Hace un tiempo, haciendo cábalas sobre cuáles podrían ser los próximos pasos de Sarah Palin, aventuré la posibilidad de que pudiera optar por desmarcarse completamente de un Partido Republicano que no la apoyaba en absoluto y con el que no había tenido más que conflictos y disputas e ir por libre al mejor estilo de Theodore Roosevelt en 1912 cuando, descontento con la política desarrollada por su sucesor, William Howard Taft, trató de conseguir de nuevo la nominación del Partido Republicano y, al no obtenerla, se unió al recién creado Partido Progresista y se presentó finalmente a las elecciones presidenciales de ese año, obteniendo mejores resultados que Taft, pero favoreciendo indirectamente al candidato demócrata, Woodrow Wilson, al dividir el voto republicano.
Doug Hoffman, candidato del Partido Conservador de Nueva York al puesto de representante en la Cámara de Representantes (House of Representatives) en Washington por el 23º distrito de la ciudad, y que desde el pasado jueves día 22 cuenta con el apoyo expreso de Sarah Palin. ¡Oído al parche! Candidato del Partido Conservador de Nueva York, no del Partido Republicano, quien presenta a su propia candidata, Dierdre Scozzafava. ¿Qué significa esto? ¿Acaso el GOP se está cuarteando?
Primero, los antecedentes
Todos sabemos que este no es año electoral así que, ¿qué es eso de que en Nueva York va a haber elecciones? ¿Y a la Cámara de Representantes ni más ni menos? ¿Se ha muerto alguien acaso? No, en absoluto. Ahora les explico por qué.
El 23º distrito de Nueva York estaba representado en Washington hasta hace poco por el republicano Johh M. McHugh (había sido reelegido en 2008), el cual tuvo que dimitir de su puesto al ser nombrado el 21 de septiembre pasado (habiendo sido confirmado previamente por el Senado) United States Secretary of the Army (que en España sería algo así como Subsecretario de Estado para el Ejército), algo no demasiado sorprendente si recordamos que el United States Secretary of Defense (que en España sería algo así como el Ministro de Defensa) es el también republicano Robert M. Gates, nombrado inicialmente para el cargo por el anterior presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y confirmado en él (imaginamos que al coste de una úlcera sangrante) por el actual.
Debido a las circunstancias, el puesto de representante de McHugh, pese a que el año que viene será uno de los cargos que se cubrirán dentro de las elecciones del midterm, no podía quedar vacante durante tanto tiempo, un año prácticamente, y una vez que el gobernador de Nueva York, el demócrata David Paterson, fue informado oficialmente de ello, anunció el pasado 29 de septiembre la apertura de un proceso electoral especial para cubrir el puesto, proclamando la fecha del 3 de noviembre de este año para ello (lo que coincide con la fecha del Election Day de este año, el martes después del primer lunes de noviembre).
Después, un poco de historia (electoral)
El 23º distrito de Nueva York es uno de los 29 distritos en los que está dividida la ciudad de Nueva York a efectos políticos para la elección de sus miembros de la Cámara de Representantes (House of Representatives), una división que está en vigor desde el año 2000, cuando se suprimieron dos de ellos. Situado al nordeste de la ciudad, abarca los siguientes condados:
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Clinton
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Essex (parcialmente)
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Franklin
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Fulton (parcialmente)
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Hamilton
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Jefferson
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Lewis
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Madison
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Oneida (parcialmente)
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Oswego
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Saint Lawrence
Plano del 23º distrito electoral de Nueva York. Un safe seat (escaño asegurado) de toda la vida para los republicanos que, ahora mismo, no está tan asegurado como dicen. Y es que cuando se tira demasiado de la cuerda, ¿qué pasa? Que, al final, se rompe.
Poíticamente, tiene un historial de republicanismo que llama la atención en una ciudad tan asociada desde siempre con los demócratas, ya que un demócrata no ha representado al distrito desde 1871, habiendo partes del distrito que retrasan tal marca hasta 1851 (deben de ser los aires o tal vez el agua, que preserva la sensatez de sus habitantes). John M. McHugh ha mantenido tal historial ganando una elección tras otra en este distrito desde 2003 y nunca bajando del 60% de los votos.
A priori, no parecía que fuera a ser una elección muy interesante, cantada como estaba la victoria republicana. Sin embargo, no hay que fiarse nunca y todo comenzó cuando el Partido Republicano decidió nominar a Dierdre Scozzafava, representante republicana en la asamblea del Estado, como su candidata a sustituir a McHugh mientras que el Partido Demócrata hacía lo mismo con Bill Owens, abogado y hombre de negocios. El caso es que la nominación de Scozzafava no sentó demasiado bien entre los conservadores (“conservador” no es lo mismo que “republicano” y en estos tiempos que corren cada día se parecen menos lamentablemente) y algunos de entre ellos se negaron en redondo a apoyar a Scozzafava. Uno de esos grupos “rebeldes”, el constituido por el Partido Conservador del Estado de Nueva York (del que hablaremos acto seguido), decidió que tururú y que a Scozzafava la iba a votar su señora madre y que ellos nominarían a su propio candidato, lo que al final hicieron nombrando candidato a Doug Hoffman, un contable y hombre de negocios.
¿Existe un Partido Conservador del Estado de Nueva York?
Pues sí que existe y es ciertamente muy activo. De hecho, fue fundado en 1962 por una serie de personas indignadas con la creciente inclinación hacia posturas liberales (entendido a la estadounidense; es decir, izquierdistas) que percibían en el Partido Republicano del Estado de Nueva York. Para ello, aprovecharon el llamado “fusion voting”, un arreglo que permite a dos o más partidos políticos apoyar a un mismo candidato, recogiendo los votos de ambos partidos. Este sistema, que sólo se admite en ocho Estados de los Estados Unidos (Connecticut, Delaware, Idaho, Mississippi, Nueva York, Oregon, Carolina del Sur y Vermont), permite que partidos políticos minoritarios puedan tener alguna influencia en los programas políticos de los candidatos de los dos partidos mayoritarios.
En Nueva York, el “fusion voting” es una característica propia, existiendo partidos minoritarios tales como el Working Families Party, Right to Life Party, Liberal Party, Independence Party y el que ahora nos interesa, el Conservative Party, un partido que ha contado con el apoyo de William F. Buckley, el fundador de National Review, que se presentó en 1965 como su candidato al puesto de alcalde de Nueva York. En 1970, su hermano, James, se presentó al Senado como el candidato del Partido Conservador y fue elegido frente a los candidatos republicano y demócrata, aunque en 1976 perdió la reelección ante el candidato demócrata, Daniel Patrick Moynihan.
No es habitual que el Partido Conservador presente a sus propios candidatos, pero tampoco inusual. De hecho, suele apoyar a los candidatos del Partido Republicano, pero hay ocasiones en que se le hace demasiado cuesta arriba y entonces se plantan. Una de esas ocasiones se produjo cuando Rudy Giuliani se presentó como candidato a alcalde de Nueva York en 1989 (y en 1993 y 1997, para su reelección) con el apoyo del Liberal Party, otro de esos partidos minoritarios típicos de Nueva York y que, como bien podemos todos suponer, con semejante nombre no puede ser que un conservador de bien se sienta demasiado a gusto si su candidato lo es también de ellos. Su apoyo es considerado esencial por parte del Partido Republicano, dado que desde 1974 nunca un candidato republicano ha ganado unas elecciones a un cargo estatal (como es el caso de un congresista) sin el apoyo del Partido Conservador. ¡Ah, y para que no se diga! En ocasiones, el Partido Conservador ha apoyado al candidato demócrata si ha considerado que se trataba de un demócrata de fiar (por ejemplo, Jimmy Griffin como senador estatal entre 1967 y 1977; Frank Hogan como fiscal del distrito entre 1941 y 1973; y Michael McNulty como congresista en Washington por el 21º distrito entre 1989 y 2009), lo cual aleja de ellos la fácil acusación de sectarios. Para ellos, los principios son lo primero y antes prefieren a un demócrata moderado que a un republicano liberal (a la manera estadounidense, o sea, un RINO).
En 2008, el Partido Conservador apoyó expresamente la candidatura republicana presentada por John McCain y Sarah Palin. Actualmente, su presidente es Michael R. Long, teniendo su sede en Hamilton Station (NY).
Los candidatos de los partidos mayoritarios: pena, penita, pena
Antes que nada, aclarar que para la selección de los diferentes candidatos no se recurrió al habitual procedimiento de las primarias sino que fueron elegidos por los dirigentes locales del distrito que se reunieron a puerta cerrada y lo escogieron a dedo, tanto en el caso del Partido Demócrata como del Republicano.
Por parte demócrata, hubo algunas dudas sobre su candidato ya que los dos más valiosos, los senadores estatales David Valeski y Darrel Aubertine, tenían el problema de que en caso de victoria dejarían un escaño vacío en la asamblea estatal cuando sólo tienen una mayoría de dos votos (32 a 30) frente a los republicanos. Una mayoría exigua dado que durante este mes de junio y julio dos senadores demócratas (Pedro Espada Jr. y Hiram Monserrate) se aliaron con los republicanos para crear una nueva mayoría, lo que fue todo un espectáculo (de los lamentables, por supuesto) que terminó con los dos “traidores” volviendo al redil. Además, por si fuera poco, uno de esos senadores (Monserrate) ha sido condenado recientemente por agredir a su novia y está pendiente de ser destituido o no de su cargo, lo cual es un punto más a favor de que no se presente ningún senador estatal a las elecciones por lo que pudiera pasar. En consecuencia, la nominación fue a parar a Bill Owens, un abogado de Plattsburgh.
¿Quién respalda a Bill Owens? Pues como es de suponer, el presidente de Estados Unidos además de el anterior presidente Bill Clinton.
Por lo que se refiere a los republicanos, estos se decidieron ràpidamente a favor de Dierdre Scozzafava, una senadora estatal, descartando durante el proceso de selección, entre otras, la candidatura de Doug Hoffman (de quien hablaremos acto seguido). En cuanto a Scozzafava, no se trata simplemente de que tenga poco de conservadora, ya que es partidaria del aborto, del matrimonio homosexual y de subir los impuestos, sino que además hay habladurías según las cuales su marido había tenido conversaciones con miembros del Partido Demócrata con el objetivo de pactar el pase de su esposa a dicho partido antes de ser nominada, lo cual es toda una garantía para el futuro, ¿verdad? ¡Ah! Y para que quede claro lo mucho que confían los dirigentes nacionales del GOP en ella, el National Republican Congressional Committee (Comité Nacional Republicano del Congreso) ha contribuido con cerca de un millón de dólares a su campaña.
Si será progre ella que Mark Steyn la ha calificado de DIABLO (Democrat In All But Label Only, demócrata en todo salvo en la etiqueta), creando un nuevo neologismo que está llamado a tener éxito. ¿Que si un DIABLO es peor que un RINO? Por ahí, por ahí… Tal vez sea peor ciertamente. Lo que es seguro es que no es bueno, no.
¿Y quién respalda a Dierdre Scozzafava? Pues aparte de la NRA (National Rifle Association) y de Newt Gingrich en lo que parece una espectacular metedura de pata por parte de éste si realmente quiere postularse como candidato a las presidenciales de 2012 como parece que tiene la intención, ni más ni menos que… Markos Moulitsas, fundador del blog Daily Kos, el más izquierdista de entre todos los blogs izquierdistas. ¡Chúpate ésa! Con semejantes apoyos, cualquiera que sea conservador tiene más de un motivo para pensárselo, ¿no? Por cierto, los supuestos “presidenciables” del GOP no han dicho ni pío todavía sobre la candidatura de Scozzafava alegando que “no siguen las noticias al respecto”. Así pues, Mitt Romney, Mike Huckabee y Tim Pawlenty, tal vez conscientes de que salir avalando públicamente la candidatura de Scozzafava puede causarles más perjuicios que beneficios, han preferido callarse lo que no ha hecho Gingrich quien anda por ahí defendiendo su apoyo a la DIABLO ésa y jurando que a pesar de sus posturas de izquierda, Scozzafava es una auténtica conservadora. ¡Ay, quién te ha visto y quién te ve, Newt!
El tercero en discordia o los conservadores de verdad se lo piensan
Y como quiera que hay más que motivos para pensárselo, los del Partido Conservador del Estado de Nueva York decidieron que no estaban ellos para comulgar con ruedas de molino del tamaño de Scozzafava y negaron su apoyo al Partido Republicano en estas elecciones. ¿Y a quién postularon ellos como su candidato? Pues a Doug Hoffman, uno de los anteriores candidatos a la nominación por parte del Partido Republicano. Había otros candidatos, pero los tres se pusieron de acuerdo en retirar sus respectivas candidaturas y apoyar la de Hoffman
¿Quién es Doug Hoffman? Se trata de un contable (cualificado como censor jurado de cuentas) y hombre de negocios residente en Lake Placid (NY). Casado desde 1973, tiene tres hijos y cuatro nietos a pesar de no tener todavía 60 años. Antiguo miembro de la Guardia Nacional (1970-1973) y de la Reserva del Ejército de Estados Unidos (1973-1976), Hoffman participó en la organización de los Juegos Olímpicos de Invierno que tuvieron lugar en Lake Placid en 1980.
¿Quién respalda a Hoffman? Pues entre otras personas e instituciones, las siguientes:
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El antiguo senador Fred Thompson.
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Steve Forbes, editor del semanario Forbes y antiguo candidato a la nominación por el Partido Republicano a la presidencia en 1996 y 2000.
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La asociación de conservadores fiscales Club for Growth.
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La asociación pro-vida The Susan B. Anthony List.
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Mi admirada comentarista política Michelle Malkin (¡hurra!).
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El editor del semanario The Weekly Standard, Bill Kristol.
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El periódico The Wall Street Journal, a través de un editorial.
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La revista National Review.
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El comentarista de radio Mark Levin.
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El comentarista de radio Rush Limbaugh.
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El comentarista de radio y televisión Glenn Beck.
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El comentarista de radio Hugh Hewitt.
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El antiguo líder de la mayoría republicana en la House of Representatives (Cámara de Representantes), el texano Dick Armey.
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La representante Michelle Bachmann.
y…
Y es que donde para algunos impera el “Party first, principles second” (Gingrich, por ejemplo), Sarah se presenta ante todos como la única conservadora con firmes convicciones y redaños para defenderlas contra viento y marea. ¡Tres hurras por Sarah! ¡Hip, hip, hurra! ¡Hip, hip, hurra! ¡Hip, hip, hurra!
Bonita foto de familia. Los tres rivales para el puesto de representante por el 23º distrito de Nueva York. Dos progres y un conservador. ¿Adivinan cuál es el conservador? Una pista: lleva gafas.
Dos programas a cuál más diferente
Para muestra, un botón. Y para comprender más fácilmente porqué los conservadores de verdad neoyorquinos han desenterrado el hacha de guerra contra Dede Scozzafava, nada mejor que comparar los programas de los dos candidatos supuestamente republicanos en liza. Dicho y hecho, helo aquí (tomado de la propia pàgina del candidato conservador, Doug Hoffman):
Doug Hoffman, candidato conservador (pero conservador de verdad):
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Cree que las actuales leyes sobre impuestos favorecen la corrupción.
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Cee que los déficits son un error.
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Cee que el aborto es un error.
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Cee en el matrimonio entre un hombre y una mujer.
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Se opone a la ley del “card-check” (por la cual, todos los trabajadores se verán obligados a afiliarse a algún sindicato aunque no quieran).
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Se opone a que se derogue el sistema de “don’t ask, don’t tell” (en el Ejército, a los homosexuales no se les pregunta expresamente si lo son y a cambio se espera de ellos que no revelen públicamente su condición).
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Apoya la reforma de las leyes sobre pleitos en lo que se refiere a las supuestas negligencias médicas, una de las medidas apoyadas por Sarah Palin para reformar de verdad el sistema sanitario estadounidense.
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Se opone al proyecto de reforma de la Sanidad Pública propuesto por los demócratas.
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Apoya firmemente la guerra contra el terrorismo.
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Se opone a las leyes de cuotas de emisión de CO2.
Dede Scozzafava, candidata republicana (pero liberal, ¿eh?)
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Ha votado ya dos veces a favor de legalizar el matrimonio homosexual.
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Apoya el aborto en todos los casos.
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Apoya que el aborto sea costeado por la Seguridad Social.
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Apoya la ley del “card-check”, la misma a la que se opone su rival.
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Apoya el gasto masivo por parte del Estado aunque ello suponga subir los impuestos.
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Apoya a los sindicatos.
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En una escala de 0 a 100, puntuó sólo 15 puntos como conservadora (menos aún que muchos demócratas en la asamblea estatal).
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Apoya subir los impuestos a los “ricos”, sea lo que sea que ella entienda por tales, aunque ello suponga castigar a quienes crean puestos de trabajo levantando empresas.
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Votó a favor de que los maestros de escuela sindicados puedan jubilarse anticipadamente sin merma en su pensión.
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Tiene el apoyo expreso de una de las organizaciones afiliadas a ACORN (en concreto, el Working Families Party).
La gran sorpresa… ¿o no tan grande?
El pasado jueves día 22 saltó la sorpresa y como viene siendo habitual últimamente, saltó por Facebook. Sarah Palin había publicado una nota desmarcándose de la candidata republicana oficial, Dede Scozzafava, y prestando su apoyo (moral y económico) al candidato del Partido Conservador del Estado de Nueva York, Doug Hoffman. El texto de la nota en su original en inglés lo pueden leer aquí, pero les ofrezco su traducción al español.
¡La gente del 23º distrito congresional de Nueva York están listos para cambiar las cosas y Doug Hoffman se vuelve cada vez más fuerte según se va acercando el gran día de las Elecciones! Él necesita de nuestra ayuda ahora.
Los votos de cada miembro del Congreso afectan a todos los estadounidenses, lo que es importante que todos nosotros prestemos atención a esta importante campaña congresional en la parte alta del Estado de Nueva York. Estoy muy satisfecha de anunciar mi apoyo a Doug Hoffman en su lucha para ser el próximo representante del 23º distrito congresional de Nueva York. Es un honor para mí el apoyar a Doug y hacer todo lo que pueda para ayudarle a ganar, incluyendo el que mi comité de acción política, SarahPAC, doné a su campaña la contribución máxima permitida por la ley.
Nuestra nación está en una encrucijada y es de nuevo «tiempo para elegir».
El gobierno federal toma, gasta e imprime demasiado dinero mientras nuestra deuda nacional alcanza un nivel récord. El gobierno crece mientras que el sector privado se reduce y el desempleo aumenta. Doug Hoffman se ha comprometido a poner fin al derroche irresponsable en Washington, DC, y al enorme aumento en el tamaño y alcance del gobierno federal. También está plenamente comprometido a apoyar a nuestros hombres y mujeres de uniforme que tratan de completar sus misiones en el extranjero con honor.
Y lo mejor de todo, Doug Hoffman no ha sido ungido por ninguna maquinaria política.
Doug Hoffman representa los principios que deberían compartir todos los republicanos: un gobierno más pequeño, impuestos más bajos, una defensa nacional fuerte y el compromiso con la libertad individual.
Los partidos políticos deben estar para algo. Cuando los republicanos cruzaban el desierto a finales de los años 70, Ronald Reagan sabía que la doctrina de la «difuminación de las líneas» entre las partes no era un medio adecuado para ganar las elecciones. Lamentablemente, el Partido Republicano de hoy ha decidido elegir a un candidato que difumina más que sobradamente las líneas y que no supone ninguna diferencia real entre los demócratas y los republicanos en esta carrera. Esta es la razón por Doug Hoffman se presenta por el Partido Conservador.
Los republicanos y los conservadores de todo el país están enviando un importante mensaje al establishment republicano con su excelente apoyo a Doug Hoffman: no más política como siempre.
Usted puede ayudar a Doug visitando su sitio web oficial indicada debajo y unirse a mí en el apoyo a su campaña: http://www.doughoffmanforcongress.com/donate3.html.
Sarah Palin
¿Puede ganar Doug?
La respuesta es que lo tiene ciertamente difícil aunque no es de descartar la sorpresa. De hecho, la candidatura de Hoffman ha despertado mucho entusiasmo entre los buenos votantes conservadores de Nueva York que se han volcado en su apoyo, recolectando cientos de miles de dólares y teniendo un plan preparado para estos últimos días antes de las elecciones con el que se pretende emitir 800 cuñas publicitarias radiofónicas, repartir 80.000 panfletos y reclutar más de 200 voluntarios para trabajar en los colegios electorales el próximo martes.
Algunos protestan contra Hoffman alegando que su candidatura resta votos a la republicana (aunque poco republicana la veo yo; si acaso demócrata bis) y puede terminar favoreciendo la elección de Owens, el candidato demócrata. Es cierto, pero todos son conscientes de ello y les parece un riesgo asumible porque no es realmente la elección de un demócrata o de un republicano lo que está en juego en estas elecciones sino otra cosa que Marilyn Musgrave, antigua representante republicana por Colorado, ha señalado perfectamente al decir:
This is the shot that needs to be fired to Republican leaders to wake them up.
(Éste es el tiro que necesitamos disparar a los líderes republicanos para que despierten de una vez).
O como ha señalado Marjorie Dannenfelser, presidente de la The Susan B. Anthony List, la organización pro-vida:
The No. 1 victory will be to defeat Dede.
(La principal victoria sera derrotar a Dede).
A lo que la susodicha, Dede Scozzafava, ha replicado muy ufana ella:
All of this outside noise, it’s a distraction. But it does add a little fuel to my fire.
(Todo este ruido molesto de fuera no es más que una distracción. Pero si que añade un poco de gasolina a mi fuego).
Réplica a la que el propio Hoffman ha contestado recordando sencillamente cuál es la causa de su candidatura:
She certainly doesn’t hold the Republican values that I hold which is smaller government, less taxes, fiscal responsibility and not spending money you don’t have.
(Ella ciertamente no respalda los valores republicanos que yo respaldo y que son un gobierno más pequeño, menos impuestos, responsabilidad fiscal y no gastarte el dinero que no tienes).
El meollo de la cuestión no está en si Hoffman resulta elegido o no, sino en que si resulta elegida Scozzafava, que de conservadora no tiene nada, el año que viene cuando se vuelva a elegir al representante del 23º distrito, será muy difícil que lo logre un conservador. Y eso sin contar con la posibilidad de que Scozzafava acabe cambiando de chaqueta y pasándose a los demócratas llevando como “precio de la novia” el codiciado escaño. Si ganase en cambio Hoffman, no solo tendríamos a un conservador de verdad en el escaño, sino que además se habría mandado un mensaje estruendoso a la asténica dirección del GOP en el sentido de que basta ya de blanduras y centrismos y un poco más de principios conservadores o vais a acabar todos de patitas en la calle porque no os vamos a votar. Algo que sería estupendo, la verdad sea dicha porque hay cada uno por ahí diciendo que es conservador que es como para pensárselo…
¿Y si al final gana Owens? ¿Qué pasa entonces? Pues nada. Los demócratas tienen tal mayoría en la Cámara de Representantes (alrededor de 70 votos) que uno más o uno menos no supone ninguna diferencia. Pero la diferencia sería que aún en el caso de perder, Hoffman se convertiría en la major baza para derrotar a Owens el año que viene, el único que supondría una diferencia con respect o a lo que ofrece Owens a sus votantes.
O sea, que ésta no es realmente una elección entre demócratas y republicanos sino, y tal y como ya dije hace tiempo en una de mis entradas, el primer tiro de la guerra civil que se va a vivir en el GOP entre conservadores y no conservadores (o RINO o DIABLO o malbichos) y que terminará, sea cual sea su resultado, con una nueva definición del partido, ya sea para convertirse en un Partido Demócrata bis (Dios no lo quiera) o para volver a los viejos principios conservadores que nunca debió abandonar y ser de nuevo el partido de Reagan, ojalá que con Sarah Palin como figura relevante. Y es que como ha declarado recientemente Dick Armey, el president de FreedomWorks y antiguo líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes:
I think the Republican Party missed its first big opportunity to differentiate itself from big government liberalism and get back to being the party of Reagan. When we’re like us, we win. And when we’re like them, we lose.
(Creo que el Partido Republicano ha perdido su primera oportunidad de diferenciarse claramente del liberalismo del gran gobierno y volver a ser el partido de Reagan. Cuando somos como somos, ganamos. Y cuando somos como ellos, perdemos).
En definitiva, una gran apuesta de Sarah Palin que nos demuestra que sabe perfectamente lo que hace. El martes sabremos el resultado. ¿Habrá sorpresa? ¿Será el “efecto Palin”? Estaremos atentos a ello.