¡Viva Sarah!

21/11/2010

 

Amigos, les pido perdón. Hace más de un mes que no escribo nada y más de uno debe de haber pensado que me he muerto, que me he roto todos los dedos de las manos (y de los pies, que con esos también se puede escribir) o, peor aún, que me he echado una novia socialista y me ha cambiado la mentalidad. Nada de eso; la realidad es tan sencilla como que a principios de octubre, y de la manera más inesperada, me surgió la oportunidad de dejar mi trabajo actual y volver al que tenía anteriormente, que era un sitio donde me encontraba más que bien y que tuve que dejar contra mi voluntad. La cosa parecía hecha y contaba con incorporarme a mediados de mes, pero al final, entre pitos y flautas, todavía no ha sido posible y no ha sido hasta hace muy pocos días que me han confirmado que voy a volver allí, pero que hasta principios de diciembre no se hará realidad. Como ya se pueden imaginar, todo este tiempo de espera me ha disparado los nervios y si les contara yo la cantidad de cosas, todas malas, que he imaginado que me estaban sucediendo, daría para media docena de películas de terror. Desde que lo había soñado hasta que mis actuales jefes me estaban preparando una encerrona y en el último momento me iban a decir que tururú. Ahora ya estoy un poco más tranquilo, pero no se crean porque yo, cuando me pongo nervioso, me pongo nervioso y ni como, ni duermo ni, lamentablemente, escribo mi blog.

Sin embargo, nada es eterno, que diría el clásico, y como quiera que siempre he sentido cierta desazón por no haberles ofrecido mi opinión sobre lo que ha sucedido recientemente en los Estados Unidos en las elecciones del midterm, quiero aprovechar hoy que me encuentro bastante bien para escribirles siquiera cuatro líneas. Eso sí, con la promesa de que esas cuatro líneas de hoy se convertirán en cuatro mil tan pronto como me vea en mi nuevo (viejo) puesto de trabajo y pueda pensar que Dios tiene ciertamente maneras muy curiosas de hacer las cosas y que lo único sensato que puede hacer uno es aceptar lo que le viene, entender que todo tiene algún sentido por más que no seamos capaces de desentrañarlo y ponerse en Sus manos y confiar en Su infinita sabiduría.

En los Estados Unidos, las elecciones del midterm han supuesto, en mi opinión, algo más que un vuelco en la composición del Congreso. Es cierto que es algo que suele pasar, que el partido del presidente pierda parte de su poder a medio mandato, pero teniendo en cuenta las altísimas expectativas con las que fue elegido Obama tan solo dos años antes, que movieron a algunos a pretender derogar la Vigesimosegunda Enmienda, esa que limita a dos los mandatos sucesivos de un mismo presidente, imaginándose que Obama iba a ser reelegido por los siglos de los siglos, los resultados de las elecciones son algo más que un batacazo espectacular. Para mí, es el fin del sueño en el que han vivido Obama y el Partido Demócrata desde 2006, cuando tomaron el control del Congreso, y un duro despertar para ambos.

Con una Cámara de Representantes republicana y un Senado demócrata, pero por poco, la situación es la mejor posible. Yo contaba con eso precisamente: recuperar el control de la Cámara de Representantes, pero no el del Senado (había demasiados pocos escaños en juego) y, es más, no lo consideraba yo oportuno. Haberlo hecho hubiera supuesto que la iniciativa legislativa hubiera pasado a manos del Partido Republicano y éste no se haya todavía en situación de saber qué hacer, embarcado como está todavía en su propia lucha por definir la orientación del partido. En cambio, de este modo, los republicanos pueden fastidiar todo lo posible los planes demócratas de “transformación sustancial de la sociedad” gracias a su control de los resortes económicos (que están en la Cámara), pero serán los propios demócratas los que se verán en la obligación de desbaratar las propuestas legislativas republicanas merced a su control del Senado, lo que seguirá desgastándoles y hará que lleguen a las elecciones presidenciales de 2012 con peores perspectivas que las actuales.

¿Colaboración entre los dos partidos? ¿Eso que llaman algunos “bipartidismo” y que, en la práctica, se resume en: “si los republicanos ceden y se tragan las propuestas demócratas es bipartidismo, pero si los republicanos protestan y se oponen a las propuestas demócratas es obstruccionismo”? Yo creo que es la gran trampa ante la que John Boehner, el nuevo speaker republicano de la Cámara de Representantes, va a tener que dar el do de pecho y demostrar su valía. Rápidamente, mi opinión es que de bipartidismo, nada de nada. Los republicanos han sido elegidos para llevar a cabo un programa político que, nada extrañamente, es la antítesis del actual demócrata. Y eso es algo que no deben perder de vista los nuevos (y viejos) congresistas. No se trata de “rescatar” a un presidente y un partido demócrata que está en mala situación, sino de forzar un cambio de rumbo que permita evitar males mayores y ofrezca en 2012 a un presidente republicano una situación heredada lo menos mala posible. Son las elecciones de 2012 lo que se está jugando el partido republicano ahora mismo y, con ellas, el primer mandato de un futuro presidente republicano. De lo que haga el partido republicano ahora, durante estos dos próximos años, dependerá mucho lo que pueda suceder en los cuatro siguientes. Y, por descontado, la posibilidad siquiera de que esos cuatro años sean republicanos. O sea, que mucho cuidado con ceder a las tentaciones “bipartidistas”, “centristas” o “a mí lo que me gusta es Teledeporte”.

Por si acaso, no estaría de más que todos los congresistas republicanos, tanto los nuevos como los viejos, se leyeran la nota que Sarah Palin publicó hace unos pocos días en su página de Facebook y que, titulada “Welcome to all Republican Freshmen and congratulations!” (“¡Bienvenidos todos los nuevos republicanos y felicitaciones!”), sirve perfectamente de guía para desenvolverse con acierto y coherencia durante estos dos próximos y apasionantes años. Volveremos a ello más adelante.

Y de Sarah Palin, ¿qué? ¿Qué pasa con ella? Pues se lo digo con toda claridad: la gran ganadora de las elecciones ha sido Sarah Palin, el gran perdedor ha sido el establishment republicano y el futuro es suyo. ¡Toma castaña! ¿Lo argumento? Lo argumento.

A mí las elecciones de noviembre me preocupaban poco, si es que me refiero a Sarah Palin. Ésta no era candidata a nada y por más que apoyara a una serie de candidatos, las campañas de estos eran suyas y Sarah Palin no tenía nada que decir al respecto. Lo resalto: SARAH PALIN NO ERA CANDIDATA. Y aunque los republicanos no hubieran obtenido los resultados que han obtenido, ella ni ganaba ni perdía nada. Por supuesto que es mejor que no haya sido así y que un buen montón de candidatos “palinistas” (vamos a llamarlos así) estén hoy en el Congreso, pero ya veremos cuáles son los derroteros de estos candidatos y cómo reaccionan ante las pompas y vanidades de Washington, DC. Por si acaso, les recuerdo que Scott Brown, el senador republicano por Massachusetts, también prometía y luego quedó en nada. O sea, que ya veremos.

Pero si las elecciones de noviembre no me preocupaban mucho, las primarias sí. Para mí, esas eran las verdaderas elecciones donde Sarah Palin sí que se jugaba algo: ni más ni menos que la rectificación de su rumbo actual que de “avante toda, RINO” ha pasado a “avante media, conservador”. Me explico. El Partido Republicano actual es una birria que rebosa RINO por todas partes. Los conservadores son la mayoría de los votantes republicanos, pero uno puede ser conservador y no sentirse representado por el Partido Republicano como yo soy conservador y no me siento representado por el Partido Popular (¡puaj!). Y el Tea Party es la expresión más clamorosa de ese divorcio entre los votantes conservadores y el partido que supuestamente debería representarles. Resultado: ya lo vimos en las elecciones de 2008, cuando McCain no tuvo más remedio que recurrir a Sarah Palin para movilizar a dicho electorado que, hasta entonces, se mostraba más frío que un pez a sus propuestas. Desde entonces, el primer objetivo de Sarah Palin ha sido el devolver el partido a la senda correcta, la que transitó con tanto éxito Ronald Reagan, la de una sólida propuesta de gobierno basada en principios conservadores que atraiga tanto a estos como incluso a esos demócratas, los antiguos “Reagan Democrats”, que no están todavía locos de atar y siguen sintiéndose orgullosos de ser estadounidenses.

Era en las primarias donde se estaba jugando la primera batalla de esa guerra. Sarah Palin se arriesgó respaldando a todos aquellos candidatos que se alineaban con ella, ya ganaran o perdieran finalmente la nominación, pero en cualquiera de los dos casos, poniéndoselo difícil a los candidatos del establishment, que hasta entonces no habían encontrado quién les discutiera. Rand Paul fue un caso exitoso de esto que les estoy contando; Christine O’Donnell no lo fue… teóricamente. Para mí, O’Donnell venció porque evitó que un candidato del establishment venciera en las primarias, enviando el único mensaje que estos tipos entienden: ¡ME TRAE SIN CUIDADO SI PIERDO; ANTES QUE VOTARTE A TI QUE ERES UN TRAIDOR PREFIERO QUE GANE UN DEMÓCRATA! ¡Ésa era la verdadera lucha en estas primarias: conservadores contra RINO! Y, gracias a Dios, los conservadores han vencido en mayor proporción que los RINO y seguro que los cabeza de bolo del Republican National Committee (RNC) están que no les llega la camisa al cuerpo pensando que han perdido el control que tenían hasta entonces de sus votantes. Ahora hay otras opciones y los conservadores están dispuestos a no votar más con una pinza en la nariz. Veremos qué pasa en enero cuando Steele tenga que renovar su mandato al frente del RNC. Atentos a esa batalla porque es de lo más importante. No olvidemos que el ganador será el chairman que estará al frente del Partido Republicano durante lo que tengo la absoluta certeza que será la próxima campaña electoral de Sarah Palin a la presidencia de los Estados Unidos.

Y si la ganadora de las primarias ha sido Sarah Palin, el perdedor ha sido el establishment republicano que ha visto como la criada les ha salido respondona. Su histerismo en Delaware, cuando O’Donnell venció en las primarias, ya los retrató como lo que son: una colección de canallas; Alaska, con su furioso apoyo a Murkowski, confirmó que además de canallas son cobardes; y ya puede ir por ahí Karl Rove pretendiendo que él es el “arquitecto” de la victoria republicana porque ya sabemos bien de qué pie cojea. El verdadero “arquitecto” de esa victoria ha sido el movimiento Tea Party que ha llevado a millones de estadounidenses a comprometerse con sus candidatos en un momento en el que si, por el establishment republicano fuera, se hubieran quedado todos en casa. Y Sarah Palin ha sido la delineante de esa victoria, al ser ella la única que ha mantenido el tipo y se ha opuesto con firmeza y con valentía a esos demócratas con los que tantas ganas tenía el establishment de pactar a ver si había suerte y les dejaban algunas migajas.

En cuanto a lo de que el futuro es de Palin, tomen nota: Sarah Palin se presentará a las elecciones de 2012, lo anunciará hacia marzo de 2011 y lo avanzará a través de un mensaje de Twitter y lo confirmará al día siguiente a través de su página de Facebook. Sarah Palin será la primera candidata independiente en presentarse a la nominación republicana… y la ganará. ¿Por qué digo “independiente”? Sencillamente porque las relaciones entre ella y el Partido Republicano son de lo más inexistentes y su candidatura será tomada como una ofensa por parte del establishment, lo que causará aún mayor placer a sus partidarios. Sarah Palin sabe, y está bien dispuesta, a repetir su campaña de 2006, cuando tuvo que presentarse a gobernadora con la hostilidad del Partido Republicano de Alaska y aún así venció.

Desde que han terminado las elecciones, Sarah Palin ha dado un paso adelante y empieza a perfilar sus propuestas, demostrando que está preparada. ¿La prueba? Su reciente intervención sobre política económica, abominando de la QE2. Terminadas las elecciones del midterm, donde ella no era candidata, empiezan el tiempo de las primarias presidenciales donde ella sí que será candidata. Sus mensajes en tal sentido empiezan a ser más asiduos y sus intervenciones públicas de mayor calado. Está calentando el ambiente y cuando sea el momento, lo dirá. Pero recuerden todos una cosa: Palin es Palin. Desligada por completo del Partido Republicano y contando con su propia organización, el tiempo y la manera serán exclusivamente los que decida ella. Nadie va a decirle cómo tiene que hacer las cosas. Y si yo ahora estoy escribiendo la historia de que cómo ha llegado Sarah Palin a ser la única alternativa creíble del movimiento conservador estadounidense, ya estoy preparado para escribir la segunda parte: cómo Sarah Palin llegó a ser la primera mujer presidente de los Estados Unidos cuando todos creían que eso era imposible. Palin está abriendo su propio camino y es uno tan virgen que nadie puede ni imaginarse por dónde nos va a salir. Pero que llegará, eso es seguro. You betcha!

Volveré.


De cómo el Tea Party metió la pata en Idaho y Sarah Palin no dijo ni mu (y II)

12/10/2010

 

En la anterior entrada dejamos todo el asunto con el candidato demócrata Walt Minnick más contento que unas Pascuas con su nota de respaldo por parte del Tea Party Express, lo cual le permitía sacar pecho y presumir de “candidato de consenso”, tan estimado por la izquierda como por la derecha. Por su parte, los dos candidatos republicanos, Vaughn Ward y Raúl Labrador, seguían estupefactos e intentando entender qué aire les había dado a los del Tea Party Express para ocurrírseles apoyar al candidato demócrata cuando cualquiera de ellos dos es más conservador que Minnick y aquel es justamente uno de esos escaños de la Cámara de Representantes que más fácilmente pueden volver a manos republicanas, con la falta que eso hace.

La excusa que dio el Tea Party Express es que convenía apoyar a algún candidato demócrata más o menos presentable siquiera para cerrar la boca de aquellos que no hacen más que protestar de que el movimiento Tea Party es un movimiento vinculado exclusivamente al Partido Republicano y que sólo apoya a sus candidatos y sólo ataca a los demócratas. Una excusa bastante pobre porque si el movimiento Tea Party se ve en la tesitura de tener que apoyar sólo a candidatos republicanos por algo será, ¿no? Por ejemplo, que no hay ningún candidato demócrata que se adhiera a los principios del movimiento Tea Party (gobierno limitado, responsabilidad fiscal, patriotismo, estricta interpretación de la Constitución, etc.). Y es que si lo hubiera, ese candidato ya no sería demócrata sino que se hubiera pasado al Partido Republicano. ¡Por eso es imposible apoyar a un demócrata! Parafraseando a Ann Coulter, no existe un demócrata inteligente porque cuando uno lo es resulta que ya se ha pasado a los republicanos, ¡caramba!

De todas formas, y tal como ya les avancé de alguna manera en mi anterior entrada, no hay que confundir al Tea Party Express con la totalidad del movimiento Tea Party. Ya les dije que el movimiento Tea Party no es un partido político organizado y con su correspondiente jerarquía, postulados ideológicos y organización dedicada a la toma de decisiones (eso es lo que no consiguen entender de ninguna manera los periodistas españoles, por ejemplo, que hablan del Tea Party como si fuera precisamente eso). El movimiento Tea Party es un movimiento, la expresión visible de un profundo malestar existente entre los estadounidenses y que se refiere a la manera como su clase política ejerce sus potestades en su nombre. Es el “politics as usual” que tantas veces menciona Sarah Palin. Y como tal, no existe jerarquía alguna, sus postulados ideológicos son muy genéricos y de organización interna nada de nada. Es un paraguas bajo el que se cobijan multitud de organizaciones y particulares que asumen la idea general del movimiento (¡estamos hasta los mismísimos… de nuestros políticos, tanto de los de un lado como de los del otro!) y que aúnan esfuerzos en pro de un cambio de rumbo que limpie Washington de los mismos de siempre y lleve en su lugar a otros nuevos comprometidos con sus votantes y que, ante todo, sean conscientes de que su misión es la de llevar la voz de estos al Congreso de los Estados Unidos, no la suya propia.

El movimiento Tea Party, que actualmente está siendo coordinado en lo posible por la National Tea Party Federation, se compone estrictamente de unas 61 organizaciones así como de otras 21 con las que mantiene buenas relaciones. Entre estas, podemos mencionar como las más conocidas a:

  • ­ Americans For Limited Government
  • American Majority
  • Americans For Prosperity
  • FreedomWorks
  • Independence Caucus
  • Liberty First
  • Our Country Deserves Better PAC
  • Smart Girl Politics
  • Tea Party Nation
  • Tea Party Patriots
  • The 912 Project
  • The Patriot Caucus

De entre ellas, la que nos interesa resaltar ahora mismo es Our Country Deserves Better PAC porque es dentro de ella que encontramos al Tea Party Express. OCDV PAC es eso, un PAC (polítical action committee) y como tal recauda fondos y los distribuye entre los políticos a los que apoya. Así, por ejemplo, fueron ellos los que apoyaron más intensamente la campaña electoral del ahora senador Scott Brown en Massachusetts, pagando hasta 350.000 dólares en anuncios televisivos en su favor. También han organizado los tres Tea Party Express que se han producido hasta ahora, siendo el más recordado por todos nosotros el tercero de ellos, el Tea Party Express III, siquiera porque su salida tuvo lugar en Searchlight (Nevada), la localidad natal del senador demócrata Harry Reid, adonde acudió Sarah Palin a pronunciar un pequeño discurso y dar su apoyo a la iniciativa, así como acudió también a la penúltima parada del recorrido en Boston (Massachusetts). Además, han apoyado exitosamente a Sharron Angle en Nevada en su campaña contra su rival en las primarias republicanas Sue Lowden, gastándose casi medio millón de dólares en anuncios para ella (sí, tienen pasta; ya lo creo). En Utah, apoyaron exitosamente también a Mike Lee contra su rival en las primarias republicanas Bob Bennett, el actual senador, y en Alaska, de nuevo exitosamente, a Joe Miller en Alaska contra su rival republicana en las primarias Lisa Murkowski. En los tres casos, se trata de candidatos al Senado de los Estados Unidos.

Pero como quiera que el movimiento Tea Party no es una organización vertical, organizada de arriba abajo, no tiene una cúpula directiva y no puede dar órdenes a sus afiliados (que tampoco los hay, en realidad; cada persona apoya a su organización local en la medida que le da la gana y ya está). En consecuencia, si los del Tea Party Express deciden que les gusta Minnick y que ya está bien de pasar por ultraderechistas siempre y que van a darles con un canto en los dientes a todos esos que les dicen tantas cosas feas, pues nadie puede hacer nada y ahí va el Tea Party Express metiendo la pata de tal manera que difícil será para ellos empeorarlo. Pero sí que lo empeoraron… y mucho.

Toda la culpa la tiene una carta satírica que el portavoz del grupo, Mark Williams, publicó en su página web en respuesta a una serie de críticas realizadas al movimiento Tea Party por parte de la National Association for the Advancement of Colored People (NAACP), acusando a varias de sus organizaciones de racistas, lo cual es el pan nuestro de cada día. El caso es que Mark Williams se sintió tan ofendido por la acusación que acto seguido publicó esa carta a la que hemos hecho mención y que, pretendiendo estar dirigida al presidente Abraham Lincoln, decía exactamente esto:

Estimado Sr. Lincoln:

Nosotros, la gente de color, hemos votado y decidido que no nos mola toda esa cosa de la emancipación. La libertad significa tener que trabajar de verdad, pensar por nosotros mismos y asumir las consecuencias junto con las recompensas. Eso es demasiado pedir de nosotros, la gente de color, ¡y exigimos que se detenga!

De hecho, tuvimos una gran reunión y una votación en Kansas City esta semana. Votamos a favor de condenar ese revival político del viejo espíritu abolicionista que se denomina “movimiento Tea Party”.

La postura del Tea Party de “poner fin a los planes de rescate”, por ejemplo, es una tontería. Los planes de rescate son simplemente un montón de dinero para el bienestar ¿y no es eso precisamente por lo que toda la gente de color lucha? ¿Qué clase de racista quería terminar con un montón de dinero para el bienestar? ¡Lo que tienen que hacer es empezar a destinar los planes de rescate directamente a nosotros, la gente de color! Por supuesto, la National Association for the Advancemente of Colored People es la única parte responsable a la que debería serle concedido el derecho a asignar los fondos. ¿Y esa ridícula idea de “reducir el tamaño y la intromisión del gobierno”? ¿Qué clase de amo no querría controlar mi vida? ¡Como gente de color alguien debe cuidar de nosotros o de lo contrario estaríamos solos, tendríamos que pensar por nuestra cuenta y tomar decisiones!

El racista Tea Party también exige que el gobierno “detenga el gasto fuera de control”. De nuevo, afecta directamente a la gente de color. Eso significa que nosotros, la gente de color, tendríamos que competir por los puestos de trabajo como cualquier otro y eso no es justo. Tal vez el punto más racista de todos en el Tea Party es su exigencia de que el gobierno “deje de subir los impuestos”. ¡Eso es indignante! ¿Cómo vamos a conseguir nosotros, la gente de color, una televisión de pantalla ancha en cada habitación y a los que no son de color se les permite conservar el dinero que ganan? ¡Totalmente racista! ¿El Tea Party espera que nosotros, gente de color, seamos miembros productivos de la sociedad?

Sr. Lincoln, usted fue el mayor racista de todos. Teníamos una gran situación. Tres comidas, alojamiento, todas nuestras decisiones tomada por el amo de la casa grande. Por favor, derogue las Decimotercera y Decimocuarta Enmiendas y déjenos volver a donde pertenecemos. 

Sinceramente,

Como pueden ver, una carta de lo más ácida que uno puede imaginarse. Personalmente, no me hace gracia porque creo que falla en su intención de concretar a sus destinatarios, que son los de la NAACP, y, en consecuencia, engloba a todos los negros estadounidenses lo que puede hacer sentirse ofendidos a muchos de ellos que no tienen culpa de nada, pero tampoco la considero terrorífica. Desacertada y para de contar. Además, quienes ya llevamos un par de años siguiendo a Sarah Palin hemos tenido la desgracia de leer y escuchar cosas mucho peores que ésta y sin que nadie moviera un dedo en su defensa (aparte de nosotros, bloguistas palinistas). E incluso los “graciosos de turno” se han sentido indignados cuando Palin ha protestado (¿recuerdan los comentarios repulsivos de Jay Leno sobre su hija Willow? Nosotros sí).

Mark Williams, el portavoz de Tea Party Express. Sin comentarios. Que cada uno saque sus propias conclusiones, por favor.

El caso es que la carta es desacertada porque los de la NAACP aprovecharon que Williams picó el anzuelo y montaron una de aquí te espero clamando “¡racista!” a voz en grito. En Idaho, el escándalo provocó que Minnick, el candidato demócrata que tan felices se las prometía, tuviera que tomar partido por la NAACP (por supuesto) y exigiera que el Tea Party Express expulsara a Williams de la organización. El Tea Party Express dijo que no, que tururú, y Minnick replicó por escrito condenando al Tea Party Express y rechazando su anterior apoyo prestado por parte del grupo. De todas formas, Minnick no quiso romper del todo con el movimiento Tea Party y declaró que mientras que la carta de Williams era de muy mal gusto:

Ésa es una razón por la cual mi interacción con el popular movimiento Tea Party aquí en Idaho ha sido muy positiva. Encuentro que la vasta mayoría de sus miembros son cordiales, educados y sinceros. Aunque están fuertemente en descuerdo con el presidente y sus políticas, su pasión tiende a enfocarse en los asuntos y no en las personalidades. Por supuesto, en cualquier movimiento hay algunos que llevan las cosas demasiado lejos y dicen o hacen cosas odiosas o hirientes que dañan la causa de todo el grupo. Sin embargo, aquellos que ascienden o reclaman el liderazgo en esos movimientos tienen la obligación de liderarlos con respeto por el movimiento y sus miembros y en consecuencia ser responsables de sus obras y sus palabras.

Uno sospecha que Minnick nunca se sintió demasiado a gusto con el apoyo de marras y que vio el cielo abierto cuando estalló el escándalo como la excusa perfecta para deshacerse de él quedando tan ricamente con el resto del movimiento así como con sus seguidores izquierdistas tradicionales.

Por su parte, Labrador, el candidato republicano vencedor de las primarias, declaró a su vez que condenaba la acción de Williams también, pero pidió que no se culpabilizara a todo el movimiento Tea Party por lo que no es más que la actuación de una sola persona:

Como alguien que ha experimentado el racismo [Labrador es portorriqueño], condeno las declaraciones de este particular. Pero he conocido a mucha gente de diferentes razas en los actos del Tea Party y no creo que las acciones de esta única persona deban ser representativas del resto de personas del movimiento.

¿Y cómo terminó el asunto? Pues finalmente la National Tea Party Federation tomó cartas en el asunto y exigió a su vez la expulsión de Williams del Tea Party Express y el rechazo por parte de estos de su carta, que calificaron de “claramente ofensiva”. La carta fue finalmente retirada de la página web del grupo, pero Williams fue apoyado expresamente por el Tea Party Express y, en consecuencia, la National Tea Party Federation decidió expulsar a todo el grupo del movimiento Tea Party.

Tras semejante resolución, Williams declaró que era una lástima que la NAACP haya escogido el aprovecharse de la situación en lugar de ayudar realmente a la comunidad negra:

No me sorprende que estén entrando al trapo porque la NAACP acaba de descubrir un pozo de petróleo bien lleno de contribuciones en efectivo que les llegarán después de esta resolución [la de la National Tea Party Federation]. Y sé que Al [Sharpton] y Jesse [Jackson, Jr.] van a querer su parte. Los mercaderes de esclaros del siglo XVI deben de haber sido tan buenos explotando a los africanos como lo son ellos.

 En fin, que finalmente la NAACP logró su victoria y al movimiento Tea Party le han sacudido un estacazo que no debería haber recibido nunca, pero las cosas son así. Por mi parte, ya se lo he dicho: la carta es desacertada, pero nada más. Lo que ocurre que cuando uno es un maestro en utilizar la más mínima excusa para armar lío como lo es la NAACP, estos errores se pagan. Williams tendría que haber sido más listo y no haberse dejado tentar por esos tipos, pero no lo fue y las consecuencias a la vista están.

Una metedura de pata. Nada más. El Tea Party Express seguirá existiendo y seguirá actuando, no lo duden. Ya lo dijo Williams en su momento:

No hay un liderazgo en el movimiento Tea Party, cada miembro del Tea Party es un líder.

Y Sarah Palin siguió sin decir ni mu. Hasta la próxima entrada.


De cómo el Tea Party metió la pata en Idaho y Sarah Palin no dijo ni mu (I)

09/10/2010

 

Lo prometido es deuda (¿lo he dicho alguna vez antes esto?). El caso es que me ofrecí en mi entrada anterior a explicarles el curioso caso del Tea Party apoyando a un candidato demócrata en el estado de Idaho y, a la vista del interés que me han manifestado por saber qué había pasado, voy a cumplir mi palabra para que vean que no soy político ni hijo de político (que lo dice la Biblia).

Antes que nada, darles mi opinión sobre lo que sucedió con Vaughn Ward, el que algunos ya catalogaron en su momento como el peor candidato de la historia de los Estados Unidos. ¡Hombre, tampoco hay que exagerar! Es cierto que Ward metió la pata hasta el fondo y que no lo hizo una ni dos ni tres veces, sino un buen montón, pero tampoco hay que cargar las tintas. Si Ward no hubiera sido respaldado por Sarah Palin, seguro que nadie sabría nada de él y sus pifias habrían quedado para la historia local, o sea para algún ratón de biblioteca y nada más.

En mi opinión, Ward era un buen candidato a quien se le subieron los humos a la cabeza. No pongo en duda la firmeza de sus creencias conservadoras ni la rectitud de sus intenciones, sobre todo porque eso es algo que Sarah Palin y sus colaboradores seguro que comprobaron sobradamente antes de hacer público su respaldo. Sin embargo, la gestión de su campaña demostró una total falta de profesionalidad, fuera la culpa de quien fuera: suya, de su director de campaña o de Perico de los palotes. En un país, los Estados Unidos, donde la dirección de campañas electorales es una profesión y una de las más competitivas que existen, uno no pude cometer errores tan garrafales como hacer una página web de cortar y pegar y confiar en que nadie se dé cuenta de ello, copiar párrafos del discurso electoral de otro candidato y pensar que ya nadie lo va a descubrir y, sobre todo, ir de chulo por la vida y pretender no saber dónde está Puerto Rico, que, para más inri, es el lugar de nacimiento de tu rival, que te pillen no sabiéndolo y encima presumir de que eso no tiene ninguna importancia.

El respaldo de Sarah Palin es uno de los más codiciados actualmente por cualquier candidato aunque por sí solo no garantiza la victoria. Es cierto que puede decantar una elección reñida a favor de uno de los contendientes, pero sólo si ese candidato aprovecha ese plus de popularidad que le otorga el reconocimiento por parte de Sarah Palin para impulsar su campaña electoral y llegar así hasta donde no había llegado por sus propios medios, ya sea a la hora de recaudar fondos, obtener popularidad o lograr la confianza del electorado. Y eso es una cosa que la propia Sarah Palin valora mucho a la hora de hacer públicas sus notas de apoyo: en qué momento es más conveniente para su patrocinado que lo haga. Si Ward se pensaba que sólo porque ella le respaldaba la elección estaba ganada, bien equivocado estaba. Si hubiera gestionado inteligentemente su campaña, ese respaldo le habría supuesto el abrir una brecha insalvable entre su rival y él a poco más de dos meses de la fecha de la votación, lo que a la postre le hubiera dado la victoria, pero no fue así y un tonto apoyado por Sarah Palin no se vuelve listo de la noche a la mañana sino que continúa siendo tonto. Sarah Palin no gestiona las campañas de sus patrocinados ni les ofrece más ayuda que su apoyo público y tal vez una modesta contribución económica a través de SarahPAC; si un candidato ha de ganar, lo hará por sus propios méritos y no porque ella lo avale. O sea, que cuidado porque Sarah Palin no hace milagros y estas primarias en Idaho así lo demuestran.

¡Qué vergüenza! Un demócrata aquí en mi blog… Nunca había pasado y me siento abochornado. En fin, que no hay más remedio. Les presento a Walter (más conocido por Walt) Minnick, el candidato demócrata a la Cámara de Representantes por la 1ª circunscripción electoral de Idaho. Él será el rival de Raúl Labrador, el vencedor de las primarias republicanas.

Walt Minnick, que logró su escaño en 2008, batiendo al republicano Bill Sali, el entonces representante en Washington, no tuvo rivales en estas pasadas primarias demócratas. De 67 años de edad, Minnick empezó su carrera política en tiempos del presidente Nixon y fue uno de los creadores de la famosa Drug Enforcement Administration (DEA) aunque dimitió de su cargo cuando se hizo público el escándalo Watergate, dejando entonces la política y dedicándose a su trabajo como abogado en el sector privado hasta que en 2008 volvió a presentarse para un cargo político, ganando las elecciones.

Su historial hasta ahora es corto, pero nadie puede dudar de que se trata de un blue dog democrat, o sea uno de esos demócratas que votan más veces conservador que liberal. Así, Minnick ha votado contra la ley de estímulo económico (¡bien!), contra Obamacare (¡bien!) y contra la ley de cap-and-trade (¡bien!). Vamos, que Minnick es uno de esos demócratas con los que uno podría hablar y hasta entenderse en un Congreso que no estuviera obsesionado con “transformar” los Estados Unidos, pero de eso a votarlo…

Y eso fue precisamente lo que pasó. En abril, el Tea Party Express, uno de los muchos grupos organizados que componen el movimiento Tea Party, anunció que respaldaba su candidatura por más que hubiera otros dos candidatos republicanos (ya fueran más o menos conservadores) en liza, dejando estupefactos tanto a republicanos como al propio demócrata quien debió de preguntar acto seguido si el infierno se había congelado y si alguien había visto a un cerdo volando. Según uno de los dirigentes del Tea Party Express, Sal Russo, su apoyo se debía al hecho de que es importante que el movimiento apoye a demócratas como Minnick “que tienen la voluntad de hacer frente a Pelosi y a Reid”, sobre todo cuando se trata de cuestiones económicas.

La cara que le quedó a los dos candidatos republicanos fue un poema, por descontado y sus declaraciones fueron en tal sentido: sencillamente no entendían nada y ya estaban hartos de ir con la cabeza levantada buscando a esos malditos cerdos voladores que nadie lograba ver. Pero es que no era sólo a ellos dos, Ward y Labrador, a quienes sorprendía y molestaba esa noticia, sino también a los miembros del Tea Party local, que tampoco entendían nada y no estaban nada convencidos de los argumentos dados por Russo.

Éste, por su parte, seguía defendiendo la bondad de su respaldo y alegó que su grupo habían consultado con una larga serie de grupos y activistas individuales del propio Idaho antes de tomar su decisión y que su objetivo final era el de “animar a otros” demócratas a plantar cara a Pelosi y a Reid. “Cuando encuentras a alguien con la voluntad de plantarse, uno va y se planta con él”, dijo finalmente. Incluso anunció la posibilidad de que no fuera el único demócrata al que apoyaran y que hubiera más ya que “no puede tratarse de una cuestión de un solo partido. La responsabilidad fiscal tiene que estar incrustada en ambos”.

Es cierto que el movimiento Tea Party siempre ha estado por encima de ambos partidos y que ha exigido a ambos que se reformen y asuman los mismos principios, especialmente a la hora de gestionar el dinero público, acabando con el derroche. También es cierto que Minnick no sólo no apoyó la ARRA, la ley de estímulo económico, sino que propuso su propia versión de la misma en la que en lugar de 830.000 millones de dólares se bajaría a 170.000 millones y, lo más interesante, desaparecían todas y cada una de las previsiones existentes en la ARRA de earmarks (ya saben, la pasta esa que se llevan cruda los legisladores a cambio de su apoyo), así como incluía la previsión de que todo el dinero que no se hubiera gastado todavía una vez que empezara la recuperación económica fuera devuelto a las arcas federales.

Sin embargo, si bien Minnick votó en contra de todo esto, también es cierto que votó A FAVOR de que Nancy Pelosi fuera la speaker de la Cámara de Representantes y no hay motivos para dudar de que lo vuelva a hacer en 2011, cuando se abra el nuevo período de sesiones. Y si ella es la speaker, la agenda legislativa será la que ella quiera. No hay ninguna seguridad de que la Cámara de Representantes vaya a ser republicana después de las elecciones de noviembre, así que cada voto cuenta y cada escaño arrebatado a los demócratas también. Apoyar al demócrata Minnick en un estado republicano, especialmente cuando su elección en 2008 fue muy ajustada y algo así como un accidente y existen actualmente dos candidatos republicanos con serias posibilidades de desbancarlo no es un error sino un crimen casi. Minnick puede ser un buen gestor económico y estar en desacuerdo con el despilfarro y demás, pero en cuestiones de principios, en cuestiones de Gran Gobierno, de “estado del bienestar” y de empujar al país hacia el socialismo, no lo está y sólo por eso no se le puede ni dar la mano siquiera por la calle. Y mucho menos un respaldo abierto.

¿Qué hay en realidad detrás de este apoyo tan extravagante? Tampoco hay que buscarle tres pies al gato. Sencillamente, que el Tea Party Express ha querido incluir al menos a un demócrata en su lista de apoyos para así evitar la acusación de ser unos títeres del Partido Republicano. Y para ello han elegido al demócrata menos demócrata que han podido encontrar aunque siga siendo demasiado demócrata para que resulte digerible. Vamos, que los del Express han empezado a acomplejarse, a preocuparse más por lo que digan los demás que por lo que crean ellos que es oportuno y, en consecuencia, a volverse “bizcochables”.

Y a todo esto, ¿qué dijo el interesado, el propio Minnick, cuando se encontró respaldado por semejante gente? Pues en un principio estaba encantado, ja, ja, ja. Si es que un político es un político aquí y en Katmandú y todos son iguales. Por supuesto es lo último que se esperaba, pero una vez que le llegó, lo apreció, tal y como declaró a la CNN:

[Los teapartiers] son simplemente gente ordinaria que cree que el gobierno debería equilibrar su presupuesto. No hay nada radical en ello, así que estoy muy satisfecho de tener su respaldo.

Sin embargo, pasados los primeros días, Minnick y John Foster, su portavoz, empezaron a preocuparse por la repercusión que iba a tener ese respaldo entre sus votantes demócratas tradicionales y aunque éste último descartaba la posibilidad de rechazar el respaldo diciendo que “Walt no tiene la costumbre de rechazar apoyos”, también es cierto que le preocupaba el hecho de que “estar en una lista con Joe Wilson y Michele Bachmann no es algo que nos entusiasme”.

Foster también reveló que Minnick había sido el único representante de Idaho que había acudido personalmente a un town hall meeting organizado por el movimiento Tea Party en agosto del año pasado para tratar del tema de la reforma sanitaria. Según Foster, su jefe se mantuvo firme en sus opiniones y se ganó el apoyo de los asistentes en cuestiones económicas pero no en otro tipo de cuestiones en las que Minnick declaró que estaba DE ACUERDO con lo que estaba haciendo el presidente Obama.

Creo que [el respaldo] es una indicación del trabajo que él ha realizado sobre el terreno pero más importante de su capacidad de hablar con cualquiera y buscar posturas comunes siempre que sea posible.

Pero es que a los teapartiers de Idaho tampoco les hizo gracia el asunto. Así, la organización local del Tea Party en Boise, la capital del estado, declaró que ellos no habían sido consultados en absoluto sobre el asunto por parte del Tea Party Express. Así, tal y como dijo en su momento Russ Smerz, uno de sus dirigentes:

No sabemos de dónde se ha sacado el Tea Party nacional este respaldo de Walt Minnick. Es algo preocupante para nosotros que el Tea Party Express respalde a alguien en el estado de Idaho sin consultarnos primero a nosotros. Nosotros no respaldamos a ningún candidato ahora mismo – ni siquiera a Walt Minnick.

Y todo eso mientras los dos candidatos republicanos, Ward y Labrador, acudían por separado a distintos eventos organizados por el Tea Party local con el objetivo de ganarse su apoyo. Así, Ward declaró que a él los únicos respaldos que le importaban eran los que provenían del propio Idaho (otra metedura de pata porque eso, además de una chulería y de ser falso, implicaría despreciar los respaldos que recibió en su momento tanto de Sarah Palin como del propio Partido Republicano). En cuanto a Labrador, éste estuvo más acertado al quejarse de que el dichoso respaldo no era más que una interferencia por parte de grupos nacionales que no están familiarizados con la política en Idaho y que no asocia ese respaldo con el que puedan otorgar los grupos locales del Tea Party.

Por si acaso, el Tea Party de Boise acabó respaldando a Labrador, pero algunos de sus miembros no estuvieron de acuerdo puesto que ellos preferían a Ward y hubo rumores en su momento de una secesión en el seno del movimiento, lo que no hace más que resaltar de nuevo que el movimiento Tea Party no es en absoluto un partido político al uso, sino un mero paraguas bajo el que se cobijan multitud de organizaciones distintas que abarcan una amplísimo espectro político. Como dijo Ward más tarde, refiriéndose al propio movimiento:

A medida que crece como movimiento nacional, empezaremos a ver una jerarquía que ocupe el puesto correspondiente (…) Habrá un proceso de maduración que llevará su tiempo. Este movimiento está en sus primeras etapas y va a tener que empezar a madurar y organizarse si sus líderes quieren que las cosas se hagan.

No todos opinan en este sentido, como el anteriormente citado Sal Russo del Tea Party Express, quien dijo:

Nuestra creencia es que el movimiento será más fuerte si crece como un movimiento popular y no hay una organización nacional que dicte a los distintos grupos lo que tienen que hacer.

Por su parte, Labrador no veía nada malo en que se produzcan estos roces dentro del Tea Party, lo cual para él es “completamente saludable” para un movimiento que aún está en su infancia.

No veo nada negativo acerca de ello. Lo único que le aconsejaría a la organización nacional es el mismo que le daría a cualquiera que viniera de Washington, D.C.: antes de ponerse detrás de un candidato, hablen con la gente de aquí. Son ellos los que importa. Esto es un movimiento, no un partido.

Y eso es lo mismo que creo yo: el Tea Party es un movimiento y no un partido y como tal no debe pretender convertirse en un partido porque será un fracaso. Pero bueno, ya veremos qué sucede. Por cierto, que la historia no termina aquí porque aún tengo que explicarles más. Y tan apasionante como lo que les he contado hasta ahora. En concreto, el rechazo final de Minnick al respaldo del Tea Party Express y la expulsión del propio Tea Party Express del movimiento Tea Party por… ¡racismo! También les explicaré algunos detalles sobre el movimiento en sí.

¡Ah, que se me olvida! Y a todo esto, ¿qué dijo Sarah Palin? ¿Se acordó de California y lo que le dijeron entonces algunos del Tea Party cuando apoyó a Carly Fiorina? Seguramente, pero se lo guardó para sí y no dijo nada. Ni mu. Sarah Palin es Sarah Palin y mira que ya lo he dicho veces, pero todavía habrá que repetirlo hasta que la gente se acostumbre. Y el Tea Party es magnífico, pero no es un partido sino la expresión de una voluntad de cambio en la política estadounidense que deberá ser realizada por alguno de los dos grandes partidos políticos y no por un tercero que es claramente inviable. Y punto y final.

Y ahora me toca escribir un rato de libro. ¡Ea, al trabajo!


El caso de Vaugh Ward y las primarias de Idaho o cómo meter la pata hasta el fondo y no poder echarle la culpa a nadie más que a uno mismo

06/10/2010

 

¿Quién es Vaughn Ward? Pues se trata de uno de los candidatos republicanos que se presentaron durante estas pasadas primarias con la esperanza de lograr ser nominados por su partido y poder así disputar las elecciones generales al candidato demócrata de turno este próximo mes de noviembre. En concreto, Ward se presentó como candidato a representante en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos por la 1ª circunscripción electoral de Idaho.

Sin embargo, Ward no logró su objetivo y fue derrotado, saliendo vencedor su rival, Raúl Labrador, que será quien finalmente dispute el escaño al candidato demócrata, el representante actualmente en el cargo, Walt Minnick. Hasta aquí todo bien, ¿verdad? Un candidato republicano más, un candidato republicano que ha perdido las primarias como tantos otros y un candidato republicano que deberá esperar a una nueva oportunidad quizás dentro de dos años si es que no prefiere cambiar de objetivo y presentarse como candidato al Senado, por ejemplo.

Pero es que Vaughn Ward no era un candidato republicano más porque si lo fuera, no gozaría del honor de ser citado en este blog (perdón por la inmodestia). Vaughn Ward era uno de los 43 candidatos republicanos que tuvieron el aún mayor honor de ser respaldados públicamente por Sarah Palin no sólo con una de sus notas en Facebook, sino que ésta incluso se desplazó en su momento hasta Idaho para celebrar un rally junto a él. ¡Y aún así perdió las primarias! Sí, las perdió. Increíble, ¿verdad? Ward era un buen candidato y prometía maneras, pero la gestión de su campaña electoral fue realmente pésima y ahí Sarah Palin no podía hacer nada; ella puede apoyar a un candidato porque tiene fe en él y cree que sus valores conservadores son sólidos y que los motivos para presentarse que esgrime son los correctos, pero ella no gestiona campañas electorales y si alguno de sus “patrocinados” mete la pata y se hunde, la culpa es exclusivamente suya y no de ella que no ha tenido nada que ver. Y eso es lo que le ha pasado a Ward, tal y como lo vamos a ver acto seguido.

Les presento a Vaughn Ward, una auténtica estrella caída. De los pocos casos en los que alguien respaldado por Sarah Palin no ha logrado su objetivo, el de Ward es el más sorprendente. Nunca hubiera debido de pasar lo que ha pasado, pero ya no tiene remedio. A Ward le toca aprender de sus errores y a nosotros lamentar que esta entrada tenga que ser escrita.

El motivo de redactar esta entrada es la amable petición de uno de nuestros amigos, rojobilbao, que me preguntaba hace poco si sabía lo que había pasado con Ward. Y sí, ciertamente que lo sé, pero como que es demasiado irritante para recordarlo, prefería no hablar sobre ello. De todas formas, no es escondiendo nuestros errores como avanzaremos en el camino de la perfección, así que tal vez no sea tan mala idea el repasar rápidamente lo que sucedió en Idaho estos últimos meses y así poder ofrecer a todos una especie de manual sobre cómo no llevar una campaña electoral. A ver si le sirve a alguien de provecho.

Todo comenzó antes, pero para nosotros, palinistas fervorosos, comenzó realmente el 29 de marzo pasado cuando comprobamos que Sarah Palin había publicado en su página de Facebook una nueva nota de apoyo. En este caso, era una nota colectiva y una en concreto de las más interesantes. Se titulaba “Héroes estadounidenses preparados y dispuestos a servir en el Congreso” y en ella hacía público su apoyo a tres ex militares que habían decidido presentarse a las primarias republicanas de sus respectivos estados: Vaughn Ward (Idaho), Adam Kinzinger (Illinois) y Allen West (Florida). En concreto, la parte de la nota referida a Ward rezaba así:

El primero es el comandante Vaughn Ward, un nativo de Idaho de cuarta generación que creció en la granja de su familia en Shoshone y que se presenta por la primera circunscripción electoral de Idaho. Viniendo de una familia con una orgullosa tradición militar, Vaughn se alistó en el Cuerpo de Marines tras concluir la universidad y estaba a punto de terminar su servicio cuando sucedieron los ataques del 11-S. Puso su vida en juego y atendió la llamada de su país – sirviendo primero como oficial operativo de la CIA y más tarde ofreciéndose voluntario al Cuerpo de Marines para un turno de servicio de combate en Irak, durante el cual fue galardonado con una Estrella de Bronce con la V de combate. Tras regresar de Irak, Vaughn empezó a trabajar en la campaña McCain/Palin. Le estuve agradecida por su apoyo entonces y me siento feliz de apoyarle ahora porque sé que cree en los mismos ideales conservadores de sentido común que apreciamos. Vaughn sabe que el verdadero crecimiento de los empleos viene del sector privado, no del gobierno. Cree en las reformas respetuosas con el libre mercado, el alivio de los impuestos para las familias y los pequeños negocios y el regreso a un gobierno constitucionalmente limitado que viva con sus propios medios. Él llevará la bandera conservadora a Washington y tirará de las riendas del disparatado crecimiento del gobierno para devolverlo a nuestro lado. Y recuerden, votar por Vaughn es votar por quitarle el mango de la sartén a Nancy Pelosi.

Los tres se presentaban a la Cámara de Representantes de los Estados Unidos y de los tres, sólo Ward ha fracasado en su empeño, algo que nunca debería haber pasado, ¡caramba!

Esto sucedía en marzo. En mayo, el día 21 en concreto, Sarah Palin hizo un viaje a Boise (Idaho) para celebrar un rally en apoyo de Ward. Por supuesto, el lugar del rally, el Qwest Arena, vendió todos los asientos disponibles. Y por supuesto también, el rival de Ward, Raúl Labrador, estaba que se subía por las paredes porque Sarah había respaldado a Ward y no a él, así que sus partidarios se habían embarcado en una campaña de ataque contra Sarah Palin que al final tuvo que ser desautorizada poco antes de la celebración de este rally por el propio Labrador a la vista de que era más perjudicial que otra cosa.

¡Sarah, Sarah, Sarah! El de al lado es Ward, pero ¿a quién le importa ése? A nosotros sólo nos interesa Sarah Palin. ¿A que le sienta bien el azul? Es un color tan alasqueño…

La primera circunscripción electoral de Idaho está considerada desde siempre como una circunscripción republicana, pero curiosamente en 2008, aprovechando la marea demócrata que ahogó a medio Estados Unidos, dicha circunscripción cambió de bando y eligió al demócrata Walter “Walt” Minnick como su representante por los pelos (51% de los votos contra el 49% del candidato republicano, Bill Sali, que era el representante entonces en el cargo).

En consecuencia, la campaña de 2010 se abrió bastante y no sólo se presentó el representante estatal Raúl Labrador, sino también estaban el médico Allan Salzberg (quien se retiró y dio su respaldo a Labrador), el representante estatal Ken Roberts (que se retiró y dio también su respaldo a Labrador) y Vaughn Ward, que no era en absoluto un desconocido sino que se trataba de una de las jóvenes promesas del Partido Republicano, un Young Gun (una categoría existente dentro del Partido Republicano para seleccionar a los candidatos más prometedores para los diferentes cargos y así procurar no desperdiciar tiempo ni dinero con candidatos sin posibilidades; ser un young gun implica haber logrado por sí mismo suficiente apoyo, tanto político, económico y popular, como para resultar una apuesta segura prácticamente), habiendo sido etiquetado como tal por el National Republican Congressional Committe (NRCC) en febrero junto con otros nueve candidatos igual de prometedores. De este modo, Ward se beneficiaría de más apoyo económico por parte del Partido Republicano. Tan importantes son las elecciones en Idaho-1 que el propio Ward declaraba entonces:

Éstas son las diez campañas más importantes de la nación que el GOP piensa que puede ganar. Si va a haber un movimiento de péndulo, estos diez escaños lo marcarán.

El apoyo de Palin supuso el toque que le faltaba a Ward para distanciarse definitivamente de su rival, Labrador y tener la oportunidad de recuperar la primera circunscripción electoral de Idaho para el Partido Republicano, algo que debería ser pan comido si tenemos en cuenta que el ticket McCain/Palin arrasó allí con el 62% de los votos en las presidenciales.

Por su parte, Labrador declaró, refiriéndose a Ward y al apoyo obtenido por éste por parte de la cúpula del partido:

Aparentemente cree que porque haya obtenido el respaldo del establishment de Washington eso le importa verdaderamente a la gente de Idaho.

A Labrador no pareció importarle mucho el apoyo dado a Ward por parte del NRCC. El caso es que a la hora de obtener donaciones económicas, Ward aventajaba en mucho a Labrador, mientras que ambos eran claramente superados por el demócrata Minnick.

¿Cómo fue la campaña electoral de Ward? Pues la verdad es que se centró excesivamente en atacar a Minnick, un congresista demócrata que suele votar como conservador (un blue dog democrat) en los grandes asuntos y que votó en contra de Obamacare (si no lo hubiera hecho, ahora sería uno de esos “20” a los que Sarah Palin se la tendría jurada porque la circunscripción que representa fue republicana en 2008), pero que no respaldó la contrapropuesta republicana. Así, Ward declaró:

Mi oponente se encuentra en una encrucijada y no hace nada. No puede conseguir que se haga nada. No apoya a su propio partido y aún así tampoco apoya la alternativa republicana, que está orientada al libre mercado. No puedes estar en misa y repicando al mismo tiempo.

Ward evidentemente se sentía ya el vencedor, pero ni siquiera eso hubiera sido un obstáculo puesto que para finales de abril llevaba una cómoda ventaja sobre Labrador. Lo malo vino en mayo, durante el último mes (las primarias se celebraron el 25 de mayo) cuando a Ward se le acumularon los problemas, problemas que pueden ser detallados uno por uno y la lista casi no se termina nunca.

El principal y más dañino: Ward plagió parte de un discurso de otro candidato. Eso no es malo siempre y cuando no se descubra, lo que no suele suceder a menos que seas tan idiota de plagiar el discurso más famoso de los últimos diez años… el de Obama en la Convención Nacional Demócrata de 2004. Éste es el fragmento del discurso de Obama y el que pronunció Ward (los transcribo en inglés para que lo aprecien mejor):

As we stand at the crossroads of history, we can make the right choices and meet the challenges that face us. If you feel the same urgency that I do, if you feel the same passion that I do, then I have no doubt the people will rise up in November and this country will reclaim its promise and out of this long political darkness, a brighter day will come.

As we stand on the crossroads of history, I know we can make the right choice and meet the challenges that lay before us. If you feel the same urgency and the same passion that I do, then I have no doubt that our voices will be heard in November. And our country will reclaim its promise and out of this darkness, a better day is on the horizon.

Sí, la verdad es que se parecen demasiado. El discurso de Ward fue pronunciado en enero, pero sus adversarios esperaron hasta poco antes de las elecciones para hacerlo público para que tuviera menos tiempo de reaccionar.

Durante un debate celebrado poco antes de las elecciones, Ward trató a Puerto Rico como si fuera un país extranjero cuando es un territorio de los Estados Unidos y… su rival, Labrador, es portorriqueño. Éste así se lo hizo ver:

Labrador: Puerto Rico no es un país. Puerto Rico es un territorio de los Estados Unidos. Ya es hora de que tomemos algunas lecciones y aprendamos lo que es Puerto Rico.

Ward: La verdad es que me da lo mismo lo que sea. No tiene importancia.

Labrador: Obviamente no la tiene para usted.

Pésima respuesta de Ward que no sólo mete la pata sino que luego mete la otra también y ahí se queda. Cuando los periodistas preguntaron a su portavoz de campaña, Mike Tracy, éste alegó que el video del debate había sido manipulado por los asesores de Labrador para hacer quedar mal a Ward y que la cuestión original se refería a “países extranjeros”, lo que hacía la respuesta de Ward más plausible. Además, alegó que por supuesto Ward sabe que Puerto Rico es un territorio estadounidense porque sirvió en Guantánamo durante un tiempo, lo cual a mí todavía no me convence porque uno puede haber hecho la mili en Alicante  y no saber que Mallorca es una isla, digo yo. Además, Guantánamo está en Cuba… ¿Qué tiene que ver eso con Puerto Rico?

Otra pifia fue la revelación de que Ward no votó en las elecciones de 2008. Es cierto que por aquel entonces, estaba trabajando como director de campaña de McCain/Palin en Nevada y alega que estaba tan ocupado que no podía permitirse el coger un avión y volar a Idaho para votar, pero podría haber votado por correo puesto que lo sabía con tiempo suficiente, digo yo también.

A mediados de mayo, un periódico local, el Idaho Statesman, publicó que Ward acababa de ser respaldado por la American Conservative Union (ACU). Lo malo es que ese respaldo no era reciente sino de noviembre del año pasado y la campaña de Ward lo acababa de reenviar al periódico como si fuera de ayer mismo. Con un berrinche de un par de narices por haber picado, los del Statesman reprocharon la mala jugada a Ryan O’Barto, el director de campaña de Ward, y éste explicó que lo había reenviado para refrescar la memoria de los electores:

Según se acerca el día de las elecciones, me gusta reenviar las notas de apoyo. Algunas son de hace mucho tiempo y como que cuando se publicaron originalmente faltaba tanto para las elecciones, la prensa podría no haberlas publicado debidamente.

No debía de gustar mucho la excusa, que algo caradura sí que es, porque una hora después el propio O’Barto llamó al Statesman para cambiar su versión de los hechos:

No estoy intentando echarles la culpa a ustedes. Es la misma nota que antes y no es eso lo que se supone que debería haber sido. Voy a mandar una rectificación. Es culpa mía. Acabo de comprarme un nuevo Mac y aún estoy intentando averiguar cómo funciona.

¡Genial! La culpa es del Mac. Pues haberse comprado otra marca.

Ese mismo día, se reveló también en el periódico Spokesman-Review que la mitad de las diez tomas de postura sobre diferentes cuestiones políticas que Ward exhibía en su página web eran un plagio palabra por palabra de otras tantas de otros candidatos, por ejemplo de Jim DeMint. La campaña de Ward rápidamente las borró y despidió a Ryan O’Barto, no se sabe si por copión, por falta de originalidad, por chapucero, por no enterarse de nada o porque era el único que pasaba por ahí.

Ward también se encontró acusado de cambiar de opinión cuando modificó su postura sobre la 17ª enmienda, la que reserva la elección de los senadores por sufragio universal. En un principio, Ward dijo en televisión que estaría a favor de revocarla, pero tras haber sido presionado por la prensa, cambió de opinión. Él alegó que estaba “clarificando” su postura, pero de decir sí a decir no va mucho más que una aclaración.

En un e-mail enviado a la prensa, Ward incluyó una cita del senador republicano por Idaho, Mike Crapo, que daba la impresión de que respaldaba su candidatura cuando no era así y el propio Crapo le pidió que lo retirara.

Finalmente, se le reprocho a Ward que estuviera en contra del masivo gasto federal cuando su esposa trabaja en Fannie Mae, una de las empresas semipúblicas que han sido rescatadas precisamente con dinero federal y en la cual ocupa un puesto de dirección que le permite a él no trabajar y hasta haber podido dedicarse durante los últimos once meses a su campaña electoral a tiempo completo. Sí, la verdad es que causa un poco de mala impresión, ¿no?

Como resultado de todas estas pifias, el 25 de mayo pasado Labrador venció por un 48% de los votos contra un 39% para Ward. Que conste que Labrador también es un Young Gun, sin embargo, él no ha conseguido cubrir todos los requisitos establecidos para poder ser respaldado completamente por el GOP.

Labrador celebrando su victoria. Ciertamente ha sido toda una sorpresa y está más que claro que ha ganado porque Ward perdió las elecciones por sí mismo. No es un descrédito para él, pero es cierto.

En consecuencia, que en noviembre veremos una campaña electoral entre Labrador y Minnick y no una entre Ward y Minnick. Y que Ward lo tiene crudo para ser elegido para cualquier otra cosa porque todas estas pifias se las recordaran una y otra vez. En fin, que tendrá que buscar otro empleo. Ojo, no digo que sea un mal tipo, sólo digo que ha demostrado ser un pésimo candidato ya sea por culpa suya o por culpa de su equipo. Pero la culpa es suya, no de Sarah Palin. Que ella no ha tenido nada que ver en todo esto. Faltaría más.

Un abrazo, amigo rojobilbao.

P.D. Por cierto, ¿saben quién fue el candidato respaldado por el Tea Party en estas elecciones? ¡Demonios, Walt Minnick, el demócrata! Sí, sí, como lo oyen. Respaldaron a Minnick y éste tuvo la gentileza de rechazar su respaldo después de un cierto rifirrafe que más bien sonaba a excusa para deshacerse de un respaldo que les avergonzaba. ¿Recuerdan cuando Sarah Palin apoyó a Carly Fiorina en California en contra de Chuck DeVore y los del Tea Party le dijeron de todo menos bonita? Bueno, pues si Sarah no fuera una mujer excepcional como lo es, bien que se podría haber tomado la revancha ahora, pero no lo ha hecho. Eso demuestra de qué pasta está hecha. No sé si contarles la apasionante historia de cómo el Tea Party apoyó a un demócrata y éste despreció su apoyo. No sé si les puede interesar. La verdad es que no me interesa demasiado, pero a lo mejor lo hago.

P.P.D. Excelente entrada la de Rillot en su blog: “Señora Presidenta”. No comparto su pesimista punto de vista y estoy seguro de que le gustará que le responda dando el mío, tan optimista siempre. Prometo hacerlo pronto. Y, amigo Rillot, ojalá podamos discutirlo delante de sendas jarras de cerveza un día de estos. Hace ya demasiado tiempo que no nos vemos.


Ya casi estamos en noviembre, ¿eh? (revisado)

30/09/2010

 

Por motivos laborales, trato habitualmente con extranjeros y como quiera que yo soy así, me divierto mucho sorprendiendo a los pocos estadounidenses que me vienen con mi razonable conocimiento sobre su país. Como a una joven neoyorquina nacida en Minnesota que ha venido recientemente a trabajar a España como programadora informática y de la cual, tras averiguar que sus padres todavía viven en Minnesota, en la bonita población de Saint Cloud, le pregunté si iban a votar por Michele Bachmann, puesto que ésa era la candidata republicana al Congreso que les correspondía por circunscripción electoral. La pobre casi se desmaya. Y luego no hubo manera de convencerla de que no soy un estadounidense expatriado, ni siquiera alegando mi mal inglés que ella pensaba que era fingido.

¡Sí, vamos a ganar! Y 2010 es sólo el principio. ¡Ya veréis en 2012! Palabra de Palin.

Reconozco que la historia anterior no deja de ser una de esas casualidades que te da la vida y que sólo suceden una vez porque resulta que Michele Bachman es una de mis políticas estadounidenses favoritas y he leído bastante sobre ella. Así pues, estoy familiarizado con los datos correspondientes, por ejemplo, a su circunscripción electoral y me suenan la mayoría de localidades que engloba. Si la joven ésa llega a haber nacido en Oklahoma, no hubiera podido quedar ni la mitad de bien, por supuesto. Y mi gozo en un pozo entonces.

El caso es que ha concluido por fin la larga temporada de primarias en los Estados Unidos y, aunque con un poco de retraso, me gustaría repasar lo que ha dado ésta de sí. Por supuesto, declarar que sólo ha habido una vencedora por parte republicana; una vencedora que, para más inri, no se presentaba a ninguna de ellas: Sarah Palin. Su influencia a la hora de respaldar a los candidatos que ha estimado más oportunos ha sido esencial para el triunfo final de muchos de estos. Nombres como los de Carly Fiorina (California), Nikki Haley (South Carolina), Joe Miller (Alaska) y Christine O’Donnell (Delaware) son los de las sorpresas más morrocotudas producidas durante estos largos nueve meses de campaña electoral y ninguno de estos cuatro que aquí he destacado ha dejado de reconocer que sin su apoyo explícito, ellos no serían nada.

Y por lo que se refiere precisamente a ese apoyo, lo más curioso es que aquí ha habido tortas para ambos lados de lo que ahora es el Partido Republicano, un partido con el alma dividida realmente. Por una parte, algunos candidatos han vencido gracias al respaldo de Sarah Palin… ¡y en contra de la opinión del movimiento Tea Party que patrocinaba a otro candidato! (el caso más evidente: Carly Fiorina contra Chuck DeVore en California) mientras que, por la otra, algunos candidatos han vencido gracias al respaldo de Sarah Palin… ¡y en contra del establishment republicano que patrocinaba a uno de los suyos! (el caso más evidente –y divertido–: Joe Miller contra Lisa Murkowski en Alaska). ¡Toma castaña! Si a alguien le quedaba alguna duda acerca de que Sarah Palin es Sarah Palin y sólo se pertenece a sí misma y nadie, absolutamente nadie, puede pretender apropiarse de ella, aquí tiene dos ejemplos que bien podrían ser varios más.

Todos apreciamos mucho al movimiento Tea Party y yo, en especial, he aprovechado mi escasa capacidad de hacer llegar mi opinión a los demás para respaldar a sus integrantes con todo mi corazón, pero eso no quiere decir que sean infalibles, que su palabra sea irrefutable y que sus candidatos sean los más altos, los más listos y los más guapos (o los más conservadores). En el caso concreto de California, una vez que me puse a ello me di cuenta de que los motivos esgrimidos por Sarah Palin para apoyar a Fiorina en lugar de a DeVore eran sólidos y convincentes. Además, ciertamente no creo que fuera DeVore el candidato más idóneo en mi modesta opinión para desbancar a una avezada senadora demócrata como lo es Barbara Boxer. Ya será bastante difícil para Fiorina, pero es que DeVore estoy seguro de que no lo hubiera logrado de ninguna manera (y hasta puede que hubiera perdido las primarias frente a Tom Campbell). A DeVore me gustaría apoyarle en 2012 contra Dianne Feinstein, pero ahora mismo no sé si lo haré puesto que me ha quedado un cierto regusto amargo durante estas primarias. Y es que no basta con ser el más conservador de entre los conservadores; también conviene ser el más listo y DeVore ha demostrado que no lo es.

En fin, que no es éste el momento de entrar a discutir lo que puede pasar en 2012. Sí que lo es en cambio para repasar la lista de candidatos apoyados a lo largo de todo este tiempo por Sarah Palin y comprobar qué ha sido de ellos. Dicho y hecho, la lista es ésta:

En total, se trata de 43 candidatos apoyados expresamente por Sarah Palin, la mayoría de ellos a través de su página en Facebook (aunque también se ha dado el caso de Rand Paul, que anunció él mismo el haber recibido el apoyo de Palin). De estos 43 candidatos, 23 son mujeres y 20 hombres (lo que no tiene la más mínima importancia digo yo) y de ellos, 33 han logrado alzarse con el triunfo y ser los nominados del Partido Republicano (muchos de ellos a regañadientes porque los del establishment no los querían ver ni en pintura… ¡Que se chinchen pues!) para las elecciones de este próximo noviembre mientras que 10 han sido derrotados. Sí, sólo 10; de 43, sólo 10. Si esto no hace de Sarah Palin el mejor respaldo con el que puede contar un candidato que venga Dios y lo vea. Para que luego salga el chulo de Mitt Romney a decir que los respaldos de Palin son bonitos («nice» dijo)pero no tienen ninguna influencia… ¡Será idiota el tipo ese!

Sin embargo, no son estos 43 los únicos apoyos que ha concedido Sarah Palin porque hay otros 20 más por ahí. Sí, sí, ¡20 más! Y ahora mismo les diré de dónde han salido estos. ¿Recuerdan ustedes cuando hace unos meses, seis concretamente, se aprobó finalmente la malhadada reforma de la sanidad en los Estados Unidos? ¿Sí? Seguro que sí. Pues fue entonces cuando Sarah Palin hizo pública una nota en Facebook (¡viva Facebook!) detallando el nombre y la circunscripción electoral de veinte congresistas demócratas que habían votado a favor de la reforma cuando en su circunscripción la mayoría de sus votantes estaban claramente en contra de ella. Eran circunscripciones donde McCain y ella habían ganado durante las pasadas elecciones presidenciales y que estaba claro que no se sentían nada inclinadas hacia el hope, el change y el Yes, we can (conseguir que nos crezca el pelo de nuevo) de Obama y su troupe de charlatanes.

En concreto, Sarah Palin publicó entonces el siguiente mapa:

Por cierto, que su publicación supuso que los demócratas pusieran el grito en el cielo alegando que Sarah Palin había puesto dianas para representar a sus adversarios políticos y que con ello estaba haciendo apología de la violencia y que si patatín, que si patatán y que tal y que cual y que tratándose de alguien que tiene armas en casa y que sabe cómo utilizarlas… En fin, recuerdo que por aquel entonces hasta yo me ocupé del tema y aclaré que el símbolo utilizado por Sarah Palin en su mapa no es una diana sino un símbolo internacionalmente reconocido dentro del ámbito de la topografía para señalar un emplazamiento con toda precisión. Y ya está. Además, puestos a recordar dianas y personajes públicos amenazados con ella, ¿quieren estos demócratas que les saque mi particular galería de los horrores y empecemos a contar fotos de Sarah Palin enmarcada por una diana de verdad? No, verdad. Ya me lo imaginaba.

Como pueden ver en el mapa de arriba, tres de esos tipejos ya se han retirado de la carrera electoral por el motivo que sea: Vic Snyder (Arkansas), Brad Ellsworth (Indiana) y Bart Gordon (Tennessee). Sin embargo, sus sucesores siguen arrastrando el pecado original de sus antecesores: esas circunscripciones tienen que ser republicanas de nuevo. Además, quedan otros diecisiete a los que dar más palos que a una estera para que aprendan así a no jugar con la salud de los demás (y nunca mejor dicho).

¿Y quiénes son los candidatos republicanos que les van a dar esa somanta que tanto se merecen? Pues son los siguientes que les voy a relacionar. Sarah Palin ha publicado recientemente una página web dedicada en exclusiva a este tema y es de ella de donde he sacado cada uno de los perfiles biográficos que les ofrezco. La dirección es http://www.takebackthe20.com/. Lógicamente no podía ser otra y éste es su mensaje de bienvenida:

20 representantes demócratas de circunscripciones en las que ganamos en 2008 votaron a favor del proyecto de ley de reforma de la sanidad

Han pasado seis meses desde que el presidente Obama firmó el proyecto de ley de reforma de la Sanidad y lo convirtió en ley. A pesar del abrumador disgusto público hacia Obamacare, nos dijeron que Washington sabe lo que es mejor y que no había nada por lo que preocuparse. Nancy Pelosi dijo que el Congreso tenía que aprobar el proyecto para que los estadounidenses pudieran “descubrir lo que contiene”. Lo descubrimos y es aún peor de lo que nos temíamos.

Únanse a mí en parar los pies a aquellos que estuvieron con Obama y Pelosi y votaron a favor de este desastroso proyecto. Los demócratas de 20 distritos en los que ganamos en 2008 votaron a favor de Obamacare. Ahora podemos votar en contra de ellos.

Vamos a reemplazarlos con buenos conservadores que votarán por rechazar y reemplazar Obamacare por una reforma centrada en el paciente, orientada hacia los resultados y de libre mercado que proporcione soluciones a gente de todos los niveles de ingresos sin arruinar a nuestro país.

Reclamemos el poder del pueblo de aquellos que desdeñan la voluntad del pueblo.

No os desmoralicéis, organizaros. Es el momento de tomar partido.

Éste es el mensaje de presentación de Sarah Palin. Corto, claro y contundente, como debe ser. Y estos son los veinte candidatos que van a batir (Dios lo quiera) a esos felones relacionados más arriba. ¡Ah, qué coraje me da el no poder votar siquiera a uno de ellos!

 Tim Griffin es un reservista del Ejército de los Estados Unidos con 14 años de servicio, incluyendo una campaña en Irak. Tim sabe acerca del sacrificio y del honor. ¡Vamos a enviar a este candidato con sentido común al Congreso!

Paul comparte nuestra creencia en que el despreocupado gasto del gobierno federal nos está poniendo en una senda peligroso hacia la insolvencia – y está decidido a hacer algo sobre eso. Además de ser un orgulloso padre de familia, Paul es dentista y como propietario de un pequeño negocio como lo es su consulta, Paul comprende los desafíos a los que se enfrentan los creadores de puestos detrabajo cuando D.C. los machaca con órdenes sin fin, sobrerregulación, planes para imponer nuevos impuestos sobre la energía y simplemente (e innecesariamente) se entromete en el sector privado. El buen doctor sabe que la verdadera creación de puestos de trabajo viene del sector privado, no del gobierno y trabajará para contener el largo brazo del gobierno y poner nuestra economía en marcha otra vez  manteniendo al gobierno fuera del camino.

Cuando lo eligieron tesorero del condado de Maricopa, los votantes confiaron su dinero a David Schweikert, que invirtió y supervisó sin perder ni un centavo. David mejoró el servicio al público y trabajó para asegurarse de que los «arizonianos» sabían a dónde iban a parar los dólares de sus impuestos. Éste es el tipo de liderazgo que necesitamos en D.C. Enviemos a David al Congreso.

Jesse Kelly es un condecorado veterano de la Guerra de Irak que volvió a casa y decidió continuar con su servicio a nuestro país presentándose para un cargo público. Jesse se mostrará firme contra la transformación fundamental de los Estados Unidos que estamos viendo en las políticas que vienen de Washington. Luchará por sus votantes tan honorablemente como luchó por todos nosotros vistiendo el uniforme.

Como líder de un pequeño negocio, Scott Tipton sabe cómo las garras del gobierno estrangulan  a los pequeños negocios. Vamos a enviar a este líder con sentido común a Washington para cortarle las garras y dejar a los pequeños negocios progresar y crecer en libertad.

Cory Gardner ha sido un líder con sentido común en la legislatura de Colorado luchando por un gobierno más pequeño y menos regulaciones. Es la quinta generación de “coloradenses” y no le asusta el ensuciarse las manos todavía en la granja familiar. Cory ha estado luchado por sus votantes en Colorado; ayudémosle a llevar su lucha a Washington.

La página web de Steve lo dice mejor: “Con Steve Southerland, lo que ve es lo que obtiene. Él no es alguno de esos políticos fugaces intentando ocupar un cargo público montado en una ola de inteligentes frases y cuidadosamente medidas intervenciones públicas. Él es simplemente un duro trabajador de Panama City que cree que el vecindario del norte y del noroeste de Florida merece más por parte de nuestros líderes en Washington. Ése es el motivo por el cual se presenta al Congreso de los Estados Unidos. Ayudémosle a llegar a Washington.

Como veterana de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y diecisiete años de experiencia en la oficina del Sheriff del condado de Orange, Sandy Adams tiene el arrojo y la experiencia para tomar las decisiones duras en Washington. Ha servido a sus votantes bien y luchado por ellos en la legislatura de Florida. Enviémosla a Washington para que continúe su lucha.

El doctor Larry Bucshon creció como el hijo de un minero del carbón, se alistó en la reserva de la Armada y se presenta por la 8ª circunscripción electoral de Indiana. ¿Quién mejor que un doctor hecho a sí mismo y con éxito del corazón de los Estados Unidos para diagnosticar los problemas de Obamacare y trabajar para la verdadera reforma sanitaria? Enviemos a este doctor con sentido común al Congreso.

Todd Young es la quinta generación hoosier con un historial de servicio a nuestro país. Todd es un graduado de la Academia Naval de los Estados Unidos y un veterano de los Marines. El servicio de Todd continúa como fiscal local. Enviémosle a Washington.

Como veterano de la legislatura de North Dakota, Rick Berg ha ido ascendiendo a través de las filas hasta llegar a ser el speaker. Ahora está llevando su experiencia a Washington. Como esposo de una doctora, la familia de Rick conoce de primera mano los peligros de Obamacare. Enviemos a Rick al Congreso.

Bill creció en una granja familiar donde aprendió “los valores del trabajo duro, la honradez y el sacrificio” – valores que necesitamos en nuestros líderes. Bill se retiró de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos como teniente coronel después de una distinguida carrera de 26 años. Pero no estaba listo para la jubilación todavía – continuó su liderazgo iniciando dos exitosos pequeños negocios que crearon puestos de empleo. Enviemos a Bill a Washington a luchar por nosotros.

Como antiguo profesional de la industria sanitaria, Jim Renacci conoce de primera mano los peligros de Obamacare. Jim tiene un largo historial de servicio en su ciudad de Wadsworth (Ohio), desde voluntario en el cuerpo de bomberos hasta las salas del concejo municipal e incluso en el despacho del alcalde. ¡Necesitamos más líderes locales de sentido común y probados para mostrar a Washington cómo se hacen las cosas! Enviemos a Jim al Congreso.

En el campo de juego y fuera de él, esta antigua estrella del fútbol sabe lo que cuesta ganar la lucha. Mike Kelly lleva muchos sombreros: atleta, entrenador, padre, abuelo, líder de un pequeño negocio y activista comunitario. Ayudemos a elegir a este irlandés luchador para rechazar y reemplazar Obamacare en el Congreso.

Tom Marino no se asusta del trabajo duro. Este hijo de un bombero y una portera trabajó en una fábrica durante gran parte de su juventud. A los 30, hizo el cambio – fue a la Universidad, se licenció en leyes y ascendió a través de las filas hasta llegar a ser Fiscal de los Estados Unidos. La educación en sentido común de Tom y su estricta ética del trabajo le harán una voz necesaria en el Congreso. Ayudémosle a llegar allí.

La página web de Mick Mulvaney lo resume mejor: “Mi oponente es muy rápido en señalar que el gobierno ya controla el 45% de la sanidad. Ahora tal vez veamos cuál es la fuente del problema”. Mick es un padre de trillizos e hijo de profesores que ha servido a South Carolina en el senado estatal. Enviémosle al Congreso a continuar su lucha.

Pocos entienden el problema de Obamacare mejor que los profesionales de la Sanidad. Como enfermera, Diane Black comprende por qué necesitamos una verdadera reforma de la sanidad y por qué Obamacare no lo es. Ha servido a Tennessee con distinción como senadora estatal y representante. Diana tiene la experiencia y las creencias que necesitamos en el Congreso. Enviémosla a Washington.

Robert Hurt tiene un historial de sentido común probado de mantenerse firme. Como miembro de la legislatura estatal de Virginia, ha votado contra los incrementos de impuestos más de dos docenas de veces. Los residentes en la 5ª circunscripción de Virginia conocen bien al senador Hurt y han votado a este líder de sentido común en el pasado. Vamos a mantener la tendencia y enviarle al Congreso.

Los votantes de la 1ª circunscripción de West Virginia ya están a medio camino de allí. Ellos han tenido el buen sentido de echar a su liberal del cargo. Ahora vamos a recorrer el resto de la distancia con David McKinley, un padre de cinco, abuelo de cuatro, y un hombre hecho a sí mismo. David inició una empresa, creó puestos de trabajo y sabe cómo dirigir. West Virginians for Life ha dado a David su sello de aprobación. Enviémosle al Congreso.

Después de que Spike Maynard se retirara del servicio de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos, fue elegido por sus convecinos  “virginianos del oeste” como fiscal, juez y ahora como miembro de la más alta corte del estado. Los habitantes de West Virginia conocen a Spike y han confiado en él en el pasado para asegurarse de que la justicia es servida. Ahora vamos a enviarlo al Congreso a que continúe su servicio.

Pues estos son todos los «hombres y mujeres de Palin», si es que se puede decir así. Tomen buena nota de ellos y en noviembre, tras las elecciones, veremos cuántos de ellos se convierten finalmente en cargos electos. Ojalá que todos ellos, pero ya me conformaría yo con la mitad siquiera. Ojalá aquí en España pudiéramos contar con unos pocos así para votarles, pero eso por estos lares ya no abunda. De hecho, es una especie extinguida completamente: el político honrado.

Hasta la próxima entrada que será interesante: les hablaré sobre A pledge to America. Es una cosa del GOP. A ver qué les parece. Y sí, también tengo que hablarles de cómo va mi libro: ya tengo un 60% creo, pero aún queda mucho que hacer. Y aunque lo termine, habrá que pulirlo. Ahora mismo es una cosa muy basta. ¡Ah, por cierto! Creo que voy a dejarme de tonterías y voy a regalarlo. Así llegará a mucha más gente.


¡Por fin llegó septiembre!

01/09/2010

 

¡He vuelto! Después de sobrevivir a uno de los meses de agosto más calurosos que he conocido y de haberme casi arruinado comprando horchata fresquita en cantidades industriales, por fin estoy aquí de nuevo. Y me complace sobremanera ver que ustedes también. A ver, a ver… Sí, están todos. No falta nadie. ¡Fantástico! Confío en que me hayan echado un poco de menos. Por mi parte, no saben lo mucho que yo les he echado de menos a ustedes. Ríanse si quieren, pero de verdad que me he pasado todo el mes pensando: ”¿Y si vuelvo y resulta que ya no se acuerdan de mí?”. Gracias a Dios, no ha sido así (suspiro de alivio). Y como quiera que tenemos mucho de que hablar, me callo, que es lo que tengo que hacer, y paso ipso facto a relatarles lo que ha dado de sí este sudoroso mes de agosto.

“¿Estáis todos de vuelta ya? Pues yo también. ¡Vamos, que hay mucho que hacer!”, parece decirnos la incansable Sarah en esta estupenda foto suya. Y ciertamente tiene razón: las elecciones de noviembre ya están a la vuelta de la esquina y es el momento de hacer el esfuerzo final.

Sobre Sarah Palin y las primarias

Durante todo este mes de agosto, han seguido sucediéndose las elecciones primarias en los distintos estados que las tenían programadas para estas fechas. Tras las últimas de julio, las celebradas el pasado 27 de julio en Oklahoma, hemos visto las de Kansas, Michigan y Missouri (celebradas el 3 de agosto), las de Tennessee (celebradas el 5 de agosto), las de Colorado y Connecticut (celebradas el día 10), las de Washington y Wyoming (celebradas el día 17) y las de Alaska, Arizona y Florida (celebradas el día 24).

De entre todas ellas, las más interesantes a priori eran las tres últimas: las de Alaska porque es el estado de Sarah y, tal y como ya nos esperábamos todos, el grado de compromiso que ha mostrado ella allí a favor de sus candidatos favoritos ha sido el mayor que le habíamos visto nunca; las de Arizona porque estaba la cuestión de si John McCain sería capaz de vencer o no a la vista de lo mal que pintan las cosas este año para aquellos candidatos republicanos tenidos por unos RINO rematados como lo es él y del hecho que Arizona es un estado que, merced a su recientemente aprobada ley estatal de inmigración, se ha convertido casi en un símbolo; y en Florida porque se presentaba como candidato a senador Marco Rubio, quien ha logrado desbancar a Charlie Christ, uno de los RINO más RINO de todo el Partido Republicano, y en quien se tienen puestas muchas esperanzas por más que no sea uno de los candidatos respaldados expresamente por Sarah.

Finalmente, las cosas han ido de perlas en Alaska donde no sólo Sean Parnell, el antiguo vicegobernador de Sarah, ha logrado hacerse con la nominación a gobernador, sino que también Joe Miller, un auténtico desconocido a decir verdad, ha logrado desbancar a la hasta ahora senadora por Alaska, Lisa Murkowski, otra RINO e hija del antiguo rival de Sarah cuando ella misma optaba a la nominación republicana como gobernadora, Frank Murkowski. Si es importante este triunfo de Joe Miller que, al igual que los anteriores de Nikki Haley en South Carolina y de Carly Fiorina en California, ha puesto histérico al establishment republicano, hasta el punto de que el NRSC (National Republican Senatorial Committee) ha tenido la desfachatez de enviar a uno de sus abogados a Alaska a petición de Murkowski a ver si podían encontrar alguna manera (sucia, por supuesto) de arrebatarle la victoria a Miller a cuenta de los votos por correo. Con este acto, los del NRSC se han ganado el más profundo desprecio por parte de todos los que nos consideramos buenos competidores y despreciamos las artimañas, aguantándonos cuando nuestros candidatos favoritos pierden, que es lo que deberían hacer ellos. Tal y como he leído en algún sitio, a partir de ahora cuídense mucho de contribuir siquiera con un solo dólar a estos tipos y si quieren hacer un donativo, háganlo directamente al candidato de que se trate, pero ni se les ocurra dárselo a los del Partido Republicano porque lo utilizarán para cosas como, por ejemplo, ésta: tratar de torcer la voluntad mayoritaria de los votantes de un estado a favor de su propio candidato, el del establishment, el de las elites. Por mi parte, les informo que considero tan importante el caso de Miller que voy a incluirlo en mi libro como uno de los momentos relevantes de la campaña de las primarias, junto con los de Bachmann, Haley y Fiorina. ¡Faltaría más!

En cuanto a  Arizona, pues que John McCain se asegura la nominación republicana lo cual me deja frío, aunque no puede dejar de reconocer que sólo por el hecho de habernos dado de alguna manera a Sarah, McCain se merece eso y una apacible jubilación dormitando en su escaño senatorial, a poder ser sin más ganas de saltar el pasillo para ir a ver a sus amigotes demócratas del otro lado, que es lo que me imagino que acabará pasando con él. El hombre ya tiene una edad y confío en que sean sus últimas elecciones, pero no tengo ningún problema en que se retire a lo grande, como senador y con Sarah, ya como presidente de los Estados Unidos, haciendo el brindis de honor en su cena de despedida.

Por fin, respecto a Florida, pues ya les había hablado alguna vez sobre Marco Rubio, uno de los jóvenes valores del Partido Republicano (o tal vez vamos a tener que empezar a hablar del off Partido Republicano tal y como en New York se habla del off Broadway para referirse a los teatros que están fuera del circuito tradicional, tal y como todos estos conservadores de nuevo cuño están realmente fuera del partido tradicional, que tanto necesita que lo fumiguen a fondo). Rubio ha ganado las primarias, lo cual estaba más que cantado después de que lograra echar de la carrera a Charlie Christ, el candidato del establishment. Vamos a ver qué pasa finalmente con él. Yo tengo ciertas esperanzas en que sea uno de los buenos, pero Sarah, que es la que sabe, nunca se ha pronunciado sobre él y después del fiasco de Scott Brown, que más que el 41º senador republicano parece el 61º senador demócrata, a quien tampoco apoyo expresamente por más que le felicitara luego por su victoria, uno ya se fía poco.

En definitiva, que los RINO están en caída libre, los buenos conservadores en ascenso y Sarah Palin en alza en su papel de fina analista política y con un ojo casi clínico para escoger la buena opción a la hora de apoyar a un candidato. Y eso es lo que les aterroriza a los gerifaltes del Partido Republicano, que la ven cada vez más decisiva mientras que ellos y su niño bonito, Mitt Romney, andan de capa caída. Por cierto, ¿se acuerda alguien de un tipo alto, repeinado y algo chulesco llamado Mitt Romney? Pues eso.

Sobre Sarah Palin y España

Pues a falta de confirmación oficial, parece que los amigos del GEES (Grupo de Estudios Estratégicos) van a celebrar su vigésimoquinto aniversario, a celebrar el año que viene, trayendo a Sarah Palin a España. Uno de sus miembros, Rafael Bardají, así lo anunció (por más que fuera oficiosamente) el pasado 1 de agosto en el programa de esRadio «Por tierra, mar y aire», presentado por Óscar Elía. Aquí les dejo aquí un enlace para que puedan escuchar el programa y comprobar que no es un caso de aquellos de «quien tiene hambre, sueña con pan», sino que es verdad de las buenas, de las que el presidente Obama no podría decir ni una sin que le rechinaran los dientes. El momento concreto se da en torno al minuto 51.15 (¡gracias, Educantabro, por el enlace!). Por mi parte, ya me he puesto en contacto con ellos para intentar asegurar nuestra presencia allí (me temo que será un acto de esos de acceso restringido, siquiera para evitar a los alborotadores), así que a ver si conseguimos al menos una invitación.

¡Sarah Palin en España! ¿Qué puedo yo decir? ¿Qué podríamos todos nosotros decir? Por supuesto, si viene (que no dudo que lo hará porque los del GEES me consta que son personas serias), allí estaré. Y cuento con que todos ustedes también. ¡Oh, cielos! ¿Se imaginan que pudiéramos darle siquiera la mano!

Sobre America is ready!

Llevo un mes justo escribiendo America is ready! La verdad es que ha sido un mes complicado y durante el cual he tenido que visitar más de una vez el parque para reflexionar. Y es que cuando empiezas a escribir un libro, por más que tengas bien pensado cómo lo quieres, la realidad se impone y hay cosas que no encajan. A mí me ha pasado y la primera parte, la más educativa por decirlo de alguna manera, ha acabado saliendo de una manera bastante diferente a lo que me había imaginado. Y es que sencillamente, no funcionaba. Al final he tenido que rehacerla y es ahora cuando veo que sí funciona, pero me ha costado lo mío. Y para que vean cómo ha quedado finalmente esa primera parte, que constituye la cuarta parte del libro, les detallo los capítulos de los que constará y que son estos:

AMERICA IS READY!
Sarah Palin y la revolución del sentido común en Estados Unidos

Introducción: ¿Por qué Sarah Palin?

El nacimiento de los Estados Unidos de América

1776. El año en que todo cambió en América.
Una independencia que ganar: de trece colonias a trece estados.
Una nación que construir: de trece estados a una Unión.

El sistema político de los Estados Unidos de América

La piedra fundamental: la Constitución.
Un sistema bipartidista: El Partido Demócrata y el Partido Republicano.
Eligiendo a sus representantes: el Electoral Day.
Haciendo las leyes: el Congreso.
Aplicando las leyes: el Presidente.
Velando por las leyes: el Tribunal Supremo.
El otro platillo de la balanza: los estados.

Esta parte ya está lo bastante terminada como para poder dársela a alguien que yo me sé (mi amiga L., ya saben) para que la lea y me la corrija. Todavía tengo que hablar con ella, pero estoy seguro de que aceptará, ya verán. En cuanto al resto, he empezado ya con la segunda parte, la historia de Sarah Palin antes de 2008, y estoy convencido de que me resultará mucho menos dificultosa más que nada porque ya he cogido el ritmo y, aparte, aquí sí que puedo aprovechar parte del material publicado en el blog, lo cual me facilitará mucho la tarea. Sería muy importante que pudiera terminar septiembre con algo más de la mitad del libro listo y a ello me voy a aplicar. Confío en no sufrir interrupciones y que las musas no me abandonen.

En cuanto a la cuestión de si será publicado o no, vuelvo a la carga. Después de haber sido rechazado por una de las buenas editoriales de derechas que conozco, voy a intentarlo con otras tres. Dentro de poco me pondré en contacto con ellas a ver qué me dicen. De todas formas, si la respuesta acabara siendo negativa, sepan que mi elección será  la de editármelo yo mismo a través de uno de esos sitios web que hay ahora y que te permiten hacer eso: Bubok, por ejemplo. Por supuesto, preferiría no tener que hacerlo así, pero si no hay más remedio, se hará. Lo que no voy a hacer de ninguna manera es comerme el libro con patatas. Ya lo tuve que hacer con mi tremebundo novelón, uno que escribí allá por el 2000, y no me va a pasar una segunda vez. Palabra de Palin.

Sobre el blog

En cuanto al blog, no hay más novedades que una que me hace bastante ilusión: abrirlo a otras colaboraciones. Con esto quiero decir que si alguno de ustedes quiere escribir algo sobre Sarah Palin y mandármelo, estaré encantado de publicarlo. El caso es que estoy tan atareado con la cuestión del libro que temo no poder publicar todo lo que quisiera en el blog, así que un poco de ayuda no me vendría mal. Así que ya saben, este blog, su blog, es a partir de hoy más suyo que nunca. Todos aquellos de ustedes que quieran colaborar, sólo tienen que mandarme sus escritos (y las fotos, vídeos, enlaces, etc. correspondientes) a esta dirección de correo electrónico y pueden tener la certeza de que lo verán publicado en Conservador en Alaska lo antes posible:

colaboraciones.cea@gmail.com

Escriban lo que quieran y con la extensión que quieran. La única condición que les pongo es que lo que me manden trate sobre Sarah Palin o temas muy relacionados con ella y que lo hagan desde este lado de la trinchera, el palinista. Si no, el botón de “spam” lo tengo cerca y soy muy ducho en utilizarlo.

Y, finalmente, sobre este esforzado bloguista

Por otra parte, les informo sobre mis últimos movimientos, sobre todo a raíz de algún comentario que me ha llegado lamentando la poca trascendencia que tiene Sarah Palin en algunos medios como Libertad Digital, donde supuestamente deberían hacerse eco de ella más a menudo. El caso es que opino lo mismo y ya a mediados de julio envié una carta por correo postal a su director ofreciéndome para colaborar con ellos y cubrirles un flanco, el de Sarah Palin y el movimiento Tea Party, que me apena ver tan descuidado. De momento, no he recibido respuesta lo que no sé si achacar a que agosto es un mes de vacaciones o a que consideran a Sarah Palin «demasiado» para ellos y a mí algo parecido a un agente provocador. Algo me dice que lo más probable es esto último. Como ya saben, hubo un tiempo en que tenía buena prensa dentro de Libertad Digital, donde solían aparecer con cierta asiduidad las cosas que publicaba en el difunto Semanario Atlántico. Luego, de repente, dejaron de publicarme y tal como vino, se fue mi aventura allí. ¿Cambio editorial? ¿Olvido? ¿Otras prioridades? La verdad es que a uno le gustaría ver publicado allí, mi diario digital de cabecera, algo más que meras noticias de agencia sobre Sarah Palin, incluso aunque no las escribiera yo, pero no hay manera. Fuera de la famosa noticia de «Obama no tiene cojones», ¿quién de ustedes recuerda alguna noticia sobre Sarah Palin que valiera la pena leer? Pues eso.

Y esto es todo para empezar. El próximo día les ofreceré la traducción de una entrevista realizada a Sarah y Todd Palin (sí, él también sale… y habla) a mediados de este mes de agosto. Es una buena entrevista, bastante política, y vale la pena traducirla para que puedan leerla. Los dos hablarán sobre energía, fundamentalmente sobre los motivos que hay para autorizar la perforación de nuevos pozos de petróleo allí en Alaska, pero también hablarán sobre el lío armado por el presidente Barack HUSSEIN, HUSSEIN, HUSSEIN Obama y su entusiasta apoyo a la construcción de una mezquita cerca del lugar de los atentados del 11-S. Muy interesante, ya lo verán.

P.D. Finalmente Bristol Palin no se va a casar con el miserable del padre de su hijo. ¡Aleluya! Dios ha visto que iba a meter la pata de nuevo y lo ha evitado. Para que luego digan que no existe… ¡Ánimo, Bristol! Tú te mereces algo mejor y seguro que lo acabarás encontrando.


¿Quién quiere a Sarah Palin en el GOP?

24/07/2010

 

Pues la verdad es que mucha gente. Lo que pasa es que esa gente no suelen ser dirigentes del partido, sino meros afiliados de base. Los dirigentes, salvando alguna honrosa excepción, sencillamente la detestan. Y no es de extrañar si recordamos el historial de enfrentamientos de Sarah Palin con los “intereses creados” desde tan pronto como fue elegida por primera vez concejal de su pueblo, Wasilla (Alaska). Al día siguiente de tomar posesión de su puesto, ya estaba enfrentada con quienes habían patrocinado su candidatura en la confianza de que sería una buena chica, de esas que “se sientan y se callan”. Grave error de juicio el que cometieron los aprendices de brujo esos. No podían haber dado con alguien menos dispuesto a ser un mero engranaje en la máquina. Al contrario, Sarah Palin tenía vocación de ser el grano de arena que lo descuajaringaba todo y a fe que lo hizo. Y si no, que se lo pregunten a los good ol’ boys de la política de Alaska, los del “Corrupt Bastards Club” (CBC), miembros del Partido Republicano como ella, que acabaron todos fuera de juego tan pronto como Sarah Palin ocupó su puesto como gobernadora de Alaska. Y eso todavía no se lo han perdonado. Ni lo harán nunca. Porque tienen mucho miedo de que pueda hacer lo mismo en Washington, DC. Que lo hará.

Una foto que agradezco especialmente que me la hayan enviado porque me viene como anillo al dedo para ilustrar la entrada de hoy. Quiera Dios que esté profetizando y que a partir de enero de 2013 podamos ver una imagen semejante a diario y durante los próximos ocho años (después Piper ya tendrá 19 años, pero me temo que aún será demasiado joven como para presentarse a las elecciones… Sí, no hay duda. Tendremos que esperar un poco más para ver a otra Palin en la Casa Blanca. Esperemos que no tengamos que sufrir mientras a Chelsea Clinton, ¡glups!).

Hace pocos días, el pasado 22 de julio, se hicieron públicos los resultados de una de tantas encuestas como suelen realizarse en Estados Unidos. Encargada por The Economist, entre otras cuestiones, una de las preguntas, tal vez la más interesante era la siguiente: “Si usted tuviera que escoger a uno, ¿cuál de las siguientes personas quisiera que fuera el nominado republicano para la presidencia en 2012?”. Las respuestas fueron las siguientes:

  • Sarah Palin (antigua gobernadora de Alaska): 28%
  • Mitt Romney (antiguo gobernador de Massachusetts): 18%
  • Newt Gingrich (antiguo speaker de la Cámara de Representantes): 17%
  • Mike Huckabee (antiguo gobernador de Arkansas): 13%
  • Mitch Daniels (actual gobernador de Indiana): 4%
  • Tim Pawlenty (actual gobernador de Minnesota): 1%
  • Mike Pence (actual representante por Indiana): 1%
  • Haley Barbour (actual gobernador de Mississippi): 1%
  • John Thune (actual gobernador de South Dakota): 1%
  • Sin preferencia por ninguno de ellos: 17%

Ciertamente no se trata más que de una encuesta como hay cientos a diario y no vale la pena hacer mucho caso de ninguna de ellas, ya que la única encuesta que importa es la del día de las elecciones, pero si la he traído a colación se debe a que en ella aparecen además (y por enésima vez) una serie de datos que, de tanto repetirse en cada encuesta que se realiza, ya pueden darse casi como verdades indiscutidas: primero, que los partidarios del movimiento Tea Party prefieren a Sarah Palin antes que a cualquier otro candidato (entre los que se declaran así en esta encuesta, un 26% la prefieren a ella, un 19% prefieren a Romney, un 16% a Gingrich y un 15% a Huckabee); segundo, que entre los votantes republicanos, su popularidad es abrumadora, lo que la convierte en su principal apuesta de cara a las primarias de 2012 (entre los que se declaran así en esta encuesta, un 77% tiene una visión favorable de Sarah Palin sobre un 17% que la tienen desfavorable).

En consecuencia, uno no debería estar muy lejos de la verdad si considerase a Sarah Palin como la personalidad más influyente dentro del Partido Republicano. Sin embargo, en este caso en concreto eso no es cierto. Sarah Palin no es una personalidad influyente dentro del Partido Republicano si a lo que nos referimos es a la maquinaria del partido, el establishment republicano, como lo llaman algunos para hablar solamente de los órganos directivos del Partido Republicano, o el Beltway GOP, como lo llaman otros por la autopista de circunvalación que rodea Washington, D.C. y con lo que se pretende englobar además a todos los cargos electos republicanos que prestan servicio allí, ya sea en el Senado o en la Cámara de Representantes. Dónde sí que es influyente Sarah Palin, y aquí sí que no hay ninguna duda de que es la más influyente de todos con diferencia, es fuera de la organización del Partido Republicano, entre la base social. Dentro de la organización, mi opinión es que Sarah Palin delega en Fred Malek, un peso pesado del partido (muy pesado realmente) que forma parte de su círculo íntimo y que pienso que es quien asume su defensa ante ellos e intermedia si es menester.

Sin embargo, no parece que esa mala opinión que puedan tener de ella dentro del partido le preocupe mucho a Sarah Palin, quien desde que terminó la pasada campaña electoral, buen cuidado ha puesto en mantener las distancias con esas dos instancias, el establishment y el Beltway GOP. Perfecta conocedora por experiencia de cómo se cocinan las cosas en los despachos de los altos cargos del Partido Republicano, casi siempre por haber sido el pollo que no la cocinera, ya mencioné una vez que Sarah Palin es casi una tercera vía que, sencillamente, no se ha molestado todavía en romper su carnet del partido públicamente. De hecho, estoy convencido de que le trae bastante al fresco lo que puedan pensar las altas esferas del Partido Republicano sobre ella, decidida como está a no volver a ser el muñeco de nadie y conservar su libertad, una libertad que perdió voluntariamente cuando accedió a integrarse en el ticket de John McCain y que para lo único que le sirvió es para que la abandonaran a su suerte durante toda la campaña electoral y que aún después de ésta pretendieran cargarle el muerto del fracaso electoral. Sarah Palin va por libre e incluso el propio título de su libro, Going Rogue, parece haber sido escogido ex profeso (yo creo que ésa es la idea) para mandarles un mensaje a los budas del Partido Republicano y decirles que la han perdido definitivamente, que vuelve a ser la Sarah Palin que el año 2006 en Alaska triunfó en las elecciones a gobernador aún con la oposición de ellos quienes (recordemos que el Partido Republicano de Alaska sólo contribuyó a su campaña electoral con 5.500 $) y que nunca más lo dejará de ser.

Así las cosas, el que hace poco, a raíz de la última metedura de pata de Michael Steele, el chairman del Partido Republicano, diciendo que la guerra de Afganistán es “una guerra elegida por Obama” y sugiriendo que no es posible ganarla, hayan surgido muchas voces criticando sus palabras (entre ellas, las de los senadores John McCain, de Arizona; Jim DeMint, de South Carolina; y Lindsey Graham, de South Carolina también), así como otras clamando por la destitución de Steele (entre ellas, las de Bill Kristol, editor de The Weekly Standard; Liz Cheney, cabeza visible de Keep America Safe;  Tom Cole, representante por Oklahoma y antiguo dirigente del National Republican Congressional Committee; y Katon Dawson, antiguo dirigente del Partido Republicano de South Carolina y antiguo rival también de Steele por la dirección del Partido Republicano) e incluso abogando porque sea sustituido por Sarah Palin, no es de extrañar.

El primero en proponer tal solución fue tal vez Kevin Williamson en su blog en National Review, quien dijo:

Palin sería mucho mejor chairman del Republican National Committee que candidata presidencial o “hacedora-de- reyes” por su cuenta. Atraería toneladas de dinero y ayudaría a reclutar buenos candidatos. Por ejemplo, ella sobresaldría haciendo las cosas que Steele debería haber hecho en lugar de nombrarse a sí mismo gurú republicano en jefe.

Una chairman Palin ayudaría a dotar del tono correcto al Partido Republicano sin tener que embrollarse en las minucias del desarrollo político que no son su fuerte. Por seguro, ella es divisiva, pero también lo es Barack Obama y estos son tiempos de división. Y una cosa es tener a una chairman del partido divisiva y otra tener a una candidata divisiva.

En principio, la propuesta resulta de lo más interesante, pero a mí personalmente no me convence porque quien la propone sigue con la manía de que Sarah Palin no es una política capaz de articular un programa electoral serio y consistente, presentarlo ante la opinión pública y ganar unas elecciones basándose en él. En mi opinión, lo que subyace en la idea de Williamson es ofrecer a Sarah Palin un retiro dorado, permitiendo así a Mitt Romney presentar entonces su fracaso de candidatura sin temor alguno a que Sarah Palin pueda derrotarle. Vamos, un timo. Y ese timo no le va a salir bien a Williamson porque estoy convencido de que Sarah Palin tiene medidos todos y cada uno de sus pasos de aquí a 2012 y dudo mucho de que ser chairman del Partido Republicano y meterse en ese avispero lleno de vagos sinvergüenzas y crápulas, politicastros de la peor especie, que es el Republican National Committee, le atraiga en lo más mínimo. Buen intento, Williamson, pero Sarah Palin es demasiado lista para ti. Inténtalo con tu sobrino de diez años a ver si con él cuela.

Pero no fue solamente Williamson quien lanzó la idea; por otro lado, The Daily Constitution, un blog conservador, se mostró igualmente favorable a la idea de una Sarah Palin chairman:

No existe otro republicano hoy en día a quien los progres odien o teman más que a Palin. El GOP necesita desesperadamente su liderazgo, el poder de su estrellato y su capacidad de recaudar fondos para conseguir las victorias políticas en noviembre que el partido está esperanzado en obtener para ganar de nuevo la Cámara o el Senado. Después de la última metedura de pata por parte del líder del RNC Michael Steele, la hora de Palin puede estar cerca si es que ella está dispuesta.

De nuevo, opino que no está en absoluto dispuesta. Sarah Palin no va a meterse en ningún sitio donde ella no sea la única jefa. Y punto.

De cualquier manera, recordemos que el mandato de Steele es por dos años, que éste concluye en enero del año que viene y que su puesto depende de la voluntad de los miembros del Republican National Committee. Tras las recientes protestas por parte de algunos de los pesos pesados del partido, la cuestión de su conveniencia en el cargo ha saltado a la luz pública y estos miembros deben de estar ya considerando la cuestión que se reduce a si echar a Steele antes de las elecciones de noviembre puede ser beneficioso o no de cara a las perspectivas electorales del partido. Y si finalmente deciden que sí que lo es, ¿a quién poner en su lugar? 

Ciertamente nombrar a Sarah Palin chairman del GOP (y que ésta lo aceptara) sería un movimiento de lo más inteligente para un Partido Republicano con la voluntad de volver al camino correcto, depurar el partido de los RINO que lo infestan actualmente (y que, con la eterna cantinela de que “hay que ganar el centro, o sea a los independientes” lo único que logran es enajenarse el apoyo de los conservadores) y convertirlo en un partido con verdaderas posibilidades de triunfo en 2012 ya que dondequiera que vaya Sarah Palin va con ella el apoyo de la base política más entusiasta que existe actualmente en Estados Unidos: los teapartiers republicanos (y muy seguramente muchos de los teapartiers independientes y hasta de los demócratas). Y es que, si nos ponemos a pensarlo, ¿qué otro nombre dentro del Partido Republicano puede a día de hoy concitar tanto apoyo por parte de los votantes? ¿Puede alguien imaginarse un nombre siquiera? ¿Romney? ¡No me hagan reír! ¡Él es precisamente el candidato del establishment! ¿Gingrich? Su tiempo ya ha pasado y aunque nadie niega su sabiduría política, no es un candidato creíble porque ya demostró en NY-23 que antepone antes los intereses del partido a los del movimiento conservador lo que le valió la repulsa del Tea Party. ¿Huckabee? No tiene ninguna posibilidad de ganar por lo que lo único que hará será animar las primeras primarias para dejar paso a una Sarah Palin que se le comerá todo su apoyo tradicional. ¿Daniels? ¿Pawlenty? ¿Pence? ¿Barbour? ¿Thune? ¿Quiénes son esos? ¿Jindal? ¿Jeb Bush? ¿En serio pretenden que le regalemos la reelección a Obama más de lo que le regalamos ya la primera elección en 2008? Aparte que otro Bush no sé si podríamos soportarlo. Dos y no más, Santo Tomás.

Es muy posible que este próximo mes de noviembre tengamos el placer de contemplar una avalancha republicana en el Senado y en la Cámara de Representantes que libere a Estados Unidos de los peores temores causados por unos demócratas medio socialistas, medio locos. Las cosas no marchan bien y los estadounidenses lo saben. Y Obama lo sabe también. O al menos lo debería saber porque seguro que Rahm Emanuel, su jefe de Gabinete, le informa de que a cada día que pasa sus índices de popularidad están un poco más bajos y que en los dos años que faltan todavía para que concluya su mandato hay tiempo de sobras para que lleguen al sótano de la Casa Blanca, rozando la red de alcantarillado público, una proeza que no logró Bush 43 siquiera. Si finalmente se produce esa avalancha, ¿quién se llevará el mérito de ello? ¿Una Sarah Palin que se ha partido la cara por una serie de candidatos por los que nadie daba ni un centavo hasta que ella los respaldó y los puso en boca de todos o un inane Partido Republicano que, si por él fuera, a estas alturas en lugar de avalancha estaríamos hablando de catástrofe bis, a imagen y semejanza de la que se produjo en 2006? El triunfo de una buena cantidad de candidatos “palinistas” en noviembre no repercutirá de ninguna manera en el GOP; antes al contrario, será el aviso por parte de sus votantes de que la brecha entre ellos y la dirección del partido es tan ancha y profunda ya que no hay puente que pueda salvarla. En diciembre, Sarah Palin puede encontrarse con que es la candidata indiscutida para obtener la nominación republicana en 2012 y Mitt Romney bien haría en preguntarse si vale la pena correr otra campaña electoral para ser de nuevo un elegante perdedor.

Todos sabemos que para el establishment republicano, a pesar de lo mucho que la detestan, Sarah Palin es perfecta para mantener “a los tipos del Tea Party dentro de la tienda”. Sin embargo, ni Sarah Palin piensa que ella esté para eso ni los del Tea Party tienen ninguna intención de seguir dentro de la tienda quietecitos porque la intención de ambos es realmente hacerse con la tienda y echar de allí a los que tan mal la montaron. Y ya lo dijo claramente en su discurso en Nashville cuando la convención del movimiento. Para Sarah Palin, los del Tea Party son el partido y son ellos los que están en la buena dirección y en tanto que ellos la acepten como su abanderada, su objetivo será que el Partido Republicano se vuelva como el Tea Party y no que el Tea Party se vuelva como el Partido Republicano. Y es que todas esas miles y miles de personas que lo componen no se van a contentar con pegar sobres y llamar por teléfono pidiendo el voto para el candidato republicano que sea sino que lo que pretenden es, en primer lugar, recuperar su partido, un partido descarriado desde hace muchos años, y luego, en segundo lugar, recuperar su país, el Estados Unidos del sueño americano. Y saben que sólo Sarah Palin puede garantizarles eso.

Y para terminar hoy, les dejo con otra aportación que me ha llegado recientemente. Un magnífico esquema explicativo sobre qué es la democracia entendida a la manera progre. Vale por media docena de sesudos manuales de ciencia política. Por cierto, yo no he pasado del primer “Racist!”. Qué le vamos a hacer.


Sarah sigue descubriendo sus cartas: ¿A quién apoya el Sarah PAC? (I)

17/07/2010

 

Fue el 18 de febrero de este año cuando publiqué una entrada con casi este mismo título (“Sarah descubre sus cartas: ¿A quién apoya el SarahPAC?”) pasando cuentas (y nunca mejor dicho) a lo que estaba haciendo Sarah PAC, el PAC (Political Action Committee, comité de actuación política) de Sarah Palin. Recordemos que dicho PAC empezó a funcionar el 27 de enero de 2009 y que su principal objetivo es el de apoyar económicamente a los diversos candidatos que se presentan a las elecciones del mes de noviembre, aunque también cumple con las funciones de facilitar la tarea a Sarah Palin haciéndose cargo de todos los gastos causados por su incansable actividad política. Vamos, que Sarah PAC es la hucha de Sarah Palin y que tanto se ocupa de dar un donativo a una “grizzlie mom” como de pagar al que ensobra las cartas que envía. El caso es que como que Estados Unidos es así (y ojalá dure muchos años más), allí hay que rendir cuentas públicamente de hasta el último centavo que se emplea en actividades políticas y Sarah PAC escogió recientemente, a principios de este año, el hacerlo trimestralmente. Pues bien, ya tenemos los datos referentes al segundo trimestre de este año (los del primer trimestre los recogí en la entrada que menciono más arriba). Vamos a ver qué está pasando pues. Les adelanto que Sarah PAC ha dado un salto cuantitativo y cualitativo en su actuación y que la cosa se está poniendo de lo más interesante. Incluso, por lo que he leído por ahí, a los de la izquierda (y a algunos en la derecha también) les está empezando a entrar el tembleque… ¡Genial!

Buscando una foto para ilustrar la entrada de hoy, me he encontrado con ésta antigua, pero de lo más interesante: el despacho de Sarah Palin cuando era gobernadora de Alaska. Como bien pueden ver, al fondo, junto a la ventana, podrán ver una bandera de Israel, un detalle que a Sarah Palin no le parece inconveniente de mostrar, tal y como harían el 99% de nuestros indignos políticos en la actualidad. Con esto, y recordando también aquél glorioso pin de las banderas hermanadas de Estados Unidos e Israel que lució durante su aparición en la Iª Convención Nacional del movimiento Tea Party, ¿a quién se le puede ocurrir que Sarah Palin es una política de extrema derecha? Sólo a un memo, evidentemente. Y más risa me da cuando la tildan de racista. ¡So idiotas, si está casada con un nativo alasqueño! Delirante. Como si yo me casara con una mujer negra y me llamaran racista también.

Introducción

Esto que voy a contarles ahora les sonará porque es prácticamente una copia literal (sí, sí, me copio a mí mismo y sin citarme, ja, ja, ja) del primer párrafo de la entrada de abril que ya les he mencionado. Lo hago no por pereza sino porque es un buen resumen y si hay algún lector nuevo entre nosotros, así tiene la posibilidad de tener la misma información que nosotros y no se siente perdido. Bien, pues lo que iba a decirles es que como quiera que en Estados Unidos la contabilidad se tiene que llevar bien (no como aquí en España donde cada uno puede llevar la contabilidad que le dé la gana, o sencillamente no llevarla, y tan contentos), cada PAC, que no es más que una organización privada creada con fines declaradamente políticos generalmente por una persona física aunque también pueden ser creados por una entidad jurídica, está obligado a presentar estados de cuentas detallados cada cierto tiempo (a elección del interesado: mensuales, trimestrales, semestrales o anual) ante un organismo público, la Federal Election Commission (FEC) o comisión electoral federal, que fiscaliza la actividad de todos y cada uno de esos PAC existentes en el país, además de ostentar poderes sancionadores en los casos de vulneración de la legislación establecida al efecto. Además, esos estados de cuentas son públicos y cualquiera, como yo, por ejemplo, puede consultarlos sin más problemas que recordar que en Estados Unidos, el punto de los miles es una coma y la coma de los decimales, un punto.

En el caso de SarahPAC, ésta es la segunda entrada que publico dedicada al asunto, ya que la primera, que revisaba los estados de cuentas presentados para el primer semestre de 2009 (“Sarah Palin se mueve: el SarahPAC (y III)” se publicó el 17 de septiembre de 2009 y la segunda (Sarah descubre sus cartas: ¿A quién apoya el SarahPAC), dedicada a los del primer trimestre de 2010, el 18 de febrero de 2010. Hasta entonces, las prioridades de Sarah Palin y su PAC parecían ser más de índole interno: organizarse, poner las mesas, definir objetivos y empezar a trabajar. Es ahora, durante este segundo trimestre de 2009 cuando Sarah PAC parece haberse puesto las pilas y su actividad se ha acelerado muchísimo. De hecho, basta con ver la lista de donativos para darse cuenta de ello: ni más ni menos que veinte donaciones durante este pasado trimestre, donaciones que contribuyeron a calentar de lo lindo algunas primarias. Imagínense lo que será durante el tercer trimestre y, más aún, durante el cuarto trimestre, cuando las elecciones de noviembre ya estén a la vuelta de la esquina y la campaña electoral haya arrancado con toda su fuerza.

Las cuentas de Sarah PAC

Ya lo he dicho antes: Sarah PAC parece haber puesto la directa. Y eso queda claro nada más echar un vistazo a su contabilidad. En el segundo trimestre de 2010 (correspondiente a los meses de abril, mayo y junio), ha recaudado su máximo histórico: 865.815,42 $, de los cuales 199.965 $ corresponden a donaciones lo bastante grandes (superiores a 200 $, siendo la mayoría de 250 y 500 $) como para poder ser individualizadas, 659.850,40 $ lo son de pequeñas donaciones (inferiores a 200 $) y 6.000 $ proceden de otros PAC. Con estas cantidades, Sarah PAC declaraba disponer de unos fondos, a fecha 30 de junio de 2010, de 1.266.297,37 $, lo cual es una pasta realmente a pesar de la crisis.

Sin embargo, si bien el aumento de los ingresos es importante, más relevante es el aumento también de los gastos por lo que ello tiene de revelador de que Sarah PAC ha dejado atrás su período de rodaje y ya está circulando a velocidad de crucero. En concreto, ha gastado 742.334,31 $, también su máximo histórico. Y entre esos gastos, destacan algunos tan relevantes como alrededor de 330.000 $ en recaudación de fondos (fundraising), incluyendo unos 154.000 $ pagados a la compañía HSP Direct para que desarrollara y ejecutara una campaña de captación de fondos vía correo postal (vulgo “mailing”), o sea, eso que nos ha pasado a todos cuando nos encontramos un día en el buzón con un folleto de propaganda dirigido personalmente a nosotros y no tenemos ni idea de dónde han sacado la dirección los tipos esos. El caso es que ésta es la primera vez que Sarah PAC ordena una campaña de este tipo en la que se solicitaban donaciones a más de 500.000 hogares identificados de alguna manera como conservadores para poder apoyar a los candidatos conservadores que se presentan por todo el país a las elecciones de noviembre.

Ahí es nada: 500.000 direcciones de potenciales votantes conservadores por todo el país. Sin embargo, esas direcciones no son propiedad de Sarah PAC sino de la compañía esa, HSP Direct. En estas cuestiones, Sarah PAC todavía está un poco verde, pero va progresando: durante este segundo trimestre, sus listas de donantes se han incrementado con 8.000 donantes nuevos, llevando el total hasta los 25.000… ¡y cuentan ya con más de 200.000 direcciones de correo electrónico disponibles! (imagino que una de ellas será la mía, pero como que a mí la legislación estadounidense no me deja donar, pero ellos no lo saben, igual acaban decidiendo que un partidario como yo, tan tacaño, es un mal partidario y acaban por borrarme).

De todas formas, que Sarah PAC está empezando a despegar es algo tan evidente que hasta el propio Tim Crawford, su tesorero, lo declaró así recientemente:

La verdad es que cuando empezamos en enero del año pasado, empezamos desde cero. No contábamos con una gran base de gente procedente de la campaña electoral. Todo el mundo sabía que existía ese apoyo masivo, pero ella [por Palin] no lo tenía porque todo eso era propiedad de la campaña de McCain. Pero ahora, creo que tenemos algo realmente formidable en marcha y que sigue creciendo a cada día que pasa.

En el apartado de gastos, además de los propios de la organización, debemos incluir las donaciones a los distintos candidatos a los que apoya Sarah Palin. En este aspecto, el segundo trimestre de 2010 ha marcado también un hito con un total de 82.500 $ apoquinados a tocateja a un total de veinte candidatos cuya lista detallaremos más adelante. Un inciso: que Sarah PAC haga una donación a un candidato no tiene nada que ver con que ese candidato se oficialmente respaldado por Sarah Palin, por ejemplo, con una de sus notas en Facebook. De hecho, algunos de esos candidatos no entran ni por asomo dentro de lo que son las coordenadas habituales bajo las que se mueve Sarah Palin cuando decide otorgar su respaldo a alguien. Me refiero a gente como John McCain (un compromiso que Sarah no podía evitar), Lisa Murkowski (un caso en el que la propia Palin ya explicó que le dio un donativo por motivos meramente coyunturales, pero que ella a quien de verdad apoya es a su rival, Joe Miller) o Chuck Grassley (en lo que sólo puede verse como un gesto de buena voluntad dirigido hacia uno de los pesos pesados dentro de la maquinaria del Partido Republicano, pero que de commonsense conservative, no tiene mucho, no). Si alguien quiere saber a quién apoya realmente Sarah Palin, que consulte sus notas de Facebook. La función de Sarah PAC no es realmente ésa, sino la de facilitar la tarea a su jefa a largo plazo (es decir, lograr que obtenga la nominación en las primarias republicanas) y eso obliga a que en algunas ocasiones haya que soltar la pasta, pero sin excesivo entusiasmo. Sarah PAC tiene que bregar con la dura realidad de cada día y no puede permitirse fantasías, algo lógico en quien, en definitiva, se ocupa de que haya dinero en la caja. Y es que como decía George Washington, los hombre (y la política) son como son y no como nos gustaría que fueran, frase digna de un commonsense conservative.

Otra cosa que ha llamado la atención por ahí dentro del apartado de gastos es el hecho de que Palin haya pagado a alguien por ayudarle a organizar su agenda (que cada vez está más repleta de actos en las cuatro esquinas del país). Algo que yo entiendo que es normal puesto que no se trata simplemente de anotarle en la agenda: “16.00 h: discurso en Iowa. 18.00 h: festejo en Oklahoma. 20.00 h: cena en Montana. 22.00 h: llamar a casa y desear buenas noches a Piper”, sino que se trata de que todo cuadre, lo haga con la certeza de que va a ser físicamente posible el estar en el mismo día primero en Iowa y luego en Oklahoma, por ejemplo, y que todo está preparado para ello, aviones, hoteles y demás zarandajas. ¡Ah, que no se me olvide! La prensa estadounidense ha puesto el grito en el cielo porque Palin se ha gastado unos 128.000 $ en viajes, incluyendo una vez que fletó un avión particular para ir a Minneapolis a pronunciar un discurso junto a Michele Bachmann y luego viajar hasta New Orleans a participar en la Southern Republican Leadership Conference. Le costó 10.500 $ y algunos andan por ahí diciendo que vaya gustos de ricachona tiene Palin y que podría haber ido en coche o mejor aún, haciendo dedo por la autopista a ver si le paraba un camión y le dejaba subirse a la caja. ¡Ridículo! Tanto que no voy a hacer ningún comentario, pero si yo pudiera donar 1.000 $ a Sarah PAC y me contestaran desde allí que los iban a emplear en pagar la factura del charter de Sarah, me hacen feliz, ¡ea! Además, ¿qué les importa a ellos en qué se gasta Sarah su propio dinero?

Luego, hay otros gastos interesantes (está bien eso de poder chafardear en las cuentas de los demás, ¿eh?) como los correspondientes a un investigador de Sacramento, Andrew Davis, que se ocupa de ayudar a Sarah a la hora de decidir a qué candidatos respalda ésta finalmente; otro a una escritora de discursos llamada Lindsay Hayes, que debe de ser una vieja conocida suya de cuando la campaña electoral porque ya trabajó entonces para McCain; un pago de 10.000 $ mensuales a la firma propiedad de Randy Scheunemann, el principal asesor de Palin en cuestiones de política exterior y otro de 6.000 $ mensuales también a la firma de asesoría propiedad de Rebecca Mansour, la creadora de Conservatives for Palin (C4P) y que ahora trabaja para ella asesorándole sobre todo lo que se refiera a su presencia en Internet. En definitiva, que se trata de gastos que demuestran una aceleración en las operaciones de Sarah PAC, una organización de la que se habla muy poco pero que, tal y como pretendo relatar en mi libro de próxima aparición (paciencia, paciencia, estoy trabajando ya en ello), es la piedra angular de todo el esfuerzo de Palin, un esfuerzo que en mi opinión está más que decidido que terminará con el lanzamiento de una candidatura a la nominación republicana en las elecciones presidenciales de 2010. En mi libro pienso titular el capítulo correspondiente como “El sigiloso trabajo de Sarah PAC” y en verdad que no puedo imaginar otro título mejor porque ciertamente es todo un trabajo el que están desarrollando y lo están haciendo muy sigilosamente. ¡Si de hecho ni siquiera sabemos con certeza quiénes constituyen realmente la plantilla de Sarah PAC!

Y con esto me despido por hoy, pero no se preocupen porque mañana tendremos más: veremos a quiénes les ha tocado el gordo de una donación procedente de Sarah PAC. Son veinte personas y algunas de ellas son de lo más sorprendentes, siguiendo con la inveterada costumbre de Sarah de hacer lo que ella estime que es más oportuno en cada momento y de no preocuparse en lo más mínimo por lo que piensen los demás. Tendremos sus fotos y un breve perfil de cada uno de ellos. De momento, les avanzo sólo dos nombres para que los más impacientes se pasen la noche sin dormir: por el lado casi incomprensible, algo así como un McCain bis, Chuck Grassley, de Iowa; por el lado euforizante, algo así como una Michele Bachmann bis, Star Parker.

Mañana el álbum de fotos. Palabra de Palin. Sean felices mientras tanto… si les dejan.


LA IMPORTANCIA DE QUE QUIEN TE APOYE SE LLAME SARAH PALIN

13/06/2010

 

Estoy de acuerdo con ustedes: el título es un vano intento de remedar el de aquella obra de teatro de Oscar Wilde que era La importancia de llamarse Ernesto, autor que a mí, personalmente, siempre me ha parecido sobrevalorado por obra y gracia de sus populares paradojas que, en muchos casos, son meros fuegos de artificio y, en otros, tienen la misma profundidad que cualquiera que pueda pronunciar alguien que se ha regalado excesivamente con el licor de la sobremesa. Para paradojas realmente concienzudas, por favor, lean a G. K. Chesterton, éste sí uno de mis autores favoritos. Sin embargo, si bien Wilde no es de mi agrado (uno tiene esas manías), me reservo el derecho de parafrasear el título de esa obra suya para empezar mi entrada de hoy, una entrada que confío que completarán leyendo acto seguido un nuevo artículo mío publicado hoy mismo en Semanario Atlántico (hay que ver qué paciencia tiene su director conmigo, ¿verdad?), uno titulado Martes, 8 de junio: un buen día para Sarah Palin. Que disfruten de ambas cosas, la entrada y el artículo.

Sarah Palin saliendo al escenario en un acto celebrado recientemente en Las Vegas (Nevada). Como pueden ver, esta vez llevaba un buen manojo de papeles y no chuletas escritas en la mano, je, je, je. ¡Qué pena! Con lo divertidos que son sus mensajes al estilo “tonto quien lo lea”, “hola, mamá”, “¡Piper, deberías estar acostada ya!”. O mejor aún, ¿se imaginan uno que dijera “Leed Conservador en Alaska”? Pero eso me temo que nunca pasará (suspiro).

El mini super Tuesday

Ya sabemos que el pasado martes día 8 tuvo lugar eso, una especie de mini super Tuesday, en Estados Unidos. Once estados celebraban elecciones primarias y era la ocasión en la que más estados iban a hacerlo durante el mismo día. Todavía hay previsto otro mini super Tuesday, pero no será hasta el próximo día 14 de septiembre y entonces serán diez estados los que se lancen a la aventura. En esta ocasión, se ha tratado de los siguientes, eligiendo a sus nominados para los siguientes cargos públicos:

  • Arkansas (*): Nominados al Senado y a la Cámara de Representantes.
  • California: Nominados para ser gobernador, al Senado y a la Cámara de Representantes.
  • Iowa: Nominados para ser gobernador, al Senado y a la Cámara de Representantes.
  • Maine: Nominados para ser gobernador.
  • Montana: Nominados a la Cámara de Representantes.
  • North Dakota: Nominados al Senado.
  • New Jersey: Nominados a la Cámara de Representantes.
  • Nevada: Nominados para ser gobernador, al Senado y a la Cámara de Representantes.
  • South Carolina: Nominados para ser gobernador, al Senado y a la Cámara de Representantes.
  • South Dakota: Nominados para ser gobernador, al Senado y a la Cámara de Representantes.
  • Virginia: Nominados a la Cámara de Representantes.

(*) El caso de Arkansas es especial ya que se trata de una segunda vuelta. Es decir, las primarias se celebraron realmente el pasado día 18 de mayo, pero dado que algunos candidatos a la nominación (el del Senado y tres de los cuatro correspondientes a la Cámara de Representantes) no lograron alcanzar el 50% de los votos, no han tenido más remedio que someterse a una segunda vuelta. Eso es algo que no pasa en todos los estados, pero sí en algunos (por ejemplo, de los que estamos viendo, South Carolina verá una segunda vuelta el próximo día 22 de junio para algunos de sus candidatos).

Visto esto, ¿cuáles eran a priori las primarias más interesantes? La verdad es que todas tenían su interés porque ni una sola de ellas era merecedora de nuestro desprecio. Pero había algunas que tenían un aliciente añadido al propio proceso electoral y ése era que concurría a él algún candidato respaldado expresamente por Sarah Palin. En concreto, se trataba de estos cuatro casos:

  • Arkansas (segunda vuelta): Cecile Bledsoe, candidata a la nominación republicana a la Cámara de Representantes.
  • California: Carly Fiorina, candidata a la nominación republicana al Senado.
  • Iowa: Terry Branstad, candidato a la nominación republicana como gobernador.
  • South Carolina: Nikki Haley, candidata a la nominación republicana como gobernadora.

Mis lectores son listos y no tengo la más mínima duda de que todos ustedes están al cabo de la calle de lo que ha sucedido durante estas primarias, así que abreviaré y les diré simplemente que Bledsoe perdió tristemente la nominación en Arkansas, pero que Fiorina en California, Branstad en Iowa y Haley en South Carolina la obtuvieron, por más que esta última, Haley, se haya quedado a apenas un solo punto porcentual de lograrla directamente y tenga que someterse a una segunda vuelta el próximo día 22 de junio, pero como quiera que su más directo rival, Gresham Barrett, ha obtenido nada más que un 22% de los votos contra el 48% de ella, resulta difícil de imaginar que pueda arrebatarle la nominación a Haley en los diez días que quedan. Mejor sería que tuviera la elegancia de rechazar la segunda vuelta, tal y como le están insistiendo desde el propio seno del Partido Republicano, pero no parece que vaya a hacer caso. Tendrán que obligarle porque es un mal perdedor y lo suyo es mero rencor, una cosa parecida a la que ha sucedido en California, donde Fiorina ha vencido con el 56% de los votos mientras que Chuck DeVore, el rival que le ha estado disputando durante toda la campaña el mismo voto conservador, se ha quedado en un mero 19% y ocupando la tercera plaza. ¿No hubiera sido mejor que una vez que Palin hizo público su respaldo a Fiorina DeVore se retirase, granjeándose así el reconocimiento no sólo de todos los votantes conservadores sino también de Fiorina y muy seguramente su entusiasta apoyo a una futura campaña de DeVore en 2012 (cuando se pondrá en juego el otro escaño senatorial de California? Pues no, tuvo una pataleta y quedó como un trapo. Y así le ha ido.

Un inciso sobre Nikki Haley

De entre todos los candidatos “palinistas” que han competido este martes pasado, me gustaría llamar la atención sobre Nikki Haley, la prácticamente nominada candidata a gobernadora de South Carolina, de la cual no he hablado nunca a diferencia de Carly Fiorina, a quien hasta le dediqué uno de mis artículos en Semanario Atlántico. Favorita de Sarah Palin, Haley ha pasado por una campaña especialmente dura donde se le ha insultado y se le ha acusado de adulterio por dos veces y todo esto por parte de algunos de sus compañeros de partido, lo cual demuestra que el ateo de Voltaire tenía razón cuando decía eso de que Dios le cuidase de sus amigos porque de sus enemigos ya se cuidaba él.

Nuestra favorita, Nikki Haley. Si Sarah confía en ella, ¿cómo no vamos a confiar nosotros también? Además, si los del establishment ladran contra ella, razón de más para estar a su lado. Ésa es precisamente la indicación de que es la candidata correcta.

Nimrata Nikki Randhawa Haley, nacida el 20 de enero de 1972 en Bamberg (South Carolina) es hija de dos emigrantes sijs del Punjab (India), lo cual es todo un mazazo para los demócratas ya que según la estupidez políticamente correcta actualmente en boga, ¿cómo puede ser que una candidata que no es WASP (ya saben, eso de White, Anglo-Saxon and Protestant, blanca, anglosajona y protestante) sea republicana? ¡Debería ser demócrata! Los republicanos todos sabemos que son irremediablemente racistas y una hija de sijs no puede ni debe cruzarse en la calle con un republicano confeso sin darle una patada en la entrepierna y reprocharle que Israel siga manteniendo el bloqueo en Gaza, ¿verdad? Sin embargo, yo me imagino que lo que Haley seguramente siente en su interior es que ella es estadounidense y nada más y ahí acaba toda la historia. Y si encima se siente republicana, conservadora en concreto, mejor para ella porque eso demuestra que además es inteligente y que tiene una pizca de sal en la mollera, lo cual en los tiempos que corren ya es mucho pedir.

Haley tiene dos hermanos, Mitti (oficial del Ejército en activo) y Charan, y una hermana, Simran. Licenciada en Contabilidad, trabajó para una empresa de reciclaje antes de incorporarse a la fima de su madre, Exotica International, una empresa textil creada en 1994 de manera casi casera y que ha terminado convirtiéndose en una empresa multimillonaria, algo que es muy habitual entre los indios, que son una de las etnias más emprendedoras que existen. Haley está casada con Michael Haley, un funcionario del Ministerio del Ejército y oficial de la Guardia Nacional de South Carolina, y el matrimonio tiene dos hijos, Rena y Nalin. ¡Ah, y Haley es de religión cristiana! Ya sé que eso no tiene ninguna importancia y que a nosotros tanto nos da, pero en este caso en concreto sí que he creído necesario resaltarlo para fastidiar de nuevo a los demócratas que puedan estar leyéndome, que seguro que padecerán un ataque de rabia al enterarse de ello.

En cuanto a la experiencia política de Haley, ésta se presentó en 2004 como candidata a la Cámara de Representantes de South Carolina, logrando ganar las primarias republicanas (en el desempate también, se ve que está abonada) y las elecciones, éstas últimas sin apuros porque no se presentó ningún rival demócrata. Para que vean que realmente se trata de una commonsense conservative, ya por aquel entonces su programa electoral hacía hincapié en su oposición frontal a elevar los impuestos, mostrándose partidaria de rebajarlos e incluso eliminar todos los posibles. O sea, que es de fiar. Su historial lo demuestra.

Y otro inciso, pero ahora sobre las primarias de Nevada

Y a pesar de que no es una de las cuatro candidatas apoyadas expresamente por Sarah, no quisiera dejar de presentarles también a la ganadora de la nominación republicana al Senado en Nevada, Sharron Angle, que va a ser, si Dios quiere, quien mande a su casa a ver el fútbol en la tele y ponerse gordo de tanto comer patatas fritas y beber cerveza al gran sicario que es Harry Reid, el infame líder de la perversa mayoría demócrata en el Senado.

Sharron Angle saludando satisfecha a sus partidarios después de saber que era la nominada. Como gane las elecciones, no sólo nos dará una inmensa alegría librándonos de Reid para siempre sino que será de lo más interesante verla en acción en el Senado porque es una política que no tiene el más mínimo empacho en votar “no” incluso cuando el resto de la cámara vota “sí” al unísono. O sea, que si tiene que llevar la contraria, la lleva y se queda tan pancha.

Sharron Elaine Angle nació el 26 de julio de 1949 en Klamath Falls (Oregon), pero sus padres se mudaron a Reno (Nevada) cuando ella apenas tenía tres años de edad. Licenciada en Bellas Artes, se casó con su marido Ted en 1970, habiendo tenido en su matrimonio dos hijos y diez nietos. Angle ha trabajado durante 25 años como profesora, siendo en 1999 cuando sintió la llamada de la política y se presentó a las elecciones como miembro de la Cámara de Representantes de Nevada, puesto que ocupó hasta 2005.

El 15 de abril de 2010, Angle recibió el respaldo expreso del movimiento Tea Party en su intento de lograr la nominación republicana al Senado. Partiendo desde el principio por detrás de la favorita, Sue Lowden, no fue hasta principios de junio que logró el impulso necesario para superar a su rival, venciendo finalmente por un 40,1% de los votos contra el 26,1% de Lowden. Y ese impulso sigue frente a quien va a ser su rival demócrata, Harry “canallesco” Reid, quien en una encuesta celebrada al día siguiente de las primarias perdía en intención de voto frente a Angle por un estrepitoso 39% suyo contra el 50% de ella. ¿A que es fantástico?

Por otra parte, si bien Angle no ha sido una de las candidatas respaldadas por Sarah Palin, no es en absoluto porque no se lo merezca ya que sus posturas políticas son conservadoras-conservadoras. Así, Angle opina que la educación de los niños debería ser algo controlado por las propias comunidades y que el gobierno federal debería apartar sus sucias manos de ella (esto último no es en absoluto una cita, sino opinión mía que comparte sin duda Angle) porque los hijos son algo muy serio como para que alguien se permita el jugar con ellos y con su futuro. Otra opinión que yo, personalmente, comparto por completo es que Estados Unidos debería retirarse de las Naciones Unidas porque éstas no son más que un bastión de la ideología liberal y el juez de la ciencia fraudulenta en referencia al timo del “calentamiento global” causado por la actividad humana. Angle apoya la familia tradicional, para ella el matrimonio sólo es posible entre un hombre y una mujer y cree que la mejor manera de levantar una familia consiste en que uno de los progenitores se quede en casa ocupándose de esa tarea. (¿Machismo? No lo creo. Sensatez. Por cierto, que yo sueño con poder ser un stay-at-home-daddy, o sea, poder quedarme en casa criando a mis hijos mientras mi esposa, cuando la tenga, se va a trabajar fuera). Por supuesto, Angle es completamente contraria al aborto, además de sus opiniones conservadoras fiscales en material económica. Lo ven como será una maravilla que logre ganar las elecciones y vaya al Senado. ¿Se imaginan la que puede liar allí y lo que les va a pasar a los RINO que queden todavía en el Senado cuando tengan que discutir con ella? Será genial.

Y, por fin, algo sobre Sarah Palin

Que está muy bien educada, ya lo sabíamos, pero aquí tenemos otra prueba de ello. Cuando a Sarah Palin los de Fox News le preguntaron si había sido su apoyo expreso lo que había inclinado la balanza en los casos de Fiorina y Haley, ésta respondió:

Creo que cualquier crédito atribuido a mí es exagerado porque ninguna persona individual puede marcar la diferencia, ya sea de una manera u otra, sobre un candidato.

Por supuesto, esto es lo que tenía que responder, pero bien sabemos todos nosotros la importancia que tiene el ser apoyado por Sarah Palin. No se trata solamente de que su apoyo imprime sobre la candidatura en cuestión un sello de “fiabilidad”, tal y como vino a decir un portavoz de Carly Fiorina cuando ésta reconoció que ha sido contar con el respaldo de Palin lo que le ha permitido ganar las primarias. También supone que ese candidato pasa a ser inmediatamente reconocido nacionalmente y que las donaciones a su campaña se incrementan ipso-facto. Y eso son hechos contrastables, que no pueden ser negados por nadie.

Es cierto que algunos candidatos apoyados por ella han perdido sus contiendas (Hoffman, Ward, Burns y Bledsoe), pero eso no quiere decir nada ya que el apoyo de Palin se limita a una nota en Facebook, tal vez algunos mensajes cortos en Twitter y seguramente una contribución económica para la campaña de que se trate por parte de SarahPAC. No es Palin quien dirige sus campañas ni quien se ocupa de establecer la estrategia a seguir. Y si el candidato en cuestión mete la pata, dice tonterías o se mete en problemas, ahí poco puede hacer Palin más que lamentar la ocasión perdida.

Es curioso porque a raíz de la derrota de Tim Burns en Pennsylvania hace poco, algunos comentaristas empezaban a dudar del “efecto Palin”; ahora que tres de sus cuatro apuestas han vencido, esos mismos comentaristas lo achacan precisamente a ese mismo “efecto Palin” que hace menos de un mes negaban rotundamente. Tanto se ha hablado de ello que otros comentaristas, demócratas por supuesto, están haciendo mangas y capirotes para aguar la fiesta, alegando que el “efecto Palin” no existe y hasta aportando estadísticas (¡ah, cómo odio las estadísticas!) con las que pretenden demostrarlo “científicamente”.  Por supuesto, semejante intentona además de ridícula está condenada al fracaso.

Y es que tal y como declaró Jason Recher, uno de sus más fieles escuderos, sobre la manera como Sarah Palin elige a quien va a respaldar o no:

Ella hace una buena parte de su propia investigación y lecturas y va con la persona que siente que será la mejor para el puesto y que comparte sus valores comunes.

Así pues, la conclusión es fácil: existe el “efecto Palin” y está más vivo que nunca. Y en estos momentos en que se empiezan a perfilar las posiciones de cada uno de cara a una campaña electoral que a buen seguro será una de las más intensas de la historia reciente de Estados Unidos, el contar con su apoyo vale un potosí. Y quien lo niegue, miente como un bellaco.

P.D. Suelo despedirme hasta la próxima entrada, pero en esta ocasión no tengo más remedio que despedirme hasta el próximo domingo. Cuestiones laborales me van a impedir esta semana el dedicar a la escritura el escaso tiempo libre que suelo tener. Afortunadamente, sólo va a ser cosa de una semana y el domingo volveremos a encontrarnos todos de nuevo. Les pido perdón por mi ausencia que en verdad es completamente ajena a mi voluntad. Hasta el domingo pues.


TODO TRANQUILO EN ALASKA GRACIAS A PARNELL, BURKE Y AHORA MILLER

10/06/2010

 

Cuando Sarah Palin dimitió el año pasado como gobernadora de Alaska, muchos nos temimos que su obra, una impresionante catarata de logros conseguidos encima en el escaso plazo de poco más de dos años, fuera rechazada por sus rivales políticos y quedara arrumbada. Es cierto que Sarah dejaba la gobernación de Alaska en manos de su vicegobernador, Sean Parnell, pero sabíamos poco de él y teníamos nuestras dudas acerca de su capacidad para hacer frente al enorme desafío que se le planteaba e incluso de su voluntad de hacerlo porque no sería la primera vez que un traidor surge de donde menos te lo esperas: del despacho de al lado. Sin embargo, Parnell ha demostrado durante todo este tiempo que es un buen gobernador que ha seguido  sin complejos la exitosa senda marcada en su momento por Sarah; una senda que, por otra parte, era la suya también ya que Sarah y él formaban un equipo y trabajaban al unísono. Por eso, ahora, a poco menos de tres meses para las primarias republicanas en Alaska, Parnell es el favorito indiscutible tanto para lograr la nominación como para ser elegido gobernador en noviembre. Y a fe que se lo merece.

Las primarias a gobernador de Alaska

El próximo gobernador de Alaska, Sean Parnell. Un tipo decente. Un político honrado. Un hombre de fiar. ¿De cuántos políticos se atreverían ustedes a decir lo mismo? Yo de pocos, muy pocos, y encima ninguno de ellos es español (sollozos). Una buena foto en la que, además, salen también Sarah, a Todd… ¡y Piper! ¡Qué gran foto!

Es el próximo día 24 de agosto cuando se celebrarán las elecciones primarias, tanto republicanas como demócratas, en Alaska. Falta poco más de dos meses y, a estas alturas, de los seis candidatos republicanos acreditados, la nominación parece más que asegurada para Sean Parnell, el actual gobernador y antiguo vicegobernador con Sarah Palin, siendo los otros cinco meros brindis al sol (Gerald H. Heikes, Merica Hlatcu, Sam Little, Ralph Samuels, antiguo líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes alasqueña, y Bill Walker, habiendo desistido ya otro más, John Harris, antiguo portavoz republicano en la Cámara de Representantes alasqueña).

Por parte demócrata, las primarias están un poco más disputadas, habiendo tres candidatos con posibilidades: Ethan Berkowitz, antiguo líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes alasqueña; Hollis French, senador estatal, y Bob Poe, habiendo desistido otro candidato, Rob Rosenfeld. De entre todos ellos, mi esperanza es que sea nominado Hollis French, un mal bicho a quien le deseo todo el mal posible desde que fue uno de los organizadores y el principal ejecutor de aquella operación de acoso y derribo de Sarah Palin que se llamó “Troopergate”. French es un digno ejemplo de aquellos que Sarah ha denominado una y mil veces los “good ol’ boys” o los de la “politics as usual”, un tunante de aquí te espero y alguien que confío que sea abrumadoramente derrotado por Sean Parnell en noviembre para que de esta manera no se retire (porque en política la mala hierba nunca muere), pero sí sea humillado por aquel a quien sin duda considera un mero segundón, el bueno de Parnell, arrebatándole el sueño de su vida: la gobernación de Alaska.

De momento, las cosas van bien, muy bien, para Parnell. No sólo lidera las encuestas de intención de voto para las primarias (obtiene alrededor de un 69% de los votos) sino que también lidera las referidas a las generales de noviembre, oscilando entre el 58% si su rival es Berkowitz, el 62% si lo es “bicho” French y el 62% también si lo es Poe. Tanto es así, que todas las empresas dedicadas a las encuestas de opinión política dan por “republicano” sin lugar a dudas el estado de Alaska.

En cuanto a Sean Parnell, es cierto que hemos hablado ocasionalmente de él en este blog, pero siempre como el vicegobernador de Sarah Palin y nunca por sus propios méritos que los tiene. Así, es de justicia reseñar que Parnell nació el 19 de noviembre de 1962 en Hanford (California) y que, algo que muchos no saben, fue demócrata antes de pasarse al Partido Republicano, tan demócrata como que se presentó en una ocasión (en 1980) como candidato de ese partido frente al eterno representante alasqueño en la Cámara de Representantes de Washington, Don Young. Parnell perdió las elecciones, pero se consoló años más tarde siendo elegido representante, también por el Partido Demócrata, en la Cámara de Representantes alasqueña entre 1991 y 1993, y en el Senado alasqueño entre 1996 y 1999.

La carrera de Parnell ha oscilado durante toda su vida entre el sector privado y la política, habiendo trabajado sobre todo para compañías petroleras, algo que en Alaska es casi imposible de evitar si uno no quiere morirse de hambre. En 2007, ya republicano, Parnell se presentó como candidato a vicegobernador (recordemos que en Alaska el cargo de vicegobernador tiene sus propias primarias y sus propias elecciones y que sólo una vez que ha sido nominado un candidato, éste se incorpora al ticket del nominado como candidato a gobernador para hacer campaña juntos) y las ganó, el mismo año en que Sarah ganó la nominación a gobernadora. Y no hicieron mal equipo porque acabaron venciendo a sus rivales demócratas, igual que ahora Parnell vencerá también. Y es que ha tenido la mejor maestra que puede uno desear: Sarah, quien en su libro Going Rogue no deja de mencionar que su administración era la “administración Palin-Parnell”, reconociendo así la tarea de su vicegobernador mucho más de lo que suele ser habitual entre los políticos.

Las primarias a vicegobernador de Alaska

El gran periodista Eddie Burke, grande en tamaño y grande en valía profesional. Desde siempre, uno de los apoyos más firmes de Sarah Palin allá en Alaska a quien conoce bien y a quien ha defendido contra viento y marea de las calumnias de sus enemigos. No lo duden, el tándem Parnell-Burke promete hacer de Alaska «territorio Palin» para los próximos veinte años por lo menos.

Ya hemos dicho que en Alaska el vicegobernador no es elegido por el gobernador sino que tiene sus propias elecciones primarias. Ahora mismo, mientras Parnell disputa las primarias a gobernador, ¿quiénes son los candidatos a vicegobernador? Pues, por parte del Partido Republicano, los candidatos son tres: Mead Tredwell, Craig Campbell, el actual vicegobernador, Jay Ramras, representante en la Cámara de Representantes alasqueña, y Eddie Burke, un locutor de radio extremadamente popular en Alaska un poco al estilo de Rush Limbaugh (su programa de radio se llama, naturalmente, The Eddie Burke Show)

Por parte demócrata, la pelea está entre Diane Benson y Lynette Moreno-Hinz, pero poco nos importan estas dos, ¿verdad? Más nos importan los candidatos republicanos, especialmente el cretino de Jay Ramras, uno de esos republicanos de los “good ol’ boys” que se ha destacado especialmente por haber sido un flagelo continuo para Sarah Palin. Recordemos que Sarah Palin ha tenido que gobernar durante su mandato como gobernadora con la mitad de su partido, el Republicano, en su contra (algo lógico si se tiene en cuenta lo muy partidaria de fumigar que ha sido siempre Sarah y lo mucho y bien que fumigó la cosa pública durante su mandato, mandando a más de uno de esas cucarachas al paro o directamente a la cárcel con un bonito pijama naranja). Pues bien, Ramras ha decidido presentarse y al igual que en el caso de French, a mí nada me podrá causar más placer que verle derrotado y retorciéndose rabioso en el suelo por Burke, que es el candidato al que hay que apoyar en este caso.

Y es que Burke es todo un conservador sensato, al estilo de los que adora Sarah Palin, que se define a sí mismo como  “un conservador de Ronald Reagan” que se propone asegurar presupuestos equilibrados, impuestos bajos, un gobierno reducido, lo más reducido posible y apoyar y favorecer los pequeños negocios que son la base de la riqueza de Alaska. Si además, resulta que es partidario de la perforación en la plataforma petrolífera en busca de nuevos pozos de petróleo, un abogado pro-vida, partidario de que se enseñe en las escuelas que la abstinencia sexual no es una aberración como pretenden los progres sino la opción más sensata para nuestros jóvenes, y un defensor de la Segunda Enmienda, la del derecho a poseer y llevar armas, a uno pocas dudas le pueden quedar de que su voto debe ser para Burke y no para un bufón como Ramras, ¿verdad?

Las primarias a senador por Alaska

Lisa Murkowski, la actual senadora por Alaska. Hubo un tiempo en que se pensaba que sería Sarah quien le disputara la reelección, pero nunca le di mucho crédito a ese rumor porque, como ya escribí una vez, con su elección de Sarah como compañera de ticket, McCain puso a ésta a jugar en la primera división y cuando se juega ahí sólo se juega para ser presidente o nada. Por eso estoy convencido de que Sarah se presentará en 2012 y no saben lo que ansío que llegue ese año. Tal vez sea el mejor año de nuestras vidas, ¿verdad?

Y éste es Joe Miller, el último en incorporarse a la fiesta… la de los alaskan commonsense conservatives. Ojalá que completemos el trío con él y Alaska pueda garantizar que Sarah Palin tendrá todo su apoyo en 2012, precisamente cuando más lo va a necesitar. ¡Y qué lástima no poder estar allí para ofrecérselo personalmente! ¡Ah, cómo rabio por no haber nacido en Alaska! Pero es que hace tanto frío allí y yo soy tan friolero… ¡brrr!

Y ya para terminar, la gran sorpresa de Sarah Palin. Su apoyo explícito a Joe Miller como senador, pasando por encima de Lisa Murkowski, la hija del gran Murkowski, el antiguo gobernador a quien venció Sarah en las primarias republicanas de aquel año, mandándolo a su casa y dejándole sin el pedazo de avión privado que se había comprado a costa del dinero de los contribuyentes.

Ésta es la nota de apoyo de Sarah publicada, como no, en su página de Facebook el pasado día 2 de junio:

¡La competencia es buena! Joe Miller para Alaska

¡Son tan buenas las primarias reñidas para el proceso político de Alaska! La competencia hace que todo el mundo trabaje más duro, sea más eficiente, debata con más claridad y produzca más. Así, los alasqueños deberían estar emocionados de que Joe Miller saltara a la palestra del GOP y esté preparado, listo y capacitado para ser nuestro próximo senador de los Estados Unidos.

Me siento orgullosa de unirme a otros muchos antiguos alasqueños en su apoyo a Joe Miller en las próximas primarias republicanas de Alaska. Joe es un auténtico conservador constitucionalista sensato y debemos estar agradecidos de que él y su familia estén dispuestos para ofrecernos una alternativa al liderazgo en Alaska.

Comparto la creencia de Joe de que estamos en un momento crítico en la historia de nuestra nación y que el status quo ya no sirve más. Desafortunadamente, Lisa Murkowski y muchos del establishment politico han acabado convirtiéndose en una parte del problema del gran gobierno en Washington y se han desviado de los principios a los que se habían comprometido. Han contribuido al mayor incremento en el gasto federal domestico desde la Gran Sociedad de Lyndon Johnson; es un incremento en el gobierno que las maquinarias políticas pueden abrazar pero que “nosotros, el pueblo” rechazamos porque sabemos que es insostenible y una carga inmoral para futuras generaciones.

Hace algo más de un año, cuando estrenamos nuestro Political Action Committee [SarahPAC] para ayudar a los candidatos y promover la competición en el sistema electoral nacional, cuando nadie estaba dispuesto a desafiar a la maquinaria política y entre rumores de que desafiaría a Lisa Murkowski para el Senado de Estados Unidos, SarahPAC contribuyó a la campaña de Lisa. Tal y como ella y yo lo discutimos, era un intento de asegurar a la senadora que yo, como gobernadora de Alaska, no tenía ninguna intención de saltar a la palestra. Aunque los medios de comunicación han intentado mostrar algún tipo de disputa o mala sangre entre Lisa y yo, éste no es el caso. Siempre le he deseado lo mejor, pero es mi firme creencia de que necesitamos un audaz reformador a quien no le asuste el plantarse ante los intereses creados y enfrentarse a los duros desafíos de nuestro tiempo. Joe Miller ha dado un paso al frente. Le estoy agradecida por su disposición a servir. Él ha luchado a mi lado y junto a otros para ayudar a limpiar el Partido Republicano aquí en Alaska trayendo un nuevo liderazgo, nuevas ideas y el compromiso de poner al gobierno de nuevo al lado del pueblo y no de cualquiera de las maquinarias políticas.

Joe es un hombre de auténtica integridad. Él nunca será comprado; él reconoce la solemne confianza que le es otorgada al serle permitido el gastar el dinero de otras personas de manera prudente y sabia.

Joe también comparte estrechamente mucho de los valores de los alasqueños. Cree que la grandeza de nuestro país está basada en los principios fundacionales del gobierno constitucionalmente limitado y de la libertad individual.

Joe cree que debemos revocar el mandato del nuevo Obamacare y buscar una verdadera reforma basada en el mercado que permita la competencia, controle los costes, incremente el acceso y dé a los estadounidenses más libertad en la atención de su salud; Lisa se opone a revocar la ley.

Joe es inequívoca y orgullosamente pro-vida; Lisa no lo es y ha votado para usar los fondos de los contribuyentes para abortos y para la investigación con embriones.

Joe está en contra de garantizar la amnistía a los inmigrantes ilegales; Lisa ha votado por ella.

Joe está en contra del cap-and-trade (el nuevo plan energético de liquidación de empleos de Obama que yo llamo cap-and-tax); Lisa cree en la insistencia de Al Gore de que el cambio climático es causado por el hombre es un hecho, así que está registrado que es favorable a la legislación de cap-and-trade para enfrentarse a los cambios climáticos.

Éstas son solo algunas de las diferencias principales entre estos dos candidatos. Creo que Joe es la mejor elección para los alasqueños.

Joe trabajó encomiablemente en West Point, la Universidad de Alaska y la escuela de Derecho de Yale. Él ha mostrado valor bajo el fuego al servicio de su país, ganando una Estrella de Bronce que prueba su compromiso con la libertad. Él ha demostrado sus habilidades en nuestros tribunales como magistrado estatal y después como juez federal, ha establecido un exitoso negocio con su propio bufete y ha servido como voluntario y líder por toda su comunidad y nuestro estado. Joe tiene los valores correctos; está listo para ayudar a liderar el mayor estado de nuestra excepcional nación; él es la elección de un auténtico conservador sensato alasqueño y estaré orgullosa de votarle para el Senado de Estados Unidos.

Por favor, únanse a mi familia y a mí en mi apoyo a Joe Miller y por favor donen a su campaña para que unas reñidas primarias puedan  hacer lo que hacen mejor: producir el mejor candidato en nombre del servicio público.

Pueden visitar la página web de Joe en www.joemiller.us y seguirle en Facebook y Twitter.

Sarah Palin

Pues poco más puedo decir sobre Miller, realmente. Lo bueno de Sarah cuando escribe una nota es que lo sabe decir todo en pocas palabras (y no como yo, que me enrollo como una persiana). Con estos tres candidatos, uno confía en que Alaska siga siendo un orgulloso “territorio Palin” que sea la punta de lanza de su ansiada (por todos nosotros) campaña electoral de 2012. Sobre Parnell, pocas dudas podemos tener de que va a vencer; sobre Burke, tiene muchas posibilidades porque Ramras es infumable; sobre Miller, es más difícil porque la Murkowski, pese a todo, es un rival difícil, pero el apoyo de Sarah obra milagros y es muy posible que le proporcione ese empuje que le hacía falta para poder competir con ella en igualdad de condiciones.

Y para que no nos quepa ninguna duda de eso, que el apoyo de Sarah obra milagros, el domingo daremos un repaso en profundidad a lo que ha pasado este martes pasado en todas las primarias republicanas que se celebraban, muchas. Todo un mini super Tuesday y con algunas noticias más que buenas. Les espero.