron finalmente de acudir cuando le regalaron una caja de bombones y una bandeja de rosquillas, además de un palo de hockey que le enviaron los miembros de un equipo juvenil de hockey (¡soborno!). Y por si fuera poco, supuso el abandono de sus obligaciones como gobernadora de Alaska al dejar el Estado durante 36 horas. Fue rechazada.
  • 23 de abril de 2009: Presentada por Kim Chatman (Eagle River)
    Se queja de que el Alaska Fund Trust, el fondo creado por Sarah para recoger dinero destinado al pago de la deuda que mantiene con sus abogados por sus gastos legales, supone una violación de la Alaska Executive Branch Ethics Act (Ley Ética del Poder Ejecutivo de Alaska) al abusar Sarah de su posición como gobernadora de Alaska para obtener beneficios personales. Pendiente de resolver todavía.
  • 8 de mayo de 2009: Presentada por Andree McLeod (Anchorage)
    Ampliación de la queja presentada por ella misma el 18 de marzo quejándose de una nueva comunicación oficial de la Oficina de la Gobernadora publicada al mismo tiempo en SarahPAC, así como de que la hija de la gobernadora, Bristol Palin, obtuvo un empleo en Candies Foundation, una asociación que trata de informar a los adolescentes de las consecuencias de la maternidad precoz, utilizando los recursos del Estado.

QUEJAS PRESENTADAS CON POSTERIORIDAD AL ANUNCIO DE DIMISIÓN DE SU CARGO COMO GOBERNADORA DE ALASKA (hay que aprovechar el tiempo, ¿no?)

  • 6 de julio de 2009: Presentada por Zane Henning (Wasilla)
    Se queja de que Sarah cobró dietas del Estado de Alaska irregularmente al pernoctar en su propio domicilio. Pendiente de resolver.
  • 10 de julio de 2009: Presentada por Ray Ward (Anchorage)
    Se queja de que Sarah cobró por conceder entrevistas a diversos medios de comunicación. Fue rechazada.
  • 14 de julio de 2009: Presentada por Andree McLeod (Anchorage)
    Se queja de que Sarah continuó cobrando su sueldo como gobernadora del Estado de Alaska mientras hacía campaña como candidata a la vicepresidencia de los Estados Unidos, además de contar con la ayuda de algunos de los miembros de su equipo de gobierno en Alaska. Fue rechazada.
  • 20 de julio de 2009: Presentada por Andree McLeod (Anchorage)
    Se queja de que Sarah no ha declarado todos los regalos que ha recibido durante todo el tiempo que ha sido gobernadora de Alaska. Pendiente de resolver.

Si se han fijado bien, habrán visto que la perseguidora más tenaz de Sarah es una tal Andree McLeod, que tiene el record de tanto de quejas presentadas y como de estupideces esgrimidas. ¿Y quién es esa tal McLeod? Pues lo suyo es de circo porque se trata de una antigua funcionaria del gobierno de Alaska que trabajó para el anterior gobernador Frank Murkowski. Cuando Sarah fue elegida nueva gobernadora, la tal McLeod, ni corta ni perezosa, fue a verla y le pidió el puesto de directora del Alaska Public Offices Commission (Comisión de Cargos Públicos de Alaska). Sarah se lo negó y desde entonces no ha parado en su persecución contra ella. De hecho, se rumorea que no está bien de la cabeza y que entre ella y una regadera no hay comparación: la regadera es la que está cuerda.

McLeod

Mochales, mochales. La tal McLeod… Como para ponerle una camisa de fuerza.

¿Y cuál es la opinión de los alasqueños sobre todo esto? Como que para muestra basta un botón, me ha parecido interesante un editorial del Anchorage Daily News titulado “Our view: Abuse of ethics complaints turns good law into bad politics. Enough” (“Nuestro punto de vista: el abuso de las quejas sobre ética convierte la buena ley en mala política. Ya es suficiente”) publicado el pasado 3 de mayo en el que este periódico, que si de algo puede ser acusado no es precisamente de simpatía por Sarah, expresaba el hartazgo de todos los alasqueños por tanta tontería.

Alaska citizens have a right to file ethics complaints against their elected representatives. State law guarantees it. But when Alaskans use the ethics law to score political points, they abuse that right — and may put it at risk.

Case in point: The latest complaint against Gov. Sarah Palin. Kim Chatman complains the governor has violated state ethics law by having her old friend Kristan Cole set up and run the «Alaska Fund Trust,» a legal defense fund to cover Palin’s legal bills.

We don’t like the title any more than Kim Chatman does. The governor should play it straight and call the fund what it is — the Sarah Palin Legal Defense Fund. And if someone else named it, the governor should get him or her to rename it.
 
But she’s within her rights to create a fund to cover her legal expenses — and complaints like Chapman’s only win sympathy for the governor and run up the legal bills.

Another case is from Andree McLeod, who has made some legitimate complaints against the Palin administration, most notably in keeping private e-mails about state business archived and open to public viewing.

But she complained earlier this year that a press release issued by Palin on the state Web site last August was a misuse of state resources. Spare us. The governor’s release sought to reassure Alaskans that she would continue to govern the state while running for vice president. Part of the release — that it was great to be running with John McCain and taking the spirit of reform to D.C. etc. — was political boilerplate and arguably out of place under state letterhead. But that was not worth an ethics complaint.

State ethics law is not a megaphone for crying foul every time the governor or any other elected official does something someone doesn’t like. Complaints are supposed to be confidential until an investigation finds probable cause. That limited confidentiality is supposed to prevent undue publicity and political harm from frivolous complaints.
If you file a complaint against a legislator and then blab to the media about it, your complaint is automatically dismissed. That protection doesn’t apply to ethics complaints involving the executive branch. It should.

Ethics law is for serious inquiries into possible violations of public integrity and civic duty. The «Troopergate» investigation was an example of a valid pursuit of ethics issues, no question. When and whether the state should cover the travel expenses of Palin family members led to another fair complaint — one that prompted the governor to say she’d be reimbursing the state for some of her children’s travel.

When Alaskans make the ethics law a vehicle for gadfly politics, they weaken even valid ethics complaints in the public eye — cynics dismiss every complaint as political. And they strengthen the hand of those lawmakers who want to weaken Alaskans’ ability to hold elected officials accountable.

Let’s not play politics with ethics complaints. Let’s make them fearlessly, but only with just cause.

BOTTOM LINE: Ethics law is a means to hold leaders accountable, not a political plaything.

(Los ciudadanos de Alaska tienen derecho a presentar quejas por falta de ética contra sus representantes electos. Lo garantiza la ley estatal. Pero cuando los alasqueños utilizan la Ley sobre Ética para marcarse puntos políticos, abusan de ese derecho -y lo pueden poner en peligro.

¿A qué nos referimos? A la más reciente queja contra la gobernadora Sarah Palin. Kim Chatman se queja que la gobernadora ha violado la Ley sobre Ética del Estado por poner a su vieja amiga Kristan Cole como organizadora y gestora del Alaska Fund Trust, un fondo de defensa legal para cubrir las deudass legales de Palin.

No nos gusta más el título más que a Kim Chatman. La gobernadora debería jugar limpio y llamar al fondo tal y como lo que es – el Sarah Palin Legal Defense Fund. Y si alguien ya está usando esa denominación, la gobernadora debería conseguir de él o ella que lo renombrara.

Pero ella está en su derecho de crear un fondo para cubrir sus gastos legales – y quejas como la de Chapman sólo hacen que ganar simpatía a la gobernadora y ayudarle a que pague sus facturas legales.

Otro caso es el de Andree McLeod, que ha presentado algunas quejas totalmente legítimas contra la Administración Palin, principalmente por mantener mensajes de correo electrónico privados sobre asuntos estatales archivados y ofrecerlos a la vista de todos.

Pero ella se quejó a comienzos de este año de que un comunicado de prensa publicado por Palin en la página web del  Estado fue un abuso de recursos del Estado. Sensacional. El anuncio de la gobernadora buscaba asegurar a los alasqueños que ella seguiría gobernando el Estado mientras competía por la vicepresidencia. Parte del anuncio – que era fantástico el competir junto a John McCain y llevar el espíritu de la reforma a [Washington] D.C. – era repetitivo y posiblemente fuera de lugar bajo el membrete del Estado. Pero por eso no vale la pena presentar una queja por falta de ética.

La Ley sobre Ética del Estado no es un megáfono para gritar “falta” cada vez que el gobernador o cualquier otro cargo público hace algo que a alguien no le gusta. Las quejas se supone que son confidenciales hasta que una investigación encuentra la probable causa de ellas. Esta limitada confidencialidad tiene el objetivo de evitar publicidad indebida y el daño político de las quejas frívolas. Si usted presenta una queja contra un legislador y luego va corriendo a contárselo a los medios de comunicación, automáticamente se rechaza su queja. Esta prevención no se aplica a las quejas por falta de ética presentadas contra miembros del Poder Ejecutivo. Y debería.

La Ley sobre Ética está pensada para investigaciones serias sobre posibles violaciones de la integridad y el deber públicos. La investigación del Troopergate fue un ejemplo de una búsqueda válida de cuestiones de ética, sin duda. Cuándo y hasta qué punto el Estado debería asumir  los gastos de viaje de los miembros de la familia Palin condujo a otra queja justa–una que movió a la gobernadora a aceptar reembolsar al Estado los gastos de algunos de los viajes de sus hijos.

Cuando los alasqueños hacen de la Ley sobre Ética un medio para la política fastidiosa, debilitan incluso las quejas válidas a los ojos del público – los cínicos rechazan así cualquier queja como “política”. Y fortalecen la mano de aquellos legisladores que quieren debilitar la capacidad de los alasqueños de exigir responsabilidades  a sus cargos electos.

No juguemos a política con las quejas sobre falta de ética. Hagámoslo sin temor, pero sólo con una causa justa.

EN RESUMEN: La Ley sobre Ética es un medio para responsabilizar a los líderes, no un juguete político).

E incluso unos días después, el 7 de mayo, en su página web publicaban la noticia de que los miembros del State Personnel Board (Junta de Personal del Estado) estaban tan hartos ellos también de Andree McLeod y su manía persecutoria que habían preguntado al acting Alaska Attorney General (Fiscal General de Alaska en funciones) si era posible cobrarle los gastos a una persona que presentase ethics complaints (quejas por falta de ética) frívolas o sin fundamento. La respuesta fue que no, pero la cuestión está sobre la mesa porque hasta el momento, la lista de quejas presentadas contra Sarah (todas ellas desestimadas) ha supuesto un coste de alrededor de 300.000$, correspondiendo unos 190.000$ solamente a la investigación del Troopergate. La Junta no puede revelar el coste de cada queja ya que, bajo la ley, las ethics complaints (quejas por falta de ética) son secretas a menos que el denunciante levante expresamente esa confidencialidad.

En cuanto a la propia Sarah, la más afectada por esta persecución, ¿qué opina ella? La respuesta la tenemos en dos sitios. La primera, en una entrevista por e-mail que los del Anchorage Daily News le realizaron en relación con este mismo tema, cuando declaró, al final de ella:

On August 29, it seems the political landscape changed in Alaska. Now, it seems in order to do this job as Governor, with the political blood sport some are playing today, only the independently wealthy or those willing to spend their income on legal fees to defend their official actions in office, or just normal gubernatorial duties, can serve. I reject that dichotomy and continue to believe that a representative government can be, and should be, comprised or regular Alaskans. First Family travel is just such an example. The trips my family took were fully disclosed, documented and legitimate. The First Family was invited and their participation was requested. However, because of a politically-motivated complaint, I now have to pay for expenses that other governors were never questioned about, despite their children having traveled on state aircraft. In order to avoid more political blood sport and distraction, and because the applicable regulations were circular and incomprehensible, and because it was simply the right thing to do, I sought resolution of this matter.

(Parece que el 29 de agosto el escenario político de Alaska cambió. Ahora, parece que para hacer este trabajo de gobernadora, con el sangriento deporte político al que se juega hoy en día, sólo los ricos o aquellos que dispuestos a gastarse sus ingresos en minutas legales para defender sus decisiones tomadas en el ejercicio de su cargo o sus obligaciones normales como gobernador, pueden permitírselo. Rechazo esta dicotomía y continúo creyendo que un gobierno representativo puede estar, y debería estar, compuesto de alasqueños normales y corrientes. Los viajes de la Primera Familia son precisamente un ejemplo. Los viajes de mi familia fueron totalmente claros, documentados y legítimos. La Primera Familia fue invitada y su participación requerida. Sin embargo, a causa de una queja exclusivamente política, ahora tengo que pagar unos gastos que a otros gobernadores nunca se les exigieron, a pesar de haber viajado con sus hijos en un avión oficial. Para evitar más cacería política y distracciones de mi labor, y porque las normas legales son confusas e incomprensibles, y porque simplemente es lo que debía hacer, busqué una solución al problema).

Esta es la respuesta formal. La informal, la verdadera, la que realmente siente dentro de sí es la que aparece en un comunicado oficial emitido cuando supo el 24 de marzo pasado que había sido acusada por Linda Kellen Biegel de hacer publicidad de la marca de ropa que patrocinaba a su marido, Todd, durante la última edición de la Tesoro Iron Dog Snowmobile Race:

Are Alaskans outraged, or at least tired of this yet – another frivolous ethics charge by a political blogger? This would be hilarious if it weren’t so expensive for the state to process these accusations and for me to defend against these bogus harassments. Yes, I wore Arctic Cat snow gear at an outdoor event, because it was cold outside, and by the way, today, I am wearing clothes bearing the names of Alaska artists, and a Glennallen Panthers basketball hoodie. I am a walking billboard for the team’s fundraiser! Should I expect to see an ethics charge for wearing these, or the Carhartts I wear to many public events? How much will this blogger’s asinine political grandstanding cost all of us in time and money?

¿No están los alasqueños indignados o al menos hartos ya de todo esto? Otra queja frívola a cargo de una bloguista política. Sería hilarante si no fuera tan caro para el Estado proceder con estas acusaciones y para mí defenderme contra estas falsas acusaciones. Sí, llevé ropa de la marca “Arctic Cat” en un acontecimiento al aire libre porque hacía frío y, por cierto, hoy llevo ropa con el nombre de artistas de Alaska y una gorra de baloncesto del equipo de las Glennallen Panthers. Soy una valla publicitaria andante para el recaudador de fondos del equipo. ¿Debo esperar a encontrarme con una queja por falta de ética por llevar todo esto, o tal vez por los pantalones Carhartts que llevo a muchos acontecimientos públicos? ¿Cuánto nos costará en tiempo y dinero la estupidez presuntuosa de esta bloguista tonta?

Ciertamente es para estar harto de todo, sí.


NUEVOS TIEMPOS, NUEVAS CALUMNIAS: EL QUE TONTO VA A LA GUERRA, TONTO VUELVE DE ELLA (I)

22/07/2009

 

Terminó la campaña electoral y el que Sarah saliera de ella con más popularidad que nunca y un cuantioso número de partidarios dispuestos a apoyarla en el futuro era algo que los demócratas no podían comprender. No podían, pero tampoco querían porque eso supondría para ellos el tener que enfrentarse al hecho de que la victoria de su candidato estaba lejos de haber sido tan aplastante como habían estado pronosticando desde el principio. Antes al contrario, los resultados electorales daban esperanzas a los republicanos de que  con un buen candidato en 2012, (republicano if possible porque llevamos una racha que ya, ya…) un candidato que hable claro y no se avergüence de los principios tradicionales republicanos de responsabilidad individual, libertad de elección y gobierno reducido, cambien las tornas y el landslide que tanto vaticinaron esos profetas se acabe produciendo, pero a la inversa, en el mejor estilo Reagan (bendita sea su memoria).

Es por ello que, muertos de miedo ante la espectacular irrupción de Sarah Palin en el firmamento político nacional, y conscientes de que es ella la persona que podría devolver al partido Republicano a la senda correcta, abandonando el estúpido mantra de esos malditos RINO de “abrirse al centro” (o sea, pasarse a la izquierda), los demócratas y sus simpatizantes están decididos a entorpecer en todo los posible la actuación de Sarah con la esperanza de que su futura candidatura a presidente de los Estados Unidos no llegue nunca a cuajar. Y para ello, han dado una vuelta de tuerca al viejo sistema de las Palin smears que tan buen resultado les dio durante la campaña electoral. Y digo “buen” porque aunque es cierto que ni una sola era verdad (y eso es algo que podemos decir muy alto después de habernos pasado estos últimos meses repasándolas una por una), sin embargo cumplieron con su objetivo de dejar una mala impresión de Sarah en el ánimo de la gente corriente, ésa que sólo lee los titulares de los periódicos y cree a pies juntillas que el actual presidente de los Estados Unidos no sólo traerá la paz al mundo sino que también les curará la halitosis. Para ellos, Sarah es una peligrosa extremista (de derechas porque si lo fuera de izquierdas, como el presidente, sería meritorio) de ideas antediluvianas y aferrada a su religión y a sus armas.

Sin embargo, como quiere que este tipo de personas son votantes demócratas sin remedio (casos perdidos, vamos), poca importancia tiene en mi opinión lo que piensen de Sarah. Al contrario, la gente que se preocupa por leer algo más que los titulares de los periódicos, la página de deportes y su horóscopo, y que además es consciente de que la prensa en la actualidad miente nueve de cada diez veces (y la décima no lo hace porque con los resultados del beisbol no se juega que si no…), buen cuidado tienen ellos de procurarse información veraz por otros medios, fundamentalmente por Internet (este blog por ejemplo, modestia aparte).

Pero me estoy distrayendo. A lo que íbamos: ¿y que han pensado los malos para continuar con su operación de acoso y derribo a Sarah? Pues continuar calumniándola, pero ahora aprovechando las posibilidades que les brinda la legislación estatal de Alaska para ello. Me explico: recordemos que cuando Sarah fue nombrada gobernadora de Alaska en diciembre de 2006, una de sus primeras medidas fue la de reformar la legislación referida a lo que podían y no podían hacer los miembros del gobierno para así cortar de una vez por todas con tantos y tantos escándalos de corrupción como se habían dado durante el mandato de sus antecesores, especialmente Frank Murkowski. El resultado de esa iniciativa fue la Alaska Executive Branch Ethics Act (Ley Ética del Poder Ejecutivo de Alaska). Uno de los mecanismos previstos por esa ley son las ethics complaints (quejas sobre ética), quejas escritas que pueden ser presentadas por cualquier alasqueño ante el State Personnel Board (Junta de Personal del Estado) cuando crean que un miembro del gobierno de Alaska ha cometido una impropiedad en el ejercicio de su cargo. Dichas quejas son oportunamente investigadas por el State Personnel Board (Junta de Personal del Estado), quien dictamina finalmente si hay motivo cierto de queja o no (recordemos el Troopergate y la ethics complaint que presentó Sarah en contra de sí misma).

Pues bien, éste es el sistema elegido por los demócratas  para continuar presionando a Sarah. Una catarata de ethics complaints presentadas por los motivos más ridículos (algo ya esperado tratándose de demócratas lo de hacer el ridículo) y que, hasta el momento, han acumulado el increíble resultado de diecisiete ethics complaints presentadas y estudiadas y diecisiete ethics complaints rechazadas. ¡Genial! Pero cuidado porque si bien Sarah está siendo exonerada de todas y cada una de las acusaciones vertidas contra ella, eso no quiere decir que no esté pagando un precio por ello: el primero, económico, porque el total de dinero que le ha costado hasta el momento su defensa legal (llevada en todos los casos por el abogado Thomas V. Van Flein, a quien ya conocemos) es de 500.000$, una cantidad tan elevada que le ha obligado a fundar el Alaska Fund Trust (su enlace está aquí y permanentemente en la columna de al lado en la sección “Apoyo a Sarah”) para intentar pagar su deuda con las aportaciones de sus partidarios; y segundo, moral, porque pese a que ninguna de esas trece quejas haya prosperado, muchas personas se quedan simplemente con el titular: “Palin acusada de falta de ética de nuevo”, sin molestarse en sabe cuál ha sido el resultado de esa queja y si ha sido admitida o rechazada. Pero como ya he dicho antes, esas personas no creo que puedan ser nunca partidarias de Sarah, sino más bien del Gran Hermano de Orwell (reencarnado por fin para ellos en el actual presidente de los Estados Unidos), esclavos natos orgullosos de serlo sólo porque la libertad les da tanto miedo que antes preferirían estar muertos que ser libres. Pues muy bien; allá ellos. Pero nosotros no le tenemos miedo a la libertad y antes al contrario la ansiamos y estamos dispuestos a luchar lo indecible por ella.

Antes he dicho que Sarah lleva acumuladas dieciséis ethics complaints, pero no es exacto porque el número real es de veintiuna, pero es que cuatro de ellas todavía están pendientes de resolución (además de otras dos que se presentaron ante otras instancias diferentes del State Personnel Board y que fueron rechazadas también). En la próxima entrada vamos a repasarlas todas y veremos también la opinión que les empieza a merecer a los alasqueños esta persecución. Les adelanto que no es positiva precisamente.

Goosing

Esta foto es de una aparición de Sarah en el Saturday Night Live. Pero me imagino que Sarah se pone igual de contenta cada vez que se entera de que han desestimado una nueva ethics complaint. Supongo que además estará pensando: ¡Toma McLeod! (en la próxima entrada les explicaré quién es la chiflada esa).


LA MADRE DE TODAS LAS CALUMNIAS: EL TROOPERGATE (y X)

20/07/2009

 

Nota: Después de todo este tiempo dedicado a comentar la sorprendente dimisión de Sarah como gobernadora de Alaska, reemprendo la serie sobre el Troopergate y otra muy breve posterior sobre las dichosas ethics complaints y así concluiré mi repaso de la biografía de Sarah.

Sarah contraataca

Como ya hemos visto, Sarah no se conformó en absoluto con el papel de muñeca del pim-pam-pum que había reservado el Alaska Legislative Council (Consejo Legislativo de Alaska) sino que respondió exigiendo que, dado que la investigación iba a centrarse en lo ético o no de su actuación, el órgano competente para ello era el State Personnel Board (Junta de Personal del Estado). No quisieron verlo así los demócratas que manejaban los hilos de la investigación Branchflower, los senadores estatales demócratas Kim Elton y Hollis French, conscientes de que su capacidad de influencia en el State Personnel Board (Junta de Personal del Estado) era mínima por lo que se negaron en redondo a ceder la investigación. En respuesta a ello, Sarah decidió no colaborar con Branchflower y, en consecuencia, se negó en redondo a prestar declaración ante él.

En la primera entrada de esta serie hablamos un poco sobre el State Personnel Board (Junta de Personal del Estado), pero como quiera que ya ha llovido desde entonces vamos a recordarlo. El State Personnel Board (Junta de Personal del Estado) es una junta compuesta por tres miembros nombrados por el gobernador (o gobernadora) de Alaska y confirmados posteriormente por el Poder Legislativo. Su mandato es de seis años, pudiendo ser renovado, y sólo un máximo de dos de los tres miembros pueden pertenecer al mismo partido político. En ningún caso puede nombrarse a un funcionario del Estado de Alaska y sus reuniones suelen celebrarse 2 ó 3 veces por año, durando cada una de ellas alrededor de 2 ó 3 días, aunque pueden convocarse reuniones extraordinarias siempre que la situación lo requiera. Sus funciones, estrictamente hablando, son las siguientes:

Approves / disapproves amendments to personnel rules; considers extensions of the partially exempt and classified service; hears appeals under AS 39.25.170; and hears complaints under the Alaska Executive Branch Ethics Act.

(Aprueba o desaprueba enmiendas a las regulaciones sobre Personal; considera ampliaciones  a las exenciones parciales o a los servicios reservados; entiende de apelaciones referidas al Estatuto de Alaska (AS) 39.25.170; y entiende de quejas presentadas bajo la Ley Ética del Poder Ejecutivo de Alaska).

En el momento del Troopergate, los tres miembros del State Personnel Board (Junta de Personal del Estado), todos ellos nombrados por el anterior gobernador, Frank Murkowski (sí, sí, el chulo ése del jet de lujo) eran:

  • ­Debra E. English, nombrada el 8 de enero de 2004 y renovado su mandato por la nueva gobernadora, Sarah Palin, el 29 de enero de 2008. Mandato a expirar el 1 de marzo de 2014.
  • Laura Plenert, nombrada el 10 de marzo de 2004. Mandato a expirar el 1 de marzo de 2010.
  • Alfred L. Tamagni, Sr., nombrado el 1 de marzo de 2006. Mandato a expirar el 1 de marzo de 2012.

Como gobernadora, Sarah tiene la potestad de separar a los miembros del State Personnel Board (Junta de Personal del Estado), pero sólo por una causa justificada.

El 1 de septiembre Sarah presentó una queja ante el State Personnel Board (Junta de Personal del Estado) contra sí misma, lo que dio lugar al consabido conflicto de jurisdicción entre ellos y el Alaska Legislative Council (Consejo Legislativo de Alaska). Mientras se resolvía, la Junta inició su trabajo y contrató para ayudarles a un investigador independiente, el abogado Timothy Petumenos, quien, para más inri, es un votante demócrata registrado. Al Alaska Legislative Council (Consejo Legislativo de Alaska) no le hizo maldita la gracia, pero se limitó a no hacer caso. Tal y como declaró el senador Hollis French, titiritero mayor de Alaska:

We’re going to proceed. If they want to proceed, that’s perfectly within their right but it doesn’t diminish our right to do so.

(Vamos a proseguir. Si ellos quieren proseguir también, están perfectamente en su derecho pero eso no disminuye ni un ápice el nuestro a hacerlo también).

En esta ocasión, la investigación se llevó a cabo sin declaraciones fuera de tono y sin ese pestazo a manipulación y electoralismo que tumbaba de espaldas en el caso de la investigación Branchflower. Hasta tal punto fue todo correcto que Sarah aceptó declarar ante Petumenos, cosa que hizo el 24 de octubre, en plena campaña electoral.

El 3 de noviembre, Petumenos entregó su informe al State Personnel Board (Junta de Personal del Estado), quien lo hizo público al consentir Sarah a ello con la única salvedad de mantener la confidencialidad de su declaración del día 24 de octubre. Para quien quiera más información, puede consultar el texto completo del informe aquí. Las conclusiones de Petumenos se pueden resumir en una sola frase:

There is no probable cause to believe that the governor, or any other state official, violated the Alaska Executive Ethics Act in connection with these matters [Monegan, Wooten].

(No existe motivo alguno que lleve a pensar que la gobernadora, o cualquier otro de los cargos del Estado, violaron la Ley Ética del Ejecutivo de Alaska en relación con estos asuntos [Monegan, Wooten]).

O sea, justamente todo lo contrario de lo que concluyó Branchflower. ¿Y saben qué? Justamente lo mismo que yo pienso después de casi un mes dedicado en exclusiva a repasar todo este asunto, el Troopergate, que nunca hubiera debido dar para tanto si no fuera por un par de ambiciosos políticos estadounidenses dispuestos a todo para favorecerse a sí mismos y no a los ciudadanos de Alaska que confiaron una vez en ellos para hacer sus vidas mejores y no peores. Es a ello a lo que conduce la Política cuando se convierte en un fin por sí misma (la obtención del Poder por el Poder en sí mismo) y no en un medio (la obtención del Poder para cumplir la voluntad de los ciudadanos). Esto último, el pensamiento de que la Política es un medio y que su objetivo es reflejar la voluntad de los ciudadanos, ha encontrado su mejor abanderada en Sarah Palin y ése es el motivo en concreto por el cual yo estoy hoy aquí, escribiendo estas líneas, confiando en que todavía no sea demasiado tarde para recuperar ese viejo sueño que una vez en 1776 pareció que por fin se iba a hacer realidad: el del gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo. May God bless America again.

Seguiremos en la brecha.


LA MADRE DE TODAS LAS CALUMNIAS: EL TROOPERGATE (IX)

06/07/2009

 

Las conclusiones del informe Branchflower

El investigador contratado por el Alaska Legislative Council (Consejo Legislativo de Alaska), Stephen Branchflower, entregó su informe al Consejo el día 10 de octubre de 2008 y, tras un día de deliberaciones por parte de los miembros de éste, se decidió por unanimidad hacer público ese informe. Para quien quiera ampliar su información o sufra de insomnio, puede consultar aquí el texto completo. Fue éste el informe que tanta expectación levantó durante la pasada campaña electoral, cuando todos los medios de (des)información abrieron sus ediciones con el vomitivo titular: “Palin, culpable de abuso de poder en Alaska”.

Sin embargo, como siempre, entre la verdad y lo que los medios de (des)información dicen que es la verdad suele haber un trecho. En este caso no podía ser menos y así, algunas puntualizaciones deberían ser hechas. La primera, que nadie había declarado todavía culpable de nada a Sarah porque lo que el Consejo había hecho en realidad es simplemente recibir el informe de Branchflower y acordar hacer público su contenido a la espera de que se reúna el Poder Legislativo de Alaska (que no lo haría hasta enero de 2009) para aprobar dicho informe o no. La segunda puntualización estriba en que no se trata realmente del informe completo sino de su primer volumen de 263 páginas, constando el informe completo de varios volúmenes y varios miles de páginas; ése será el “Informe Branchflower” de verdad y ése será el que será estudiado por el Poder Legislativo de Alaska y aprobado o no en su debido momento. La tercer puntualización se refiere a que, precisamente debido a que no se ha hecho entrega de todo el informe, muchos de sus documentos siguen siendo secretos y no han sido hecho públicos. La Oficina de la Gobernadora, de acuerdo con sus declaraciones desde el principio de la investigación, ha ofrecido toda su colaboración en este aspecto y ha ofrecido toda la documentación que se le había requerido libremente, publicándola incluso en Internet cuando ha sido posible para que todos los alasqueños puedan consultarla y sacar sus propias conclusiones, tal y como lo he hecho yo durante la redacción de esta serie.

Lo que sí es cierto es que el primer volumen de ese informe incluye sus conclusiones y que son esas las que han servido para condenar a Sarah antes de tiempo. En concreto, el dichoso informe incluye en sus páginas estas dos conclusiones (además de otras dos que no nos interesan realmente ya que se refieren a la veracidad o no de una baja por enfermedad presentada en su momento por Wooten):

Primera conclusión:

For the reasons explained below, I [Branchflower] find that Governor Sarah Palin abused her power by violating Alaska Statute 39.52.110(a) of the Alaska Executive Branch Ethics Act. Alaska Statute 39.52.110(a) provides

“The legislature reaffirms that each public officer holds office as a public trust, and any effort to benefit a personal or financial interest through official action is a violation of that trust.”

(Por las razones explicadas más adelante, yo [Branchflower] creo que la gobernadora Sarah Palin abusó de su poder al violar el Estatuto de Alaska  39.52.110(a) de la Ley Ética del Poder Ejecutivo de Alaska. El Estatuto de Alaska  39.52.110(a) señala que:

“El Poder Legislativo se reafirma en que todo funcionario público ejercer su cargo disfrutando de la confianza pública y cualquier esfuerzo destinado a la obtención de un beneficio personal o un interés económico a través de su actuación oficial supone una violación de dicha confianza”).

Segunda conclusión:

I [Branchflower] find that, although Walt Monegan’s refusal to fire Trooper Michael Wooten was not the sole reason he was fired by Governor Sarah Palin, it was likely a contributing factor to his termination as Commissioner of Public Safety. In spite of that, Governor Palin’s firing of Commissioner Monegan was a proper and lawful exercise of her constitutional and statutory authority to hire and fire executive branch department heads.

(Yo [Branchflower] encuentro que, a pesar  de que la negativa de Walt Monegan a despedir al Patrullero Michael Wooten no fue la única razón de que fuera despedido por la Gobernadora Sarah Palin, sí que fue probablemente un factor añadido a los que llevaron a su destitución como comisionado de Seguridad Pública. A pesar de ello, el despido por parte de la gobernadora Palin del comisionado Monegan fue un buen y legítimo ejercicio de su autoridad constitucional y estatutaria para nombrar y separar a los jefes ejecutivos de departamento).

En definitiva, que Sarah hizo bien en destituir a Monegan si no le gustaba la manera como ejercía su cargo, pero que como quiera que entre los motivos que pueden haber pesado en su ánimo a la hora de decidirse a ello había uno personal, su actuación fue legal pero abusona. Hizo lo correcto, pero lo que hizo fue feo y puesto que la gente no lee las noticias ni mucho menos se preocupa por leer por su cuenta informes como el de Branchflower para saber si les están dando gato por liebre, sino que les basta con los titulares, pues eso: “Palin, culpable de abuso de poder en Alaska”. A veinte días escasos de las elecciones. Para que la gente se quede con esa idea.

Tenía la intención de poner aquí mis propias conclusiones sobre el informe de marras, pero mientras las redactaba me he dado cuenta de que coinciden palabra por palabra con las que en su momento publicó Rillot en su magistral blog “Sarah Palin en español” (12 de octubre de 2008), así que me he tomado la libertad de copiarlas, agradeciéndole al autor su amabilidad pues estoy seguro de que no le molestará.

La lectura del informe deja una sensación extraña. Parece que Branchflower ha superpuesto una conjetura (Palin quería que se despidiese a Wooten, y no que se le amonestase, retirase temporalmente, trasladase…), una inferencia o deducción sobre pruebas frágiles (cuando Todd Palin le manifestó a Monegan su preocupación por Wooten, lo que estaban haciendo era amenazar a Monegan con su despido si no despedía a Wooten), y una insinuación (Palin despidió a Monegan al menos en parte por no haber despedido a Wooten). Todas las intervenciones, conversaciones, contactos de la Gobernadora Palin y de su marido Todd que recoge este primer informe son transparentes: en ninguna se pide el despido de Wooten a nadie. Algunas de ellas son las que ya se conocían, y son muy anteriores a la elección de Palin. En la página 67 del informe, Branchflower otra vez hace una inferencia:

“estas afirmaciones de que tenían miedo no fueron hechas de buena fe y se ofrecieron para proporcionar cobertura para los motivos reales de la familia Palin: conseguir que despidiesen al Patrullero Wooten por motivos familiares personales”.

Estas interpretaciones a mí personalmente me sorprenden. Más si tenemos en cuenta que el Cuerpo de Seguridad de la Gobernadora sí se tomó en serio las amenazas e inició una investigación por su cuenta sobre Wooten.

Además, Branchflower interpreta el Estatuto sobre Ética de forma estricta: un funcionario del Estado no puede tomar ninguna decisión que beneficie al Estado o al público en general si esa decisión beneficia también al funcionario sin romper el Estatuto de Etica.

Pero las cosas no quedaron así. Sarah tenía un as en la manga: la investigación del State Personnel Board (Junta de Personal del Estado). A ella me referiré en mi próxima entrada.


LA MADRE DE TODAS LAS CALUMNIAS: EL TROOPERGATE (VIII)

03/07/2009

 

La investigación Branchflower

La investigación del Troopergate llevada a cabo por el Alaska Attorney General (fiscal general de Alaska), Talis Colberg, a instancias de Sarah concluyó el 13 de agosto de 2008, cuando éste entregó su informe descartando la existencia de cualquier tipo de abuso de poder por parte de la gobernadora en la destitución del comisionado Monegan. Sin embargo, estaba claro que semejantes conclusiones estaban lejos de satisfacer a los demócratas, quienes, gracias a que ostentaban la presidencia del Alaska Legislative Council (Consejo Legislativo de Alaska), ocupada por el senador demócrata Kim Elton, así como la dirección de la investigación propiamente dicha (supervisada por el senador también demócrata Hollis French), no estaban dispuestos a dejar pasar la oportunidad de cebarse en Sarah.

El 11 de agosto de 2008, Branchflower inició su investigación (que, recordemos, estaba limitada a un tiempo máximo de 3 meses, debiendo haber concluido el 31 de octubre) y dado que tal y como establece la ley, el Alaska Attorney General (fiscal general de Alaska), Talis Colberg, no podía representar a la gobernadora a causa de su vinculación previa en el caso, Sarah tuvo que contratar los servicios de un abogado particular, Thomas V. Van Flein del bufete Clapp, Peterson, Van Flein, Tiemessen & Thorsness de Anchorage (Alaska), cuyos gastos serían costeados por el Estado de Alaska, tal y como establece también la ley. Van Flein comienza su trabajo el 21 de agosto.

El abogado de Sarah. Desde entonces ha defendido a ésta contra todo tipo de acusaciones.

No tardaron en empezar a surgir calumnias en el sentido de que el Estado de Alaska no tenía en absoluto la obligación de pagar el abogado de Sarah, lo cual es falso ya que sí que tiene esa obligación cuando por el motivo que fuere el Alaska Attorney General (fiscal general de Alaska) no  puede defender a la gobernadora. Es más, Sarah tenía derecho a un total de 95.000$ con cargo a los Presupuestos del Estado de Alaska para sufragar los costes de su defensa legal, dinero asignado para tal fin por los propios legisladores encargados de la investigación que, por otra lado, se asignaron a sí mismos otra partida de 100.00$ para ello (gastándose finalmente 75.000$). De todas formas, la controversia a este respecto apenas duró porque el 17 de septiembre Van Flein informó públicamente que había concluido su contrato con el Estado de Alaska y que a partir de ese mismo día iba a representar a los Palin (a Sarah y a Todd) particularmente y sin que fuera a pasar ninguna minuta a nombre del Estado de Alaska por los servicios prestados desde que fue contratado en agosto. Sarah pensaba que al tratarse de unas acusaciones sin más justificación que la más vil politiquería, los ciudadanos de Alaska no tenían porqué pagarle su defensa y renunció a esos fondos a su disposición. Que se trataba efectivamente de una mera maniobra política quedó confirmado poco después cuando se enteró a través de la CNN que los asesores electorales del entonces candidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos habían entrado en contacto con el PSEA, el sindicado de los troopers para obtener información sobre el Troopergate. Poco más tarde, cuando Sarah fue nominada como candidata a la vicepresidencia de los Estados Unidos formando ticket con John McCain, al tratarse entonces de un asunto que afectaba directamente a la campaña electoral, Van Flein pasó a ser contratado por el Partido Republicano y pagado por ellos.

Pronto se les ve el plumero a los demócratas. Después de la sorpresa general que supuso la nominación de Sarah, Hollis French, el senador estatal demócrata que manejaba los hilos de la investigación Branchflower, vio su oportunidad de prestar un buen servicio al candidato de su partido y no tuvo el más mínimo empacho en declarar el 2 de septiembre, sin que la investigación hubiese concluido siquiera, que los resultados de ésta:

It’s likely to be damaging to the Governor’s administration. (…) She has a credibility problem. (…) Now they may have to deal with an “October surprise”.

(Es probable que sea perjudicial para la administración de la gobernadora. (…) Ella tiene un problema de credibilidad. (…) Ahora podrían tener que vérselas con una “sorpresa de octubre”).

Lo de la “October surprise” (“sorpresa de octubre”) se refiere, para quienes no entiendan la referencia, a la costumbre de que aparezcan noticias sorprendentes sobre uno u otro candidato en el último tramo de la campaña electoral.

Fue tan descarada esa presunción que el senador estatal republicano John Coghill presentó una moción exigiendo que French fuera relevado de su puesto como supervisor de la investigación Branchflower y sugiriendo que, dadas las circunstancias (la candidatura de Sarah a la vicepresidencia de los Estados Unidos), lo mejor sería cancelarla del todo. La moción no fue aprobada, pero al menos French tuvo que retractarse públicamente:

I made some remarks I should not have made. The point to remember is I’m not doing the investigation; Steven Branchflower is. He is independently gathering the facts and he will issue the report, which he will have to defend.

(Hice algunos comentarios que no debería haber hecho. Lo que debe recordarse es que no soy yo quien hace la investigación, sino Steven Branchflower. Él es quien está recopilando datos de manera independiente y quien hará entrega de su informe, que deberá defender).

Aún habría quién se la creyera, digo yo. Especialmente la última frase.

Por lo que se refiere a la investigación  en sí, los problemas surgieron a raíz de la intención del Alaska Legislative Council (Consejo Legislativo de Alaska) de enfocar el asunto como una investigación sobre lo ético de la actuación de Sarah. Cuando ésta se enteró de ello, replicó con toda razón que para dirimir cuestiones éticas en la actuación de los miembros del gobierno o de la administración de Alaska ya existe un órgano específico para ello, la State Personnel Board (Junta de Personal del Estado). De pronto, se plantea un grave problema de jurisdicción al no ponerse de acuerdo las dos partes sobre qué órgano es el competente para hacerse cargo de la investigación. El abogado de Sarah, Van Flein, pidió oficialmente al Alaska Legislative Council (Consejo Legislativo de Alaska) el 1 de septiembre que dejase la investigación y la remitiera al State Personnel Board (Junta de Personal del Estado), que es el órgano competente en asuntos de ética. Y no sólo eso, sino que ese mismo día, la propia Sarah presentó una demanda contra sí misma ante el State Personnel Board  (Junta de Personal del Estado) para que investigase su actuación. Para quien quiera más información, puede consultar aquí la demanda presentada por Sarah. Por si fuera poco, al día siguiente, el 2 de septiembre, Van Flein escribió a Branchflower advirtiéndole que:

It appears that the [State Personnel] Board has jurisdiction over this matter… [therefore you should] suspend your investigation pending the outcome of the Personnel Board investigation.

(Parece que la Junta [de Personal del Estado] tiene jurisdicción sobre este asunto… [por lo tanto debería] suspender su investigación a la espera del resultado de la investigación de la Junta de Personal).

Tanto el Alaska Legislative Council (Consejo Legislativo de Alaska) como Branchflower se niegan en redondo a ceder el caso y ésta último, además, hace algunas declaraciones rimbombantes en el sentido de que volará a donde haga falta para tomar declaración a Sarah (que, recordemos, en aquel entonces estaba en plena campaña electoral). El caso se enconó cuando del 12 de septiembre, la comisión de investigación constituida en el seno del Alaska Legislative Council (Consejo Legislativo de Alaska) llamó a declarar a trece testigos de los hechos, a saber:

  • Todd Palin, marido de la gobernadora.
  • Ivy Frye, special assistant to the Governor (ayudante especial de la gobernadora).
  • Randy Ruaro, Governor’s deputy chief of Staff (vicejefe de Gabinete de la gobernadora).
  • Frank Bailey, Governor’s Director of Boards and Commissions (director de Consejos y Comisiones de la Gobernadora).
  • John Bitney, Alaska Legislative director (director legislativo de Alaska).
  • Annette Kreitzer, Alaska Administration Commissioner (comisionada de Administración de Alaska).
  • Diane Kiesel, deputy director (subdirectora) del Personnel and Labor Relations Department (Departamento de Personal y Relaciones Laborales).
  • Nicki Neal, director (directora) del Personnel Division (División de Personal).
  • Brad Thompson, Risk Management director (director de Gestión de Riesgos).
  • Michael Nizich, Governor’s acting chief of Staff (jefe de Gabinete de la Gobernadora en funciones).
  • Kris Perry, director (director) de la Governor’s Anchorage Office (director de la Oficina de la gobernadora en Anchorage).
  • Janice Mason, Governor’s Scheduler and Executive Secretary (secretaria ejecutiva de la gobernadora).
  • Murlene Wilkes, propietaria de Harbor Adjusting Services, una compañía de revisiones médicas ligada a diversas compañías de seguros.

Además, la comisión reclamó la transcripción de la ya famosa conversación telefónica entre Frank Bailey y el teniente Dial.

Al día siguiente, 13 de septiembre, Sarah hizo unas declaraciones insistiendo en que no era el Alaska Legislative Council (Consejo Legislativo de Alaska) quien se tiene que hacer cargo de la investigación sino la State Personnel Board (Junta de Personal del Estado). Los demócratas a cargo de la investigación se negaron de nuevo y el día 16 de septiembre un portavoz de la campaña republicana anunció que Sarah definitivamente no iba a colaborar con la investigación de Branchflower. Y así concluyó la investigación de marras porque el 10 de octubre aparecieron sus conclusiones (la «october surprise» tal vez). Lo veremos en la siguiente entrada.


LA MADRE DE TODAS LAS CALUMNIAS: EL TROOPERGATE (VII)

01/07/2009

 

Comienzan las investigaciones

Como ya hemos explicado, el 17 de julio de 2008 saltó a la luz pública el Troopergate. Pronto empezó la catarata habitual en los medios de comunicación de revelaciones más o menos ciertas y de vestiduras rasgadas más o menos sinceramente. Sarah no tardó apenas un día en intentar cortar esta avalancha con su declaración pública del 18 de julio, pero fue inútil. Los buitres habían husmeado la carroña y no estaban en absoluto dispuestos a abandonar su presa.

 El 28 de julio, once días después de que se revelara todo el asunto, el Alaska Legislative Council (Consejo Legislativo de Alaska) que, recordemos, es un órgano bipartidista compuesto por miembros de la Cámara de Representantes y del Senado estatales y que se ocupa de adoptar las decisiones necesarias mientras las Cámaras no están en período de sesiones, convocó una reunión para tratar específicamente este tema y decidió por unanimidad (el Consejo se componía en ese momento de ocho republicanos y cuatro demócratas) contratar los servicios de un investigador independiente para que comprobase si realmente había existido abuso de poder por parte de la gobernadora Palin en relación con la destitución del Public Safety Commisioner (comisionado de Seguridad Pública), Walt Monegan.

El encargo de escoger y contratar a ese investigador se delegó en el Council Chairman (presidente del Consejo), el senador Kim Elton (demócrata). Éste, a su vez, nombró al senador Hollis French (demócrata también), entonces chair (presidente) del Senate Judiciary Committee (Comité judicial del Senado), Project Director (director de trabajos), encargándole la elección del investigador, la redacción del contrato correspondiente y la supervisión de toda la investigación. French, de quien ya hemos oído hablar, contrató por tres meses al fiscal retirado Stephen Branchflower y  el contrato fue firmado el 31 de julio de 2008, iniciándose la cuenta del plazo de tres meses a partir del día siguiente. La investigación se suponía que iba a ser, según reza el propio mandato del Consejo:

… profesional, unbiased, independent, objective and conducted at arm’s length from the political process.

(… professional, imparcial, independiente, objetiva y conducida a una distancia prudencial del proceder político).

elton

El senador estatal Kim Elton. Titiritero segundo en toda la trama del Troopergate. El titiritero principal fue el otro senador estatal, Hollis French. Y el muñeco de guiñol, Monegan (¡maldita sea su estampa!)

Una vez conocida la apertura de la investigación por parte de Branchflower, Sarah declara públicamente su apoyo a la misma y se ofrece a colaborar en todo lo que sea preciso. Sin embargo, no se limita a esperar acontecimientos y le encarga a Talis Colberg, Alaska Attorney General (fiscal general de Alaska), que abra su propia investigación interna, la cual dio comienzo a finales de julio también.

La investigación del fiscal general de Alaska

Los resultados de dicha investigación fueron hechos públicos tan pronto como concluyó la investigación, el 13 de agosto de 2008. En ellos, el fiscal general había identificado un total de dos docenas de contactos entre miembros de la Administración Palin y responsables del departamento de Seguridad Pública relacionados con el asunto Wooten, entre ellos la famosa llamada de Frank Bailey al teniente Dial, que fue la única que el fiscal general consideró “inadecuada”. Sarah declaró posteriormente que la mayoría de esos contactos eran desconocidos para ella y que en ningún momento había dado instrucciones a sus colaboradores para que los entablaran. En sus propias palabras:

Many of these inquiries were completely appropriate. However, the serial nature of the contacts could be perceived as some kind of pressure, presumably at my direction.
(…)
I do now have to tell Alaskans that such pressure could have been perceived to exist although I have only now become aware of it.

(Muchos de esos contactos fueron completamente adecuados. Sin embargo, la persistencia de estos podría interpretarse como algún tipo de presión, presumiblemente bajo mi dirección.
(…)
Ahora sí que tengo que confesar a los alasqueños que tal presión pudo haberse interpretado como existente aunque es sólo ahora cuando me doy cuenta de ello).

Como consecuencia de dicha investigación, Frank Bailey fue suspendido de sus funciones como Governor’s Director of Boards and Commissions (director de Consejos y Comisiones de la Gobernadora), quedando a la espera de conocerse el resultado de la investigación legislativa para tomar una ulterior decisión sobre él. Si no fue destituido inmediatamente fue, en palabras de una portavoz de la gobernadora Palin, para que ésta “pueda darle las indicaciones oportunas de cara a prestar toda su colaboración al Sr. Branchflower”.

POSTDATA

Las sospechas sobre Branchflower

Una comisión de investigación dirigida por un conocido rival político de la gobernadora actualmente en el cargo resulta difícil de creer que pueda ser imparcial. Al menos en España no estamos acostumbrados a ello. En el caso de la investigación sobre el Troopergate, todas las alarmas saltaron inmediatamente tan pronto como se supo que el escogido para llevarla a cabo iba a ser Stephen Branchflower.

¿Por qué esa suspicacia? Porque simplemente con echarle un vistazo al currículo de Branchflower uno ya puede imaginarse el motivo por el cual fue escogido. Recordemos que Monegan había sido policía en Anchorage, llegando incluso a ser el jefe superior en 2001, antes de ser nombrado comisionado de Seguridad Pública por Sarah. Pues resulta que Branchflower había sido ayudante del Fiscal del Distrito en Anchorage desde 1974 hasta 1998, siendo prácticamente imposible que no haya colaborado de una u otra manera con él en algún momento. Es más, su esposa trabajó también como detective (inspectora) en la policía de Anchorage, llegando a servir incluso bajo el mando de Monegan, pues no se jubiló hasta 2002. De hecho, existe un artículo en el Anchorage Daily News del 31 de enero de 2001 en la que se reproducen citas suyas alabando al nuevo jefe de Policía.

Con este historial, resulta increíble su elección para esta investigación habiendo tantas y tantas personas capacitadas que no habían tenido en toda su carrera el más mínimo contacto con Monegan. Lógicamente, muchas personas pensaron que con ello quedaba inmediatamente descartada cualquier posibilidad de una investigación imparcial y que, al contrario, se iba a tratar de una “caza de brujas” en la cual la presa iba a ser la gobernadora.

Y es que de la misma manera que contratar para la investigación a un compañero de patrullas de Wooten hubiera sido visto como impropio, hacerlo con alguien que levantaba tantas sospechas de haber tenido relaciones profesionales previas con Monegan (y no sabemos si hasta de amistad) no parecía ser la mejor de las elecciones. Fue en ese momento cuando muchos alasqueños pensaron que iba a ser todo inútil.


LA MADRE DE TODAS LAS CALUMNIAS: EL TROOPERGATE (VI)

29/06/2009

 

Estalla el escándalo

El 17 de julio de 2008, Sarah hizo unas declaraciones en las que expresaba su disgusto por el póco éxito de la política de reclutamiento de troopers seguida hasta ahora por el Department of Public Safety (Departamento de Seguridad Pública) y llamaba a sus nuevos responsables a ponerse manos a la obra. Irritado por lo que era sin duda una seria crítica a su gestión, Monegan, el anterior comisionado, respondió a Sarah en una entrevista en la CBS al día siguiente asegurando que las dos últimas promociones de troopers habían sido precisamente las más numerosas hasta la fecha. Fue durante esa entrevista cuando Monegan mencionó por primera vez al ex cuñado de Sarah, el trooper Wooten, y su negativa a despedirlo como tal vez el verdadero motivo de su destitución, revelando además algunos detalles sobre la entrevista que tuvo con Todd Palin el 4 de enero de 2007 y las varias llamadas telefónicas que recibió posteriormente interesándose por el asunto.

Fue también el 17 de julio de 2008 cuando Andrew Halcro, antiguo rival de Sarah en las elecciones a gobernador de Alaska (él se presentó como independiente, pero su adscripción era republicana; imagino que se trataba de una jugada de los ol’ boys de la política de Alaska que tanto odian a Sarah que pretendieron con esta candidatura paralela restarle los votos suficientes como para evitar que resultara elegida; gracias a Dios la jugada les salió mal), publicó en su blog una entrada en la que bajo el título: “Why Walt Monegan got fired: Palin’s abuse of power” (“Por qué Walt Monegan fue despedido: el abuso de poder de Palin”), pretendía que uno de los principales motivos para la destitución de Monegan, además de las cuestiones meramente presupuestarias, fue el no haber despedido a Wooten.

Halcro1

El punto de partida del Troopergate. Como no podía ser menos, en un basuriblog. Es decir, un blog utilizado por su propietario para verter mentiras.

El Troopergate estaba en marcha definitivamente. Hasta entonces, el asunto había quedado en la intimidad de la familia Palin a pesar de que una vez que Sarah fue nombrada gobernadora ya no podía ser un asunto estrictamente personal por más tiempo. Pero fue con las denuncias públicas de Monegan y Halcro, ambas producidas curiosamente el mismo día y orientadas ambas en el mismo sentido, cuando saltó a la luz pública y ya no pudo mantenerse en privado de ninguna manera. Había estallado el escándalo y pronto todo el mundo en Alaska estuvo al cabo de la calle de lo que pasaba.

El primer intento de Sarah de cortar de raíz el escándalo vino justo al día siguiente, el 18 de julio, en forma de declaración pública con la que pretendía responder a las acusaciones de Monegan y negar que nadie relacionado con ella hubiera accedido ilegalmente a la hoja de servicios de Wooten. Así, Sarah dijo:

To allege that I, or any member of my family, requested, received or released confidential personnel information on an Alaska State Trooper, or directed disciplinary action be taken against any employee of the Department of Public Safety, is, quite simply, outrageous. Any information regarding personnel records came from the trooper himself. I question the timing of these false allegations. It is unfortunate, as we seek to address a growing energy crisis in this state, that this matter has been raised now.

I do not interfere with the day-to-day operations of any department. Former Commissioner Monegan was not released due to any actions or inaction related to personnel issues in his department. We had hoped the former commissioner would have stayed in state service to help fight alcohol-related crime. We offered him the position of executive director of the Alcoholic Beverage Control board and, unfortunately, he turned it down.

(Pretender que yo o cualquier miembro de mi familia, requirió, recibió o proporcionó información personal confidencial sobre un Patrullero del Estado de Alaska, o instruyó a que se emprendiera una actuación disciplinaria contra cualquier empleado del Departamento de Seguridad Pública es, sencillamente, escandaloso. Cualquier información relacionada con historiales personales provino del propio patrullero. Cuestiono el momento de realización de estas falsas acusaciones. Es inadecuado, en el momento en que buscamos la manera de afrontar una cada vez más creciente crisis energética en este Estado, que este asunto haya surgido ahora.

Yo no me entrometo en los asuntos diarios de cualquier departamento. El antiguo comisionado Monegan no fue relevado debido a cualquier acción u omisión relacionada con asuntos personales en su departamento. Habíamos confiado en que el antiguo comisionado continuaría prestando servicios al Estado en su lucha por erradicar el crimen causado por el alcohol. Le ofrecimos el puesto de director ejecutivo del Consejo de Control de Bebidas Alcohólicas del Estado y, desafortunadamente, lo rechazó.

Para quien quiera más información, puede consultar el texto completo de la declaración de Sarah aquí.

Sin embargo, la bola de nieve ya había empezado a rodar por la pendiente y cada vez iba a ser más difícil el detenerla. El 13 de agosto, Sarah tuvo que saltar de nuevo a la palestra y declarar que la destitución de Monegan no tenía nada que ver con el asunto Wooten sino con su incapacidad para cubrir las vacantes de troopers y el hecho de que Monegan “did not turn out to be a team player on budgeting issues” (“no resultó ser un jugador de equipo en cuestiones presupuestarias”). Fue entonces cuando se reveló la conversación de Frank Bailey con el teniente Dial, tan enojosa porque daba pie a que se pensara que realmente estaba intentando forzar el despido de Wooten, y por primera vez Sarah tuvo que pedir disculpas.

Mr. Bailey was aware of my family’s personal concerns about Trooper Wooten. It appears that he, though, tried to apply some pressure on my behalf and this was without ever discussing it with me and I apologize to Alaskans for this distraction.

(El señor Bailey conocía la preocupación de mi familia con respecto al trooper Wooten. Por lo que parece ejerció una cierta presión en mi nombre, lo cual fue hecho sin haberlo discutido antes conmigo y pido perdón a los alasqueños por esta conducta tan fuera de lugar).

Bailey fue suspendido inmediatamente de sus funciones como Governor’s Director of Boards and Commissions (director de Consejos y Comisiones de la Gobernadora).

El 28 de agosto de 2008, Monegan concedió otra entrevista, esta vez al Anchorage Daily News, y declaró:

For the record, no one ever said fire Wooten. Not the governor. Not Todd. Not any of the other staff. What they said directly was more along the lines of ‘This isn’t a person that we would want to be representing our state troopers.’

(De cara al público, nadie dijo nunca que despidiera a Wooten. No la gobernadora. Ni Todd. Ni nadie de ningún otro sitio. Lo que decían directamente iba más en la línea de “Esta no es la persona que nos gusta que represente a nuestros patrulleros”).

Además, añadió que se había tenido que resistir a los deseos de la gobernadora y su marido de reabrir el caso.

A partir de aquí, todo se vuelve repetitivo y no merece la pena seguir detallándolo. Por un lado, Monegan insistiendo una y otra vez en que Sarah lo destituyó porque no había querido despedir a Monegan y que tanto ella como su marido, Todd, y miembros de su equipo de gobierno habían estado presionándolo constantemente con ello, resistiéndose él como un jabato hasta que finalmente Sarah comprendió que no había nada que hacer con él y decidió echarlo. Por el otro lado, Sarah insistiendo en que destituyó a Monegan porque era un mal comisionado de Seguridad Pública y que sus problemas con su ex cuñado no tuvieron nada que ver con su decisión. Por cierto, en una de esas declaraciones, Monegan mintió abiertamente al pretender que durante todo su tiempo como comisionado de Seguridad Pública sólo pudo celebrar una reunión con Sarah en cuatro ocasiones, calificándola como una persona “inaccesible”. Los registros oficiales prueban que, por el contrario, ella y Monegan celebraron reuniones juntos en más de 24 ocasiones con el fin de discutir la política a seguir por el departamento a su cargo. Si tenemos en cuenta que Monegan ocupó su puesto durante poco menos de veinte meses, eso nos da una media de una reunión al mes y aún sobran varias. No es precisamente lo que usted y yo consideraríamos un jefe inaccesible, ¿verdad? Pero sí lo que consideraríamos un subordinado mentiroso, ¿o no?

Para terminar esta entrada, les dejo con una nueva perla del blog de Andrew Halcro, el fracasado rival de Sarah. En este caso, se trata de la entrada publicada el 12 de octubre de 2008 titulada: “Troopergate report: Palin abused her power” (“Informe Troopergate: Palin abusó de su poder”).

Halcro 2

La segunda parte de la calumnia que originó el Troopergate. Tan lamentable como la primera.