¡Por favor, que alguien cierre las facultades de periodismo de una vez por todas! Total, para lo que sirven…

15/09/2010

 

Recuerdo cuando empecé a escribir sobre Sarah Palin. Mis primeras entradas versaban sobre su biografía y cada día dedicaba una parte de mi tiempo libre a buscar información en Internet sobre cualquier aspecto de su vida:” Palin childhood”, “Palin high school”, ”Palin college”, “Palin Wasilla mayor”,” Palin family”, “Sarah&Piper” (sí, ya entonces adoraba a Piper ), “Todd Palin”, “Palin family”, etc. La verdad es que siempre encontraba mucha, lo malo es que pronto me di cuenta de que una gran parte de esa información era sencillamente falsa. En su mayor parte se trataba de meras calumnias, rumores sin fundamento, parrafadas soltadas por bocazas ansiosos de notoriedad que fingían conocerla y nunca habían hablado con ella siquiera, etc. Basura en definitiva. Y había tanta que acabé hartándome de tener que perder la mitad de mi tiempo leyéndola solo para poder descartarla (fue entonces cuando inventé el neologismo basuriblog para referirme a esa vergüenza de sitios web que la albergan y hasta la fomentan). Afortunadamente, no tardé en descubrir también algunos buenos blogs llenos de sensatez y sentido común como Conservatives4Palin, por ejemplo, donde bucear en pos de información seria y así seguir con mi tarea.

Entre los mayores majaderos que han arrojado basura sobre Sarah está el miserable ése que, para desgracia del pequeño, es el padre de su nieto (me niego a decir siquiera su nombre). Sí, ése que pretendió en una entrevista que Sarah no sabe siquiera por qué lado de la escopeta sale la bala… Bien, pues si no sabe, ya me dirán ustedes qué hace ella en esta foto, practicando junto a Dick Cheney. He intentado conseguir otra más grande en la que saliera también la diana, pero no la he conseguido. Si de mí se tratara, habría puesto una foto del miserable ese en ella. Palabra de Palin.

¿Conocen una revistucha llamada Vanity Fair (con perdón de de William Thackeray, que no sabía lo que iba a pasar luego con el título de su novela)? ¿Sí? ¿No? Tampoco es demasiado importante. El caso es que la revistucha de marras es una de esas que se pretenden modernas y rompedoras y, como suele pasar, está más arruinada que El País. Mucha chica y poca limoná, que diría un castizo. Vamos, que de tan modenna (sic) como es ha logrado que nadie la lea porque todos se consideran demasiado paletos para ella. En consecuencia, sus editores han decidido que todo sea por la pasta (lo que suele suceder) y que si hay que publicar basura con tal de atraer a algún despistado que pase por el quiosco en busca de una chocolatina, se publica.

Ahora bien, los hay que lo hacen todo a lo grande y los editores de Vanity Fair son unos de ellos indudablemente. Decidieron publicar basura y la han publicado, pero la mayor basura que alguien se pueda imaginar. No se han andado con chiquitas, no. Fíjense si será de apestosa la basura que han publicado que hasta los más radicales izquierdistas entre los radicales izquierdistas han abjurado de ella… ¡y la han criticado! Y acerbamente además. ¿No es increíble acaso? ¿Qué? ¿Que no lo saben? ¡Ah, es cierto! Es que se me ha olvidado un detalle: la basura que han publicado es un ataque a Sarah Palin. “¡Qué! ¡Cómo! ¡Un ataque a Sarah Palin!”, dirán ustedes. “¿Y la izquierda feroz no está de acuerdo con que la ataquen?”, preguntarán ustedes. No, no lo está. “¿Y la izquierda feroz lo ha criticado?”, volverán a preguntarse ustedes. Sí, lo ha hecho. “¡Sí, ya! Y yo ayer vi un cerdo volando”, se reirán ustedes. Pero es cierto. Y si no, véanlo ustedes mismos.

La basura a la que me refiero es un artículo firmado por un tal Michael Joseph Gross en uno de los últimos números de la revistucha esa del que no voy a dar siquiera su título ni poner un enlace;  primero por no hacerle publicidad (el que lo quiera leer, que teclee en Google: “Sarah Palin Vanity Fair” y allá él con su conciencia) y segundo porque sencillamente me repugna la idea siquiera de teclearlo, así de claro. Y si pongo el nombre del autorzuelo infame ese es más que nada para que todos podamos memorizarlo y tenerlo en cuenta si alguna vez el tipejo ese se acerca a menos de quinientos metros de nuestras casas o si pretende algún día que le demos trabajo, que todo puede pasar en esta vida.

En esencia, el artículo ese pretende que Sarah Palin es más mala que la peste y que nos tiene a todos engañados con su falsa bondad cuando en realidad está más cerca de ser la bruja de Blancanieves que la Sarah que todos apreciamos. Así, durante su mandato como gobernadora de Alaska, Sarah se reveló como una persona cruel y vengativa, una fanática religiosa, una madre nada amante y una esposa horrible que aterrorizó a medio estado. Y para documentar todo eso, que ya es, el autorzuelo infame ese se basa en los testimonios de, tal y como lo expresó magistralmente Rich Crowther en una entrada publicada en Conservatives4Palin:

“(…) gente anónima que admira a la gobernadora Palin; líderes republicanos anónimos que en privado la desprecian; un botones anónimo; criadas anónimas; un anónimo colaborador por una sola vez de la gobernadora Palin; varios colaboradores/estrechos colaboradores/ayudantes de campaña anónimos; un íntimo amigo anónimo de la gobernadora Palin; una persona anónima con un conocimiento directo de la situación; otras personas anónimas que han trabajado con Palin; un dirigente anónimo de una de las iglesias de Wasilla; bloguistas independientes demócratas que han producido algunos de los más concienzudos reportajes sobre la gobernadora Palin (como las historias que pergeñaron sobre una investigación federal en marcha y su inminente divorcio, conspiraciones relacionadas con la paternidad de dos de los hijos de los Palin y sus investigaciones sobre el tamaño de las orejas de Trig Palin); fervientes partidarios anónimos; gente anónima directamente involucrada en los hechos; sembradores anónimos de rumores por toda la ciudad; una persona anónima que ha sido frecuentemente una invitada en casa de los Palin; algunas personas anónimas que dicen que Todd Palin es un calzonazos; la opinión general anónima en la ciudad; cotillas anónimos; una anónima compañera de clase en el instituto; una fuente anónima; y una mujer anónima de Wasilla”.

Como ejemplo de lo que debe ser un artículo bien documentado y con unas fuentes sólidas y fiables no está mal, ¿eh? El caso es que con semejantes respaldos, uno tiene la sensación de que cualquier juntaletras (como yo, por ejemplo) sería capaz de escribir lo que quisiera ya que es bastante probable que no se encuentre nunca con un mentís por parte de uno de esas anónimas fuentes de información. Y así ha sido. El tal Gross ha publicado no una sino ocho páginas de basura de primera, de la más apestosa. Tan infecta que en España dudo que ni siquiera El País o Público se atrevieran a publicarla (El Mundo tal vez; a la marcha que llevan en todo lo que se refiere a Palin, no me extrañaría verlo en su suplemento dominical cualquier día; ya les he dicho alguna vez que a mí Pedro J. no me gusta nada, pero nada nada).

Pues bien, Gross perpetró la infamia y los editores de Vanity Fair la publicaron. Seguramente pretendían ganarse el aplauso de la peña izquierdista radical, de la más vociferante contra Palin, pero se han encontrado con un buen chasco porque no ha sido así. ¡Los primeros que se han desmarcado de semejante engendro han sido precisamente ellos! Y es que para todo hay un límite; incluso para mentir. Así, pocos días después de su publicación, reconocidos periodistas progres como Ben Smith, Dave Weigel y Kirsten Powers salieron en defensa de Sarah en sus respectivos medios de comunicación y revelaron la falsedad de algunas de las afirmaciones contenidas en el artículo. En concreto, Ben Smith se refería a la afirmación del autor sobre que:

“Poco después de su nominación, ella [Sarah Palin] sacó el tema del embarazo de Bristol fuera del matrimonio por Levi Johnston estando con los asesores de McCain: “¿Sería bueno para la campaña si se casaran antes de las elecciones?, preguntó y siguió preguntándose si una semana en concreto u otra sería la más adecuada para que los medios cubrieran la noticia”.

Ben Smith revela que se trata de un rumor bastante poco creíble que ya apareció en su momento en un periódico londinense, el Sunday Times, que deja mucho que desear por lo que se refiere a la fiabilidad de sus fuentes y que ni siquiera él se lo cree. Más adelante, Scott Conroy, coautor de un libro sobre Sarah Palin, reconoció que él y su compañera recogieron el rumor mientras preparaban el libro, pero que se negaron a darle veracidad porque quien se lo contó era un antiguo asesor de campaña de McCain que le guardaba demasiado rencor a Sarah como para resultar creíble y porque insistía en su anonimato, aparte de que otros asesores de campaña (y no uno sino varios) presentes en la sala en el momento en que Sarah hizo la pregunta niegan haber oído nunca semejante ofrecimiento por parte de ella.

Por su parte, Dave Weigel apoya a Ben Smith y tampoco se la cree, recordando además que dicha calumnia ya la había oído él también hace tiempo, cuando el deporte del día en la profesión periodística era que un supuesto “asesor de campaña” de McCain largara todo lo que pudiera contra Sarah, acusándole de ser la culpable de su derrota electoral. En cuanto a Kirsten Powers, ésta se queja de que el autorzuelo infame ese utiliza contra Sarah las mismas calumnias que ya se utilizaron en su momento contra Hillary Clinton: que es una jefa horrible y que tiene mal genio. También la acusa de tirar cosas cuando le da un ataque de rabia y de ser una diva por pedir volar en primera clase y tener habitaciones de hotel bonitas, lo que a Powers, que es demócrata perdida, le parece de un machismo insufrible porque bien sabe ella que eso es más habitual de lo que uno se imagina (¡ojo, que no está diciendo que sea verdad en el caso de Sarah, sino que es habitual en muchos políticos!). Así, en su cuenta de Twitter escribió:

VF: Palin es supuestamente vengativa con la gente que habla mal de ella, tiene genio y es controladora. En otras palabras: un político varón.

Pero no fueron ellos los únicos indignados. Dentro del mundo palinista, los colaboradores de Conservatives4Palin descubrieron que una de las pocas fuentes no anónimas contenidas en el artículo, una tal Sandra, es ni más ni menos que una vieja conocida suya. Una chiflada al estilo de Andree McLeod conocida por todos por su obsesión en colarse en todos los blogs palinistas y verter allí sus denuestos contra ella. También descubrieron que entre esas fuentes, esta vez anónima, había un miembro del Partido Republicano de Alaska que fue entrevistado durante 90 minutos y que sólo pudo que alabar a su antigua gobernadora. Pues bien, de esa entrevista no hay ni una sola cita en todo el artículo. ¿Casualidad? Ja, ja, ja. Aún habrá quien se lo crea.

El siguiente periodista progre en romper una lanza a favor de Sarah fue Peter Hamby, de la CNN, que negó que Sarah fuera una persona que supuestamente perdiera los nervios a la mínima provocación, ofreciendo como prueba su propia experiencia de ella.

La siguiente pedrada lanzada a la cabeza del autorzuelo infame ese la lanzó Adrienne Ross, de Conservatives4Palin, quien habló con una de las supuestas víctimas de la vengativa Sarah, Ivy Frye, una antigua colaboradora suya con la que supuestamente estaba a matar y ésta le dijo:

No me fui “de mala manera”. Conozco a los Palin desde hace muchos años y los respeto personal y profesionalmente. Nuestra relación no se ha deteriorado. De hecho, acabo de agitar letreros electorales con Todd y Sarah la semana pasada y fuimos en 4×4 con Willow y Piper. Las ocho páginas del artículo de Gross son una completa obra de ficción desde el principio al fin. Y los de la prensa se preguntan por qué les llamamos “cojos medios de comunicación”.

Una nueva patraña del autorzuelo infame ese está nada más comenzar el artículo cuando presenta a Piper cuidando de su hermanito Trig en las bambalinas de un acto en el que apareció Sarah en Kansas City y el bicharraco ése pretende que Sarah se lo pasó “a su niñera” rápidamente cuando tenía que salir a escena.

De nuevo, Ben Smith es quien pone los puntos sobre las íes: Trig no estaba allí, la “supuesta niñera” no era tal, sino la madre del verdadero niño que sí que estaba, Gina Loudon, una locutora de radio de Saint Louis. O tal y como dijo la propia Loudon poco después:

Mientras estaba tras las bambalinas con los Palin, recuerdo a un periodista preguntándome si yo era “la niñera de Trig” con un destello de algo que no me ofreció ninguna confianza en sus ojos. Fríamente le corregí: “No, soy la madre de Samuel”. Pareció confuso pero tenía más preguntas que hacer. En su historia de Vanity Fair, dice que nadie está dispuesto a hablar sobre Sarah “on the record” a menos que ella les pague o estén asustados. Yo era una de las personas a las que usted entrevistó, Sr. Gross. No estoy pagada ni asustada. Pero ya que usted optó por no escribir lo que le dije, aquí está el resto de la historia: desde la primera vez que la gobernadora vio a mi hijo Samuel (que tiene también síndrome de Down),  ella corre a saludarle cada vez que lo ve. Le hace carantoña como una madre que ama a los niños con síndrome de Down sabe hacer. Recuerdo haber comentado con mi marido que ella “siempre huele a mamá” con Samuel, eso que sólo las mamás entendemos.

Por fin, después de haber recibido tortas por todos los lados, el autorzuelo infame ese reconoció que se había equivocado (¿en serio?) en lo que se refiere a su pretensión de que el niño en el acto de Kansas City era Trig. Bueno, por algo se empieza, ¿no? ¿Qué quieren? ¿Cuándo han visto ustedes a un periodista progre disculpándose?

De todas formas, la profesión seguía atizándole y en un programa de Fox News en el que una serie de periodistas, algunos demócratas, discutían sobre la cuestión, se oyeron perlas como las siguientes:

Jim Pinkerton: “La organización de Palin no ofreció la más mínima colaboración en este historia y aún así el tipo encontró milagrosamente a toda esa gente, ansiosa de colaborar, que conocían suficientes cosas sobre lo que sucede en el interior de la casa de Palin. Dado lo que sabemos ahora sobre el periodismo no estaría sorprendido si el tipo nunca hubiera dejado New York y simplemente se lo hubiera inventado todo.

Kirsten Powers: “La idea, el argumento de que ya sabes, ella no nos deja hablar con suficiente gente así que simplemente nos lo inventamos (…) Es básicamente lo que estamos diciendo: tiene que haber algún tipo de estándares periodísticos.

Aún así, seguían habiendo algunos dementes que pretendían que el artículo de marras sólo contenía algunos “errores”, pero de nuevo eran los propios miembros de la peña periodística progre los que reprochaban al autorzuelo de semejante engendro, tal y como lo hacía Shushanna  Walshe, del Daily Beast, en su cuenta de Twitter:

Hay muchos más errores que esos dos: gritar, la boda, tirar latas, el equipo en la cocina, etc. Sé que una fuente mintió. Hay un montón de gente en Alaska con las hachas listas. No soy la única periodista criticándolo.

Y ciertamente hay más que dos errores: se pretende también que Sarah mantiene malas relaciones con Kirstan Cole y Meghan Stapleton, dos de sus más estrechas colaboradoras en el pasado. Fue la National Review Online la que llamó la atención sobre ello al entrevistar a ambas quienes dijeron que de eso nada de nada y que era de lo más fácil comprobarlo si alguien se tomaba la molestia de hacerlo, je, je, je. A eso se le llama tirar con bala, ¿verdad?

Por fin, Colleen Cottle es una de las personas mencionadas con su nombre y apellido en el artículo. Una antigua concejal de Wasilla que supuestamente declaró que Palin como alcaldesa era un desastre, que no prestaba atención a nada, que no entendía nada de un presupuesto y que tal y que cual. Fue Newsweek quien la entrevistó y ésta desmintió al autorzuelo infame que le endilgaba esas declaraciones diciendo:

Incluso Colleen Cottle, que votó constantemente en contra de la alcaldesa Palin como miembro del concejo municipal, dice que fue una alcaldesa eficaz. “Conseguía que se hicieran las cosas”, dice Cottle.

Después del enésimo desmentido, me gustaría creer que el autorzuelo infame ese se comió su carnet de prensa con grapa y todo, abandonó la profesión, habló con su párroco, se confesó y se dispuso a trabajar como estibador en el puerto con la intención de purgar sus culpas mediante el trabajo físico y la oración, pero mucho me temo que el tipo, por el contrario, estará tan orgulloso y que si acaso lo que le preocupará es por qué han sido precisamente “los suyos” los que le han atizado más y mejor. Tal vez sea porque después de dos años de tener a Sarah expuesta a la vista de todos, bodrios como el suyo sencillamente ya no cuelan y hasta son contraproducentes porque revelan bien a las claras que la persecución a la que se ha visto sometida Sarah desde aquel día de agosto de 2008 en que McCain nos la presentó a todos no tiene más motivo que el puro odio y eso ya es demasiado. Hay un límite para todo y hasta para los progres llega un momento en que uno se pasa de la raya. Es cierto que me cuesta creerlo, pero ha pasado y quizás sea una buena señal. Una señal de que Sarah se ha convertido en alguien tan fuerte a estas alturas que ya no es con memeces como la de Gross con las que se le puede atacar, sin con artículos serios y bien fundamentados. Tal vez sea eso; tal vez no. Ya veremos.

¡Señor, perdónalos porque no saben lo que hacen! (o tal vez sí).


VOCES QUE MERECE LA PENA ESCUCHAR (y III): SEAN HANNITY

01/06/2010

 

Tras Rush Limbaugh y Glenn Beck, le llega el turno a Sean Hannity, tal vez mi preferido y el periodista a quien seguramente me parecería más yo si algún día tuviera la oportunidad de convertirme en locutor radiofónico (cosa que no creo porque tengo mala voz para la radio, falta de fuerza). Sin embargo, Hannity es de los tres quien más esfuerzos ha dedicado al medio televisivo y con más éxito. De hecho, yo lo conocí a raíz de la entrevista televisiva que realizó para Fox News Channel a Sarah Palin durante la pasada campaña electoral, la única entrevista decente que le hicieron, y ya entonces me impresionó por su profesionalidad y su saber hacer. Así pues, a pesar de que admiro la contundencia tanto de Limbaugh como de Beck, auténticas máquinas de machacar las tonterías de la izquierda, me quedo con el puño de hierro envuelto en un guante de seda de Hannity. Y es que coincidirán conmigo en que no hay mayor placer que llamar idiota a un izquierdista y que éste no sólo no se dé cuenta de lo que le han llamado sino que además se quede pensativo intuyendo que algo ha pasado… y que no sabe muy bien qué ha sido.

El tercero de la fama: Sean Hannity. La foto es de 2004, pero por lo que he visto últimamente, Hannity no ha envejecido apenas. Y es que se mantiene en forma con el mejor deporte del mundo: atizar a la izquierda sin desmayo. Deberían probarlo nuestros políticos pretendidamente de derechas, digo yo; pero como quiera que todos pertenecen a la misma casta, bien se guardarán de ello. Y es que ya saben el refrán: “Perro no come perro”.

Nota del autor: Mi amiga L., que ha accedido gentilmente a ser mi correctora de estilo a partir de ahora, me reprocha que uso demasiado la expresión “como quiera que”, así que le he prometido contenerme y no usarla más de dos veces por entrada. Y ya llevo una, ¡glups! Como sobrepase el límite, me reñirá y cuando mi amiga L. riñe, riñe mucho. Así que mucho ojo o me obligará a copiarla a mano doscientas veces seguidas para hacérmela odiosa.

Sobre Sean Hannity

Sean Hannity nació el 30 de diciembre de 1961 en New York City (New York), hijo de Hugh y Lillian Hannity, cuyos respectivos padres, los abuelos de Sean, eran emigrantes irlandeses. Tiene dos hermanas, Joanne y Therese. Está casado desde 1993 con Jill Rhodes, una periodista también, y tienen dos hijos.

Al igual que sus dos colegas, Limbaugh y Beck, Hannity sintió la llamada de la radio desde muy joven, pero en su caso, no fue hasta 1989, con 28 años, cuando logró cumplir su sueño. Por aquel entonces, ya hacía tiempo que había abandonado sus estudios universitarios en aras de lograr abrirse camino en el mundo de la comunicación y estaba trabajando en Santa Barbara (California) como contratista de obras, cuando le surgió la oportunidad de hacer un talk show semanal en la radio de la universidad de California, la KCSB-FM, una experiencia que, cuando él la recuerda, no duda en confesar que fue “terrible” y que “no lo hizo nada bien”, exactamente lo mismo que sentimos todos los hombres cuando le damos nuestro primer beso a una chica y comprendemos por fin que las películas mienten porque allí todo parece más fácil.

El caso es que el programa no tardó en ser cancelado antes de un año por la dirección de la emisora debido a que algunos comentarios controvertidos de Hannity referidos a los gays y las lesbianas, lamentando su condición, habían levantado ampollas entre estos colectivos. La emisora finalmente se desdijo de su decisión y ofreció a Hannity el reincorporarse a su programa, pero éste rechazó la oferta y, ni corto ni perezoso, puso un anuncio en las revistas especializadas ofreciéndose como locutor de radio, aprovechando que el incidente con la emisora le había hecho conocido en todo el país.

Finalmente, la WVNN de Athens (Alabama) respondió a su anuncio y le contrató para su propio talk show y, tras una temporada allí, pasó a la WGST de Atlanta (Georgia). Su buen hacer acabó llamando la atención de Fox News Channel y, en septiembre de 1996, la cadena de televisión le ofreció el presentar un programa que iba a ser el famoso Hannity & Colmes, a lo que él accedió, pero sin abandonar su programa de radio, que pasó de la WGST a la WABC de New York City (New York), donde lleva desde 1998.

El programa de radio de Hannity, The Sean Hannity Show, es un programa típico en el sentido de ser un talk show dirigido y presentado por un periodista de opiniones conservadoras en el cual se comentan las noticias del día bajo ese prisma. No tengo datos acerca de lo que está ganando actualmente Hannity con su programa, pero sí sé que en 2004 firmó un contrato con la entonces ABC Radio (que en 2007 fue vendida a lo que ahora es Citadel Media, una división de Citadel Communications) por cinco años y un total de 25 millones de dólares, lo cual es justo si tenemos en cuenta que su programa es uno de los primeros en cualquier lista de programas más escuchados.

Por lo que se refiere a sus aventuras televisivas, Hannity ha sido uno de los pocos locutores de radio que ha logrado dar el salto a la televisión sin perder en el cambio (aunque él sigue combinando ambos medios). Su primer programa, Hannity & Colmes, era casi un programa de debate en Fox News Channel presentado por dos personas representando cada una de ellas una postura política diferente: Hannity representaba la postura conservadora y su compañero, Alan Colmes, la liberal. El programa duró en antena desde octubre de 1996 hasta enero de 2009, lo cual ya es. Su estructura era muy simple: se presentaba una noticia de actualidad que era interpretada de una u otra manera según fuera Hannity o Colmes quien la comentara, y a veces se incorporaba al programa un invitado especial que hacía su propio comentario. También se trataban otro tipo de noticias, ya no políticas, o se entrevistaba a algún político, tarea que quedaba en manos de aquel de los presentadores que más próximo estuviera a la ideología política del entrevistado.

Por supuesto, los de la izquierda no estaban en absoluto satisfechos con el programa y clamaban contra su “representante”, Colmes, a quien acusaban de ser demasiado moderado, algo que él mismo reconocía que lo era, habiendo llegado a apoyar a Rudy Giuliani como candidato a la alcaldía de New York City o el uso de técnicas de interrogatorio cercanas a la tortura por parte del gobierno de Estados Unidos en casos de terrorismo. Imagino que hubieran preferido que Fox News Channel contratara a un tipejo como Keith Olbermann en lugar de Colmes, pero es que hay un límite a todo, ¿verdad? De cualquier forma, Colmes, a pesar de no formar parte ya del programa de Hannity, continúa siendo comentarista político en Fox News Channel, teniendo su propio programa, Liberaland, y participando habitualmente en otros tales como el de Bill O’Reilly, The O’Reilly Factor, siendo si es que se puede decir así el «liberal de plantilla» de la cadena.

Además de Hannity & Colmes, Hannity tuvo desde enero de 2007 y hasta enero de 2009 un programa exclusivo para él titulado Hannity’s America. En él, Hannity daba su opinión sobre lo que estaba sucediendo en ese mismo momento en Estados Unidos, además de otros apartados en los que Hannity y otro invitado conservador debatían con otros dos invitados liberales sobre alguna cuestión política, se trataba alguna controversia en la que hubiera estado involucrado Hannity con otra persona a la que se invitaba para solventarla (o enconarla, según fuera el ánimo del invitado), se trataba sobre algún suceso (generalmente, un crimen) reciente o incluso se hablaba sobre asuntos espirituales, tales como los ángeles o los fantasmas, terminando con alguna historia ligera de las que no suelen ser tratadas por los medios de comunicación tradicionales.

Finalmente, tras el último programa de Hannity & Colmes, Hannity dio paso en enero de 2009 a su nuevo programa que, adivínenlo, se titula Hannity (si es que no se matan mucho buscando títulos para los programas, no). En esta ocasión, desembarazado ya de su colega Colmes, Hannity se dedica a entrevistar en exclusiva a sus invitados y a dar su propia opinión, habiendo sido su primer invitado Newt Gingrich, el antiguo speaker de la Cámara de Representantes, y habiendo sido el segundo su colega Rush Limbaugh, tan exuberante él que necesitó de dos programas para completar la entrevista.

Pero no sólo de radio y televisión vive el periodista conservador; a Hannity aún le queda tiempo para escribir libros, habiendo publicado tres hasta el momento:

  • Let Freedom Ring: Winning The War Of Liberty Over Liberalism (2002)
  • Deliver Us From Evil: Defeating Terrorism, Despotism And Liberalism (2004)
  • Conservative Victory: Defeating Obama’s Radical Agenda (2010)

Por fin, Hannity destaca también por su participación en la organización de festivales de música country que, bajo el nombre de Freedom Concerts, recaudan fondos para ayudar a Freedom Alliance Scholarship Fund, una organización benéfica que otorga becas a hijos de militares cuyos padres hayan resultado mutilados o muertos en combate. Estos conciertos llevan celebrándose desde 2003 y, hasta ahora, llevan recaudados más de 9 millones de dólares. Entre los artistas que han contribuido a ellos destacan Charlie Daniels, Billy Ray Cyrus (sí, sí, el papá de Hanna Montana), Hank Williams, Jr., Ted Nugent, Montgomery Gentry, la grandísima Martina McBride, Lee Greenwood, etc. Como quiera que (¡oh, oh, lo he dicho otra vez y ya van dos!) este bloguista es un apasionado de la música country, no podía dejar de resaltar este aspecto de la personalidad de Sean Hannity que le hace más meritorio a mis ojos. Por supuesto, los de la izquierda, irritados por todo lo que tenga que ver con el orgullo de ser estadounidense, han pretendido que es todo una tapadera y que el dinero no va a becas sino vete tú a saber dónde. Por supuesto, esos cretinos no han aportado la más mínima prueba de que sus infundios sean ciertos y como que bien sabemos todos que no lo son, no vale la pena siquiera señalar cuáles son esas organizaciones que se aplican tanto y con tanto entusiasmo a eso de “piensa mal y acertarás”, aunque en su caso no acierten ni una.

Y para terminar, un epílogo algo tristón

Con esto doy por concluida esta serie dedicada a aquellos periodistas orgullosamente conservadores que se están batiendo el cobre en Estados Unidos por mantener a su amado país libre de la estupefaciente decadencia a la que los políticos europeos nos han entregado sumisamente desde hace ya tantos años. Resulta un consuelo saber qué existe todavía un lugar donde uno puede defender sus ideales públicamente y no verse acosado, perseguido y silenciado, algo que cada vez es más difícil, sobre todo en España, donde el pensamiento único es más fuerte a cada día que pasa y un blog como éste que les ofrezco resulta, me temo, una gota de agua en el desierto.

Es cierto que tenemos a una gran pequeña empresa de comunicación como lo es Libertad Digital que, a través de sus medios en internet, televisión y radio ha logrado que no esté todo perdido todavía para aquellos que amamos la libertad y que sabemos muy bien que, tal y como dijo Jefferson, “el precio de la libertad es la constante vigilancia”. Es triste que muchos hayan decidido que ése es un precio demasiado alto y que se está mejor durmiendo que velando por el futuro de los nuestros, pero así es la gente y así es este país, España, que tanto se cree y tan poco es y donde vamos de caudillo en caudillo, ya sea de una u otra manera, con elecciones de por medio o sin ellas, pero siempre sin libertad y, lo que es peor, sin el valor para reclamarla.

Por mi parte, desespero ya de que España sea algún día un país libre de hombres y mujeres libres y creo que no hay nada que hacer. España es un inmenso corral de ovejas donde los pocos que no queremos ser esquilados lo tenemos cada día más difícil y simplemente se nos deja estar a la espera de que nos vayamos muriendo o desistamos finalmente, como una escala de funcionarios a extinguir. De verdad que si estuviera en mi mano, emigraba a Estados Unidos donde al menos la gente está dispuesta a luchar por lo que cree y a no dejarse arrebatar su libertad sin oponer resistencia y echar mano a la escopeta.

¿Pesimista? Tal vez. ¿Realista? Seguramente. Pero es que como decía aquél, a mí también me duele España. Seguiré en la brecha, por eso no se preocupen, pero no puedo dejar de sentirme como uno de los últimos de Filipinas, tal y como me calificó uno de nuestros amigos recientemente. ¿Ustedes tienen esperanza de que las cosas puedan cambiar algún día? Yo ya no, pero como leí hace un tiempo en una pintada en la calle (auténtica perla de sabiduría popular): “Cuando todo está perdido, sólo queda molestar”. Seguiré molestando pues. Todo lo que pueda, Y cuento con ustedes para ello también, para que todos juntos molestemos más que una docena de niñatos maleducados celebrando una fiesta en el piso de arriba. Y mientras tanto, pongamos toda nuestra fe en Sarah Palin, que es la única persona que puede cambiar el rumbo que está tomando el mundo, algo de lo que no tengo la más mínima duda, pero que me asusta porque queda mucho todavía hasta 2012 y quién sabe lo que puede haber sucedido para entonces.

Esperemos que nada irremediable. En fin, que como decía Edmundo Dantés, sólo podemos confiar y esperar. Confiemos y esperemos pues… y mientras tanto, molestemos todo lo que podamos. El jueves, vamos a hablar sobre los libertarios, ¿les parece?


HABÍA UNA VEZ UN IDIOTA…

30/05/2010

 

¡Y qué idiota! El más idiota de todos. Un idiota sin remedio. Un idiota tan idiota que se podría exhibir en las ferias y hasta cobrar entrada por entrar a verlo. Un idiota que dice ser escritor, pero que al final resulta que no es más que un lamentable emborronador de cuartillas, sobre las que deja plasmadas sus idioteces para que otros, tan idiotas como él (porque más idiota ya no se puede ser), las lean y se complazcan en comprobar que siendo idiota uno puede ganarse bien la vida sin necesidad de tener que afiliarse a un partido político progre y hacer carrera en él. ¡Ah, qué consuelo para todas esas madres que sufren por tener un hijo así y que hasta ahora sólo podían aspirar a que llegara a ministro!

Y éste es nuestro idiota de hoy. Un idiota que responde al nombre de Joe McGinniss. Fíjense bien en él porque si algún día tienen la desgracia de encontrárselo por la calle, lo mejor sería que echaran a correr. Sí, sí, que la idiotez es contagiosa y yo mismo tenía un amigo que era una persona estupenda, pero que se casó con una mujer idiota y ahora él también es un idiota rematado al que he borrado de mi lista de amistades desde aquel día en que me dijo que ya no temía por el cambio climático porque Obama nos iba a salvar a todos.

Nota del autor: Les anuncio que ya ha sido publicada en Semanario Atlántico mi última colaboración. Se titula «El Partido Demócrata respira en Pennsylvania pero tampoco es para tanto» y confío en que les guste. Y como adelanto de lo que será la próxima, sólo les diré que iremos a Kentucky… Y con eso ya está todo dicho, ¿verdad?

La afrenta

¡Ah, qué coraje me da tener que dedicar una de mis entradas a un idiota! Les aseguro que estoy indignado y que he tenido que irme a correr una docena de kilómetros inmediatamente después de haberla terminado para librarme de la rabia que siento. El caso es que todo comenzó el lunes pasado, día 24, cuando la propia Sarah Palin daba la voz de alarma con una de sus notas en su página de Facebook. Hela aquí:

Justo cuando piensas que ya no te puede pasar nada más “interesante”… ¡Bienvenido, vecino!

La primavera ha llegado en Alaska y con esta bonita temporada llega la noticia de hoy de que los Palin tienen un nuevo vecino. ¡Bienvenido, Joe McGinniss!

Sí, ese Joe McGinnis. Aquí está él – a unos cincuenta metros de distancia en la vivienda alquilada del vecino, oteando la zona de juegos de mis niños y la ventana de mi cocina. Tal vez vayamos a darle la bienvenida mañana con una tarta casera de arándanos para que sepa lo amistosos que somos los alasqueños.

Nos enteramos de la buena noticia hoy. Al regresar mi familia esta mañana de los rallies de apoyo y de los discursos en “los 48 estados de abajo”, ¡finalmente tuve la oportunidad de hacer frente a mi jardín y el césped esta noche! Por lo tanto, tras ponerme unos pantalones cortos y una camiseta para capturar ese demasiado breve sol del verano norteño y colocar a un mareado Trig en su portabebés a mi espalda para una aventura de cortar césped,  miré hacia arriba para ver con sorpresa a un “nuevo vecino” oteando mi propiedad a sólo un tiro de piedra. Huelga decir que nuestra aventura al aire libre terminó rápidamente después de que Todd fuera a presentarse ante el desconocido que estaba mirando.

Joe anunció a Todd que se ha mudado a la casa justo al lado de la nuestra. Ha alquilado el sitio para los próximos cinco o más meses. Hizo todo el camino desde Massachusetts para vivir justo  a nuestro lado – mientras escribe un libro sobre mí. Sabiendo de sus muchas otras feroces piezas de «periodismo» (incluyendo las extravagantes piezas anti-gestión de los recursos petrolíferos por parte de la administración Palin que llevaron a mi departamento de Recursos Naturales a declarar que su trabajo era el más retorcido caso de periodismo amarillo relacionado con la energía que habían visto en su vida), estamos seguros de tener a un avaricioso deseando hacerse con ese tesoro que está escribiendo. Me pregunto qué tipo de material va a reunir oteando el dormitorio de Piper, mi pequeño jardín y el agujero donde la familia se baña.

¡Bienvenido, Joe! Va a ser un gran verano – ven a pedir prestada una taza de azúcar si alguna vez necesitas un poco de endulzante. ¿Ya sabes lo que dicen acerca de que «vallas hacen buenos vecinos»? Bueno, vamos a empezar a trabajar en una alta valla mañana y voy a tratar de que los chillidos de Trig se reduzcan a tranquilas risas que no perturben tu tranquilo verano. ¡Disfrútalo!

Sarah Palin

¡Hola, vecino! ¿Puedo llamarte “Joe”?

El afrentador

Hasta aquí, la voz de alarma dada por Sarah Palin: ¡tengo un vecino inquietante y nos está observando! Yo añado que además de inquietante es un idiota. Pero exactamente ¿quién demonios es el idiota ese? Pues oído al parche porque Joe McGinniss, nacido el 9 de diciembre de 1942, es un escritorzuelo estadounidense que empezó su carrera profesional como periodista, pero que obtuvo un gran éxito en 1969 con su primera obra, The Selling of the President (La venta del presidente), sobre la entonces reciente campaña electoral de Richard Nixon, que entró directamente en la lista de best-sellers de The New York Times cuando él tenía nada más que 26 años, siendo por aquel entonces el autor más joven en lograr semejante hazaña. Tras ello, McGinniss dejó el periodismo y se convirtió en escritor a tiempo completo. Como quiera que no tengo la más mínima intención de hacerle publicidad, sencillamente no voy a detallar su bibliografía, pero sí que les diré que el tipo ese se ha especializado en las morbosas novelas sobre crímenes reales, consiguiendo habitualmente su información del propio acusado del crimen, al que finge creer en sus protestas de inocencia sólo para obtener todo los datos posibles. Y no sólo eso sino que también ha sido acusado de plagiario cuando otro de sus libros, éste sobre Ted Kennedy, fue denunciado como tal, aunque no ante los tribunales, por Doris Kearns Goodwin, la autora de The Fitzgeralds and the Kennedys.

Fue en 2009 cuando el idiota decidió dejar los crímenes que cometían otros y pasar a cometerlos él personalmente, explotando el filón que le ofrecía la entonces gobernadora de Alaska Sarah Palin, publicando un artículo, precisamente el que menciona Sarah en su nota, en la difunta revista Portfolio titulado “Pipe Dreams” (sueños de gasoducto) en el que cuestionaba la veracidad de la afirmación de Sarah sobre la próxima construcción del gasoducto, alegando que era mentira que el trato estuviera cerrado y que no habría nunca gasoducto ya que al haberse enfrentado a las grandes petroleras, que son las que tienen el gas, éstas no se lo iban a ceder para que fuera transportado a través de él, ni más ni menos. El artículo estaba lleno de citas de conocidos adversarios de Sarah y el idiota se permitió incluso el lujo de insultar a la propia Sarah llamándola “la Eva Perón de Alaska”, lo cual le hace merecedor completamente de que yo no me refiera a él por otro nombre que el suyo propio de “idiota”, tan merecido por otra parte.

No fue ésta la última vez que su camino se cruzó con el de Sarah ya que, como demostración fehaciente de la clase de persona que es, ya no sólo un idiota sino además un canalla, en septiembre de 2009 estuvo cerca de ganar el derecho a cenar con Sarah al pujar hasta los 60.000 dólares en una subasta benéfica en Ebay a beneficio de la organización Ride2Recovery de apoyo a los militares heridos. Gracias a Dios, su puja fue insuficiente frente a la de la vencedora, Cathy Maples, de Huntsville (Alabama), una buena admiradora de Sarah, quien llegó providencialmente hasta los 63.500 dólares. Y por si fuera poco, ahora, el idiota amenaza con publicar un libraco sobre Sarah titulado provisionalmente Sarah Palin’s Year of Living Dangerously (El año en que Sarah Palin vivió peligrosamente), que pretende publicar en otoño del año que viene y cuya editorial, Broadway/Random House, no me verá nunca más en mi vida comprar un libro suyo. Palabra de Palin.

Los compinches del afrentador y partidarios de la afrenta

Por supuesto, todos los medios de comunicación estadounidenses pusieron inmediatamente el grito en el cielo ante semejante canallada y reclamaron a voz en cuello que los troopers de Alaska sometieran a cerco la casa alquilada por el idiota y a poco que éste se atreviese a asomar la nariz por la ventana y mirar en dirección a la casa de los Palin fuera detenido y encarcelado por espionaje, invasión de la privacidad o llevar los calcetines puestos al revés, cualquier cosa con tal de que pudiera ser puesto entre rejas los cinco meses que le quedan de contrato de alquiler… ¿Se lo han creído? ¿Los medios de comunicación estadounidenses obrando decentemente siquiera por una vez y a favor de Sarah Palin? ¡Ja, ja, ja, no lo verán eso mis ojos!

Los medios de comunicación estadounidenses lo que han hecho, con las excepciones conocidas, ha sido lo que se esperaba de ellos, por supuesto: PONERSE DEL LADO DEL IDIOTA Y REÍRLE LA GRACIA. Incluso reconociendo que se trata de una canallada, como quiera que se trata de Sarah Palin, contra quien cualquier cosa es válida, el apoyo recibido por el idiota por parte de sus congéneres de los medios de comunicación es tan repulsivo que, por supuesto, no se les ocurra preguntarse qué pasaría si se tratara del caso contrario, que fuera un periodista conservador quien alquilara la casa de al lado de un antiguo candidato demócrata a la vicepresidencia. ¿Se acuerdan de John Edwards, por ejemplo? Le gustaban mucho las faldas, ¿verdad?

Así, un idiota bis llamado Ken Sheperd publicó un artículo laudatorio sobre el suceso (no diré dónde porque es vomitivo) diciendo entre otras cosas que, a pesar de tratase de “un acto de gilipollez periodística” (lo de acechar a Sarah), es la manera como los buenos periodistas siguen la pista de sus noticias, “sin problemas, ni éticos ni morales, con tal de acercarse lo máximo posible a su objetivo”. Un idiota ter llamado David Weigel, que escribe en esa basura que es The Washington Post, se siente tan escandalizado por el contenido de la nota de Sarah en su página de Facebook que corre a defender la honorabilidad del idiota original a quien califica como un “periodista de investigación”, como si no supiéramos ya todos la clase de bicho que es.

El idiota ter, Weigel, también defiende los hechos narrados por el idiota original en su artículo sobre el gasoducto de Alaska, sin confesar que todos y cada uno de los argumentos de dicho artículo han sido rebatidos hasta la saciedad, sobre todo en el blog Conservatives4Palin, que en su momento trataron este tema con profusión de datos, algo que a la izquierda tanto le da porque, tal y como ya les he dicho más de una vez, los izquierdistas no piensan, carecen de raciocinio, son meras ovejas baladoras y por eso es inútil razonar con ellos.

Y sobre la que alquiló la casa, ¿qué?

Es cierto que el idiota alquiló la casa, pero no nos olvidemos de la arrendadora (porque es una mujer). ¿Quién es esa vecina de Sarah Palin que tan poco debe de quererla para permitir que su propiedad se convierta en un nido de buitres por un puñado de dólares? Pues con respecto a ella, y tal y como declaró el propio hijo del idiota, Joe McGinniss, Jr.:

Una mujer alquilaba su casa y buscó al escritor [se refiere a su padre] porque los Palin la habían enfadado (le debían dinero por unas reformas que había hecho a petición suya y que nunca le pagaron). Así que cuando supo que McGinniss estaba escribiendo su libro y lo encontró, le ofreció la casa.

Teniendo en cuenta que fue el propio Todd Palin junto con unos amigos quien construyó con sus propias manos la casa de la familia y que ahora está igualmente embarcado en la construcción de un edificio anexo para dotar a su esposa de unas oficinas, es difícil pensar que puedan necesitar de una vecina, que para más inri no está nunca en su propiedad, para que les haga algunas reformas.

Una foto de la propiedad de los Palin, todo lo que ocupa el centro de la foto. Señalada con una flecha, la casa alquilada por el idiota que, como vemos está a apenas cincuenta metros de la de los Palin. Como me haga rico, juro que la compro haciéndole creer a la propietaria que soy un anti-palinista furibundo y se la regalo a los Palin a cambio de que me inviten a comer un día y me dejen fregar los platos mientras Piper me ayuda secándolos.

Y es que además, toda la historia cae por su propio peso cuando descubrimos, tal y como explicó la propia Sarah Palin en el programa de Glenn Beck, que el verano pasado, para evitar precisamente una situación como ésta, fueron los propios Palin quienes alquilaron la dichosa casa. Este invierno intentaron hacer lo mismo, pero fue imposible ponerse en contacto con la propietaria porque nunca atendía a sus llamadas. Ella sabrá por qué. Si tenemos en cuenta que según el hijo del idiota ésta sólo quería que los Palin le pagaran su supuesta deuda con ella, resulta curioso que no respondiera ni a una. ¿Así cómo pretendía cobrar? Evidentemente, el hijo, que también es escritor, pero ignoro si lo es tan malo como su padre, se ha inventado un cuento chino para desviar la atención del indigno comportamiento de su padre. Pero ¿hay alguien por ahí que pueda creerse sinceramente no ya que los Palin necesiten que alguien les haga una reforma en casa cuando se la han construido ellos mismos de arriba abajo, sino que no pagan sus deudas? ¡Vamos, hombre, ni harto de vino!

Suerte que tenemos a Todd, que si no…

Afortunadamente, Todd Palin estaba ahí para poner remedio y antes de 48 horas desde la sorprendente aparición fantasmal del idiota en la casa de al lado, él y varios de sus amigos habían construido, trabajando toda la noche, una valla de madera de un par de metros de alto y 50 metros de largo para evitar así que pudieran seguir siendo acechados, o al menos lo menos posible, lo que imagino que habrá fastidiado de lo lindo al idiota.

Mi admirada Michelle Malkin estaba tan satisfecha que proponía que el presidente Obama nombrara a Todd algo así como ministro de Fronteras, dada la rapidez y efectividad con que ha resuelto un problema tan preocupante para su familia, demostrando que sabe cómo protegerla, algo que él ha demostrado con creces que no tiene ni la más mínima idea de cómo hacerlo cuando se trata de su país (y obligando de paso a los buenos ciudadanos de Arizona a tomar cartas en el asunto). Con ello, espero que los Palin no vean su verano arruinado por culpa de un idiota, un idiota con avaricia, un idiota insondable, un idiota sin freno que ha demostrado ser además un personaje patético e indigno de ser recogido y auxiliado por nadie si algún día la buena suerte quiere que durante uno de sus paseos por la bella Alaska, un alce le pegue una cornada (prometo hablar al respecto con mi primo, ése que ya les he mencionado alguna vez y que tiene más mal genio que yo, y pasarle una foto del idiota para que se haga el encontradizo con él y se asegure de que lo cornea bien).

Por lo demás, como ya les he dicho, proclamo mi boicot personal contra la editorial, Broadway/Random House, jurando solemnemente que no compraré ni un libro suyo (Random House tiene sede en España, por si no lo sabían, y posee varias editoriales conocidas por todos nosotros) a menos que rompan su contrato con el idiota y se nieguen a publicar el libraco con el que nos amenaza para el año que viene. ¡Faltaría menos!

Esta entrada ha sido muy desagradable de escribir para mí, pero me temo había que hacerlo. Ustedes bien merecen el esfuerzo. Pero el martes volveremos al buen camino; tendremos a Sean Hannity con nosotros y ése sí que es una buena persona. Será la manera de desquitarse.


VOCES QUE MERECE LA PENA ESCUCHAR (II): GLENN BECK

25/05/2010

 

Seguimos en la brecha. Ésta es la segunda entrada de la nueva temporada y debo reconocer que estoy descubriendo que el secreto consiste en saber aprovechar los pequeños momentos sueltos que a todos se nos ofrecen a lo largo del día. O sea, tal y como dice mi admirado César Vidal, ser un “trapero del tiempo”. En consecuencia, ahora llevo siempre conmigo una pequeña libreta y a poco que tengo un instante libre, aunque sean unos pocos minutos, escribo siquiera diez líneas. Y  diez líneas más otras diez líneas más otras diez líneas y así sucesivamente, con un poco de tiempo, acaban convirtiéndose en una entrada entera. Creo que al final podré apañarme bastante bien. ¡Ah, qué disgusto tendría mi jefe si lo supiera! La verdad es que rabio de no poder decírselo a ver si le daba un infarto.

El siguiente de nuestros héroes: Glenn Beck. Una fotografía tomada en el CPAC de 2010 en Washington, D.C., donde, al igual que el año pasado la estrella fue su colega Rush Limbaugh, este año lo ha sido él. Como podemos comprobar, en Estados Unidos los periodistas de derechas no tienen en absoluto miedo de ser conocidos como tales. Y es que en España, sólo unos pocos elegidos, los de Libertad Digital, han logrado ser tan libres como sus colegas estadounidenses.

Nota del autor: De nuevo, les anuncio la publicación de un artículo mío en Semanario Atlántico. Se titula así: «Duffy puede con Obey en Wisconsin» y confío en que les parezca lo suficientemente prometedor como para echarle un vistazo.

Dice la sabiduría popular que viejo se nace, no se hace. Sin duda, algo de verdad debe de haber en ello porque de lo que sí puedo dar fe después de haber pasado algunos días preparando esta pequeña serie es que viejo no sé, pero como mínimo, locutor de radio sí que se nace. Y si hace algunos días veíamos como Rush Limbaugh sintió que su camino en la vida estaba ante un micrófono tan pronto como a los dieciséis años, en el caso de Glenn Beck, ésta llamada la sintió aún antes, a los trece, en 1977, cuando ganó un concurso en su localidad natal que le permitió el ser por una hora el disc jockey de la emisora local, la KBRC. Y a fe que esa hora la debió de ser la más placentera de toda su vida.

Glenn Lee Beck nació en Everett (Washington) el 10 de febrero de 1964, hijo de William y Mary Beck. En 1977, su padre y su madre se divorciaron a causa del alcoholismo de ella y Glenn y su hermana mayor siguieron viviendo con su madre, pero ésta falleció ahogada en el mar dos años después y el propio Beck reconoce que su madre se suicidó arrojándose por la borda de la pequeña embarcación en la que se hallaba. En consecuencia, los dos jóvenes volvieron con su padre y Glenn empezó a tener problemas con el alcohol, en la creencia de que le ayudaría a superar su desgracia.

Tras terminar sus estudios en la escuela secundaria, Beck se mudó en 1983 a Provo (Utah) donde obtuvo su primer empleo en la radio, la KAYK, pero antes de seis meses lo había dejado por la WPGC de Washington, D.C. Allí  se casó con su primera esposa, Claire, con quien tuvo dos hijas, Mary y Hanna. Sin embargo, el creciente alcoholismo de Beck hizo fracasar el matrimonio, llevándoles a divorciarse en 1994. Gracias a Dios, Beck supo darse cuenta de que tenía un grave problema y acudió a Alcohólicos Anónimos a finales de ese mismo año, quienes le ayudaron a que dejara tanto el alcohol como la marihuana, a la que también se había aficionado. En 1999, Beck se casó con su segunda esposa, Tania, con quien tiene otros dos hijos, Raphe (adoptado) y Cheyenne. Además, ese mismo año, Beck y su esposa se convirtieron en mormones.

Ya hemos visto que la primera experiencia de Beck en la radio tuvo lugar a los trece años. Después de ello, él y sus compañeros de escuela empezaron a colaborar con otra emisora de la zona, la KGMI, de Bellingham, produciendo un programa para el que redactaban tanto los guiones como preparaban los efectos sonoros. Más tarde, ya en la escuela secundaria, empezó a trabajar a tiempo parcial en una emisora de Seattle, la KUBE 93, presentando un programa nocturno, lo que le suponía el tener que ir desde Bellingham hasta Seattle cada viernes y sábado y dormir en un despacho de la emisora cuando terminaba su programa al amanecer. Fue después de graduarse cuando se decidió a ser efectivamente locutor de radio y recorrió tantas emisoras que sería casi imposible relacionarlas todas, bastando con decir que sus distintos trabajos le llevaron desde Utah hasta Connecticut, pasando por D.C., Texas, Kentucky, Arizona, Texas de nuevo y Maryland.

Su programa más conocido, The Glenn Beck Program, nació en 2000 en una emisora, la WFLA, de Tampa (Florida), pasando antes de un año del puesto decimoctavo al primero en los índices de audiencia. En 2002, Premiere Radio Networks adquirió los derechos del programa, lo trasladó a la WPHT de Philadelphia (Pennsylvania) y lo lanzó nacionalmente, siendo emitido por 47 emisoras que, en 2008, ya eran más de 300, pasando su programa a ser, según la revista Talkers, el tercero en audiencia en todo el país por lo que Beck obtiene unos ingresos aproximados de 32 millones de dólares anuales aunque en ese cifra se incluyen también sus ganancias televisivas y por otros conceptos.

El programa de Beck se emite cada día laborable de la semana entre las 09.00 y las 12.00 horas. Se caracteriza porque la primera mitad de cada hora suele consistir en un monólogo de Beck comentando las noticias del día, seguido de una segunda mitad en la que contesta a las llamadas de los oyentes y continúa discutiendo los asuntos que ha introducido previamente. En algunas ocasiones, durante la primera media hora, puede ser que se entreviste a un invitado o que, en lugar de un monólogo, sean Beck y su equipo quienes comenten entre ellos las noticias, siempre con su habitual estilo franco y directo.

Así, por ejemplo, el 14 de noviembre de 2006, Beck entrevistó al recientemente elegido representante por Minnesota, Keith Ellison, el primer musulmán elegido para el Congreso de Estados Unidos, y le preguntó si le podía “demostrar que no está usted trabajando con nuestros enemigos”, añadiendo acto seguido que “yo sé que no lo está. No estoy acusándole de ser un enemigo, pero es lo que siento y creo que muchos estadounidenses se sentirán de igual manera”. Ellison no se ofendió en absoluto por la pregunta y la respondió, pero inmediatamente empezaron a clamar contra Beck las habituales organizaciones árabe-americanas, acusándole de “tener prejuicios anti-islámicos y anti-árabes”.

En 2006, Beck se animó a probar en la televisión y presentó un programa de formato similar al suyo en la radio en la cadena CNN Headline News. El programa se llamó simplemente Glenn Beck y se emitía todos los días laborables de la semana entre las 19.00 y las 20.00 horas. Durante los dos años que duró su emisión, entre mayo de 2006 y octubre de 2008, fue un éxito, ocupando el segundo puesto en índice de audiencia de toda la cadena. ¿Y a pesar de ello lo dejó? No, no lo dejó, sino que Beck decidió pasarse a Fox News Channel, donde continuó con el mismo programa, pero ahora emitiéndose a las 17.00 horas y empezando en enero de 2009, habiendo además una versión de fin de semana. Como curiosidad que dice mucho de Beck, su primera invitada en esta nueva etapa fue… ¡Sarah Palin! Además, Beck tiene también un apartado dentro del programa de Bill O’Reilly, The O’Reilly Factor, todos los viernes.

En televisión, cada programa comienza habitualmente con un breve monólogo de Beck en el cual analiza la principal noticia del día y que es seguida por una entrevista con un corresponsal con el que continúa la discusión. Sin embargo, esta rutina se interrumpe todos los viernes en que el programa se dedica por completo a entrevistar a un invitado.

¿Y cuáles son las opiniones políticas de Beck? ¿Por qué lo odian tanto los de la izquierda? Pues tal y como ha dicho él mismo en muchas ocasiones, Beck es un conservador con tendencias libertarias (les prometo una próxima entrada dedicada al tema del libertarismo, palabra de Palin) que cree en la responsabilidad personal, la caridad privada (que no pública), el derecho a la vida, la libertad de culto, el gobierno limitado y la familia como piedra angular de la sociedad. También cree en que Estados Unidos no debe gastar más dinero del que tiene porque todo el mundo debe ser consciente de que hay que vivir con los medios de los que se dispone. Ya en otros aspectos más concretos, Beck cree que el aborto es un asesinato, defiende el derecho a tener y llevar armas y duda de que la actividad humana sea la causa del cambio climático, ya que los científicos no han logrado demostrarlo, por lo que está a favor de revocar el protocolo de Kyoto. En consecuencia, no tiene nada de extraño que haya apoyado al movimiento Tea Party desde sus inicios e incluso que haya emitido uno de sus programas desde uno de sus rallies en San Antonio (Texas) el 15 de abril de 2009.

Entre sus hazañas más notables destaca la de haberse atrevido a decir públicamente lo que pensamos muchos: que el presidente Obama es un racista que odia a los blancos, lo que le supuso la consabida ola de protestas y hasta un boicot patrocinado por la organización Color of Change que supuso que 80 anunciantes retiraran sus anuncios de su programa, lo que no le afectó demasiado porque otros 80 anunciantes sustituyeron a los primeros.

Otra más llamativa acabó con la dimisión de Van Jones, uno de los zares de la administración Obama, cuando Beck descubrió que ese tipo había estado afiliado a una organización comunista llamada STORM y que incluso había tenido la desfachatez de apoyar a un terrorista islámico, Mumia Abu-Jamal, condenado a la pena de muerte por el asesinato de un policía. Beck mostró en su programa de televisión un video en el que aparecía Jones llamando “tontos del culo” a los republicanos y una petición firmada por él en la que se sugería que el presidente George W. Bush estaba al corriente de antemano de los atentados del 11 de septiembre. La historia surgió en julio de 2009 y en septiembre de ese mismo año, Jones presentó su dimisión.

Por fin, la más conocida tal vez es la que llevó a dos periodistas, Hannah Giles y James O’Keefe, a hacerse pasar por una prostituta y su proxeneta y entrevistarse usando una cámara oculta con empleados de ACORN, la organización de izquierdas tan querida por el presidente Obama y que tan acusada ha sido siempre de ser una mafia política, en cinco ciudades distintas, quienes se mostraron en todos los casos interesados en ayudarles en todo lo que se refiriera a la evasión de impuestos, el tráfico de seres humanos y la prostitución infantil. Al principio, el escándalo supuso que ACORN perdiera toda clase de fondos federales por orden del Congreso de Estados Unidos, pero tras una investigación oficial, se estableció que no se podía acusar a la organización en sí de las faltas de algunos de sus empleados por lo que se restableció su derecho a recibir dichos fondos, aconsejándose a la organización que mejorara sus procedimientos de gestión. ¡Vamos, como si le recomiendan a la mafia que mate con silenciador para no asustar a los vecinos con el estampido del tiro!

Pues claro que la izquierda odia a Beck. Casi tanto como odia a Limbaugh. Lo que pasa es que Beck es más multifacético porque además de sus actividades irritantes (para la izquierda) como locutor de radio y como presentador de televisión, posee también una productora llamada Mercury Radio Arts, ha escrito diez libros y desde 2005 hace una gira anual por todos Estados Unidos presentando su propio espectáculo, un monólogo centrado cada año en un tema concreto.

Sobre sus libros (por supuesto, ninguno de ellos traducido al español), estos son sus títulos:

  • The Real America: Messages From The Heart And Heartland (2003)
  • An Inconvenient Book: Real Solutions To The World’s Biggest Problems (2007)
  • The Christmas Sweater (2008)
  • Un Unlikely Mormon: The Conversion Story Of Glenn Beck (2008) (DVD)
  • The Christmas Sweater: A Picture Book (2008)
  • America’s March To Socialism: Why We’re One Step Closer To Giant Missile Parades (2008) (audiolibro)
  • Glenn Beck’s Common Sense: The Case Against An Out-Of-Control Government. Inspired by Thomas Paine (2009)
  • Arguing With Idiots: How To Stop Small Minds And Big Government (2009)
  • Idiots Unplugged (2010) (audiolibro)
  • The Overton Window (2010)

En cuanto a sus giras, hasta el momento ha realizado las siguientes:

  • Glenn Beck: On Ice (2005), donde abogaba por la disminución de la asfixiante intervención estatal en la vida diaria de las personas.
  • The Mid-Life Crisis Tour (2006), donde ilustraba las lecciones de la vida desde la perspectiva de un hombre de mediana edad.
  • An Inconvenient Tour (2007), donde ilustraba los inconvenientes de la vida diaria parodiando al cretino de Al Gore y su An Inconvenient Truth.
  • Beck ’08 Unelectable Tour (2008), donde aprovechaba la entonces próxima campaña electoral para expresar sus puntos de vista.
  • Common Sense Comedy Tour (2009), donde pasaba revista a lo que estaba siendo el primer año de administración Obama.

Entre enero y febrero de 2010, Beck y su colega de Fox News Channel, Bill O’Reilly, se unieron para llevar por todo Estados Unidos un espectáculo titulado The Bold And Fresh Tour 2010 en el que Beck y O’Reilly recitaban cada uno un monólogo de alrededor de media hora en el que comentaban una gran variedad de asuntos. Después, tras una pausa, aparecían juntos e intercambiaban preguntas y discutían mostrando sus diferentes puntos de vista.

Por supuesto, Beck es uno de los mayores apoyos de Sarah Palin dentro de los medios de comunicación, apoyo que ésta le devolvió en su momento anunciando su programa de televisión en una de sus notas de Facebook, lo que le valió el romper todos sus índices de audiencia.  De hecho, la Casa Blanca le odia tanto o más que a Limbaugh y fue precisamente por él que anduvieron hace un tiempo quejándose de que Fox News Channel no es en realidad una cadena de noticias y pretendiendo promover un boicot en contra de ella, lo que demuestra de qué pie cojean esos bichos. Y es que tal y como ya dije cuando concluí mi entrada sobre Limbaugh, si a éste último le escuchan cada día, a Beck le ven cada tarde… y no les gusta en absoluto lo que ven. No es de extrañar porque la verdad duele, que decía aquél.

Ya sólo nos falta por ver a Sean Hannity. Pero eso será la semana que viene. En la próxima entrada, vamos a repasar lo que está siendo de momento esta temporada de primarias republicanas, ¿les parece bien?


VOCES QUE MERECE LA PENA ESCUCHAR (I): RUSH LIMBAUGH

23/05/2010

 

Tal y como les había anunciado, comienzo esta nueva temporada de “Conservador en Alaska” con la esperanza de que sea tan apasionante como las anteriores y que pueda seguir contando con la compañía de todos aquellos de ustedes que me han seguido hasta el día de hoy (y a lo mejor de alguno más, que hay sitio para más). De verdad que sus comentarios de estos últimos días han sido una bendición para mí. No saben ustedes el bien que me han hecho ofreciéndome su amistad en estos momentos en que me siento tan descorazonado. Gracias, mil veces gracias. Que Dios les bendiga a todos.

Hacía tiempo que se lo tenía prometido, ¿verdad? Pues lo prometido es deuda y aquí tenemos a nuestro héroe de hoy: el locutor de radio estadounidense Rush Limbaugh. La foto es del que creo yo que fue su momento de más éxito en los últimos años: la CPAC de febrero de 2009 en Washington, donde pronunció un discurso que llegó a toda la nación y que levantó más de una ampolla entre propios y extraños.

La vida a veces se complace en jugarle una mala pasada a los que se las dan de sabios y se atreven a hacer pronósticos tales como que alguien no tiene talento para la radio, por ejemplo, y que lo mejor que podría hacer es dejar el micrófono y pasarse al departamento comercial y vender anuncios. Eso es precisamente lo que le dijo la dirección de la KQV, una emisora de Pittsburgh (Pennsylvania), a finales de 1974 a un joven Rush Limbaugh, su disc jockey nocturno. Ciertamente, muy poco futuro debía de tener cuando en 2001, ese mismo Limbaugh firmó un contrato por ocho años por un total de 240 millones de dólares, renovado en 2008 por otros ocho años, ahora por un total de 400 millones, y eso sin contar que en 2002, la revista especializada Talkers le declaró el mejor locutor de radio de talk show de todos los tiempos. Y es que afortunadamente, nuestro destino no está escrito porque si lo estuviera…

Rush Hudson Limbaugh III nació en 12 de enero de 1951 en Cape Girardeau (Missouri), hijo de Rush Hudson Limbaugh, Jr., un abogado y antiguo piloto de combate veterano de la II Guerra Mundial y de Mildred Carolyn Limbaugh (de soltera Armstrong), un ama de casa. En 1967, a los dieciséis años, Limbaugh tuvo su primer trabajo en una emisora de radio local, algo que le marcó porque pronto decidió que eso era lo que quería hacer en la vida, abandonando incluso sus estudios universitarios después de tan sólo dos semestres en la facultad porque, tal y como reconoció su madre no es sólo que “lo suspendió todo”, sino que “simplemente no parecía estar interesado en otra cosa que la radio”.

Contando finalmente con la aceptación paterna, Limbaugh se mudó a Pennsylvania donde en 1972 encontró su primer trabajo serio como disc jockey en la WIXZ, una emisora local de McKeesport, pasando al año siguiente a la KQV, ya en Pittsburgh, donde sus jefes confiaron tanto en él como para hacer la predicción que ya hemos visto. Después de esto, Limbaugh trabajó donde pudo, siempre en la radio, hasta que finalmente en 1979 aceptó un puesto como director de promoción del equipo de beisbol de los Kansas City Royals, de Kansas City evidentemente.

No fue hasta 1984 cuando regresó a los micrófonos en la KFBK de Sacramento (California), ya como locutor de un programa de comentario político tan sui generis en aquel entonces que no contaba con ningún invitado y se basaba exclusivamente en sus comentarios sobre la actualidad para llenar todo el tiempo de emisión. Para sorpresa de todos, su programa alcanzó suficiente éxito como para que la WABC (la cadena de radio propiedad de la ABC) se fijara en él y le ofreciera incorporarse a su cadena con un programa de alcance nacional que desde entonces no ha hecho más que ganar oyentes y convertirse en el programa de comentario político más escuchado de todo Estados Unidos, abriendo el  camino para que otros locutores conservadores siguieran su camino, aprovechando sobre todo que en 1987 se derogó la llamada Fairness Doctrine (doctrina de la imparcialidad) que obligaba a que todas las emisoras de radio reservaran un tiempo de emisión para que se pudiera replicar a cualquier opinión controvertida que emitieran, algo que tiene poco de imparcialidad cuando uno no puede dar su opinión sin que inmediatamente tenga que esperar la respuesta del correspondiente “comisario político” del Ministerio de la Verdad orwelliano. Y es que como dijo en su momento un editorial de The Wall Street Journal: “Ronald Reagan derribó este muro (la Fairness Doctrine) en 1987 (…) y Rush Limbaugh fue el primer hombre en proclamarse liberado de la Alemania Oriental de la dominación de los medios de comunicación liberales”. Y luego se preguntan algunos que porqué amamos tanto a Reagan los que amamos la libertad.

El programa de Limbaugh, The Rush Limbaugh Show, es un programa de tres horas diarias que se emite en directo y que mantiene prácticamente la misma estructura desde su primer programa el 1 de agosto de 1988. Consiste fundamentalmente en el comentario por parte de Limbaugh de las noticias del día, intercalándose entre ellas anuncios, algunos de verdad y otros de broma, llamadas telefónicas por parte de los oyentes y una variedad de pequeñas comedias que no dejan de recordarme a las del glorioso Grupo Risa en “La Mañana de Federico” en es.radio. Pocas veces aparecen invitados, pero aparecen (Sarah Palin, por ejemplo, ha aparecido dos veces: una en octubre de 2008, durante la campaña electoral, y otra en noviembre de 2009, durante su gira de promoción de Going Rogue). El programa empieza a mediodía en horario de la Costa Este y que se emite tanto por AM como por FM a través de más de 590 emisoras.

Muchas han sido las controversias en las que se ha visto envuelto Limbaugh durante todos estos años, sobre todo porque él no es hombre de medir sus palabras y cuando quiere decir algo, lo dice y sanseacabó. Una de las más conocidas, por lo relativamente reciente que es, es aquella en la que Limbaugh, en enero de 2009, preguntado por un medio de comunicación sobre si podría enviarles en 400 palabras sus deseos para la que iba a ser próxima presidencia de Obama, éste contestó directamente en antena diciendo: “No necesito 400 palabras, necesito cuatro: yo espero que fracase”, explicando luego que no quería “la absorción por parte del gobierno federal de todo lo que pudiera del sector privado, desde el negocio bancario hasta la industria de las hipotecas, el negocio automovilístico, la atención sanitaria. No quiero que el gobierno se encargue de todas estas cosas. No quiero que esto suceda”. Y continuó diciendo: “¿Por qué es injusto que diga que espero que el liberalismo fracase? El liberalismo es nuestro problema. El liberalismo es lo que nos ha conducido tan cerca del precipicio aquí”. Por supuesto, los demócratas pusieron el grito en el cielo, pero a lo más que consintió Limbaugh en precisar fue en decir que lo que esperaba ver era el fracaso de la política de Obama, no el del propio Obama. Y a otra cosa, mariposa.

Comentarios como éste y una intervención de lo más esperada en la Conservative Political Action Conference (CPAC) de marzo de 2009 en Washington, le valieron el ser calificado por Rahm Emanuel, el jefe de Gabinete de la Casa Blanca y eminencia gris del presidente Obama, como la auténtica cara y el verdadero representante del Partido Republicano. Pero no fue sólo Emanuel quien se mostró en desacuerdo con él; por desgracia, dentro del Partido Republicano tiene también sus detractores y uno de ellos fue el propio Michael Steele, su chairman, que calificó su discurso como “incendiario” y “feo”, aunque ante las protestas que se despertaron en sus propias filas no tuvo más remedio que arriar velas y telefonear al propio Limbaugh para disculparse. Y es que si Steele fuera un poco más “incendiario” y “feo” en sus palabras contra el gobierno federal, otro gallo le cantaría a ese fracaso andante.

Como podemos ver, Limbaugh no es alguien que deje precisamente indiferente a quien le escuche. Y, sin embargo, sus opiniones políticas no son nada radicales como podría pensarse. De hecho, la mejor persona para dejar claras cuáles son éstas es sin duda el propio Limbaugh, quien así lo hizo en un artículo que publicó en The Wall Street Journal en 2005 y en el que decía lo siguiente:

Amo ser un conservador. Nosotros, los conservadores estamos orgullosos de nuestra filosofía. Al contrario que nuestros amigos liberales, que están constantemente buscando nuevas palabras para ocultar sus auténticas creencias y están en un perpetuo estado de reinvención, nosotros, los conservadores, no nos avergonzamos de nuestros ideales. Nosotros estamos seguros de nuestros principios y enérgicos a la hora de hacerlos avanzar. Creemos en la libertad individual, el gobierno limitado, el capitalismo, el poder de la ley, la fe, una sociedad ciega a los colores y la seguridad nacional. Apoyamos la elección de escuela, las zonas industriales, los recortes de impuestos, la reforma del estado del bienestar, las iniciativas basadas en la fe, el discurso político, los derechos de los propietarios y la guerra contra el terrorismo. Y en lo más íntimo de nuestro ser abrazamos y celebramos el documento de gobierno más magnífico que jamás haya ratificado nación alguna –la Constitución de los Estados Unidos. Junto con la Declaración de Independencia, que reconoce nuestro derecho natural dado por Dios a ser libres, es el fundamento sobre el cual ha sido construido nuestro gobierno y nos ha permitido florecer como pueblo.

Evidentemente, Limbaugh es conservador a machamartillo, algo de lo que se enorgullece ya desde la primera página de su primer libro, The Way Things Ought To Be (El modo como deberían ser las cosas), aparecido en 1992, seguido un año después por otro, igualmente número uno en la lista del The New York Times, titulado See, I Told You So (Mira que te lo dije). Y no sólo se confiesa como tal sino que no tiene ningún reparo en emprenderla contra aquellos de sus colegas en los medios de comunicación que, bajo el disfraz de la objetividad, lo que hacen es favorecer las opiniones políticas liberales. Para Limbaugh, el Partido Republicano, su partido, está en serio peligro desde hace años y sólo la decidida adopción de los principios tradicionales conservadores puede asegurar su supervivencia frente a las hordas de republicanos moderados que lo único que hacen es el caldo gordo a su gran rival, el Partido Demócrata, a los que invitó directamente a abandonar el partido, si tan a disgusto se hallaban en él.

En el artículo de The Wall Street Journal de 2005, Limbaugh se definía como conservador y explicaba a todos los lectores cuál era su filosofía política, una filosofía que compartimos con él todos los buenos conservadores, tanto estadounidenses como europeos. En la práctica, esa filosofía se ha visto plasmada en las diferentes posturas que ha ido adoptando a lo largo de los años sobre uno u otro tema, según fueran apareciendo en la actualidad política. Así, por ejemplo:

  • Sobre la cuestión del cambio climático, Limbaugh ha defendido repetidamente la opinión que duda de que su causa sea meramente la acción del hombre, destacando que la evidencia científica no apoya esta presunción. Por supuesto, todo esto lo dijo a su estilo, asegurando que el tan cacareado “consenso científico” sobre este asunto no era más “que un puñado de científicos organizados alrededor de una propuesta política”.
  • Sobre el feminismo, Limbaugh es más que crítico, habiendo acuñado el término “feminazi” (aunque él atribuye su paternidad a otra persona) para referirse a una par de docenas de las más destacadas dirigentes feministas, atribuyéndoles como único interés en la vida “el que se produzcan todos los abortos posibles”, algo que uno no puede dejar de pensar si no será realmente cierto a la vista de lo que está sucediendo, por ejemplo, en España.
  • Sobre los negros (que me niego a llamar “afroamericanos”, como pretende lo políticamente correcto), Limbaugh opina que están quedándose atrás socialmente, a diferencia de otras minorías raciales, porque son sistemáticamente adiestrados desde su más tierna infancia en el odio a Estados Unidos.
  • Limbaugh también se opone a la amnistía en lo que se refiere a la inmigración ilegal y es partidario de la pena de muerte.
  • ¡Ah, y lo mejor de todo! Limbaugh es un ferviente partidario de Sarah Palin, a quien ve como el futuro del Partido Republicano y la única posibilidad de salvación del país antes de que los okupas esos de la Casa Blanca se lo carguen del todo.

Por supuesto, un locutor de radio con estas características se convierte inmediatamente en objetivo de sus rivales, tanto políticos como profesionales. Como quiera que, profesionalmente, no es muy convincente que lo único que pueden alegar es que no les gusta lo que dice, algunos grupos se han dedicado a acusarle además de falsedad en sus comentarios, tal como hicieron en 1994 unos tipos de la izquierda agrupados bajo las siglas FAIR (Fairness and Accuracy In Reporting, ecuanimidad y precisión en las informaciones); Al Franken, un mal comediante reconvertido en político, que escribió en 1996 un libro titulado Rush Limbaugh is a Big Fat Idiot and Other Observations (Rush Limbaugh es un gran gordo idiota y otras observaciones); el grupo Media Matters for America o los científicos partidarios del cambio climático Michael Oppenheimer  y David Wilcove en una réplica a su libro The Way Things Ought To Be titulado The Way Things Really Are (El modo como son realmente las cosas).

Afortunadamente, a Limbaugh todo eso le trae al fresco y seguro que piensa eso tan castizo de ¿ladran?, luego cabalgamos. Ciertamente es una personalidad tan exuberante que debe ser difícil convivir con él, pues se ha casado y divorciado ya tres veces. Además, sorprendentemente para un locutor de radio, en 2001 sufrió una grave y extraña enfermedad llamada AIED (Autoimmune Inner Ear Disease, enfermedad autoinmune del oído interno) que le causó la pérdida en sólo tres meses de la audición completa de su oído derecho y casi toda la de su oído izquierdo. Sometido rápidamente a una intervención quirúrgica para insertarle lo que se llama técnicamente un implante coclear, Limbaugh ha logrado recuperar suficiente audición como para continuar trabajando, lo que es una bendición para todos sus oyentes y una maldición para los de la Casa Blanca, que seguro que lo escuchan cada día. Y es que si no, ¿cómo iban a enterarse de lo que pasa realmente en Estados Unidos? ¿Por sus propios medios de agit-prop? ¡Ay, qué risa, tía basilisa!

Y hasta aquí, esta entrada dedicada al más grande de todos. En la próxima, Glenn Beck.


VUELVEN LAS PALIN SMEARS: CUANDO EL CALUMNIADOR NO ES SÓLO UN MENTIROSO SINO QUE TAMBIÉN HACE EL RIDÍCULO

01/05/2010

 

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que trate una Palin smear en este blog. Tanto como el que va desde la dimisión de Sarah como gobernadora de Alaska hasta ahora. Recuerdo que justamente cuando se produjo tal hecho, yo acababa de terminar una serie donde detallaba todas y cada una de las Palin smears que se habían lanzado contra ella durante la anterior campaña electoral y daba los motivos que había para descartar rotundamente su veracidad, y acababa de empezar otra sobre las ethics complaints que habían empezado a acumularse sobre su mesa y que eran la nueva arma de los izquierdistas para derrotarla. Me da mucho coraje tener que reconocer que esos condenados embusteros lograron finalmente su objetivo: hacerle la vida imposible a Sarah. Sin embargo, en una demostración de lo inteligente que es ella y de lo fundamentalmente estúpidos que son sus adversarios, Sarah logró darle la vuelta a la tortilla y en lugar de dejarse amedrentar y rendirse (“sentarse y callarse” que dice ella), decidió romper la baraja y darle la vuelta a la situación. Su dimisión era lo último que se esperaban quienes la acosaban y aunque es cierto que disfrutaron viendo como la “echaban” de su despacho de gobernadora, también es cierto que con ello le dieron inesperadamente la libertad que tanto necesitaba para convertirse en quien se ha convertido ahora: la única esperanza de las personas de bien tanto en Estados Unidos como en todo el mundo de que algún día se podrá repetir ese triunvirato extraordinario que formaron en su momento Ronald Reagan, Margaret Thatcher y Juan Pablo II. Fue gracias a ellos tres que el mundo libre derrotó finalmente al comunismo, tal y como ahora esperamos que de nuevo pueda derrotar al islamismo, una amenaza aún peor si cabe. De momento, empezaremos por Estados Unidos: Sarah Palin, presidente en 2012. Luego, ya veremos qué sucede en Reino Unido porque no tengo yo mucha confianza en David Cameron que me parece que si fuera estadounidense sería un RINO de primera clase. Pero si el “número dos” del triunvirato no surge en Reino Unido, tendrá que hacerlo en  algún otro sitio: ¿en España, tal vez? ¡Ah, eso sí que es un ejercicio de fe!

¿Se han enterado? La revista Time ha nombrado a Sarah Palin una de las personas más influyentes del mundo en 2010. Agrupada en la categoría de “líderes”, Sarah es la novena de una lista de veinticinco. La verdad es que la noticia me deja frío porque cada uno de nosotros tiene su propia lista y la de Time tiene tanta validez como la de mi vecina que votaría sin duda por George Clooney. Además, que la octava de la lista sea la indigna Nancy Pelosi y que el primero sea el presidente de Brasil, Lula da Silva, ya dice mucho acerca de quienes la han redactado, ¿verdad? Por cierto, como mera curiosidad, el presidente de Estados Unidos es el cuarto; el comentarista de Fox News Channel, Glenn Beck es el duodécimo; y el senador por Massachusetts, Scott Brown, el vigésimo quinto. Pues qué bien, ¿no? ¡Ah! Y Hillary Clinton ni siquiera aparece, ja, ja, ja.

Nota del autor: Ha salido publicado un nuevo artículo mío en Semanario Atlántico titulado: «Crist-Rubio: Los republicanos de Florida andan a la greña«. Confío en que les guste tanto como a mí me gustó el escribirlo.

Una revista que sólo sirve para envolver el pescado: New York

Unas palabras sobre la revista que publica la calumnia: New York es un semanario dedicado por entero a reportar lo que sucede dentro de la ciudad de New York. Fundado en 1968 por los periodistas Clay Felker y Milton Glaser como competencia de otra revista, The New Yorker, para distinguirse de éste New York ofrece menos noticias nacionales y más cotilleos, que trata de una manera muy similar a las de las revistas del corazón. En su momento, New York fue una de las primeras revistas dedicadas al “lifestyle” (modo de vida), lo que provocó que su formato fuera copiado por otras revistas como Philadelphia y New Jersey Monthly, por ejemplo. Sin embargo, New York es la única de entre todas ellas con una periodicidad semanal, lo que le permite prestar más atención a la actualidad que sus rivales.

La revista no nació directamente como tal, sino que apareció en 1963 como el suplemento dominical del New York Herald Tribune, siendo su primer editor Clay Felker. Cuando el Tribune desapareció en 1967, Felker y su socio, Milton Glaser, compraron los derechos de la cabecera y lanzaron New York como una revista independiente, apareciendo su primer número el 8 de abril de 1968.

En 1976, Rupert Murdoch compró la revista lanzando para ello una OPA hostil que tuvo éxito y que supuso el despido fulminante de Felker y Glaser. En 1991, Murdoch decidió abandonar el negocio de las revistas de este tipo y la vendió a una empresa de comunicaciones llamada K-III Communications, propiedad de Henry Kravis, quien, a su vez, la vendió en 2003 a Bruce Wasserstein, que fue quien contrató a su actual editor, Adam Moss, y le encargó un relanzamiento completo de la revista. Ese relanzamiento se produjo en 2004, convirtiéndola en una de las más exitosas del mercado, superando desde entonces a su viejo rival, The New Yorker. Políticamente, la revista es de las más izquierdistas que se pueden encontrar en el quiosco; o sea, que el que la compra ya sabe a lo que se arriesga.

En 2005, su tirada era de algo más de 400.000 ejemplares, la gran mayoría de ellos por subscripción, mientras que su website recibía cerca de 1,1 millones de visitas mensuales (este blog recibe menos, ciertamente, pero tampoco muchas menos, ¿eh? Para chulo, yo).

La portada del número de marras de New York. Como ya les he dicho, útil sólo para envolver el pescado aunque no se lo recomiendo porque entre lo mal que huele el pescado y lo mal que huele la propia revista, mejor usar algo como el papel de aluminio, que al menos no les obligará a lavarse las manos con lejía. Y es que su sólo contacto, infecta.

La calumnia

Todo empezó con un anuncio en la página en Twitter de Gabriel Sherman, el autor del artículo, anunciando ufano su próxima fechoría:

Próximo lunes: Mi historia de portada en New York Magazine sobre el imperio empresarial de Sarah Palin. Ya es presidente – y directora general – de la América de derechas.

Cerrada finalmente mi historia de portada en New York Magazine. En ella, el imperio de 15 millones de dólares de Sarah Palin el próximo lunes.

¿Qué posibilidades tienen? @DraftJoe2012 vs. @SarahPalinUSA en 2012. Algunas respuestas en la próxima historia de portada de NY Mag.

Una vez anunciado, algunos bloguistas empezamos a rastrear la red en busca de datos sobre el autor, Gabriel Sherman, y lo que encontramos no presagiaba nada bueno. Lo último que se sabía de éste era que había estado cubriendo las apariciones de Sarah Palin en Arizona en apoyo de John McCain y el rally del movimiento Tea Party en Searchlight (Nevada), persiguiéndola tanto a ella como a los miembros de su equipo. Sin embargo, lo peor era que Sherman había viajado hasta Alaska para entrevistar a Levi Johnston, el repulsivo ex novio de Bristol Palin, a quien consideraba una valiosa fuente sobre el “imperio empresarial de Sarah Palin”, lo cual debe de ser el único que lo piensa pues semejante tipejo no puede ser considerado fuente de nada por ningún periodista decente (pero como quiera que Sherman no es un periodista sino un libelista, eso es diferente).

Con estos ánimos esperamos hasta que apareció el artículo en la revista el pasado lunes 26 de abril. Titulado “La revolución será comercializada” (no publico el enlace porque ya saben ustedes que yo soy así) y subtitulado “Sarah Palin ya es la presidente de la América de derechas y es un cargo con un muy gran salario”, estaba claro sobre qué iba a versar y la verdad es que muchos descubrimos de pronto que teníamos muchas cosas mejores que hacer (por ejemplo, ver secarse la pintura de la pared) que leer ese bodrio. Sin embargo, como que el dichoso artículo ha tenido cierta repercusión en la prensa española, era mi deber como bloguista salir al paso de semejante calumnia y publicar lo antes posible un desmentido formal para que nadie pueda llamarse a engaño: Sherman es un embustero y New York apesta.

En resumen, el artículo de marras pretende simplemente (además de demostrar de nuevo la absoluta incapacidad de los periodistas de izquierdas para decir una verdad aunque sea pequeña) que Sarah Palin es una mujer tan avariciosa, tan ansiosa de hacer dinero, que ése es su único objetivo en la vida y que todos sus actos deben ser interpretados a la luz de ese hecho. En ella no hay principios, sino meramente afán de lucro. Y para afirmar eso se basa en todo el dinero, varios millones de dólares, que Sarah Palin ha logrado ganar durante el año pasado. Como quiera que hay otros que han desmentido mucho mejor de lo que pueda hacer yo semejante engendro, simplemente voy a cederles la palabra. Es el caso de Ian Lazaran de Conservatives4Palin quien ha escrito la que para mí es el mejor artículo sobre la cuestión (ver el original aquí)

La comercialización de narraciones falsas sobre Palin

El artículo de portada de ocho páginas de Gabrielle [sic] Sherman en New York Magazine ya está disponible. Se titula «La revolución será comercializada». El artículo no ofrece una nueva visión de la gobernadora Palin y aporta narraciones familiares, pero falsas. Vamos a abordar algunas de ellas en este post.

El enfoque dominante en el artículo de Sherman es la cantidad de dinero que Palin ha ganado en el último año. Sherman sugiere que el dinero fue la razón principal por la que decidió dimitir como gobernadora de Alaska. ¿Cómo puede Sherman llegar realmente a esta conclusión al señalar en su propio artículo que su contrato editorial, que parece ser la causa de la mayor parte del dinero que ha ganado en el último año, se firmó meses antes de su dimisión? No hay evidencia de que ella no habría recibido el dinero de su contrato editorial si no hubiera dimitido. Además, debemos tener en cuenta que reveló los detalles de su contrato editorial a la junta de personal del Estado antes de firmar el contrato; y no había ningún indicio de que alguna vez fuera a dimitir cuando firmó el contrato o que tuviera que dimitir si quería llevar a cabo una gira de promoción. Si el dinero era lo único que le importaba a Palin, ¿tiene Sherman alguna evidencia de que Palin no habría sido capaz de hacer aún más dinero si se hubiera quedado como gobernadora de Alaska por otro año y medio y luego simplemente no se postulaba para la reelección? Si hubiera seguido ese camino, no hubiera recibido el castigo político que recibió después de su renuncia y mejores perspectivas la hubieran esperado después de que su mandato terminara si es que el dinero era su única motivación. Después de todo, ella habría estado en una posición más fuerte políticamente y la posición política más fuerte podría haberla llevado a una empresa más rentable a partir de que terminara su mandato. Que Palin estaba dispuesta a afrontar el castigo político que sabía que iba a caerle a raíz de su renuncia debería haber sugerido a un gacetillero liberal como Sherman que el dinero era lo último que tenía en mente cuando renunció (aunque supongo que deberíamos dar algo de crédito a Sherman por reconocer efectivamente que ella no renunció por un escándalo secreto como claman muchos de sus colegas liberales).

Sherman pregunta «[P]or qué Palin cambiaría la presidencia – y el sueldo – por una candidatura.» La mejor pregunta para Sherman es por qué siente que el dinero es un factor de motivación para Palin cuando la prueba en la que se basa en llegar a esa conclusión es tan frágil. Nadie duda de que ella estuviera preocupada por pagar sus deudas legales, pero es por eso que sus seguidores establecieron un fondo de defensa legal para ayudarla a hacerlo. Ella no tuvo que dimitir por el dinero. Renunció porque el día a día de su Estado fue paralizado por la izquierda obstruccionista que hacía mofa del procedimiento sobre quejas éticas de Alaska. Sherman también deja de mencionar que no ha sido encontrada culpable de haber cometido acto ilícito alguno en ninguna de la veintitantas quejas éticas frívolas que fueron interpuestas contra ella.

Sherman publica la siguiente denuncia de un anónimo colaborador de McCain: «En el fondo, quería hacer dinero». En el fondo y de forma anónima los colaboradores de McCain no saben absolutamente nada acerca de las intenciones de Palin. En La batalla por América, un libro sobre las elecciones de 2008, Dan Balz efectivamente escribió que no podía determinar si las denuncias anónimas que los colaboradores de McCain hicieron sobre la gobernadora Palin eran ciertas. Después de la noche electoral de 2008, nada sugiere que ella tuviera la intención de hacer otra cosa que volver a casa a Alaska y terminar su mandato como gobernadora, pero las circunstancias impidieron que así fuera. Desear más dinero no era la circunstancia. ¿Y cuándo se ha demostrado alguna vez en el pasado que estaba motivada simplemente por el dinero? Si ella sólo estaba interesada en el dinero, seguramente nunca habría renunciado a su bien remunerado trabajo como presidente de la Alaska Oil and Gas Conservation Commission. Ella lo dejó y denunció la corrupción en su propio partido sabiendo que eso podía acabar con sus futuras perspectivas laborales. ¿Eso le parece a usted las acciones de alguien motivado sólo por el dinero?

Una narración relacionada con la narración principal sobre el dinero es que el dinero la ha convertido en una «diva». Sherman cita como prueba de que Palin ha comprado supuestamente dos coches y aumentado el tamaño de la casa de su familia. ¿Alguna persona razonable considera exorbitante alguno de esos gastos teniendo en cuenta que ha ganado supuestamente doce millones de dólares en el último año? De hecho, las compras parecen bastante frugales teniendo en cuenta el aumento de su riqueza. Además, Sherman no tiene en consideración lo que ha sido reportado en otra parte: que la razón por la cual ha aumentado el tamaño de su casa es porque necesitaba un estudio que poder utilizar para sus apariciones por satélite en Fox News.

Sherman sugiere entonces algo desfavorable sobre lo que solicita por sus conferencias. Sin embargo, Sherman no consigue probar que sus peticiones sean distintas de las peticiones formuladas por otros oradores de alto nivel. Sólo toma nota de que sus contratos son más detallados que otros. ¿De qué manera es un contrato detallado algo malo? Cuanto más detallado sea el contrato, menos queda a la ambigüedad. La ambigüedad es algo que todas las partes en un contrato se esfuerzan por evitar. Y, teniendo en cuenta que los contratos son confidenciales, nos preguntamos si los datos que da son precisos. Ésta no sería la primera vez que los miembros de la profesión de Sherman se inventan las cosas.

Sherman también afirma que Palin tiene «pura alegría… en lo que ella no sabe». Esta narración consiste en que a ella no le importa lo que no sabe. Por supuesto, ni sus oponentes ni Sherman citan nunca nada que apoye esta afirmación de la alegría que ella supuestamente tiene en lo que no sabe. Si ése fuera el caso, ¿por qué mantiene a expertos en política en su equipo, tal y como Sherman informa que hace? Si le gusta el hecho de que ella no lo sabe todo, ¿por qué está escribiendo artículos de opinión para el Wall Street Journal y The Washington Post sobre la reforma sanitaria y la política energética? ¿Por qué está dando discursos de una hora sobre las relaciones entre China y Estados Unidos sin un teleprompter?

Que Sherman incluso utilice a Johnston como fuente en su artículo debería causar en toda persona razonable el que se cuestione la credibilidad del artículo. ¿De qué manera es Johnston una fuente fiable para un artículo acerca de cualquiera de las decisiones que Palin ha hecho con respecto a su carrera política teniendo en cuenta que el chico admite que la última vez que tuvo contacto con ella fue mucho antes de que ella renunciara a su cargo y que ha mentido sobre Palin antes? Por supuesto, Sherman no dice a sus lectores que Bristol ya ha pedido la custodia en exclusiva de Tripp. Sherman tampoco les dice a sus lectores que entrevistó a esta otra buena pieza por su artículo. A pesar de que no la cita en el artículo, parece que se han basado en lo que ella le dijo para hacer algunas afirmaciones discutibles en el artículo.

Sherman también falsamente afirma que ella «canceló una aparición prevista en la conferencia de la CPAC» en febrero de 2009. Ella nunca aceptó la invitación para asistir a la CPAC. Sherman sugiere también que Palin canceló una aparición en un acto de recaudación de fondos en Nueva Orleans para el que su asistencia había sido promocionada. El RNC [Republican National Committee, comité nacional republicano] puede haber promocionado su asistencia, pero en ningún momento aceptó la invitación de la RNC para aparecer en el acto de recaudación de fondos.

El artículo de Sherman es sólo el último de la izquierda radical que se centra en la cantidad de dinero que la gobernadora Palin ha ganado en el último año. El motivo de la izquierda para centrar la atención sobre la riqueza de Palin es bastante claro. Ellos están tratando de crear la narración de que Palin es una hipócrita por hacer un montón de dinero. A los ojos de la izquierda radical, su riqueza contradice la imagen de hockey mom que ha transmitido al público.

El que la izquierda crea esta narrativa demuestra lo mal que comprenden la manera cómo los conservadores o republicanos ven el dinero o riqueza como algo opuesto al elitismo. La izquierda confunde el dinero o la riqueza con el elitismo. Ningún populista de tendencia conservadora o republicana tiene algún problema con el dinero o la riqueza que se gana a través del libre mercado. La gobernadora Palin nunca ha criticado a nadie por hacer demasiado dinero a través del mercado libre. De hecho, una de las razones por las que los conservadores y los republicanos apoyan de manera tan agresiva los recortes de impuestos incluso para los estadounidenses más ricos es que los que han sobresalido a través del mercado libre no deberían ser castigados por su éxito.

Lo que los conservadores y los republicanos, como la gobernadora Palin, no soportan es el elitismo, que es la idea de que alguien con un fondo especial de educación o una persona que viene de una clase social alta está intrínsecamente agraciada con ideas superiores o cualificaciones. Liberales como Sherman no entienden la distinción entre el dinero y la riqueza y el elitismo. Lo primero es algo que los conservadores y los republicanos como Palin aplauden. Lo último es lo que denunciamos.

De ninguna manera es una hipocresía de la gobernadora Palin el trabajar duro y ganar tanta riqueza como pueda. El hecho de que se ha convertido en rica no va en contra de su narrativa de hockey mom. ¿Por qué no lo hace? Porque la historia de Sarah Palin nunca ha sido que ella es sólo una hockey mom… la historia de Sarah Palin ha sido siempre que ella es una hockey mom que ha triunfado en el ámbito político y económico. Ella es una americana corriente que ha logrado cosas extraordinarias. Y ella tiene mucho más que ofrecer a nuestro país y nadie – ni Gabe Sherman o Joe Biden o cualquier otro miembro de los cojos medios de comunicación – pueden pretender conocer sus intenciones futuras o su destino final.

Con posterioridad a la publicación de esta basura, otro gacetillero, Joshua Green de Atlantic Magazine, publicó lo que podría ser considerado una separata a la primera basura. En ella, abundaba en el hecho de que Sarah Palin se ha hecho rica durante este último año y que adora el dinero, pero, a diferencia de lo que dice Sherman, él sostiene que Palin es una vaga y que no se va a presentar como candidata a la presidencia porque no está dispuesta en absoluto a trabajar lo que habría que trabajar para ello.

De nuevo, recurro a Ian Lazaran de Conservatives4Palin para que le dé la réplica al embustero (ver el original aquí):

¿Qué es peor: ser un “clamoroso estúpido” o un gacetillero del Atlantic Magazine como Joshua Green?

(…)

Si el dinero fuera todo lo que interesa a Palin, no sé entonces por qué rechazó un sustancioso aumento de sueldo a principios de 2009. Por supuesto, ni Green ni Gabriel Sherman pueden reconciliar sus afirmaciones de que el dinero fue el principal detonante de su dimisión cuando ella hubiera recibido igualmente el dinero de su contrato editorial, que parece justificar la mayor parte del dinero que ha hecho este pasado año, tanto si dimitía o no. Si ella fuera una mujer guiada principalmente por la avaricia, ¿por qué accedió a hablar sin cobrar (p.e., en la Southern Republican Leadership Conference, los discursos en los Tea Party de Searchlight y Boston) o devolvió sus honorarios (p.e., en la convención Tea Party, Ohio Right to Life) en tantas ocasiones?

Por lo que se refiere a la narrativa de Green acerca del trabajo duro, uno no necesita mirar mucho más lejos de cuando se aparta de la narrativa de Sherman en el artículo del New York Magazine. Ambos gacetilleros izquierdistas parecen conceder que Palin ha creado una empresa extremadamente exitosa. Donde Green difiere de Sherman es en cuánto es responsabilidad de Palin en ese éxito. En la mente de Green, Palin es una figura completamente pasiva que asiente dócilmente a todo lo que su troupe de bufones dicen y hacen. Green ni siquiera afirma que se basa en fuentes cualesquiera para llegar a semejante conclusión. ¿Ha escrito alguien alguna pieza creíble sobre Palin, para bien o para mal, que la retrate de otra manera que una figura completamente segura de sí misma que toma el mando de su carrera política y de su propio destino? ¿Habría dimitido alguna vez una persona pasiva y dócil sabiendo el castigo político que iba a soportar?

La única manera en que Green puede afirmar plausiblemente que Palin se escabulle del trabajo duro a pesar de que parece estar de acuerdo con la caracterización de Sherman del “imperio” de Palin es minimizando su papel en su creación. Green compara a Palin con Glenn Beck, incluso los gacetilleros de extrema izquierda como Green saben que le ha costado años de duro trabajo y dedicación a Beck el llegar a donde está hoy. Green no puede sostener su narrativa sobre el trabajo duro a menos que pueda disminuir el papel que Palin ha jugado en su propio triunfo ya que el triunfo en sí mismo es la prueba de su diligencia.

(…)

Actualización: Si Palin es realmente tan perezosa, entonces porque escribe ella misma todo su material tal y como Sherman reconoce en su artículo. Si ella fuera una completa tarugo, ¿no usaría simplemente un teleprompter en todos sus discursos y se fiaría de esa “red de seguridad” para hacer sus comentarios?

Y para remachar el clavo, Ian Lazaran publica un nuevo post al día siguiente dando la verdadera razón de la salida al ruedo de Green en lo que parece ser una abierta contradicción con su colega Sherman (ver el original aquí):

El gacetillero de Atlantic Magazine Joshua Green trata de salvar otra narrativa sobre Palin que de hecho ha sido puesta en peligro  por el artículo de Sherman

(…)

El motivo por el que gacetilleros del Partido Demócrata como Green están cuestionando algunos aspectos del artículo de Sherman es porque aceptar el artículo en su totalidad significaría aceptar el hecho de que Palin es una figura absolutamente competente y alguien capaz de gestionar una exitosa y sofisticada empresa con un pequeño equipo y ser alguien que no depende en absoluto de ningún asesor político nacional.

Y para terminar con esta entrada y, de paso, ir al meollo de la cuestión, les ofrezco de nuevo otra traducción de un artículo de Conservatives4Palin. En esta ocasión, se trata de uno de C. Brooks Kurtz y en él aclara a todos los acomplejados que pueda haber por ahí que hacer dinero, cuando se hace honradamente, no tiene nada de malo, ¡caramba! (ver el original aquí)

Recuérdamelo otra vez: ¿cuál es el problema con hacer dinero en el libre mercado?

Se ha dicho mucho en los últimos días acerca de la gobernadora Palin y el dinero, específicamente sobre todo lo que ha ganado desde su dimisión como gobernadora de Alaska. Ésta es la cuestión: ¿qué tiene de malo ganar dinero? ¿Acaso se supone que debe pagar sus deudas legales con cupones, pieles de animales y billetes de lotería?

Ella no está ganando dinero con un cargo público, ella no está cogiendo dinero impuesto a los contribuyentes y recaudado por agentes bajo la amenaza de la fuerza o de encarcelamiento, ella no está robándolo y no está tomándolo prestado. Ella no está gimoteando el ser una víctima de una clase o de una causa, ella no está extorsionando a ninguna empresa bajo la amenaza de un boicot y no está cabildeando por el dinero de los contribuyentes.

Ha escrito un libro, una idea que antes de su lanzamiento fue objeto de burlas y ridiculizada y después explicada como inevitable tras el hecho de que su éxito fuera obvio. Su libro ha vendido más de dos millones de ejemplares y ni siquiera ha sido editado en edición de bolsillo. Cuando publique su segundo libro, dudo que venda tan bien como Going Rogue pero será un best-seller inmediatamente en The New York Times, Amazon y Barnes and Noble antes incluso de que llegue a sus estanterías, tal y como hizo Going Rogue antes que él.

Su gira de presentación, una brillante idea a posteriori, fue un riesgo mayor. Si hubiera ido por todo el país en su autocar y pocas personas hubieran acudido, ella hubiera parecido estar loca y hubiera terminado, a todos los efectos, con su pujanza nacional. Siguiendo sus observaciones del día de su dimisión, ella comprendió que sólo los peces muertos siguen la corriente. Cientos de miles de personas lucimos esas pancartas y esperamos en cola durante horas para conseguir unos pocos segundos y decirle “gracias”. La gobernadora Palin hizo un montón de dinero de todo eso. ¿Y qué? Nosotros solemos decir “bien por ellos” cuando una persona tiene una idea, se arriesga y triunfa. Se llama “el modo americano” y no “el modo de Chicago” por una razón.

Llevar la política al libre mercado es arriesgado – si eres un político, casi no se oye hablar de las arrogantes giras de discursos que tantos políticos e intelectuales hacen cada año por ahí. Los acuerdos de la gobernadora Palin han sido tan endemoniadamente diferentes que vuelven locos tanto a amigos como a enemigos, en parte porque son tan fuera de lo corriente. Como muchos partidarios de la gobernadora Palin, yo no me siento explotado o que se han aprovechado de mí cuando oigo hablar de sus honorarios como conferenciante – me sentiría incómodo si no tuviera la oportunidad de oírla hablar en una intervención en directo, con franqueza, y ciertamente no espero oírla hablar gratis. Sé que no estoy solo cuando digo que me siento feliz de añadir mi pequeña contribución a su creciente fortuna.

Al contrario que cierto candidato presidencial fracasado y activista medioambiental, la gobernadora Palin no va por todo el mundo urgiendo a los gobiernos a endosar a un público reticente una serie de terribles regulaciones medioambientales que la enriquezcan. Nanay, ella simplemente cobra a la gente que quiere oírle hablar – me sentí feliz de apoquinar 114 dólares por verla en Tulsa, y si resulta que viene por aquí cerca otra vez para hablar, me sentiré feliz de apoquinar otros tantos. No lo lamento, lo disfruté. De entre las muchas razones por las que trabajo por un sueldo (en el malvado libre mercado, recuerden), una de ellas es que así puedo hacer cosas como ver a la gobernadora Palin hablar con miles de sus seguidores. Gano mi dinero honradamente y lo gasto de la misma manera. No le niego a personas con diferentes opiniones políticas la misma libertad, me hace feliz.

¿Cuándo fue que hicimos que mejorar honradamente la cuantía de nuestra cuenta en el banco a través del libre mercado fuera una mala cosa o algo sospechoso? La única cosa que la gobernadora Palin está explotando es la vitriólica obsesión de la izquierda con ella y afortunadamente está haciendo un trabajo fino con ello.

El artículo del New York Magazine “Palin, Inc.” usaba alteraciones de marcas registradas americanas en un intento de burlarse y empequeñecer a la gobernadora Palin. Imagino que encontrar la idea de que una mujer como la gobernadora Palin sea capaz de enriquecerse es a partes iguales siniestra, hipócrita e impensable en cenáculos liberales. Tal vez esta ignorancia sobre el capitalismo y el libre mercado explique por qué tantas publicaciones están perdiendo dinero a espuertas.

La única revelación que encontré en “Palin, Inc.” fue la de las pocas personas que ella emplea a su alrededor. Fui sorprendido de que su séquito fuera tan reducido. Cuando me reveló que ella vuela en avión privado cuando viene de Alaska o vuela en business o primera clase cuando lo hace en “los 48 de abajo”, mi única sorpresa fue que no insistiera en volar siempre en avión privado. Yo lo haría, y ustedes también lo harían de estar en la misma situación. Pequeñeces como ésa se presentan como si fueran demandas extravagantes en sus contratos como conferenciante, aunque no he visto nada acerca de demandas de “copas de brandy llenas de chocolatinas M&M”. He visto peticiones razonables de alguien que es asediada cuando está en público y que valora en mucho su intimidad en las raras ocasiones en que la consigue.

En “Palin, Inc.” me asombró la sorprendente revelación de que los Palin habían añadido dos coches a su garaje y estaban  ampliando su casa para acomodar a su hija y a su pequeño hijo, y a su hijo, un veterano de guerra. No veo cómo puede ser esto reprochable o sospechoso. ¿No es lo que hacen todas las familias? ¿Ampliar sus casas para poder acomodar a su familia?

Hacer dinero en el libre mercado no es malo sino que es un bien supremo. Si fuera fácil, todo el mundo lo haría. La gobernadora Palin tuvo la oportunidad de ser nominada para el ticket del GOP a través de una serie de riesgos que podrían haber terminado con su carrera política antes aún de que hubiera despegado. Políticamente y en todo lo demás, ella es una tomadora de riesgos y una muy buena en eso.

Cuando el tener derecho se convierte en la nueva prosperidad, tenemos razón de preocuparnos. Que la gobernadora Palin pueda hacer una fortuna basada en la idea de que la gente quiere oír más de ella es una idea de la que necesitamos más como ésa, no menos. Necesitamos más gente como Sarah Palin. Las jóvenes generaciones necesitan entender que hay maneras de enriquecerse y prosperar que no implican el meter mano en los ahorros del gobierno, o controlar la hucha. El trabajo no lucrativo está muy bien si es eso lo que quieres, pero no es más honroso o más moral que ofrecer al público algo que el público quiere – un producto, una idea, una expresión – a cambio de un pago. Lo no lucrativo y el trabajo en el gobierno no hacen funcionar la economía; el provecho, sí.

La gobernadora Palin ha hecho provecho y muy bien por ella. Se lo ha ganado.

Y hasta aquí mi entrada de hoy en la que la verdad más de uno dirá que Sarah Palin no será una vaga, pero yo sí porque todo lo que he hecho ha sido ceder la palabra a otros autores. El caso es que cuando leí estos artículos me parecieron tan excelentes que no pude dejar de pensar en que debería ofrecérselos a ustedes y que nada que yo pudiera decir iba a mejorarlos ni un ápice.  Como quiera que los artículos están en inglés, debía traducirlos y ésa (la mala traducción) ha sido toda mi intervención hoy. ¿Y es que qué más podría decir yo? Tan sólo una cosa: que ojalá yo también pudiera cobrar por mis escritos (créanme si les digo que no cobro ni un euro por ninguno de ellos), sobre todo si eso me permitía luego dejar mi desagradable trabajo actual y establecerme por mi cuenta. Sin embargo, no ha llegado todavía mi momento y, si algún día llega, no veo porqué no iba a aprovechar la ocasión. Y si encima logro hacerme millonario, ¿me iba a avergonzar por ello? ¡Nunca! Y es que en mi opinión, si la izquierda odia a los emprendedores que se arriesgan y logran el triunfo no es más que por envidia porque ellos son unos inútiles redomados, incapaces de tener una idea siquiera, y por eso sólo aspiran a que el gobierno o algún sindicato los amamante durante el resto de su vida sin tener ellos que dar un palo al agua. Y ahí está el meollo de la cuestión. La pura y simple envidia. Y es que si la envidia fuera tiña…

¡Gobernadora, haga todo el dinero que pueda, por favor! Y cuando saque un nuevo libro, cuente conmigo para incrementar sus ganancias; juro que pagaré el precio del libro con gran placer.

Hasta la próxima entrada.