Sobre el tiroteo de Arizona


 

No tenía la intención de comentar nada sobre el tiroteo de Arizona. Me enteré en su momento del suceso y lo primero que pensé, aparte de sentirlo por las víctimas, fue que otro loco andaba suelto. Luego, más tarde, me enteré de que uno de los heridos, Gabrielle Giffords, era una congresista demócrata (una blue dog, de los demócratas más moderados precisamente) y una cuyo escaño, el de la octava circunscripción electoral de Arizona, había sido incluido por Sarah Palin en su campaña de “Take back the 20!”, aunque había logrado la reelección, algo que tanto me daba porque mi opinión seguía siendo la misma: el tipo aquel, un tal Jared Lee Loughner, estaba loco y era una lástima que el primer tiro no se lo hubiera pegado a sí mismo.

Luego, las cosas empezaron a desmadrarse. Los bufones de la izquierda vieron la ocasión para sembrar cizaña y empezaron primero acusando al movimiento Tea Party casi de haber provocado la matanza para pasar acto seguido a hacerlo con Sarah Palin. Al movimiento Tea Party le tocó la china porque el tipo ése parece ser que había acudido a algún acto organizado por ellos y sentía una vaga simpatía por ellos… ¡como tantos miles y miles de estadounidenses normales y corrientes que no por ello se sienten tentados de descerrajarle un tiro a una congresista por muy demócrata que ésta sea! Por favor, es como pretender que todos los asistentes al cine son asesinos potenciales sólo porque John Hinckley Jr. atentó en 1981 contra Ronald Reagan, pretendiendo llamar así la atención de la actriz Jodie Foster a la que vio en la película Taxi Driver, lo cual es ridículo. Además, por lo que he podido saber, el tal Loughner arrastraba problemas mentales desde mucho antes de que existiera el Tea Party, causados sin duda por el abuso del alcohol y las drogas, como lo prueba el hecho de que sus amistades señalaran que en 2006 su personalidad cambió por completo hasta el punto de obligarle a abandonar el instituto a lo que siguió la comisión de algunos delitos menores (fundamentalmente vandalismo) por los que tuvo que rendir cuentas ante la policía y la justicia aunque nunca llegó a recibir tratamiento médico. ¡Ah, por cierto! Loughner intentó enrolarse en el ejército y fue rechazado por drogadicto. ¡Bien por el ejército que todavía sabe distinguir a los buenos! Por supuesto, la izquierda estará en contra de que se interrogue a los pretendientes a ingresar en el ejército si han consumido drogas (para los izquierdistas, un drogadicto debería ser nombrado directamente coronel y si encima es homosexual, general de tres estrellas), como no tuvo más remedio que reconocer Loughner, pero en este caso el sistema funcionó y de maravillas y hay que reconocerlo.

En cuanto a Sarah Palin, ésta recibió lo suyo cuando alguien recordó aquella campaña de “Take back the 20!” y se dio cuenta de que la congresista Giffords era una de esas veinte. De ahí a recordar la controversia sobre las “dianas de Sarah Palin” (que no son dianas) y pretender que ésta se dedicaba a mandar mensajes subliminales señalando objetivos para que alguien los baleara había sólo un paso y qué bufón de la izquierda (y hasta unos cuantos de la derecha, lamentablemente, como David Frum aquí) se resistiría a la tentación de emprenderla contra ella. Ninguno, por supuesto.

El resultado ha sido (y todavía lo está siendo) una de las más repulsivas campañas de descrédito que jamás haya podido ver nadie. Una campaña que deja en mantillas todo lo que sucedió durante la pasada campaña electoral presidencial con las Palin smears, lo que sucedió posteriormente con todos aquellos “asesores de campaña de McCain” tal locuaces y que hablaban y no paraban sobre lo muy perjudicial que fue Palin para la campaña republicana y lo que sucedió tras su dimisión como gobernadora de Alaska. Incluso lo que pueda suceder a partir de ahora porque mayor ignominia que ésta es sencillamente inimaginable. La izquierda ha batido todos los registros durante estos últimos días y lo único que me consuela de todo esto es que, siendo esos tipos como son, sencillamente incapaces de controlarse, acaben provocando una reacción tan adversa entre los estadounidenses que todavía tienen dos dedos de frente que el daño que se causen a sí mismos sea peor que el puedan causarle a Sarah. De hecho, un reciente sondeo de CBS News (que, recordemos, cuando hace un sondeo político ya parte de entrada con un 25% a favor de la postura de la administración Obama) señala que sólo un 32% del público está de acuerdo con el punto de vista izquierdista sobre el suceso, o sea que el agrio ambiente existente actualmente en el panorama político estadounidense influyó en los sucesos de Arizona, votando en contra de esa idea no sólo el 69% de los republicanos sino también el 49% de los demócratas y el 56% de los independientes, lo cual ya es más que significativo, ¿no?

De cualquier forma, tal y como ya les he dicho, no es mi intención entrar más en este tema. Por mi parte, dejando aparte la mayoría de medios de desinformación estadounidenses, que ya sabemos todos de qué pie cojean, por lo que se refiere a mi país, España, tanto los asquerosos El País como Público pueden publicar lo que quieran e irse al infierno, cosa que acabará sucediendo tarde o temprano, por descontado. Sobre lo de las “dianas de Sarah Palin” (que no son dianas), ya traté ese tema en alguna de mis entradas anteriores, concretamente el 4 de marzo y el 30 de septiembre del año pasado (ver aquí y aquí también; en ambos casos, busquen la cita hacia el final de la entrada). No voy a entrar en más discusiones principalmente por un motivo: CON LA IZQUIERDA NO SE PUEDE DISCUTIR PORQUE SON INMUNES A LOS RAZONAMIENTOS. La izquierda es una secta, la izquierda siempre ha soñado con sustituir a la religión organizada (sobre todo a la cristiana) y para ello se han inventado su propia religión, el progresismo, hecha a partes iguales de feísmo (adoran todo lo que degrada al ser humano), socialismo (se las pirran cuando oyen hablar de “redistribuir la riqueza”), infantilismo (se creen realmente que el hombre es bueno por naturaleza y que es la sociedad quien lo vuelve malo) y crueldad (quien no comparte sus puntos de vista es un “enemigo del género humano”), aderezado con todo el fanatismo que pueda uno imaginarse y que llega hasta el punto de que Aleksander Soljenitsin, el autor de Archipiélago GULAG, recogía la gran cantidad de presos que había en el GULAG que, sabiendo que habían sido condenados injustamente, se empeñaban en convencerse a sí mismos de que Stalin tendría sus razones para ello y que lo que tenían que hacer es portarse bien porque Stalin sabía lo que se hacía.

Es por ello que cuando me hablan de dar la “batalla de las ideas” me siento escéptico porque: 1) en el otro campo no hay ni una sola idea que discutir a menos que sean esas cuatro ideas fijas (con categoría de dogma) que ya les he mencionado antes; 2) aunque accediera a dar esa batalla, ¿para qué iba a servir cuando en el otro campo la norma es no dejarse convencer ni cayéndose del caballo camino de Damasco, tan cerrados como son ellos?; y 3) mi tiempo es limitado y lo necesito para otras cosas mucho más agradables (escribir este blog, por ejemplo) que darle cien razonamientos a alguien que avergüenza al género humano abjurando de su capacidad de raciocinio para que encima reaccione insultándome diciéndome que soy un fascista y que él no habla con fascistas y que toma nota de mi nombre para la lista negra y hasta me pondrá una cruz bien grande (pero en su caso no se trata de una diana, ¿eh?).

Pues eso, visto todo lo que ha sucedido estos últimos días me reafirmo en mi opinión de que es inútil dar la batalla de las ideas si lo que se pretende es recuperar a los izquierdistas para el sentido común. Porque esos son sencillamente irrecuperables. Ni discusiones, ni técnicas de desprogramación, ni trasplante de cerebro ni gaitas. La batalla de las ideas se puede dar para ayudar sobre todo a los jóvenes, a los que todavía no han sido ganados por la secta, los que todavía tienen un futuro por delante y  están interesados en conocer la verdad antes de decidir si se venden a Satanás y a todas sus pompas en forma de alto cargo en el gobierno socialista de turno o bien se aferran a su condición de seres racionales y se conforman con ser unos meros mandados el resto de su vida, pero eso sí, humanos.

Y es que lo peor del caso de Loughner es que, en mi opinión, ese tipo está más cerca de la izquierda que de la derecha, lo que aún tendría gracia si no fuera tan triste todo lo que ha sucedido. Loughner se registró por primera vez para votar en 2006 y lo hizo como independiente. Votó en las elecciones de 2006 y de 2008, pero no lo hizo en las de 2010 cuando, si tan apasionado era del Tea Party como aseguran algunos, debería haberlo hecho por encima de todo, ¿no? En su perfil en YouTube señalaba como lecturas favoritas el Mi lucha de Hitler, pero también el Manifiesto Comunista de Marx y Engels. Sus amigos lo describen como nihilista y ateo, con un claro disgusto hacia la religión, algo que lo iguala más con la izquierda que con la derecha, especialmente la del Tea Party. Por fin, uno de esos amigos, Zach Osler, declaró que Loughner «no veía la televisión, le disgustaban las noticias, no escuchaba las tertulias políticas en la radio, no tomaba partido, no estaba en la izquierda, no estaba en la derecha”, pero que en cambio toda clase de teorías conspirativas (por ejemplo, creía que los atentados del 11-S fueron organizado por el propio gobierno estadounidense) le afectaban profundamente. Por otra parte, parecía estar especialmente disgustado con la congresista Gabrielle Giffords, puesto que otro amigo suyo, Bruce Tierney, le había oído expresar su desagrado por ella a quien consideraba “falsa”, una opinión que se acrecentó en él a partir de 2007, después de acudir a un acto público en el que participaba ella y haber obtenido una respuesta en su opinión insatisfactoria a una pregunta que le hizo: “¿Qué es el gobierno cuando las palabras ya no tienen significado?” (vaya preguntita, ¿no?).

De cualquier manera, quien debía decir la última palabra sobre toda esta cuestión es la propia afectada, Sarah Palin, quien ha demostrado durante estos últimos días su inteligencia al haber sido capaz de sobrellevar toda esta avalancha de acusaciones sin haber dado ni un paso en falso. Fue justamente ayer cuando publicó en su página de Facebook (¡ah, qué gran lectura todas las mañanas nada más llegar al trabajo!) una nueva nota sobre todo el asunto que les traduzco acto seguido. Nada de lo que pueda decir yo valdrá la pena ante sus propias palabras. Y como quiera que ha publicado también la nota en video, les pongo aquí el video para que lo vean. Háganlo porque vale la pena.

La perdurable fuerza de los Estados Unidos.
Miércoles, 12 de enero de 2010

Al igual que millones de estadounidenses supe de los trágicos acontecimientos de Arizona el sábado y mi corazón se rompió por las víctimas inocentes. No hay palabras para llenar el hueco dejado por la muerte de un inocente, pero sí para llorar por las familias de las víctimas al tiempo que les expresamos nuestra simpatía.

Estoy de acuerdo con los sentimientos compartidos ayer en la bella misa católica celebrada en honor de las víctimas. La misa ayudará a iniciar un proceso de curación para las familias afectadas por esta tragedia y para nuestro país.

Nuestra excepcional nación, vibrante de ideas y de su intercambio y debate apasionado, es una luz para el resto del mundo. La congresista Giffords y sus electores estaban ejerciendo su derecho a intercambiar ideas ese día para celebrar los valores básicos de nuestra República y reunirse pacíficamente para pedir a nuestro gobierno. Es imperdonable e incomprensible por qué un solo hombre malvado se cobró la vida de ciudadanos pacíficos ese día.

Hay una ironía agridulce en el hecho de que la fuerza del espíritu americano brilla con más fuerza en tiempos de tragedia. Lo vimos en Arizona. Lo vimos en la tenacidad de aquellos que se aferran a la vida, la compasión de aquellos que mantuvieron vivas a las víctimas y en el heroísmo de los que dominaron un pistolero loco.

Como muchos, he pasado los últimos días reflexionando sobre lo que pasó y orando por orientación. Después de esta terrible tragedia he escuchado, desconcertada al principio, con preocupación a continuación, y ahora con tristeza las declaraciones irresponsables de personas que intentan atribuir las culpas de este terrible acontecimiento.

El presidente Reagan dijo: «Debemos rechazar la idea de que cada vez que una ley social es vulnerada, el culpable es la sociedad en lugar del transgresor de la ley. Es hora de restaurar el precepto estadounidense de que cada individuo es responsable de sus actos”. Actos monstruosos de criminalidad son sólo eso. Comienzan y terminan con los criminales que los cometen, no colectivamente con todos los ciudadanos de un estado, no con los que escuchan las tertulias de la radio, no con los mapas de las circunscripciones electorales en disputa utilizados en ambos lados de la cámara, no con los ciudadanos temerosos de la ley que respetuosamente ejercer sus derechos garantizados por la Primera Enmienda en los actos de campaña, no con los que votaron orgullosamente en las últimas elecciones.

Las últimas elecciones fueron sobre todo acerca de asumir la responsabilidad por el futuro de nuestro país. El presidente Obama y yo podemos no estar de acuerdo en todo, pero sé que se uniría a mí en resaltar la salud de nuestro proceso democrático. Hace dos años su partido obtuvo la victoria. En noviembre pasado, ganó el otro. En ambas elecciones se oyó la voluntad del pueblo estadounidense y la pacífica transición del poder demostró una vez más la fuerza perdurable de nuestra República.

El debate público vigoroso y enérgico durante las elecciones es una de nuestras tradiciones más preciadas. Y después de las elecciones, nos damos la mano y volvemos al trabajo, y a menudo ambas partes encuentran un terreno común de vuelta en Washington, D.C. y en otros lugares. Si no le gusta la propuesta de una persona para el país, usted es libre para debatir sobre esa propuesta. Si no le gustan sus ideas, usted es libre de proponerlas mejores. Pero, sobre todo a pocas horas de la tragedia, los periodistas y los expertos no deberían fabricar un libelo sangriento que sólo sirve para incitar al odio y a la violencia que pretenden condenar. Eso es censurable.

Están aquellos que afirman la retórica política tiene la culpa por el acto deleznable de este trastornado, aparentemente apolítico, criminal. Y afirman que el debate político de alguna manera se ha excitado más recientemente. Pero, ¿cuándo se excita menos? ¿En esos «días tranquilos», cuando las figuras políticas, literalmente, resolvían sus diferencias con duelos de pistolas? En un mundo ideal todos los discursos serían civiles y cordiales todos los desacuerdos. Pero nuestros Padres Fundadores sabían que no estaban diseñando un sistema para hombres y mujeres perfectos. Si los hombres y las mujeres fueran ángeles, no habría necesidad de gobierno. El genio de nuestros Fundadores fue diseñar un sistema que ayudó a resolver los inevitables conflictos causados por nuestras imperfectas pasiones de una manera civil. Por lo tanto, tenemos que condenar la violencia si nuestra República va a perdurar.

Como he dicho durante la campaña para otros en marzo pasado en Arizona durante unas primarias muy excitadas: «Sabemos que la violencia no es la respuesta. Cuando “tomamos nuestras armas” estamos hablando de nuestro voto». Sí, nuestros debates están llenos de pasión, pero resolvemos respetuosamente nuestras diferencias políticas en las urnas –tal y como hicimos hace dos meses y tal y como nuestro República nos permite hacerlo de nuevo en las próximas elecciones, y en las siguientes. Eso es lo que somos como estadounidenses y la manera como pretendemos ser. El discurso público y el debate no es un signo de crisis, sino de nuestra fuerza duradera. Es parte del por qué los Estados Unidos son excepcionales.

Nadie debería ser impedido de hablar y de hablar en pacífica disidencia, y ciertamente no debemos ser atemorizados por los que abrazan el mal y lo llaman bien. Y no seremos detenidos de celebrar la grandeza de nuestro país y nuestras libertades fundamentales por los que se burlan de su grandeza siendo intolerantes con las diferentes opiniones y que tratan de amordazar la disidencia con sus estridentes gritos de insultos imaginados.

Pocos días antes de que le dispararan, la congresista Giffords leyó la Primera Enmienda en el piso de la Cámara. Fue un momento hermoso y más que simplemente «simbólico», como algunos afirman, que la Constitución fuera leída por nuestro Congreso. Estoy segura de que sabía que la lectura de nuestra sagrada carta de la libertad era algo más que «simbólica». Sin embargo, menos de una semana después de que la congresista Giffords reafirmara nuestras libertades protegidos, otro miembro del Congreso anunció que iba a proponer una ley que penalizaría una expresión que encontraba ofensiva.

Es en la hora en que nuestros valores son retados que debemos permanecer resueltos a proteger esos valores. Recordemos cómo los acontecimientos del 11-S desafiaron nuestros valores y tuvimos que luchar contra la tendencia a comerciar con nuestras libertades a cambio de una seguridad percibida. Igual que hoy en día.

Honremos las preciosas vidas truncadas en Tucson, orando por ellos y sus familias y valorando su recuerdo. Oremos por la plena recuperación de los heridos. Y oremos por nuestro país. En momentos como este necesitamos la guía de Dios y la paz que Él proporciona. Necesitamos fuerza para no dejar que los actos al azar de un criminal se vuelvan contra nosotros mismos o debiliten nuestros sólidos fundamentos o proporcionen un pretexto para acallar el debate.

Los Estados Unidos deben ser más fuertes que el mal que vimos aparecer la semana pasada. Somos mejores que los estúpidos que nos apuntan con el dedo que tuvimos que sufrir a raíz de la tragedia. Vamos a salir de esto más fuertes y más unidos en nuestro deseo de participar pacíficamente en los grandes debates de nuestro tiempo, para abrazar con respeto nuestras diferencias de una manera positiva y unirnos en el conocimiento de que, a pesar de nuestras ideas pueden ser diferentes, todos debemos luchar por un futuro mejor para nuestro país. Que Dios bendiga a los Estados Unidos.

Sarah Palin

Mi opinión: insuperable. Las palabras perfectas en el momento adecuado. Sarah tiene el don de saber cuándo hablar y cuándo callar, y cuando tiene que hablar lo hace con todo el acierto de quien tiene realmente algo que decir. Lástima que tantos otros no tengan siquiera el don de saber callarse. ¡Con la falta que les hace! Y es que la expresión “libelo sangriento” parece que ha levantado ampollas entre los libelistas sangrientos esos que todos hemos visto durante estos últimos días. Me recuerda a aquello de “comités de la muerte”, ¿se acuerdan ustedes? De cualquier forma, aquí termina todo este asunto que nunca debería haber llegado a este blog porque Sarah Palin nunca debería haber sido relacionada con él. Y punto final. Por mi parte, sigo apoyando a Sarah Palin, el movimiento Tea Party y la Segunda Enmienda.

Por cierto, tengo que contarles cómo va lo de mi libro. Va bien, pero es un gran trabajo. Y es que me da mucho miedo no estar a la altura. Que no lo estaré, por descontado. Pero haremos una prueba. Les dejaré leer la versión definitiva del primer capítulo. Pero a cambio me tienen que decir qué les parece, ¿vale? 

16 Responses to Sobre el tiroteo de Arizona

  1. educantabro dice:

    La verdad que es lo sucedido me ha hecho rejuvenecer y volver al día 11 de marzo de 2004 y posteriores. La izquierda con todo su “talante” chapoteando sobre la sangre de los muertos. No lo pueden evitar. Lo llevan en la genética de su ideológia.

    Con el trato dado a Sarah Palin, he oscilada como un ciclotímico, del cabreo y la nausea, al mas grande de los ataques de risa, como en la explicación que los medios progres y no tan progres, hacen de la expresión “libelo de sangre”. Imposible discernir que es mayor en ellos, si su odio y falta de escrúpulos o su analfabetismo e incultura.

    Y lo siento mucho amigo Bob, porque aun que nos neguemos a dar pábulo a todo este montaje, con el que ciertamente Sarah nunca tubo que estar relacionada, me temo que de estas nos esperan muchas mas. Y habrá que defenderse.

    Todo lo sucedido da para hacer un ensayo de muchas páginas. Añadir que ahora “Por mi parte, sigo apoyando a Sarah Palin, el movimiento Tea Party y la Segunda Enmienda.” MÁS QUE NUNCA.

    Un saludo.

    • lonlywalker dice:

      vaya amigo no dejo de asombrar como salen las jaurias izq de los medios en unisono regando mentiras y patrañas de verdad algo les hace temer lo de Sarah algo le incomoda y debe de ser eso q es una mujer de ‘sentido comun’ …y del El Pais haya gente q todavia lo tomen como referencia de informaciom? deooxx

  2. educantabro dice:

    Pido perdon por ese «tubo» que veo recogido en el comentario en lugar de «tuvo». Esto pasa con las prisas .Y es que todo se pega menos la hermosura. Y tambien deformacion profesional. Pero esa es otra historia.

    Un saludo

  3. Jacky dice:

    ¡Como siempre, muy bien dicho!

  4. flowidoo dice:

    no voy a hacer un comentario propiamente dicho sobre tu texto, porque, sinceramente, tú ya has dicho todo lo que había que decir sobre este asunto.

    después de ganarme algunas «reprimendas» por parte de varias personas en twitter y facebook por seguir a Sarah Palin y por no condenar toda la maldad que ellos decían ver en el famoso mapa de las dianitas, para mí, personalmente, es todo un alivio leer tu comentario aportando por fin el sentido común a toda esta locura de los últimos días. mis veintidós años parecen no tener suficiente peso para opinar sobre política, así que con tu permiso, a partir de ahora, será un link a tu texto lo que sirva de respuesta a los comentarios que me han hecho sobre la señora Palin.

    • moosecon dice:

      Estimada amiga (creo que es amiga y si no lo es te ruego que me disculpes):

      Tener veintidós años y la cabeza tan bien puesta sobre los hombros como demuestras tenerla tú me llena de esperanza de que no esté todo perdido todavía. Muchas gracias por leerme y por tus comentarios y por supuesto que puedes enlazar mis posts si así lo deseas. Este blog es propiedad de todos nosotros: mía que lo escribo, pero mucho más vuestra que lo leéis y le dais vida.

      Un abrazo,

      Bob

      • flowidoo dice:

        «(creo que es amiga y si no lo es te ruego que me disculpes)» no, no te has equivocado.

        y gracias a ti, Bob.

  5. Santi dice:

    Perfecto el comunicado de Sarah. Pero, como tú muy bien dices, Bob, no valen los argumentos racionales y razonados para con estos de la secta izquierdista. Cualquier cosa que dijera le darían la vuelta para intentar machacarla. Y si de la izquierda política y mediática se pueden esperar estos comportamientos tan deleznables de culpar de los crímenes y atentados a la derecha, porque no es la primera vez ni será la última que lo hacen, lo que más duele y desconcierta es que algunos medios supuestamente conservadores les sigan en el mismo juego diabólico.

    De todo este sucio comportamiento, tan típico de la izquierda, creo que se puede sacar un punto positivo. Y es que si montan esa impresionante campaña de desprestigio, es que la temen. Ya consideran a Sarah Palin su principal adversaria cara al 2012, por ella misma con todo su carisma y por ser la principal cabeza visible del Tea Party. Y si Sarah tiene la fortuna de salir airosa de los ataques creo que la hará más fuerte cara al año próximo. ¡Palin 2012!

    Por cierto, el otro día Cesar Vidal hizo un comentario sobre Sarah que no me pareció muy acertado. ¿Lo oíste, Bob?

    Y ¡viva tu libro! Ojalá alguien te lo edite en papel que es como a mí de verdad me gustan.

  6. Santi dice:

    Por cierto, Bob, y hablando de tu libro. Por si te interesa. Hoy escuchando el programa de libros de EsRadio ha salido un autor que no encontró editor y lo ha hecho a partir de una página web (bubok.es), que se dedica a editar y permite vender el libro como descarga o con formato de papel -a precio algo más caro-; según aparecen los pedidos de los clientes los realizan. Puede que te resulte interesante y te dejo los links para que eches un vistazo.

    http://www.bubok.es/

    http://www.bubok.es/publicar

    http://www.bubok.com/blog/

    Un saludo.

    • moosecon dice:

      Gracias por tu información, Santi:

      Ciertamente había oído hablar de ello y Bubok es la posibilidad que barajo para autopublicarme el libro. La verdad es que aún no lo tengo decidido, pero creo que al final acabaré haciéndolo de esa manera más que nada para que pueda llegar fácilmente al mayor número de personas posibles. Y en cuanto al precio, cero patatero. Lo que me cobre Bubok por editarlo y ni un euro más. Me niego a hacer dinero con mis principios (sí, soy un romántico… desengañado y así me va).

      Un abrazo,

      Bob

      • Santi dice:

        Si lo terminas haciendo de esta manera, Bob, también da opción a adquirlo en papel. Yo sería uno de los que lo adquiriría en formato papel, que es como veo que un libro es un libro de verdad. Y estaría dispuesto a pagar un precio razonable, aunque te dan opción a poner el precio que quieras, incluso sólo el preciso para cubrir costes. Es tu opción no querer ganar dinero con el libro, según parece, y la respeto, pero no veo nada malo en que tu trabajo se viera remunerado como te mereces. Es justo y razonable. Incluso Sarah Palin no regala sus libros.

        Un saludo y suerte.

      • Oscar dice:

        Hola Bob,

        Te sigo desde hace tiempo, por afinidad, claro, y porque es casi la única manera de enterarse de los quehaceres de Sarah Palin en castellano y de manera muy amplia y precisa.
        Te comento respecto a Bubok, por ejemplo. Yo he trabajado con ellos y he publicado dos proyectos editoriales para particulares con un resultado más que aceptable, por lo que puedes confiar en su profesionalidad. Publicar con ellos no cuesta nada, pero para vender el libro hay que tenerlo «matriculado». Esto es, dado de alta el ISBN con el código de barras correspondiente y las copias físicas en el Depósito Legal. Estas gestiones las puedes hacer tú mismo o encargárselas a ellos.
        Te lo comento porque soy editor y algunos proyectos que económicamente no interesaban a la editorial pero que personalmente veía válidos, los he gestionado a través de ellos.

        Si tienes dudas no dudes en mandarme un correo.

        gracias por el dia a dia.

        Saludos,

  7. Gustavo dice:

    los asquerosos El País como Público pueden publicar lo que quieran e irse al infierno, cosa que acabará sucediendo tarde o temprano, por descontado. Sobre lo de las “dianas de Sarah Palin” (que no son dianas), ya traté ese tema en alguna de mis entradas anteriores, concretamente el 4 de marzo y el 30 de septiembre del año pasado (ver aquí y aquí también; en ambos casos, busquen la cita hacia el final de la entrada). No voy a entrar en más discusiones principalmente por un motivo: CON LA IZQUIERDA NO SE PUEDE DISCUTIR PORQUE SON INMUNES A LOS RAZONAMIENTOS.

    Nunca había sido esta propuesta demostrado tan rápido, Estos dos PANFLETOS no han movido una ceja ante la paliza propiciada esta vez si por los Sindicalistas Españoles. No es que hablen de violencia es que directamente la practican y los panfletos las ignoran y si no se pueden ignorar las justifican y si son injustificables resulta que eran unos incontrolados ( Aunque entre ellos estén los propios miembros del gobierno o alcaldía) Ahora si eres de derechas, tergiversaran tus palabras y te acusaran de todo lo que pase por sus ya de por si ENFERMAS cabezas, por que aunque no tengan muchas ideas las pocas que tienen siempre son enfermizas.

  8. Conservadora dice:

    Sarah enseguida de conocerse la noticia de la masacre hizo público su apoyo, y el de su familia, a las víctimas y sus plegarias por todos los tocados por la tragedia. Como correspondía ante el dolor de todo el país, se mantuvo en silencio, aún cuando desde el principio se convirtió en la «culpable» según la izquierda. Un imbécil llegó a insinuar que se había «dado a la fuga» porque no decía nada ante la campaña desvergonzada para culparla. Cuando presentó estos históricos 7.43 minutos de ponderada respuesta ante tanto odio, la mañana del día escogido por Obama para lanzar su campaña a la reelección en Tucson, la izquierda ardió de rabia. No hallando nada más, recurrieron a la frase coloquial, común en el habla en inglés, de «blood libels» para desacreditarla y de paso acusarla de ¡antisemita! Fue demasiado y judíos prominentes desestimaron esa acusación. ¿Qué venía a continucaión? Lo normal cuando se trata de la izquierda: Sarah no sabe de dónde proviene la frase porque es una burra y está queriendo inserterse en medio de debate y la tragedia como una vístima más para su propio beneficio. Los mismos que la acusaben de cobarde por incitar a la violencia política y esconderse ahora la acusan de meterse a la fuerza en el cuadro. En estos momentos piden que entienda que es demasiado imbécil para abriri la boca y desaparezca de la tierra, que se pierda en su Alaska querida.
    Bob, me tomé la libertad de completar el resumen de acontecimientos porque viendo el cuadro completo los amigos de España pueden entender mejor qué está pasando con Sarah, lo que representa nuestra heroína y el desdén que sienten hacia ella no pocos de los «buenos» en vuestro país y que muchos no acaben de entender.
    Perdona el atrevimiento.
    Un saludo cordial.

    • moosecon dice:

      ¡Muchas gracias por tu aportación, Conservadora! Y nada de pedir perdón. Antes al contrario. De eso se trata precisamente; de que entre todos podamos ayudar lo más posible a nuestra querida Sarah.

      Un saludo para ti también,

      Bob

  9. Conservadora dice:

    Por favor, discúlpenme todos los errores que salieron en el comentario anterior. Las prisas…
    Gracias.

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