LA SEMANA DE SARAH PALIN: EL DESCANSO DEL GUERRERO (O DE LA GUERRERA)

24/04/2010

 

Alguna vez me ha preguntado Santi, uno de nuestros amigos, si no pensaba que la intensa actividad de Sarah Palin en los medios de comunicación, entre entrevistas, programas propios y colaboraciones en otros programas, podría perjudicarla al someter al público a una especie de sobreexposición a su imagen y provocar su hartazgo. La pregunta no sólo es buena sino muy pertinente y debo reconocer que he tardado un poco de tiempo en atreverme a darle una respuesta. Y la respuesta es que creo que no porque si nos fijamos, buen cuidado tiene la propia Sarah de espaciar sus apariciones hasta el punto de que podemos distinguir una cierta pauta  en ellas: a un tiempo dado (el que sea) de apariciones en los medios de comunicación, le sigue siempre un tiempo mayor de discreto retiro. Eso es algo de lo que he acabado por darme cuenta redactando estas entradas, ya que como quiera que no puedo dedicarme en exclusiva (¡ay!) a esta tarea tan agradable, tengo que aprovechar el escaso tiempo libre del que dispongo y siempre que hay una noticia relacionada con la aparición de Sarah en los medios de comunicación, me desespero pensando que no me dará tiempo de ofrecérsela a todos ustedes antes de que otra nueva suplante la primera… pero es que sí que me da tiempo. Ella misma me lo proporciona. Eso es algo que he acabado por denominar la “táctica de la ola”: Sarah irrumpe como una ola en los medios de comunicación (ya sea con una entrevista en el programa de Oprah Winfrey, una aparición en el de Jay Leno o el estreno de la serie Real American Stories) y golpea contra la costa provocando que los medios de comunicación se pasen los días siguientes comentando su aparición mientras ella se retira por un tiempo, como si tuviera que coger fuerza para el momento en que esté dispuesta a romper de nuevo. Y, al igual que nosotros cuando estamos mirando al mar y esperamos que tras una ola venga otra, de la misma manera tras una intervención de Sarah, el hecho de su propia retirada posterior nos deja siempre con ganas de más hasta el punto de que ya no nos basta con una nota en Facebook, un comentario en Twitter o un discurso en un acto de recaudación de fondos en algún lugar de Estados Unidos del que sólo disponemos de la crónica del periódico local. ¡La queremos otra vez en la tele y la queremos ya!

Una foto “histórica”: Sarah Palin cuando era una niña y llevaba gafotas. La foto está tomada en Fireweed (Alaska) y siempre que veo fotos suyas de jovencita no dejo de recordar la sorpresa que sintieron sus padres al descubrir el interés por la política de su hija. Nunca lo hubieran sospechado. Y es que ella misma es la primera en explicar que se metió en esto por un sentido del deber ante lo que estaba sucediendo en su pueblo de Wasilla y no con la perspectiva de hacer carrera y lucrarse a base de bien que es lo habitual. Por eso, siempre ha ido por libre porque ella no tiene ambiciones sino creencias y valores… ¡y el valor de defenderlas ante quien sea preciso!

PRIMERA NOTICIA: DÁNDOLE AL PRESIDENTE EN TODA LA CABEZA; SI PRIMERO FUE EL “OBAMA’S DEATH PANEL” (comité de la muerte de Obama) AHORA ES EL “CRONY CAPITALISM” (capitalismo de compinches).

A Sarah Palin ya sabemos que no la calla nadie y que, encima, cuando habla, lo hace alto y claro, llamando a las cosas por su nombre. Por eso la odian tanto no sólo los de la Casa Blanca, el Partido Demócrata y los (cojos) medios de comunicación, sino también gran parte de los dirigentes de su propio partido, el Republicano. En su última nota en Facebook, Sarah vuelve a dar un nombre a algo que está sucediendo en Estados Unidos y que tal vez muchos de sus compatriotas no se hayan apercibido todavía: la transformación del sistema económico capitalista en el que siempre han vivido todos ellos y que ha hecho de Estados Unidos el país más rico y próspero de la Tierra en otra cosa que, con el mismo nombre, más se parece al capitalismo entendido al estilo chino: un capitalismo trucado donde las oportunidades están reservadas para una elite y donde a todos los demás, al resto del país, sólo se les guardan las migajas. O sea, un “capitalismo de compinches”. Como aquellas abominables “repúblicas democráticas populares” felizmente desaparecidas que tanto se ufanaban de ser la voluntad de todos y al final sólo eran la voluntad de unos pocos. Nombres, nombres, nombres… ¡la izquierda todo lo arregla poniendo nombres bonitos, cuanto más rimbombantes mejor! Que la realidad se ajuste a su significado, en cambio, les trae sin cuidado. Y lo peor es que la gente les cree aunque yo mantengo la teoría de que lo que en realidad sucede es que tienen tanto miedo de descubrir la verdad del mundo donde viven, aquello que dijo Jefferson una vez de que “el precio de la libertad es la constante vigilancia”, que prefieren vivir drogados que conscientes. Y es que Matrix no era una película de ciencia-ficción, no, sino un reflejo de nuestra realidad diaria. Los que leemos este blog, no, pero ¿cuánta gente por ahí fuera se tomaría voluntariamente la píldora azul? Muchos, ¿verdad? Nosotros optamos por la roja y así nos va… ¡Y a mucha honra!

Sarah Palin en Facebook
La institucionalización del “capitalismo de compinches”
(ver la nota original aquí)

A raíz de la reciente crisis financiera, los estadounidenses saben que necesitamos una reforma. No sólo muchos individuos han aprendido una lección acerca de la responsabilidad personal a través de ello, sino que hemos sido capaces de entablar un debate sobre el papel apropiado del gobierno.

El debate actual sobre la reforma financiera demuestra lo que sucede cuando los líderes políticos reaccionan ante una crisis con una serie de nuevas regulaciones. En primer lugar, las personas involucradas en la redacción de las regulaciones gubernamentales son a menudo cabilderos de la misma industria que las nuevas leyes se supone que van a regular y eso ha sido el caso aquí. No debe sorprender a nadie que los cabilderos financieros están acudiendo en masa a la capital esta semana. Por supuesto, los grandes jugadores que pueden permitirse cabilderos tornan la normativa a su favor, mientras que sus competidores más pequeños se quedan fuera a la intemperie. El resultado son los reglamentos que institucionalizan la mentalidad del “demasiado grandes para quebrar”.

Por otra parte, el proyecto de reforma financiera da a los reguladores la facultad de escoger a los ganadores y perdedores, la institucionalización de su capacidad para decidir «qué empresas rescatar o cerrar y a qué acreedores recompensar y cómo». ¿Duda alguien de que las empresas con más cabilderos y mayores donaciones de campaña serán las que obtengan asientos en el bote salvavidas? El presidente está tratando de convencernos de que la está tomando con el Wall Street de los «peces gordos», pero empresas como Goldman Sachs están satisfechas con la reglamentación federal porque, como uno de sus cabilderos declaró recientemente: «Nosotros nos asociamos con los reguladores».

Parece que tienen una buena relación con la Casa Blanca también. Goldman hizo llover casi un millón de dólares en contribuciones de campaña sobre el candidato Obama. De hecho, J. P.  Freire señala que el presidente Obama recibió alrededor de siete veces más dinero de Goldman que el presidente Bush de Enron. Por supuesto, no se trata sólo de las donaciones; es una puerta giratoria. Usted encontrará el nombre de Goldman Sachs en más de un currículo en la administración Obama, incluyendo el de los jefes de Gabinete Rahm Emanuel y Tim Geithner.

Tenemos que estar en guardia contra semejante capitalismo de compinches. Nosotros luchamos contra la distorsión del mercado en Alaska cuando nos enfrentamos a las grandes petroleras o, más específicamente, a algunos de los jugadores en la industria y en los cargos políticos, que estaban tomando el pelo al 49º estado. Mi administración desafió la laxitud de unas normas que parecían permitir que la corrupción e incluso cuestionó a la empresa más grande del mundo en ese momento por no cumplir con las disposiciones de los contratos que celebró con el estado. Cuando llegó el momento de elaborar un plan de un gasoducto, insistimos en la transparencia y la igualdad de condiciones para asegurar una competencia leal. Nuestras reformas ayudaron a reducir la capacidad de los políticos para tener favoritos y ayudó a limpiar la corrupción. Creamos oficinas de supervisión más estricta y acomodamos un proyecto bipartidista de reforma ética. Lejos de estar en contra de las reformas necesarias, las abrazo.

Los conservadores con sentido común reconocen la necesidad de la reforma financiera y creemos que el gobierno puede desempeñar un papel adecuado en la nivelación del campo de juego y la protección del «dinamismo del capitalismo estadounidense sin descuidar la responsabilidad del gobierno en proteger al público estadounidense». Estamos escuchando de cerca el debate sobre la reforma en Washington y sabemos que el gobierno no debería cargar al mercado con burocracia innecesaria e incentivos distorsionados, ni hacer de una peligrosa mentalidad de «demasiado grande para quebrar» la ley de la tierra.

Sarah Palin

SEGUNDA NOTICIA: MARCO RUBIO, EL DE FLORIDA, CONTINÚA HACIENDO HISTORIA… Y SACANDO DE QUICIO A LOS RINO DEL PARTIDO REPUBLICANO QUE TAN FELICES SE LAS PROMETÍAN ELLOS.

Hace unas semanas, publiqué una breve noticia sobre Marco Rubio (ver aquí), el senador estatal por Florida, que se había convertido en el hombre de moda por su audaz (y algunos dijeron que suicida) intentona de arrebatar la nominación republicana al Senado en Washington a su más directo aspirante, el actual gobernador Charlie Crist. Rubio no sólo es joven e hispano sino que también es un auténtico conservador y cuenta con el respaldo del movimiento Tea Party, respaldo que le ha catapultado en las encuestas de intención de voto hasta una situación tan favorable que a mí, personalmente, me recuerda a la que se produjo en las famosas elecciones a la Cámara de Representantes por la circunscripción electoral de NY-23, cuando el entonces don nadie Doug Hoffman recibió el respaldo expreso de Sarah Palin y comenzó a escalar posiciones llevando a la candidata oficial del Partido Republicano, Deirdre Scozzafava, a perder tanto apoyo y tan deprisa que, al final, tuvo que abandonar la carrera no sin antes cometer la mayor villanía que pueda imaginarse: dar su apoyo público al candidato demócrata. En el caso de Florida, la situación es idéntica salvo que el Scozzafava con pantalones, Crist, todavía no ha decidido qué hacer aunque se rumorea que ante la más que segura pérdida de la nominación republicana igual decide presentarse a las elecciones generales de noviembre como independiente, todo sea por perjudicar a su partido.

Los dos candidatos a la nominación republicana al Senado por Florida durante un debate en Fox News Channel el pasado 28 de marzo: a la izquierda, Charlie Crist, el actual gobernador, y a la derecha, Marco Rubio, el outsider que le ha desbancado por completo. A Crist, después de haber traicionado él a sus votantes, le han traicionado casi todos los que le apoyaban y así está él de compungido. ¡Ah, qué dura es la política!

Sobre la biografía de Rubio, como quiera que ya la relatara en mi entrada anterior dedicada a él, no voy a repetirla. Tampoco voy a decir nada sobre el principio de todo el asunto, cuando Crist decidió que gobernador está bien, pero que senador está mejor. Lo que voy a hacer hoy es continuar desde donde lo dejé y contarles lo que ha sucedido hasta el día de hoy. No olviden que Florida es un estado esencial en las aspiraciones republicanas para 2012 y tal vez aún más importantes en las aspiraciones nuestras, de los conservadores, de devolver al GOP a la senda correcta, la de sus principios tradicionales, antes de que los RINO logren su objetivo de crear un Partido Demócrata light del antaño glorioso partido de Lincoln, Roosevelt y Reagan.

Las primarias republicanas están previstas para el 24 de agosto. En estos momentos, sólo hay dos candidatos con posibilidades reales de ganarlas: el actual gobernador del estado, Charlie Crist, y el senador estatal, Marco Rubio. Desde el principio, el favorito del establishment del Partido Republicano ha sido Crist, pero de pronto apareció Rubio y las cosas se torcieron para el gobernador, especialmente cuando fue uno de los pocos gobernadores republicanos que aceptó encantado el plan de estímulo económico de 787.000 millones de dólares y hasta tuvo la desfachatez de abrazarse en público con el presidente de Estados Unidos en un acto a favor de dicho plan celebrado en Florida, algo que le enajenó definitivamente el apoyo de la base conservadora del partido, quien a partir de entonces brindó su apoyo a Marco Rubio.

Repulsivo, ¿verdad? Un achuchón que le va a costar la carrera a ese sinvergüenza de Crist. ¡Y bien merecido se lo tendrá! ¿Qué se creía? ¿Que a todos se nos puede comprar con treinta monedas de plata?

Los sondeos de intención de voto no dejan lugar a dudas: Crist es un perdedor, habiendo pasado de liderar en agosto del año pasado los sondeos con un apoyo del 53% del electorado a empatar con Rubio en diciembre y a perder claramente por nueve puntos porcentuales en enero de 2010, mientras que Rubio pasa de contar con un apoyo del 31% en agosto del año pasado al 49% en enero de este año. Y subiendo porque desde entonces no ha dejado de estar en ningún momento por debajo del 55%. En la actualidad, según el último sondeo de Rasmussen Reports, los porcentajes son de 33% para Crist y 56% para Rubio a mediados de este mes de abril.

Crist sigue manteniendo el apoyo de los republicanos más liberales, pero los conservadores se han volcado en Rubio. Por lo que se refiere a las elecciones generales, donde el vencedor (Rubio muy seguramente) se las tendrá que ver con el demócrata Kendrick Meek, no hay color: tanto si el candidato republicano es Crist como Rubio, ambos le sacan 14 puntos porcentuales al demócrata. Incluso en el caso de que Crist optara a presentarse como independiente, Rubio ganaría ahora mismo con un 45% de los votos por un 25% de Meek y un 22% de Crist.

La tendencia que dicen ahora los que saben de esto está clara: Rubio es el ganador y Crist, el perdedor. De hecho, todos los que le apoyaron en su momento con entusiasmo se están pasando con armas y bagajes al carro de Rubio y han empezado a decirle claramente a Crist que se retire de la contienda en bien del partido. ¡Si hasta el propio establishment del GOP lo ha hecho! (como tiene que estar la cosa para que ellos hagan eso). Así, en un memorándum redactado por Rob Jesmer, director ejecutivo de la National Republican Senate Commission (NRSC), se dice:

En nuestra opinión, si el gobernador considera que no puede ganar unas primarias, la acción apropiada es retirarse de la candidatura y esperar a otra oportunidad.

¿Qué ha pasado para que quienes antes le daban palmaditas en la espalda ahora de pronto le nieguen el pan y la sal? Primero, que el movimiento Tea Party se ha volcado en Marco Rubio y eso ha inclinado la balanza a favor suyo sin dejar el más mínimo resquicio para que Crist pueda confiar en la victoria; segundo, que después del desastre de New York, cuando el establishment tuvo que ver como su candidata, la falsa republicana Deirdre Scozzafava, era sacada de la carrera electoral por un outsider, Doug Hoffman, que contaba también con el apoyo del movimiento Tea Party, el GOP no puede permitirse que pase algo similar de nuevo; tercero, que Crist parece que ha decidido coger el camino del medio y presentarse como independiente, algo que admitió el pasado lunes 19 de abril por primera vez después de haberlo negado enfáticamente hasta entonces. Si hasta Mitt Romney le ha aconsejado que se largue:

Tengo la esperanza de que permanezca en las primarias republicanas o que, si cree que no puede ganar, que se aparte y apoye a Marco Rubio.

Y no sólo Romney se lo ha dicho sino también Mike Huckabee y Rudy Giuliani (pero lo de éste último es venganza después de que Crist le prometiera su apoyo durante las primarias presidenciales y luego le dijera que tururú y se lo diera a McCain).

Y por fin, el que ha hablado recientemente más claro ha sido Dick Cheney, el antiguo vicepresidente cuando declaró que:

Charlie Crist ha demostrado una y otra vez que no se puede confiar en él en Washington para oponerse a la agenda de Obama porque en un asunto tras otro él apoya de hecho esa agenda. Últimamente parece que no puede confiarse en Charlie Crist ni siquiera para seguir siendo republicano. Le ruego encarecidamente que continúe como candidato a las primarias republicanas o se retire de la carrera. Los únicos vencedores de una candidatura de Crist como independiente serían Barack Obama y Harry Reid.

Me enorgullezco de apoyar a Marco Rubio y ruego a todos los republicanos de Florida, independientemente de a quién hayan apoyado, a que se unan detrás suyo.

Más claro, agua. El resultado, dentro de poco tiempo porque el propio Crist anunció que la decisión de retirarse o no la tomará antes del 30 de abril. Estaremos atentos a ello. Y es que Marco Rubio podría ser el primer senador verdaderamente conservador, verdaderamente Tea Party, que salga elegido en estas elecciones de noviembre dado que Scott Brown va a su aire, algo que algunos ya dijimos en su momento y que no nos coge por sorpresa.

Y hasta aquí la entrada de hoy. En la próxima, vamos a hablar un poco de comentaristas políticos. Les presentaré a unos cuantos de mis favoritos (que estoy seguro que son también los suyos).


LLEGÓ LA PRIMAVERA… ¡Y CON ELLA, LAS PRIMARIAS!

27/03/2010

 

La reforma (a peor) de la Sanidad ya es cosa hecha. Y tanto el contenido de la reforma como la manera de lograr su aprobación, con más trampas que en una película de chinos, ha provocado tal ola de indignación entre la mayoría de los estadounidenses que la izquierda, temerosa de la que se puede liar, no sabe cómo encauzar ese sentimiento para evitar que se convierte en un auténtico maremoto que se los lleve a todos por delante este próximo noviembre. Para empezar, sus aliados en los medios de comunicación han empezado a repartir estopa alegando amenazas, escupitajos, insultos racistas y demás elementos habituales de su propaganda a ver si así consiguen desacreditar a quienes están levantando su voz y haciéndose oír más de lo que a la Casa Blanca le gustaría. Sin embargo, por mucho que pretendan sembrar el miedo entre los estadounidenses, estos ya han tenido bastante de sus mentiras y de sus manipulaciones como para picar otra vez. ¿O qué se creen acaso que es realmente el movimiento Tea Party? Pues ni más ni menos que la unión de todos los estadounidenses hartos de ser tratados como monigotes por parte de quienes se supone que deben representarlos. El Tea Party, y nunca me cansaré de repetirlo, supone una verdadera revolución en el panorama político porque, por primera vez, los votantes están reclamando su derecho efectivo a pasar cuentas a sus representantes, algo a lo que estos no están en absoluto habituados y que les tiene muy desazonados no vaya a ser que hablen en serio y acaben todos ellos en la calle de una patada en el culo. Y es que no están los tiempos como para perder el empleo, ¿verdad? Pero tranquilos, ya los recolocará a todos el presidente como recompensa por los servicios prestados. Y es que, tal y como comenta nuestro amigo educantabro, cuenta con 159 nuevas agencias gubernamentales precisamente para ello, ¿o no? Como si no los conociéramos ya.

Frente al Capitolio de Washington, una mujer expresa muy bien la opinión que nos merece la mayoría de la clase política actual y sus intenciones de cara al próximo mes de noviembre: “No puedes curar a un tonto, pero sí que puedes echarlo no votándole más”. Tomamos buena nota… ¡y vamos a empezar por los veinte traidores que señaló Sarah Palin el otro día! ¡Ah, quién viviera en uno de sus distritos!

¿Qué son las primarias?

El procedimiento de elección de candidatos a través del sistema de elecciones primarias (o simplemente, primarias), consistente en que los electores de una circunscripción determinada seleccionen a sus candidatos para una elección subsiguiente, fue instaurado a principios del siglo XX con la laudable intención de arrebatar el derecho a decidir quiénes serían los sucesivos candidatos presidenciales de manos de las elites políticas y devolvérselo a todos los ciudadanos, además de pretender acabar de esta manera con la ola de corrupción que sacudía Washington por aquel entonces (¿sólo por aquel entonces?). Desde entonces, las primarias son gestionadas por el gobierno en nombre de los partidos.

Sin embargo, lo que era bueno para elegir al candidato a presidente también lo es para elegir a los restantes candidatos a otros cargos públicos, ya sea de senador, representante o gobernador incluso. Y así pues, hoy en día, cualquier persona que aspire a lanzar su candidatura a un cargo público, a menos que pretenda presentarse por su cuenta y riesgo sin contar con un partido político que le respalde, deberá ganar primero la nominación por el partido de que se trate, compitiendo con cualesquiera otros candidatos que puedan haberse presentado (y a veces son muchos). Y es en ello en lo que nos encontramos ahora mismo, a punto de empezar la temporada de las primarias por mucho que en el caso del Partido Republicano, las primarias en los estados de Illinois y de Texas ya se hayan celebrado.

¿Cómo funciona el sistema? Muy fácilmente. Lo único que hay que saber es que las primarias pueden ser abiertas o cerradas.

  • En las abiertas, cualquier persona registrada como votante puede votar en las primarias de cualquiera de los dos grandes partidos, sin que importe cuál sea su propia afiliación política, bastando por lo general con que esa persona declare públicamente en el colegio electoral que le corresponda cuál es el partido por el que está interesado en votar. Inmediatamente recibe una papeleta con los nombres de todos los candidatos de ese partido, escoge a sus preferidos, vota y ya está. Dada la naturaleza de este sistema, se puede producir una circunstancia que se denomina “raiding” y que consiste en que votantes de un partido determinado voten en las primarias del partido rival, pero haciéndolo por el que ellos consideran que es el candidato más débil de cuantos se presentan a esas primarias con el fin de favorecer al suyo propio.
  • En las cerradas, en cambio, sólo las personas registradas de antemano como votantes de un determinado partido pueden votar por los candidatos de ese partido. En este último caso, los votantes independientes, es decir, aquellos que están efectivamente registrados como votantes pero que no están adscritos a ningún partido, no pueden votar a menos que las normas de votación de uno u otro partido lo permitan específicamente (en este caso, se denominan semicerradas y dependiendo del estado de que se trate, el votante independiente debe hacer pública su elección de partido en cuyas primarias desea votar o no). Conviene hacer notar que dado que existen algunos partidos en Estados Unidos que se denominan “independientes”, el término más común para referirse a los votantes no adscritos a ningún partido en particular es el de “sin partido” (non-partisan).
  • Existen también las primarias denominadas run-off y se caracterizan porque la papeleta de votación no está restringida a los candidatos de un solo partido, además del hecho de que los dos candidatos más votados pasan a una segunda ronda, la cual sólo es necesaria si ningún candidato obtiene la mayoría absoluta en la primera ronda. En 2010, este sistema se utilizará en los estados de Alabama, Arkansas, Georgia, Louisiana, Mississippi, North Carolina, Oklahoma, South Carolina y South Dakota.

Fundamentalmente, se trata de que los votantes y los candidatos se interrelacionen unos con otros dado que cada uno tiene algo que le interesa al otro: los votantes, sus votos y los candidatos, sus candidaturas. De esta manera, los candidatos se ven forzados a hacer campaña a una escala, la estatal, y dentro de un ámbito, el de los votantes de su propio partido, lo bastante pequeña como para poder entrar en contacto con ellos y conocer así de primera mano sus problemas y sus inquietudes. Luego, el candidato que logra la nominación por su partido es declarado oficialmente candidato al cargo que sea por el partido de que se trate y acto seguido empieza a prepararse para una nueva campaña, esta vez contra el candidato del partido rival.

Calendario de primarias

La siguiente lista relaciona todas y cada una de las primarias republicanas de 2010 por meses, proceso que concluirá el próximo martes 2 de noviembre, que será cuando se celebren las elecciones generales.

Como ya hemos dicho, las primarias republicanas de Illinois y de Texas ya se han celebrado. En el caso de Illinois, madrugadores ellos, se ha escogido a los candidatos a senador (Mark Kirk), gobernador (Bill Brady) y a los 19 escaños en la Cámara de Representantes que le corresponden al estado. En el caso de Texas, se ha escogido a los candidatos a gobernador (Rick Perry) y a los 32 escaños en la Cámara de Representantes que le corresponden al estado.

Cuatro candidatas (¡y qué candidatas!)

Tal vez la carrera más interesante en 2010 sea la del Senado, que es donde se concentran las mejores candidaturas, sin que eso suponga en absoluto el menospreciar las carreras a representante o a gobernador. Sin embargo, es evidente que es el Senado el que marca la actualidad y que el margen de 18 escaños del que disfruta actualmente la mayoría demócrata no es en absoluto insalvable para la que se anuncia en noviembre. En ese caso, la Casa Blanca se las vería y se las desearía para pasar cualquier pieza de legislación (especialmente si lo pretende hacer como hasta ahora) al menos hasta 2012, en que ya veríamos cuáles son las perspectivas de cara a la cada vez más improbable reelección del presidente de Estados Unidos.

De entre todas las carreras en liza, he seleccionado las cuatro de New Hampshire, Utah, Nevada y Colorado fundamentalmente por sus candidatas que, en los cuatro casos, comparten el hecho de ser mujeres, conservadoras y de las que no se privan de decirlo. Alguna de ellas tiene prácticamente ganada ya la nominación republicana mientras que las otras no y tal vez no la consigan finalmente, pero el sólo hecho de atreverse a saltar a la palestra demuestra que algunas cosas están cambiando dentro del Partido Republicano y que esas cosas que están cambiando no van precisamente en dirección al centro, como tanto les gustaría a los RINO, sino antes al contrario, hacia la derecha viento en popa y a toda vela. Vamos a ver pues a esas cuatro valientes.

Kelly Ayotte, candidata al Senado por New Hampshire

El actual ocupante del escaño es el republicano Judd Gregg, quien lleva ya tres mandatos consecutivos como senador por New Hampshire y había anunciado su intención de presentarse a la reelección, lo cual teniendo en cuenta que en 2004 fue reelegido con un 66% de los votos no era en absoluto una quimera. Sin embargo, en febrero de 2009, el presidente de Estados Unidos nombró a Gregg secretario de Estado de Comercio y éste aceptó, sólo para rehusar su nombramiento a los pocos días alegando “diferencias irreconciliables” sobre la que iba a ser la futura política del departamento de Comercio. Fue entonces cuando Gregg declaró que no se presentaría de nuevo a la reelección como senador, dado el mal regusto que había dejado entre sus compañeros republicanos.

De entre todas las candidaturas que surgieron dentro del Partido Republicano para sustituirlo, la más prometedora es la de Kelly A. Ayotte (nacida en 1968), fiscal general de New Hampshire desde 2004 y hasta julio de 2009 en que anunció oficialmente su intención de sustituir a Gregg. Su candidatura se ha encontrado con cierta rivalidad por parte de otros republicanos como Bill Binnie, Jim Bender u Ovide Lamontagne, pero ahora mismo es la candidata favorita para obtener la nominación republicana y lidera las encuestas sobre el único candidato demócrata hasta la fecha, Paul Hodes, con hasta siete puntos porcentuales de ventaja.

Ayotte  es orgullosamente pro-vida y ya en 2004, nada más tomar posesión como fiscal general, apeló ante el Tribunal Supremo una decisión de la Corte de Apelación federal que derogaba la ley de New Hampshire que requería la notificación a los padres del aborto de una menor, el caso Ayotte v. Planned Parenthood of New England, a pesar de las objeciones del propio gobernador del Estado, el demócrata John Lynch. Ayotte defendió el caso personalmente ante el Tribunal Supremo en 2006 y logró la unanimidad de éste y un veredicto favorable a sus tesis. Más en concreto sobre la cuestión del aborto: Ayotte contempla excepciones en caso de violación, incesto o emergencias médicas y se opone a la financiación federal del aborto

Sobre la cuestión del matrimonio homosexual, Ayotte se opone a éste y es partidaria de la Segunda Enmienda (la que contempla el derecho a llevar armas). En cuanto a la reforma de la Sanidad, comparte los puntos de vista de Sarah Palin, habiéndose declarado partidaria de que se permita comprar seguros fuera del estado del tomador y una reforma de la legislación sobre responsabilidad civil de los médicos, además de oponerse a que el gobierno tome el control del sistema sanitario.

Cherilyn Eagar, candidata al Senado por Utah

El actual ocupante del escaño es el republicano Bob Bennett quien ya lleva tres mandatos consecutivos en él, habiendo ganado en 2004 con el 69% de los votos. Y es que Utah no es precisamente un estado proclive a los demócratas. Bennett pretende la reelección, pero el hecho de que se trate de uno de los 10 senadores republicanos más liberales de todo el Senado (o sea, un RINO y encima con honores) no le va a ayudar en los tiempos que corren por más que en mayo del año pasado hiciera público que contaba con el apoyo expreso de Mitt Romney (¡otra razón más para echarlo!).

De cara a las primarias, Bennett tiene varios rivales, de entre los que destaca Cherilyn Eagar (nacida en 1950), vicepresidente de una compañía propiedad de su esposo en la que ha pedido la excedencia para poder dedicarse en cuerpo y alma a la campaña. Además, Eagar es mormona, lo que en Utah siempre es importante. En la carrera por la nominación están también James Russell Williams, Tim Bridgewater y Michael Lee. Por parte demócrata, la carrera está entre Sam Granato y Christopher Stout.

Nacida en Hollywood (California), Eagar es una veterana activista política y tiene una amplia experiencia que incluye haber dirigido una campaña a la Cámara de Representantes, la de Tom Draschil en 1996, y haber servido en diversas ocasiones en comités estatales para las elecciones presidenciales, como en 2004, para la campaña de George W. Bush, y en 2008, para la de Mitt Romney. Por un tiempo, colaboró con Pat Buchanan cuando éste se presentó como candidato a la presidencia, pero actualmente cree que no es necesario un tercer partido y que el sistema actual de dos partidos es el adecuado. Eso sí, Eagar cree que por lo que se refiere al Partido Republicano, ésta ha perdido de vista los principios adecuados para el gobierno y que debe rectificar su rumbo.

De momento, no dispongo de encuestas que me orienten sobre las posibilidades de Eagar de obtener la nominación republicana, pero de lo que sí dispongo es de la opinión de todas las casas especializadas en estos menesteres que dan a Utah como un estado republicano con toda seguridad por lo que muy posiblemente las elecciones aquí sean un mero “asunto de familia”, el RINO (o sea, medio demócrata) Bennett contra la conservadora Eagar.

Sue Lowden, candidata al Senado por Nevada

La mejor carrera de la temporada, en mi opinión. El actual ocupante del escaño es ni más ni menos que Harry Reid, el infame líder de la mayoría demócrata en el Senado y auténtico aprendiz de brujo (sólo hay que ver lo que ha llegado a hacer para conseguir la aprobación de la infecta reforma de la Sanidad). Con cuatro mandatos consecutivos a sus espaldas, habiendo conseguido la reelección en 2004 por un 61% de los votos, Reid pretende el quinto, pero sus bajos índices de popularidad en su propio estado abren la puerta a los republicanos para dar la sorpresa de las sorpresas y mandar al líder de la mayoría a su casa montado en su escoba voladora y mascullando juramentos por todo el camino hasta Searchlight, su pueblo natal.

Suzanne Lowden, conocida como Sue, es actualmente presidente del Partido Republicano en Nevada y antigua senadora del estado. Nacida en New Jersey, pero viviendo en Nevada desde hace más de 30 años, Lowden fue Miss New Jersey en 1973, quedando segunda en el concurso de Miss America (¿a quién me recuerda a mí esto?). Comenzó su carrera profesional como profesora de Primaria, para pasar luego a los medios de comunicación, donde desarrolló diversas tareas como periodista y presentadora de telediarios, y la dirección del Santa Fe Hotel and Casino y del Sahara Hotel and Casino (¡no, no es mafiosa, caramba! Ven ustedes demasiadas películas).

En 1992, Lowden se presentó a las elecciones al Senado de Nevada en un distrito fuertemente demócrata, ganando el escaño. En 1996, perdió la reelección, pero acto seguido fue elegida como presidente del Partido Republicano en Nevada.

Por lo que se refiere a las elecciones de noviembre, la gran favorita para obtener la nominación republicana es ella, aunque hay muchos más competidores como Robin Titus, Danny Tarkanian, Mark Amodei, Sharron Angle, Chuck Kozak, Mike Wiley, Bill Parson, John Chachas, Greg Dagani y Mark Noonan. De hecho, en todas las encuestas publicadas desde enero de este año, Lowden supera a Reid y es que Nevada es un estado que se inclina cada día más hacia el zurrón republicano (de seis encuestas nacionales recientes, en cuatro lo dan como republicano y en las otras dos lo dejan en empate).

Económicamente, Lowden es partidaria de eliminar impuestos, recortar el déficit y evitar el despilfarro que es la norma actualmente en Washington. Sobre la reforma de la Sanidad, apoya que se puedan contratar seguros fuera del estado del tomador y reformar la responsabilidad civil de los médicos. Es además pro-vida, partidaria del matrimonio tradicional y de la Segunda Enmienda (la que reconoce el derecho a llevar armas), así como una ferviente partidaria de apoyar al estado de Israel.

Jane Norton, candidata al Senado por Colorado

El ocupante original del escaño era el demócrata Ken Salazar, quien fue nombrado en 2009 Secretario del Interior por el presidente de Estados Unidos. Ante la vacante, el gobernador del estado, Bill Ritter, nombró a Michael Bennet para sustituirlo hasta 2010. Bennet ha anunciado que se presentará a las elecciones, para lo que cuenta con el respaldo expreso del presidente, por más que tenga un rival en Andrew Romanoff de cara a obtener la nominación demócrata.

Por lo que hace al bando republicano, la mejor candidata es Jane Norton (nacida en 1954), antigua vicegobernadora de Colorado entre 2003 y 2007 cuando el gobernador era el republicano Bill Owens. Dotada de una amplia experiencia política, Norton ya había ocupado cargos políticos durante los mandatos de Ronald Reagan y de George H. W. Bush, así como un breve paso por la Cámara de Representantes de Colorado. Otros candidatos republicanos son Ken Buck, Tom Wiens y Cleve Tidwell.

En cuestiones económicas, Norton se ha opuesto al plan de estímulo y apoya la reducción de impuestos, el equilibrio presupuestario y reducir el déficit. Se opone a la reforma de la Sanidad tal y como ha sido recientemente aprobada y apoya la reforma de la legislación sobre responsabilidad civil de los médicos. Se opone a la nueva fechoría que pretenden aprobar ahora los demócratas, el cap and trade (o cap and taxes que dice Sarah Palin). Conocida por su postura pro-vida, se opone al matrimonio homosexual y defiende la Segunda Enmienda, además de oponerse a la amnistía para los inmigrantes ilegales.

En las encuestas, Norton es la favorita y muy posiblemente sea la candidata del Partido Republicano, teniendo más de una opción de ganar a Bennet (de seis encuestas nacionales recientes, en todas ellas dan un empate en intención de voto).

En conclusión

¿Pues qué otra conclusión vamos a sacar si no? Que da gusto leer los currículos de estas mujeres y comprobar que todavía quedan mujeres sensatas por ahí y que están más que dispuestas a romper una lanza por los buenos principios conservadores, los que tantos y tantos estadounidenses comparten con ellas y que los bichos esos que infectan actualmente la Casa Blanca pretenden casi «exorcizar» del cuerpo de la nación estadounidense, como si fueran algo maligno. Confiemos en que todas ellas logren su objetivo este próximo mes de noviembre y que el Senado de Estados Unidos se vea fortalecido con su presencia allí. Prestaré mucha atención a todo lo que hagan y digan desde ahora, especialmente a ver cuántas de ellas gozan del respaldo de nuestra querida Sarah Palin. En principio, cualquiera de ellas podría ser perfectamente apoyada por ella, pero bien sabe ella lo que tiene que hacer y ya veremos en su momento lo que pasa. Prometo tenerles oportunamente informados sobre todas ellas.

¡Ah, y otra cosa! ¿Se han fijado en lo guapas que son todas? Si es lo que yo digo, la derecha es belleza.

P.D. Sí, ya sé que hoy tocaba mi entrada habitual de «La semana de Sarah Palin». Sin embargo, como quiera que toda la semana se nos ha ido con lo de Obamacare, no ha habido muchas noticias estrictas sobre Sarah y para hacer una mala entrada, prefiero no hacerla. Además, tenía desde hace tiempo la intención de presentarles a estas cuatro mujeres y ésta era tan buena ocasión como cualquier otra para ello. Confío en que les haya gustado.