El GOP se renueva… ¡Falta que le hace!


 

Durante estos últimos días estoy recibiendo muchos mensajes por parte de ustedes animándome a publicar ese libro que les tengo prometido: America is Ready! Gracias a todos. No saben lo mucho que me alegra leerles y comprobar que están tan ilusionados con leerlo como yo estoy disfrutando escribiéndolo. Por supuesto, tomo buena nota de sus consejos y ya puedo anunciarles que sí, que finalmente publicaré el libro como Dios manda y así quien lo desee podrá tener un ejemplar en su biblioteca. Y no descarten la posibilidad de que algún día se lo firme personalmente. Si finalmente se hace realidad ese rumor que corrió el año pasado y que decía que los amigos del GEES iban a traer a Sarah Palin a España para celebrar el vigésimo quinto aniversario de su fundación, pueden estar seguros de que un servidor estará a las puertas de donde sea que se celebre el acto gritando enfervorizado: ¡Sarah, Sarah, Sarah! Y hasta intentaré colarme porque mucho me temo que el acto será sólo por invitación y a mí no me va a invitar nadie. Es lo que pasa con los pequeños: hacemos todo el trabajo, pero los laureles se los llevan otros, ¡snif! Al menos podré conocer a muchos de ustedes, seguro.

¿Qué quiénes son estos? Pues los protagonistas de mi entrada de hoy. Sigan leyendo, sigan…

¿Qué es lo más importante que ha sucedido últimamente? Pues aunque no tenga que ver directamente con Sarah Palin, sí que tiene mucha relación con ella. Se trata de la elección del nuevo chairman (presidente) del Republican National Committee (Comité Nacional Republicano; más conocido como RNC); para entendernos, el presidente del Partido Republicano. Y eso es algo que tuvo lugar el pasado viernes 14 de enero y que resultó, tal y como ya les anuncié en mi última entrada, en la elección de Reince Priebus para el cargo.

Y es que el Partido Republicano de los Estados Unidos elige a su máximo dirigente cada dos años, pudiendo presentarse al cargo quien así lo desee con tal de que sea miembro del partido. Sin embargo, el que sea un cargo electo no quiere decir que quienes lo elijan sean los propios miembros del partido, sino solamente los 168 miembros del RNC, llevándose el gato al agua (o más bien la poltrona al culo) aquel candidato que logre el voto favorable de la mayoría absoluta de sus miembros, o sea 85 votos.

En este año de 2011, la elección de chairman era especialmente comprometida puesto que quien ganase sería el encargado de guiar al partido por todo el período de elecciones primarias que comenzarán a partir de enero de 2012, la posterior convención nacional republicana de agosto y, finalmente, las elecciones presidenciales, pudiendo resultar que concluya su mandato en 2013, esperemos, en plena toma de posesión de la primera presidenta republicana en la Casa Blanca (¿se imaginan quién podrá ser ésa? Yo sí).

En 2009, tras el desastre de las elecciones presidenciales del año anterior, el GOP, aún en estado de shock tras la derrota, eligió como chairman a Michael Steele, un antiguo lieutenant governor (vicegobernador) del estado de Maryland. En aquel momento, Steele parecía una buena elección, destacando algunos el hecho de que fuera negro y católico, lo cual está muy bien pero si alguien le votó sólo por eso flaco favor le hizo al GOP. El caso es que Steele tenía buena prensa, se desenvolvía bien en los medios de comunicación (el chairman del GOP pasa mucho tiempo dedicado a esos menesteres y tiene que tener dotes para la comunicación puesto que su palabra es la oficial del partido y no es cuestión de que meta la pata) y visto el resto de candidatos, muchos lo consideramos una buena elección. Que luego resulte que nos ha salido más RINOchairman que chairman, que su gestión económica haya sido desastrosa y que el GOP se encuentre ahora mismo con un agujero en sus cuentas de veinte millones de dólares, que a la hora de dar la batalla al Partido Demócrata se haya escudado en las medias tintas y el “centrismo” y que no haya sabido cómo integrar al movimiento Tea Party dentro del Partido Republicano e incluso lo haya combatido más o menos solapadamente son cuestiones que pesan en su debe mientras que poco podemos encontrar en su haber, la verdad sea dicha. ¡Ah, y que no se no olvide! Con Sarah Palin su relación ha sido correcta, meramente correcta. O sea nada de nada. O sea que a él, como a todo el establishment, quien le mola es Mitt Romney y si bien todos recordamos a Steele presentando a Sarah en aquel maravilloso acto en Indiana organizado por el Vandenburgh County Right to Life, podemos estar bien seguros de que Steele jamás será acusado de “palinista”.

Tras el fracaso de Steele, toca cambiar de rumbo en el GOP. Más que nada porque la advertencia dada al partido por parte de los votantes durante estas últimas primarias ha sido clara y contundente: hay otras opciones para los conservadores. El GOP ha experimentado un acusado descenso en las donaciones económicas que solía recibir y gran parte de esos donantes se han decantado por otros grupos políticos, muchos de ellos vinculados de una u otra manera al movimiento Tea Party. El resultado es esa deuda de veinte millones de dólares que ya les he comentado que tiene el partido ahora mismo, además de haberse enajenado a una gran parte de su base social, la conservadora, y a su gran y único activo, Sarah Palin.

Y es que si no fuera por la insistencia de Sarah Palin en permanecer dentro del GOP, mucho me temo que el movimiento Tea Party hubiera acabado convirtiéndose un tercer partido (un grave error en mi opinión), pero es muy posible que así hubiera sucedido. La frustración de millones de votantes que se sintieron abandonados y hasta despreciados por su propio partido en las elecciones de 2008, con una candidatura tan poco conservadora como lo era la de John McCain, por más que al final fuera Sarah Palin quien mantuviera la única ligazón entre esos votantes y McCain, bien podría haberles llevado a eso. Pero no tengan la más mínima duda de que ha sido la propia Palin la que más ha hecho para evitar esa ruptura, negándose a contemplar siquiera la posibilidad y hasta advirtiendo en su contra. Y es que si no hubiera sido por ella, por su papel reconocido y asumido voluntariamente por todos de cabeza del movimiento conservador estadounidense, esos mismos conservadores estadounidenses se hubieran cuarteado sin duda alguna y ahora el Partido Demócrata estaría frotándose las manos complacido ante el espectáculo.

En fin, que algún día alguien reconocerá ese papel jugado por Sarah Palin (yo, por ejemplo, en America is Ready!). Pero mientras llega ese día, vayamos a ver qué ha sucedido en estas elecciones al penthouse (ático) de la sede del GOP, donde moran los jefazos y los pobres administrativos de la planta baja no pueden soñar en subir ni siquiera a llevar una carta.

Cinco eran los candidatos en liza, los de la foto de arriba:

  • Saul Anuzis, antiguo chairman del Partido Republicano de Michigan y actual chairman de la organización Save American Jobs Project.
  • Maria Cino, antigua vicepresidenta del RNC y directora política de la campaña electoral de George W. Bush en 2000.
  • Reince Priebus, actual chairman del Partido Republicano de Wisconsin (sí, sí, el estado natal de Sonny Munroe, la de Sonny takes a chance –que en España se titula Sunny entre estrellas).
  • Ann Wagner, antigua chair del Partido Republicano de Missouri y antigua embajadora de los Estados Unidos en Luxemburgo (un destino tranquilito, realmente).
  • Michael Steele, actual chairman del RNC y antiguo vicegobernador de Maryland, que se presentaba a la reelección.

También hubo candidatos que se retiraron antes de llegar al día de las elecciones, como:

  • Gentry Collins, antiguo director político del RNC.
  • Gary Emineth, actual chairman del Partido Republicano de Dakota del Norte.

Como pueden ver, todos tienen más que experiencia en lo de chairman (o chair como dicen ellos cuando se trata de una mujer). La campaña electoral tampoco es que resultara muy llamativa, más que nada porque se trataba de un asunto interno del GOP, pero el acto más relevante de esa campaña fue un debate celebrado con todos los candidatos (los cinco finales) el pasado día 3 de enero en el National Press Club de Washington, DC, organizado por la organización Americans for Tax Reform.

¿Qué se puede decir del debate? Pues que duró alrededor de hora y media, tal vez un poco más; que los moderadores fueron Grover Norquist, presidente de Americans for Tax Reform, y Tucker Carlson, periodista de The Daily Caller, y que las preguntas que se les formularon a los candidatos habían sido remitidas por los propios estadounidenses a través de la página web RNC Debate. Se recogieron cerca de 900 preguntas, seleccionándose al azar las que iban a ser formuladas durante el debate, así como se sorteó también la distribución de los asientos entre los candidatos.

¿Algunas preguntas? Pues estas, por ejemplo:

¿Vio usted la victoria de Christine O’Donnell sobre Mike Castle en Delaware como un triunfo o como un desastre?

Je, je, je. La primera en la frente. Todos los candidatos se escudaron en la independencia de los respectivos partidos estatales a la hora de elegir a sus propios candidatos. Nadie respondió directamente a la pregunta aunque  todos reconocieron que los votantes tienen la última palabra y que los candidatos deben reflejar los valores (conservadores) de esos mismos votantes.

Pregunta sobre si la cuestión del matrimonio como la unión únicamente de un hombre y una mujer debe ser planteada ante los medios de comunicación.

Todos de acuerdo en ello. Luego ya veremos qué pasa cuando los de la CBS le pregunten a Priebus sobre la cuestión, pero su respuesta fue la más contundente de todas, negando el derecho de los jueces a reescribir la Constitución, declarando que los niños deben crecer con un padre y una madre y afirmando sin lugar a dudas que el matrimonio es entre un hombre y una mujer.

¿Cuál ha sido el mayor error del GOP en estos últimos diez años pasados?

Me quedo con la respuesta de Priebus: “No hacer lo que dijimos que íbamos a hacer”. Y punto. Los demás estuvieron todos en la misma onda, confesando que el partido había perdido su orientación conservadora… ¡Si incluso el RINO de Steele tuvo la cara de confesarlo! A buenas horas, mangas verdes.

¿Qué significa ser republicano?

Para casi todos lo que cualifica a uno para considerarse republicano es el conservadurismo fiscal, la defensa de los Estados Unidos, la protección de la familia, etc. Valores todos ellos conservadores y tradicionales en el Partido Republicano. Aquí varios de los candidatos citaron entusiasmados a Reagan.

La cuestión del aborto

Priebus fue el más claro sobre la obligatoriedad de un republicano de apoyar la vida. Todos están de acuerdo en colaborar más estrechamente con las distintas organizaciones pro-vida, pero algunos de ellos como Steele y Cino me parecieron menos comprometidos aunque todos estuvieron de acuerdo en que era una cuestión que debía ser prominente en el programa electoral del partido.

¿Cómo lo haría para incorporar  a los nuevos grupos conservadores en el partido?

Evidentemente se refieren al movimiento Tea Party. De nuevo, Cino y Steele me parecieron los menos interesados en la cuestión, algo que Steele ya ha demostrado suficientemente por otra parte. Priebus me gustó por decir que el Partido Republicano no está compitiendo con el movimiento conservador sino que es parte de ese movimiento y que deben ser sus actos los que hablen por ellos, algo que se ha echado mucho en falta en estos últimos años, la verdad.

Aparte de Ronald Reagan, ¿cuál es su político favorito?

Para Priebus, lo es Lincoln. Para Wagner, el general John Ashcroft. Para Anuzis, “Ludwig von Mises de FreedomWorks” (sic). Para Steele, Frederick Douglass. Para Cino, Margaret Thatcher.

Ésta me gusta: ¿Cuántas armas tiene usted en casa?

Cino y Steele no tienen más armas que un paraguas, je, je, je. Priebus tiene cinco, Wagner más de 16 (ésta tiene un regimiento de paracaidistas en casa por lo menos) y Anuzis lamentó tener sólo cuatro.

LA PREGUNTA DE TODAS LAS PREGUNTAS: ¿PUEDE SARAH PALIN GANAR UNAS ELECCIONES?

SÍ. Hasta el maldito Steele estuvo de acuerdo en ello. Quién te ha visto y quién te ve.

Por fin, ¿sus libros favoritos?

Para Priebus, los Diarios de Reagan. Para Wagner, la autobiografía de George W. Bush. Para Anuzis, la ley (lo que es como decir que adora el Aranzadi). Para Cino, Matar a un ruiseñor. Y para Steele, Guerra y Paz, pero el muy presuntuoso quiso lucirse citándolo y citó el comienzo de… ¡Historia de dos ciudades, de Dickens! ¡Jua, jua, jua!

Hubo más preguntas, pero son demasiado “americanas” y no me ha parecido necesario detallárselas, declaraciones finales, etc. De todo ello, me quedo con la declaración final del ganador, Priebus:

Estas elecciones son sobre opciones… No me presento en contra de nadie, sino que me presento a chairman del RNC en un momento diferente, en circunstancias diferentes, en una época de necesidades diferentes… Como he dicho muchas veces, aprendimos cómo trabajar con el movimiento conservador, pero si Dios me bendice con la presidencia de este partido, todos nosotros vamos a tener que trabajar como un equipo para salvar a nuestro país, salvar nuestro partido y recuperar la Casa Blanca.

El resultado final de las elecciones, celebradas el día 14, fue el siguiente:

Como podemos ver, la victoria de Priebus no peligró en ningún momento, sobre todo porque una mayoría del propio RNC quería que Steele se fuera a toda costa. Priebus empezó bien y continuó así durante cada una de las rondas, recogiendo siempre más votos a diferencia de sus rivales más directos que los perdían. Algunos se quejaban de que Priebus es demasiado joven (38 años) y que no tiene experiencia política (se presentó como candidato al Senado de Wisconsin una vez y perdió), pero para otros era la ocasión de tener a alguien con más principios en la cúspide del partido y menos “ansia de publicidad”, refiriéndose nada disimuladamente a Steele; alguien que se centrase más en las interioridades del partido y menos en caer bien a los medios de comunicación.

El gran rival para Steele está claro que era Priebus. Y lo que acabó decantando la lucha fue saberse que Cino y Anuzis, así como Wagner, se habían reunido con Steele sin duda para pactar su apoyo una vez que estuvo claro que no iba a ser reelegido, sin duda a cambio de alguna sinecura para su jubilación. Para Steele, Cino era su opción si no podía serlo él y fue a ella a quien traspasó sus apoyos una vez que decidió retirarse, pero no fue suficiente puesto que sus 28 votos se repartieron entre ella y Anuzis mientras que Priebus daba el gran salto hasta los 67. Wagner se retiró también, pero no apoyó a ninguno de los restantes candidatos. Resultado: que Steele no va a tener una salida muy cómoda del RNC que es sin duda lo que buscaba pactando con el resto de sus rivales.

Y ya para terminar, ¿quién es Reince Priebus? Pues nació el 18 de marzo de 1972, hijo de padres griego y alemán, creo haber leído en algún sito que en Mombasa (Kenia), pero he perdido esa referencia. De cualquier forma, creció en Kenosha (Wisconsin). A los 16 años empezó a trabajar como voluntario en campañas políticas. Es licenciado en Ciencias Políticas e Inglés por la Universidad de Wisconsin-Whitewater, donde fue además presidente de los estudiantes (lo de la política le viene en los genes por lo que parece) y también en Derecho por la Universidad de Miami School of Law. Por un tiempo trabajó en la asamblea legislativa de Wisconsin, antes de ir a Miami a estudiar Derecho, y luego, mientras estudiaba, trabajó brevemente en la NAACP. En 1998 se incorporó a la firma Michael Best & Friedrich LLP de Milwaukee. En 2004 se presentó a las elecciones al Senado de Wisconsin, pero perdió. Está casado con Sally Priebus y tiene dos hijos, un chico, Jack, y una chica Grace Avalyn.

Pequeñas controversias que empiezan a surgir sobre él incluyen que durante el tiempo que trabajó en la firma de abogados de Milwaukee formó parte de un equipo llamado “Equipo de la legislación del Estímulo” dedicado a “identificar oportunidades, preparar propuestas apropiadas y hacer contactos para asegurar fondos [federales]”. Priebus dice que no es cierto y que el bufete simplemente incluyó su nombre en el listado sin saberlo él siquiera. Puede ser, puede que no. A mí personalmente me importa poco. Más que nada porque mi propio trabajo se contradice bastante con mis ideales conservadores y libertarios a veces, pero como que no tengo más remedio que comer cada día y pagar mis facturas, me aguanto, lo hago lo mejor que puedo y a la que mi jefe se descuida, actúo en consecuencia con mis ideales, pero con cuidado porque me juego el puesto. Si Priebus trabajaba en un bufete y sus jefes decidieron aprovechar la ocasión que les brindaba la ARRA para favorecer a sus clientes, lo cual es su obligación, me parece muy bien que hiciera su trabajo lo mejor posible.

También ha sido criticado por el propio Steele puesto que Priebus era uno de los miembros de su equipo, un asesor general del RNC nombrado por él, y decidió dimitir y presentarse a las elecciones mientras Steele se quejaba como una nenaza de que era descorazonador y que se esperaba que sus lazos de lealtad con él fueran más firmes. Ganas de quejarse nada más.

Vamos a ver qué da de sí Priebus. Por lo menos, ya sabemos una cosa: las elecciones del midterm han sido un aldabonazo en el GOP y vemos como todos los candidatos a chairman se han puesto las pilas. Durante el debate competían a ver cuál de ellos sonaba más conservador y menos RINO. O sea que han aprendido la lección; veremos si son capaces de aprovecharla. Falta le hace al pobre GOP.

8 Responses to El GOP se renueva… ¡Falta que le hace!

  1. […] El GOP se renueva… ¡Falta que le hace! « CONSERVADOR EN ALASKA […]

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  3. Santi dice:

    Parece que las ideas de Sarah Palin, las conservadoras con sentido común, se van imponiendo en el partido Republicano. La elección de Priebus es una muestra más. Los RINOS se baten en retirada, esperemos para siempre.

    La noticia del día: la mayoría republicana en el Senado ha derogado la ley Obama de la reforma sanitaria. Buenísima noticia, según alcanzo a entender.

    Y me alegro, Bob, que el asunto de tu libro comience a encauzarse y salga adelante como tal. También espero que, si hay justicia, consigas esa entrada y conozcas en persona a nuestra admirada Sarah Palin. Te lo has ganado con creces, amigo.

    • Bianca dice:

      No han derogado la Ley sanitaria de Obama. Los medios españoles no saben informar. Han aprobado iniciar el procedimiento para derogarla (en el Congreso, los republicanos tienen mayoría), esto es, aprueban derogarla, luego tiene que pasar por el Senado (los republicanos son minoría) y si se aprueba la derogación, el Presidente puede vetar la ley y que no entre en vigor.

      Es un acto simbólico muy importante,porque están diciendo a los votantes que pueden confiar en los republicanos que prometieron derogar la ley y es lo que han empezado a hacer.

      • moosecon dice:

        Una precisión muy relevante, Bianca. Muchas gracias por tu colaboración. Sí, ciertamente los medios de desinformación españoles sólo saben hacer eso: desinformar.

        Un saludo,

        Bob

      • Santi dice:

        Ya me temía que era meramente testimonial. Habrá que esperar al 2012 para anularla con… ¡Sarah Palin de presidenta! ¿verdad, Bob? Sarah haría la nueva ley sanitaria que EEUU necesita.

        Gracias por la puntualización informativa, Bianca.

  4. educantabro dice:

    Ojala que los cambios vayan en la dirección solicitada por las bases del partido y no en la que en los últimos tiempos han querido imponer los pasteleros.

    No espero que la dirección del GOP apoye directamente a Sarah, pero me doy con un canto en los dientes sino la ponen trabas innecesarias ni se dedican hacer el trabajo sucio el trabajo para otros.

    En cuanto al libro: ánimo, que la cima ya esta cerca y muchos lo esperamos con ilusión.

  5. Conservadora dice:

    Bianca, cierto que la votación tiene un simbolismo especial para los muchos votantes que detestan el Obamacare. Sin embargo, es bueno recordar que no es solamente un acto simbólico. Es, ante todo, el primer paso para derogar la ley efectivamente. Sin esa votación en la Cámara de Representantes no se puede decir que se ha iniciado el proceso de «repeal». En casi todas partes veo disminuída esa votación a mero símbolo y me parece que no es fiel reflejo de lo que realmente hizo la mayoría republicana en la Cámara. Claro que sin un presidente republicano y mayoría en el Senado no van a lograr la derogación, pero ese es el comienzo imprescindible para acabar con esa abominación de la que están tan orgullosos Obama y su camarilla.
    Saludos.

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